-¡Ay no! ¡Me acabo de dar cuenta de algo horrible! Dorothy estará llegando en cualquier minuto y encontrara un montón de monos voladores- Dijo el Espantapájaros preocupado

-¡Ay, eso es terrible! ¡Empatia! ¡horror! ¡¡¡TERROR!!!- grito el Hombre De Hojalata

-¿Qye tal si entro ahí? Y los despedazo ¡a todos! ¡Uno por uno! -Rugio el León

-Usemos mas nuestra mente no los músculos- sugirió el Espantapájaros mientras seguían dando la vuelta a la torre buscando un andamio- ¡Un momento!- grito dándole tres codazos en el pecho a Tin Man abriendo la baldosa en su pecho- Tengo un plan

-Ay que alivio- se calmó Tin Man

-¿Quieres que destruya a esos monos, los descuartice, los asesine a sangre fria? ¿Atar sus colas en nudos? ¿Sacar sus dientes y usarlos para palillos de dientes? ¿Pulverizarlos? ¿Paralizarlos?

El Espantapájaros y Tin Man no respondieron, solo miraron a León, desconcertados.

-me resulta asqueroso arrancar los dientes de los monos alados y usarlos para hacer palillos de dientes- Dijo el Hombre De Hojalata

-Con cuerdo contigo, amigo- dijo el Espantapájaros