XXXVII. El Reencuentro

No había cambiado casi nada.

Sus ojos verdes seguían teniendo ese tierno brillo, su piel tan palida como siempre y vestia uno de sus típicos atuendos recatados. Su cabello ahora estaba más corto que antes, y quizá se lo había alaciado antes de llegar, pues ya no estaban esas ondas que tenia en el colegio.

Fuera de ello, fue como no hubiera pasado el tiempo.

No llegué a reaccionar a tiempo antes de que se acercará y me abrazará, lo que me hizo reaccionar. El ruido de la calle, los maullidos de H -quien ahora estaba siendo sacudido- y algunas personas hablando me rodearon de nuevo, pero no la abrace de vuelta. No supe cómo reaccionar.

Y ella lo noto.

Se alejo y me vio con el ceño levemente fruncido, como si quisiera saber que me pasaba.

—¿Kral?

Mi corazón se paró por unos segundos y gire para ver a Vondra, con su pequeña maleta, su mochila y una bolsa de papel en su mano. Veia la escena con curiosidad, intercalando su mirada entre Olyvia y yo. La rubia, por otro lado, no dejaba de ver a Vondra ahora.

—¿Quién es ella, Kral?

Oh, no...

—Ella es mi vecina, y...

—¡Vaya, la vecina de Kral! —me cortó a media frase Olyvia, girando directamente para ver a Vondra y sonreír. —Soy Olyvia, un gusto.

Olyvia estiro su mano hacia la rusa, quien parecia estar analizando la situación. Vondra no era una persona muy abierta o extrovertida, y lo dejo en claro, para mi mala suerte.

—Vondra... el gusto es mío, supongo.

Ambas estrecharon sus manos y casi vi los relámpagos entre ellas. Vondra no era muy social que digamos, por lo que no me sorprendió. Sin embargo, Olyvia era distinta, y si actuaba de esa manera con Vondra era por algo malo.

Cuando se soltaron, Olyvia lanzo el primer golpe.

—Te ves muy joven. —empezo, analizándola de pies a cabeza, dandole especial atención a su cabello—Y tú cabello es. demasiado llamativo.

Vondra se cruzo de brazos y la vio desafiante—¿A qué te refieres?

La rubia rio un poco—Bueno, no lo tomes a mal, pero no es muy elegante teñirlo así.

Rayos, mil veces rayos.

Ella la vio por unos segundos en silencio, claramente molesta.

—Creo que mejor voy yendo a casa.

Sin siquiera decir nada, tomo la jaula de H y abrio la puerta en silencio, para luego girar y decirle a Olyvia con la sonrisa más hipócrita que tenía—Espero verte pronto.

Así, cerro la puerta de golpe. Si un salto al escuchar los molestos pasos de Vondra subir las gradas, y gire a ver a Olyvia, quien estaba sorprendida.

Como si ella no hubiera comenzado eso.

—Vaya, ¿Se molesto?

—No, le encanta lanzar puertas. —respondí apretando el puente de mi nariz. —Olyvia, ¿Qué haces aquí?

Olyvia me vio con una sonrisita y dijo—¿Que qué hago? Kral, volví. Yo vine por ti... Yo jamás deje de pensar en nosotros...

Mi mirada viajo a su dedo anular izquierdo, y ella oculto su mano. No tenia el anillo, pero estaba seguro que ella sabía que yo sabía sobre ello.

Olyvia vio mis maletas y dijo—Parece que acabas de regresar de un viaje... ¿Te parece si nos vemos mañana? Quiero hablar contigo sobre lo que paso en los últimos seis... siete años.

Asenti en silencio, y ella saco su celular de su cartera. Le di mi numero y ella prometió hablar conmigo al día siguiente. Se fue dándome un beso en la mejilla, y yo casi subí las gradas corriendo después de ello.

Esto era malo, terriblemente malo.

En cuanto llegué, vi el reflejo de la luz en el departamento de Vondra. Decidí dejarla sola, porque no estaba listo para enfrentarla después de ello. Seguro preguntaría por nuestra relación, ¿Qué le diría entonces? "Oh, nada serio, solo nos comprometimos por un par de días y me dejo aquí con la promesa de que volvería para casarnos".

Suene por donde suene, era tonto.

Entre a mi departamento y me lance sobre el sofá con cansancio. No por el viaje, sino por la situación. Jamás habría pensado que algo así pasara. Ya había dado por hecho que ella no regresaría.

Todo, absolutamente todo se había complicado. Tome mi celular y mande un mensaje a mis padres diciendo que ya estaba en casa, y que dormiría porque estaba cansado. Revisé las llamadas perdidas y llegué a la última, la de Lexa. Ella me quiso advertir sobre Olyvia.

Debí haber escuchado su llamada.

Lance mi celular al sofá más cercano y entre a mi cuarto, me metí en cama y rogué porque nada de lo que sucedió hubiera sido real.

Esto debe ser una mala broma...

—Ojalá.

¿Estás seguro que es ella? Quiero decir, hay varias rubias en Tabor... y conoces a varias personas por tu trabajo, pudo haber sido cualquiera.

—Pol, literalmente se presento como Olyvia. No hay duda, ¿En serio no sabias nada sobre eso?

Polak me había llamado temprano esa mañana, y le había contado todo sobre lo de Olyvia y Vondra. El se había visto tan sorprendido como yo después de escuchar todo, y la única pregunta de todo eso era como Lexa se había enterado.

—¿Te viste con Lexa en estos días?

—Bueno, la vi hace unos dos días, pero no dijo nada. Supongo que se enteró después, ¿Intentaste hablar con ella?

—No, no aún.

—Hazlo pronto, y ve pensando que postura tomarás con Olyvia. Si ella volvió, no creo que sea para ver la belleza de Tabor. Es por la promesa.

—Lo se Polak, créeme que lo sé.

Pol suspiro pesadamente y pregunto—A todo esto, ¿Hablaron con Vondra después de ello?

Trague en seco. No, no lo habíamos hecho. De hecho, ni siquiera había sentido sus pasos en la mañana, así que supuse que había salido temprano.

—Ayer parecia molesta.

—Imagino que cualquiera lo estaría si alguien llega y te dice que eres poco elegante. Liv nunca fue la persona más recatada del mundo para dar su opinión.

—Y Vondra no oculta su disgusto.

—Exacto—Polak me dio la razón riendo.

Antes de contestar, el celular vibro y revise las notificaciones. Un mensaje de un numero desconocido que decia "¿Te parece si nos vemos a las tres en el Café Central?".

—¿Qué pasó? —pregunto Polak

—Es ella. Nos veremos por la tarde.

Tienes menos tiempo, Kral. Más te vale tomar una buena decisión, y que esta no lastime a Von.

Encarne una ceja al escuchar eso—¿Te interesa tanto sus sentimientos?

Polak no respondio inmediatamente—Digamos que entre Vondra y Olyvia, me interesa más Vondra.

Colgamos y termine mi desayuno de mala gana. Me di una ducha rápida y me vestí con una chompa negra, un jean oscuro y zapatos para nieve. Salí de mi departamento camino al hotel de mis padres para saludarlos y darles sus recuerdos, y un maullido chillón llamo mi atención. Senti los rasguños en la puerta, y me acerque para poner mis dedos en el espacio entre la puerta y el piso. H olfateo un poco y maulló.

—Tu dueña está molesta, ¿no? —pregunte, esperando que me responda

H maulló de vuelta

—Siento mucho todo esto. Intentare solucionarlo...—me excuse, casi dándome un golpe en la cabeza. No debia disculparme con él, sino con Vondra.

Me puse de pie y bajé las gradas a toda velocidad.

Salí del edificio y comencé a caminar hacia el hotel, y tomé confianza para mandarle un mensaje a Vondra. Tome mi celular y le mande un mensaje simple

"Buenos días Vondra. Espero que tengas un buen día hoy, hablamos cuando tengas tiempo."

Así, guarde el celular y tome aire.

Debia decidir rápido que iba a hacer con Olyvia.

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