XXXV. Año Nuevo
—¡Hasta que apareces! Cielos, te vas a Rusia y te olvidas de tus amigos. Ahora muestras tu verdadera cara...
—Te llevaré una botella de Smirnoff, ¿Ahora dejas de quejarte?
—Te amo y espero tu regreso con anhelo.
—Ya, tampoco así. ¿Qué tal todo el Tabor?
—Como siempre. Turistas de Alemania, Polonia, Francia e ingleses... Fiestas navideñas, mi hermana queriendo ir a citas con chicos y yo echándome sobre ella para evitar que lo haga... Lo normal.
—Eres un poco extremista. En algún momento ella tendrá citas, y no lo podrás evitar.
—¿Apostamos?
Reí a carcajadas al ver la expresión tan firme de Polak. No habíamos hecho más que mandarnos mensajes, y era recién podíamos hacer una videollamada. En mi caso no fue por el viaje y en el suyo porque sus padres volverían de Praga con algunos familiares y pasarían Año Nuevo ahí. Ahora que estaba sentado en el auto con H esperando a que vuelvan del supermercado los hermanos Davydev, aproveche para hablar.
Era la tarde del 31, cerca de las cuatro y estabamos haciendo las últimas compras para la noche. Al parecer, H se había cansado de ser dejado en casa y literalmente se había quedado prendido a la chompa de Akim y cuando lo soltábamos, el saltaba y se agarraba en el jean. El gato ya no era pequeño, así que no era facil intentar evadirlo.
No tuvimos más que llevarlo con nosotros.
De hecho, ahora mismo estaba acurrucado en mis piernas. Incluso su ronroneo sonaba feliz; después de todo, había logrado su objetivo.
—No puedo creer que hayas decidido quedarte en el auto para cuidar al gato.
—Vondra y Kathia le dijeron Akim, pero el empezo a nombrar marcas especificas de dulces... y bueno, no se puedo evitar. Era yo o escribir toda la lista que el pedía.
Polak viró los ojos—Como sea, ¿Qué tal va todo?
—Mejor de lo que esperaba. La fiesta fue tranquila, había un idiota que se quiso pasar de listo, su familia es rara...
—¿Qué tal su abuelo loco? Vondra dijo que era algo raro.
Recordé un poco sobre la vez que su abuelo y yo habíamos hablado, y aquel extraño arrepentimiento que sentia por sus nietas.
—Hay heridas que cuestan cerrar. —me limite a responder. Vi de reojo como los Davydev salían del supermercado, y me apresuré a decir—Estan regresando. Hablamos más tarde, ¿va?
—Pásala bien, no hagas nada que yo no hiciera.
—Me dejas un amplio margen de cosas.
—Hijo de...
Corte antes de que terminará el insulto y me moví un poco para dejar entrar a Akim, quien tenia unas dos bolsas llenas de dulces. Vondra y Kathia tenian cada una cerca de tres bolsas, y veían a Akim con algo de enfado.
Después de dejar las bolsas en el maletero y escuchar sobre los dulces, entraron a los asientos delanteros y giraron al mismo tiempo
—Es la última vez que salgo contigo a comprar dulces. —Kathia se quejo
—Compadezco a Mat' y Otets cuando van contigo a comprar cosas. Eres insoportable. —Vondra secundó
—No es cierto. Solo se lo que me gusta, y quiero comprar eso.
—Hiciste un berrinche en medio del pasillo porque te dijimos que elijas entre una de las dos marcas.
Akim parecio pensarlo y vio hacia la ventana con desinterés—Siempre me hacen caso cuando hago eso.
—Te durará hasta los quince, luego ya no cuenta. —Kathia advirtió
Akim rio un poco—No es cierto.
Si, si lo era.
El resto del camino hablamos un poco sobre los planes de Kathia y Klaus en el Club, además de explicar que el primero de enero podria hacer lo que quisiera y disfrutar de lo que quiera de Rusia. El 2 de enero volveríamos a las diez de la mañana partiríamos a Praga, y de ahí en tres horas volvíamos a Tabor.
De alguna manera, eso me ponia triste.
Al llegar a la casa, Kathia casi sale disparada en cuanto paramos. Akim la vio como si estuviera loca, y luego abrio sus ojos cuando vio por la ventana.
—Klaus está loco.
Después de poner a H dentro de mi chamarra, salí del auto y vi a que se refería el pequeño.
Unos tres hombres con trajes llamativos naranja, a quienes no parecia importarles que estuviera nevando, llevaban unas cajas a la parte trasera de la casa, y Klaus veía todo desde dentro de la casa.
—¡Hola chicos! Tardaron mucho, pero me alegra haber llegado antes. Les tengo una sorpresa... Ah, y una mala noticia, parece que el gato se escapo
Como si H entendería lo que pasaba, saco su cabeza de mi chamarra y maulló
—¿Qué rayos estás haciendo Klaus?
—¿Una sorpresita? Se los acabo de decir, dah.
—Dime que no le hiciste daño a la casa—Vondra se quejó apenada
—La mejoré. —él dijo con emoción, y los hombres volvieron. Klaus giró sobre su eje y sonrio de oreja a oreja—Vot i vse, rebyata, bol'shoye vam spasibo. YA ostavlyu tebe khoroshiye chayevyye.
«Eso es todo chicos, muchas gracias. Les dejaré una buena propina.»
Los hombres asintieron y bajaron las gradas para subirse a una camioneta que no había visto antes, de color negro y bajo unos árboles. Akim corrió hasta la parte trasera rapidamente y sus hermanas y yo lo seguimos, viendo de reojo como Klaus sonreía como un niño pequeño que recibe un regalo.
—¡Esto es genial! —exclamo Akim, aunque no logre ver a que se refería. Estaba aún algo lejos, así que espere para llegar y ver con mis propios ojos lo que Klaus había hecho.
Originalmente era una terraza pequeña con gradas que tenia gradas y llegaba directamente al patio/bosque, con unas sillas viejas de jardín y una mesa de madera.
Ahora, esa pequeña parte, tenia un techo de madera y un juego de sillones de cuero negro, una mesa nueva y luces colgantes por todo lado. Akim ya se había adueñado de uno y estaba sentado, envuelto en unas mantas que se veían realmente calientes que también estaban sobre los sillones.
Kathia se acerco y miro todo a detalle, con emoción e interés. —¿No se supone que esto se tarda en hacer?
—Con un poco más de dinero, todo es posible. —Klaus respondio—¿Qué tal? Como los aburridos de Von y Kral no irán a festejar Año Nuevo, mínimo me parecio bueno hacer esto. ¿Qué opinas Kathia?
—Es hermoso. —Vondra respondio en su lugar sentándose en el sillón más grande. —¿A qué hora saldrán?
—A las 11, así que nos quedaremos a la cena. —Klaus respondio frotándose las manos—¿Qué cocinarán hoy?
—Lode cada año—respondieron al unísono
—Genial—respondio—¿Entramos? Tengo frío, y estuve aquí parado dos horas mientras lo hacían.
Akim lo vio con el ceño fruncido—¿Y así quieres que nos quedemos aquí por la noche?
—Enano bocón. —bufó Klaus, sacudiendo el cabello del pequeño—Por eso hay seis frazadas, dos para cada uno—explico y luego susurró hacia mi—Pero si quieres compartir una con Vondra, no te juzgaré.
Le di una mirada molesta, pero huyo a la cocina con la excusa de ayudar a cocinar. No funciono, Kathia lo botó de inmediato y nuevamente, las gemelas se adueñaron de la cocina, esta vez dejándonos un par de bolsas de papas fritas y gaseosas debido a las quejas de su primo.
La cena tradicional de los Davydev era cerdo al horno, y tenian varios platos extras para acompañar. La cena comenzo a eso de las 21:30, y terminamos de comer a las 22:40, aunque no terminamos la comida de la mesa. Akim había comido más que los cuatro adultos juntos para mis sorpresas, pero no para la del resto. Kathia subió a prepararse y Klaus nos ayudo a acomodar las frazadas de afuera, además de explicarme porque había decidido hacer eso en ese lugar.
—Desde el Gran Palacio cada año hay un espectáculo de Fuegos Artificiales, y a los tíos les encantaba verlos. Es por eso que me parecio un buen lugar para hacer esto y que los vean, así no se aburren.
—Es una buena idea, pero moriremos de frío.
—¡No! —chillo Akim desde la casa, saliendo con un calefactor pequeño en su mano—Podemos sacar estos, así estamos calientes.
Klaus entró y lo ayudo a sacar el calefactor. Vondra saco unas cuantas frazadas más y un juego de Jenga, porque según ella "Era peligroso jugar Monopolio con Dusal". Kathia bajo las gradas haciendo resonar sus tacos y salio a la terraza para mostrarse con un vestido plateado, tacos negros y maquillaje llamativo. Analizo a todos antes de llegar hasta donde estaba Klaus y dijo—Estoy lista, vámonos.
Klaus asintio con una sonrisa enorme y, sorpresivamente, me dio un abrazo a mi y sus primos, deseando un feliz Año Nuevo y corriendo hasta donde estaba su auto. Kathia hizo lo mismo y cuando estaba por salir, giro y dijo entre risas
—Nos vemos el próximo año.
Vondra y Akim suspiraron con pereza, para que su hermano diga—Ese es un mal chiste americano...
—Tu solo ríete y ya. —ella corto mientras caminaba de nuevo, y antes de desparecer dijo—¡Y no se olviden que la tradición es besarse bajo el muérdago a las 12!
Vondra enrojeció levemente, y yo giré la cabeza porque presentía que también pasaba lo mismo conmigo. Akim, de la manera más inocente posible, miro hacia el techo de la terraza y dijo—¡Miren, hay un muérdago aqui!
Los dos vimos la hoja con enojo, pero no mencionamos nada.
El resto de la hora faltante la pasamos jugando Jenga y charlando un poco sobre el lugar donde estarían Klaus y Kathia. Como el Navidad, no hubo nada especial ni aburrido, solo hablábamos. Unos minutos antes de las 12, Vondra saco una botella de Champagne y una caja de jugo de manzana con tres copas, se sento de nuevo a mi lado -en el sillón más grande- y sirvió dos copas de Champagne y el jugo en la tercera. Akim no dijo nada para mi sorpresa, y cuando ella volvió a entrar para traer unos aperitivos el me dijo—Me prometieron que empezaría a tomar esa cosa cuando cumpla 15.
Asenti riendo un poco, y su hermana volvió con una bandeja llena de papas fritas. Vio su celular y dijo—Falta 1 minuto.
Akim chillo y se puso en medio de nosotros, totalmente cómodo y listo para ver los Fuegos Artificiales.
Los dos hermanos comenzaron la cuenta regresiva en ruso, y yo los seguí
—Pyat... chetyre... tri... dva... odin... ¡S novym godom!
«Cinco... cuatro... tres... dos... uno... ¡Feliz Año Nuevo!»
Los fuegos comenzaron a aparecer en el cielo, y todos estuvo en silencio mientras veíamos el espectáculo a lo lejos. Vondra me vio un cierto punto y alzo su copa
—Por otro año más juntos.
Eso era bastante facil de malinterpretar, pero no me importo.
—Por otro año juntos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top