XLI. Nuestro Lugar
—Así que fuiste al hotel, te encontraste con Lev. Cuando estuvieron solos, le peguntaste que intenciones tenía ahora que está en Tabor y, después de que te respondió claramente que buscaba iniciar una relación formal con Vondra, tú lo golpeaste y terminaste más lastimado que él, ¿Me equivoco?
—No.
—Bueno, ahora comprendo por qué motivo nunca jugaste basquetball en el colegio...
—Cállate, Polak.
Polak rio un poco mientras me pasaba hielo, y su hermana menor me curaba. Arya estaba de vacaciones, y ella había sido quien me había encontrado en la calle con mi mano hinchada y yo maldiciendo al cielo.
—No es bueno ni lindo que alguien como tú se esté peleando...
—Hey, ni lo pienses enana.
Arya viró los ojos al comentario de su hermano. La pobre vivía con, probablemente, el hermano más celoso de Tabor. No podía tener una cita sin que él termine en ese lugar viéndola fijamente, y el chico tenga una serie charla con Polak en un lugar oscuro y alejado.
Parecía chiste, pero era un rumor muy bien conocido.
Lo que había sucedido en realidad era eso: Me encontré con Lev saliendo del Hotel, lo llevé lo más lejos posible para evitar rumores y cuando estuvimos solos, es decir en uno de los tantos callejones de Tabor. Ahí comenzó todo.
—¿Qué quieres con Vondra?
—No tengo por qué responder eso.
Hubo un tenso silencio entre ambos. Claramente, no me diría las cosas fácilmente, así que tuve que analizar bien que responder.
—Mi madre está preocupada, no se siente segura sobre Vondra y vos viviendo juntos y solos.
Lev lo pensó.
—Bueno, si tengo que responder, diría que no tiene por qué preocuparse. No la tocaría ni haría nada que ella no quisiera. Únicamente estoy aquí por trabajo, pero también deseo convencerla para que comencemos una relación formal.
Eso fue la gota que colmo el vaso.
Mi puño voló hacia su rostro, pero tuvo buenos reflejos y se movió en el momento exacto. Sentí el dolor de mis dedos siendo aplastados contra la pared y lance varios insultos mientras veía la sangre en mis nudillos.
—Si quieres comportarte de una manera tan salvaje, primero aprende a golpear rápido. —comento Lev mientras se acomodaba su chaqueta con desinterés—Y, en segundo lugar, que intenciones tenga o no con Vondra, es mi problema.
Así, sin más, se fue y me dejo maldiciendo.
Realmente me sentía infantil por haber hecho algo tan infantil, pero ya era tarde. No estaba seguro de que consecuencias iba a llevar lo que había hecho. Quizá le diría a Vondra, y si eso pasaba era lo peor. Acababa de reconciliarme con ella, no quería que nos peleáramos de nuevo.
Arya se puso de pie.
—Bueno, acabé. Tengo una maratón de Euphoria que ver, así que tengan su charla de hombres o algo así.—declaro mientras tomaba su mini botiquín y salía de la sala de estar. No habían pasado ni dos segundo hasta que volvió y dijo:—por cierto, un chico se ve guapo con una cicatriz bajo su labio, no con una venda en su mano.
—Tiene un punto.
Baje mi mirada con vergüenza y casi me atraganto al ver que mi mano con un vendaje rosa.
—¿No tenían otro color?
Polak asintió—Claro, tenemos la típica blanca, pero merecías la rosa por ser un bruto hormonal. En serio Kral, ese tipo de cosas se hacen cuando tienes 15 años, no a tus 25.
—Lo sé, Pol, lo sé.—bufé con derrota.
Polak se sentó a mi lado en el sofá y me dio unas palmadas en la pierna.
—El que Lev esté aquí fue peor de lo que creías, ¿no?
—¿Qué te puedo decir? Siento que este año vino con todo, y en el mal sentido. Primero Olyvia, y ahora Lev. Siento que no tengo tiempo para aclarar mi mente y poder ver que haré con Vondra.
No respondió nada al inicio. Se limitó a ver a la televisión, y eso no me molesto. Polak casi nunca pasaba por cosas así, que no respondiera.
—Sabes, escuche que en el Oeste de la ciudad, por donde están los barrios artesanales, hay una linda heladería.
—¿Qué?
—Sí. Son artesanales, obvio. No son muy conocidos, pero tienen buenos sabores. Fui una vez con Kiara cuando tuvo la tonta idea de complementar información en Trip Advisor. Yo probé de chocolate y ella de frutilla.
—Ah, suena bien...
—Vamos mañana.
Lo vi como si hubiera perdido la cabeza.
—Mira, agradezco tu buena fe, pero...
—No fue una pregunta, fue una cita. Vas o publico tus fotos en los recitales escolares.
Con un demonio.
—Gracias por ser tan buen amigo, Pol.
—Ya sé, gracias.
Después de unos minutos volví a casa con un mal sabor de boca. Incluso agradecí que Vondra y yo no nos encontráramos en el edificio. Para ser sincero, él que me vea con una venda rosa me ponía nervioso.
"Está algo lejos, pero es bastante pintoresco. Sé que te gustará."
Si, claro. Y Japón estaba a treinta minutos a pie.
Para empezar, cuando Polak dijo el Oeste de la ciudad, se refería literalmente al otro lado, cruzando en río Zosinsky. A casi una hora de mi casa.
La "cita" de Polak -algo que aún no me agradaba era denominarla asi- era a las 16:00, por lo que al salir de mi turno tuve que tomar el tren y correr hasta la heladería. Y aun así, no llegué.
A las cuatro y veinte estaba frente a la puerta de la heladería, y aunque estaba tarde y sudado, no podría negar que era un lindo lugar.
Había pocos sitios en Tabor que tuvieran una apariencia demasiado industrializada. Todos tenían una fachada de pueblo antiguo, no rompían con ese esquema.
Ese era su encanto. Y Sladká tečka no rompía con eso.
Se podía ver que era pequeño, y tenía una pareja afuera en una mesa exterior, mientras que adentro podía ver que a lo más había cinco mesas, y dos estaban llenas. Conforme me acercaba, note algo que me quito el aliento por un breve momento.
Una bicicleta bastante conocida para mí.
Apresuré mis pasos y entre sin pensarlo. Junto con el sonido estrepitoso de la campana cuando empuje la puerta, y cuatro pares de ojos cayeron sobre mí.
Vondra encarno una ceja con curiosidad al verme, y luego vio su celular con una expresión confundida.
Me acerqué directamente con ella, viéndola como si nadie más estuviera ahí. Aunque estoy seguro que una anciana que estaba comprando en la caja me había insultado entre dientes.
—Hola.
Sonreí casi por inercia.—Hola.
Ella vio detrás de mí, buscando algo.
—Eh, esto... Polak no dijo nada acerca de que tú también vendrías.
—Tampoco a mí.—mascullé entre dientes—Digo, ¿Qué te dijo exactamente?
Vondra se encogió en hombros.—En realidad debía devolverme unos DVDs que le presté antes del viaje a Rusia, pero me dijo que me los daría aquí porque tenía que ver a un cliente que vive por aquí.
Chico listo.
—Acabo de mandarle un mensaje, pero...
Ni bien dijo eso, mi celular vibro. Lo desbloquee y note el casi esperable mensaje de Polak.
Polak: De nada.
Podía ser un alguien arrogante, pero era un buen amigo. Realmente lo era.
—Parece que no te devolverá los DVDs hoy.—respondí—Fue una trampa.
—Rayos, yo quería ver Midsommar de nuevo...
Reímos juntos y me senté después de pedirle disculpas por la tardanza.
Todo fluyo de manera natural, hablamos sobre mis turnos, la baja afluencia de turistas en esta época, sus nuevas materias y oportunidades que daba la universidad por sus notas. Becas, trabajo, adelantar materias... Se la veía emocionada.
A las seis de la tarde salimos de ahí y tomamos juntos el tren.
—No creí que fuera tan lejos este lugar, así que creí que llegaría en bicicleta... Fue un error terrible.—aceptó mientras intentaba pasar por el molinete antes de entrar al tren.
Cuando llegamos al edificio, ninguno entro. Ambos teníamos nuestras llaves a mano, pero ninguno pareció querer moverse de la puerta.
—Entonces... Ese lugar era bueno, ¿no?—comenté
Ella asintió—El helado de frutilla estaba rico.
—¡Si! Y el de menta también.
Ella sonrió y dijo con aire despreocupado—¿Por qué no vamos ahí el siguiente jueves?
Parpadee confundido, pero capte rápidamente.—Seguro, me gustaría mucho.
—Perfecto.
Con eso, abrí la puerta y subimos juntos. Cada piso se sentía más pesado, como si me acercará a un lugar que no me agradaba. Sabía que no era mi departamento.
Era Lev.
Nos despedimos rápidamente y entramos a nuestras respectivas puertas.
Había sido una semana extraña, y no podía decir que todo estaría bien ahora que Olyvia y Lev estaban en Tabor. Pero al menos ahora podía afirmar que ahora tenía un sitio seguro, un punto de esta pequeña ciudad que solo Vondra y yo conocíamos.
Olyvia y Lev no sabrían sobre él, era casi imposible que lo encontrarán. Olyvia solamente se movía por el centro, y no había algo que siquiera le interese a Lev pasar del otro lado del río Zosinsky.
Nuestro lugar.
Limpie un poco los platos que había dejado sucios por la mañana, pero recordé algo importante.
Tome mi celular y mande un mensaje a Vondra.
"¿Podemos vernos a las 16:30?"
¡Holi, holi!
Sip, realmente esta vez desaparecí más de lo que estoy acostumbrada, ¡es casi un año desde que no actualizo! Tuve algunos problemas personales, pero no quiero dejar esta ni ninguna novela abandonada tan fácilmente.
"Bloody Valentine" volvió a la vida :3
Para recalcar, las actualizaciones ahora serán los fines de semana, un capítulo único para que no entre en crisis jijiji
¡Gracias por esperar por esta pequeña novela! ¡Espero que les guste la recta final!
-Charlie
PD. Sladká tečka significa Sweet Spot. ¿Algo oportuno, no? :3
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