IX. Un nuevo inicio


Este capítulo es narrado desde el punto de vista de Kathia, la hermana de Vondra ;3 ¡espero que les guste!

Estábamos en la sala de la pequeña casa de campo de los Pavlik cuando sucedió.

Un martes por la mañana, en plena primavera. Leks y yo veíamos alucinadas a nuestro pequeño hermanito, Akim. Era un pequeño bebé de casi un año, durmiendo pacíficamente en su cuna. Las dos estábamos absortas en él, y de cuando en cuando Lev se acercaba para ver que no hicíeramos algo raro con él. El pobre se había visto preocupado cuando yo había dicho "Si lo ponemos en la canasta de la ropa sucia, se podría perder".

Leks finalmente se aburrió y corrió al patio, donde tomo un balón y empezó a jugar sola con él. Reía tontamente mientras que Lev intentaba partirse en dos para evitar que cayera y yo no metiera a Akim al cesto de la ropa.

-Lexa, Vondra, vengan por favor-Boleslav, el amigo de nuestros papás pidió. Cuando lo vi, no presentí nada bueno. Sus ojos parecían llorosos, pero tenía solo ocho años en ese entonces. No comprendía del todo que sucedía.

Leks dejo el balón y entro rápidamente para pararse tras de mí. Lev se quedó con Akim y nos llevaron hasta el escritorio. Una vez entramos, me sorprendí al ver al hermano de papá, Johann, sentando en un sillón con un policía y una mujer de traje.

Nada bueno pasaría

"Niñas, soy el oficial Kann. Lamento decirles que sus padres... murieron en un accidente aéreo"

"Vine para hacer el papeleo, Boleslav, no puedo quedarme con ellos"

"Ellas solo tienen ocho años, no les puedes lanzar algo así de golpe Johann"


"Si ustedes no pueden verlas, lo hará el estado. Traje a mi abogada para que ella haga el papeleo ahora mismo. Irán a un orfanato"

Murieron en un accidente aéreo

No puedo quedarme con ellos


Orfanato

Murieron sus padres

Papá y mamá no volverían esta vez.


Todo eso rondaba en mi cabeza cuando Boleslav nos pidío irnos a nuestro cuarto. Estaba sentada abrazada de mis rodillas, y veía a Leks estar frente a mí con una expresión vacía. Cuando la ví acercarse a mí para pedir consuelo, me aleje


Ahora no podía cuidarla. No quería cuidarla. Quería ver a papá y mamá. No quería ser la niñera de Aleksandra.

Ella se quedó en su lugar en silencio, pero no intento acercarse de nuevo. En su lugar, camino a su cama y se echó.

No hablamos por una semana

Fue mi primer funeral, y no fue como yo creí que eran. Antes pensaba que ir a un funeral implicaba ser adulto, y cuando veía a mamá y papá ir deseaba ir también. Ahora, deseaba no serlo jamás. Todos los que iban eran trabajadores, socio y unos cuantos familiares de parte de papá. Todos decían lo mismo "Pobres niños, se quedaron huérfanos".

Fue una sorpresa cuando al terminar, Boleslav y Kalina se quedaron con nosotros a solas y dijeron que viviríamos con ellos. Leks se límito a asentir, pero yo entré en pánico. Estaba acostumbrada a ellos, porque nos dejaban jugar con Lev y eran socios con la empresa de papá. Pero sentía miedo de un cambio de vida. En el camino a su casa en Praga logré unir los cabos en mi cabeza. No eran nuestros familiares, pero el mismo tío Johann había dicho que no podían hacerse cargo de tres niños. Éramos huérfanos, no teníamos a nadie

Ellos eran los únicos que nos querían.

Al llegar a la casa, Kalina se despidió de la nana que se había quedado con Lev y Akim.

-Lev, ven aquí-llamo la mujer cuando se fue la nana-¿Recuerdas lo que hablamos hace unos días sobre los Davydev?-Lev asintió en silencio-Pues... como te dije, Lexa, Vondra y Akim se quedaran en casa de ahora en adelante. Serán tus hermanos.-


Lev nos vio y dio una sonrisa chueca, sin saber qué decir.

Creo que nadie sabría que decir en una situación como esa.

El colegio de Lev era distinto al nuestro. Era más grande, y había una cantidad mayor de alumnos.

Eso me pareció bueno. Nadie nos preguntó sobre nuestro ingreso a mediados de año.


Lev nos enseñó todo el colegio; por suerte nuestra relación había mejorado con el pasar de los días y él había tomado en serio su papel de "hermano mayor", especialmente con Akim. El pobre no tenía ni idea de que ya no estabámos en Rusia, sino en un país distinto y con dos personas que eran nuevas en nuestras vidas. Lev lo cargaba con confianza, le daba biberón y jugaba con él. También intentaba animármos a Leks y a mií y eso agradecía infinitamente. Era gentil.

No era necesario usar el extraño vestido de tela dura como uniforme, y no teníamos todo mochilas idénticas. Kalina nos había dicho con alegría eso para animarnos con el nuevo colegio. Al ver que nuestras pertenencias en Rusia no llegaba, nos llevó de compras por ropa y útiles. Gracias al animó de ella, logré interesarme en los vestidos y cosas coloridas. Pero Leks no. Ella era quien amaba los vestidos y todo lo que tuviera flores. Ella era quien me insistía en que usara faldas y no cortará mi cabello tan seguido. Ahora ella solo asentía a lo que Kalina y Boleslav le mostraban.


Al ser nuevas y no conocer a nadie, Lev nos arrastró con él para el recreo con sus amigos. En realidad, me arrastro casi literalmente. Con Leks basto preguntarle una vez más para que acepte. Nos sentamos en una mesa y hubo un largo silencio incómodo hasta que uno de ellos pregunto

-¿Son tus primas?-

Lev nos vio y negó con la cabeza- Son mis hermanas-

Hermanas. Nuevamente esa palabra que casi se sentía prohibida para mí, pensar que alguien podría ocupar el lugar de mis padres e intentar quitarme el lugar de hermana mayor

No me agradaba.

A mis trece años decidí "huir" de casa.

Y con huir me refiero a mudarme al cuarto más alejado de la casa. Si, mi valentía no era tan grande como yo creía.

Un par de meses después de mudarnos Boleslav y Kalina decidieron que sería bueno mudarnos. Éramos cuatro niños, Akim debía ya tener un cuarto propio para cuando crezca y todos peleamos por el espacio en su antigua casa. Nos mudamos a una casa que parecía una mansión a unos quince minutos de la ciudad, con un jardín enorme, piscina y espacio de sobra. Había aprendido a vivir con los Pavlik, a aceptarlos como nuestros salvadores pero no los quería como unos sustitutos. No necesitaba sustitutos de mis padres. Durante ese año no le prestaba atención a mis hermanos y estaba enojada la mayor parte del tiempo. Akim los llamaba mamá y papá, Leks los llamaba otets* y mat*. Ellos parecían haber olvidado a mamá y papá. Olvidaron aquello que nos marcó.

Por eso un día aproveché que Leks debía ir a recoger a Akim de la casa de un niño donde había almorzado, Lev estaba en la universidad y los Pavlik estaban de viaje para supervisar la construcción de un hotel para llevar toda mi ropa y pertenencias lejos de ellos. Estuve así por un una semana así, iba a la cocina por las noches para sacar comida y luego me encerraba en mi cuarto y faltaba a clases. Me sentí ofendida al ver que Leks, Akim ni Lev iban me buscaban.

Akim fue quien me busco pasados ocho días, con un ramo de flores blancas y estaba vestido con una camisa blanca y un jean celeste. Se lo veía hermoso

-¿Estas lista?-preguntó

-¿Para qué?-

-Hoy se cumplen cuatro años desde que mamá y papá son estrellas-

Lo vi como si hubiera perdido la cabeza, pensando en Kalina y Boleslav. Luego empece a pensar que los niños de esa edad eran muy imaginativos, y riendo le dije

-¿Quiénes son estrellas? Kalina y Boleslav estan solo a un par de horas de aquí....-

-Mamá Libuse y papá Mijail-respondió-Alek y Lev me dijeron que ellos están en el cielo, y son estrellas que nos cuidan todos los días-


Trague en seco y mire mi celular. 17 de noviembre. Había olvidado por completo ese día.

-Lev dijo que en diez minutos saldremos-comento Akim saliendo del cu
arto

Una parte de mí me decía que me quede en casa, pues había "huido". Pero no podía dejar pasar eso. Se cumplían cuatro años de la muerte de mis padres. Debía ir. Tome un vestido negro con unos tacos del mismo color y me arregle mi cabello rápidamente. Corrí hasta la entrada donde Lev, Akim y Leks ya me esperaban.

El camino al cementerio fue silencioso, y al llegar cuando Akim fue por agua para regar el pasto alrededor de la lápida, pregunte sobre el tema de las estrellas de mala gana y Lev me respondió

-Se me ocurrió explicarle eso para que no siga preguntando por sus padres biológicos. Mamá y papá le dijeron que no estaban cerca, pero lo amaban a pesar de ello. Eso lo confundía-


-¿Le dijeron sobre el accidente?-pregunté espantada

-Claro que no.-dijo Leks.-Solo le dijimos la verdad. Mamá y papá siempre estarán con nosotros aunque no los veamos-

No dije nada hasta llegar a la lápida, donde Kalina y Boleslav ya estaban ahí. Nos saludaron y arreglamos sus alrededores

Mijail Davydev & Libuse Slavik.

17-11-XXXX

Ver a Boleslav y Kalina arreglando la lapida cuidadosamente junto con mis hermanos y Lev me hizo pensar que quizá, solo quizá, no todo era como yo creía. Leks y Akim recordaban a nuestros padres, y respetaban su memoria

¿No era eso lo que quería?

Últimamente había notado que Lev estaba raro con nosotros. O mejor dicho, específicamente con Leksi. Todo había comenzado un día que estaba haciendo un trabajo grupal en casa y yo estaba en la cocina con mamá Kalina cocinando la cena. Unos de sus amigos comento algo sobre el colegio y yo empece a prestar más atención.

-¿Tus hermanas están en el nivel secundario de la escuela Saint Gabriel, no?-

-Si, ya tienen dieciséis-respondió sin tomarle atención

El chico rio-Vaya, entonces creo que si hablaba de ellas mi hermano menor-

Lev levantó la mirada y levanto la ceja-¿Perdón?-

-Están con apuestas de quien besará primero a tus hermanas-comento. Luego me vio y palídeceo levemente-Uy, perdón Aleksandra-

-Soy Ekaterina-respondí bufando y mamá Kalina río

-Van a tener cuidado, ¿de acuerdo, cariño?-


Asentí con seguridad. No iba a ser tan facól robar los labios de las hermanas Davydev. O eso creí. Al día siguiente cuando salimos de clases Lev nos esperaba afuera, y con una sonrisa enorme se acercó a nosotras. Nos preguntó por nuestro día y observo la puerta hasta que Yuri, un chico de nuestro curso salió con su grupo de idiotas. Lev tomó el rostro de Leksi entre sus manos y la beso frente a todos. Di un chillido, espantada por ello y escuché silbidos alrededor de nosotros.

Después de eso, Lev recalcaba constantemente que nosotras no erámos sus hermanas, sino hermanas adoptivas. Ya no veía que tuviera actitud de hermano mayor con Leksi, sino algo más cortante, pero aun así intentaba pasar tiempo con ella a solas. Obviamente eso nos confundía, hasta que pasó la fiesta por su cumpleaños. Fuimos invitadas por inercia al ser sus hermanas, pero nos fuimos a dormir temprano. A las siete las dos bajamos a desayunar, y para nuestra sorpresa, escuchamos que Lev y un grupo de sus amigos seguían despiertos.

-¿Siguen vivos?-pregunto Leksi

-Parece, pero...

-Leeeev-un llamó con voz arrastrada.

-¿Siiiip?-respondió nuestro hermano con voz somnolienta


-¿Cómo va la cosa con tu hermaniiiita?-

-Pésimo, no paso desde el beso-Este bufo de mala gana. Leksi y yo nos vimos sin saber que hacer, pero decidimos escuchar

-Oye, ¿Cuál de las dos?-pregunto otra voz

-La castaña-


-Las dos son castañas-rio un tontamente

-Ay, sí... Aleksandra. La amo, amo a mi hermaniiiiita-chillo riendo a carcajadas

Me quede seca en mi lugar, y vi de reojo a Leksi. Estaba pálida, sin saber qué hacer. Trago en seco y susurro

-No tengo hambre-


Volvió corriendo torpemente y suspiré

Era el inicio de algo malo.

Traducción:

otets y mat: Padre y madre

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