III. Café Aux
-¿Y qué tal te va con tu intento de acoso a la niña que es tu vecina?-
Le di una mirada reprochando su pregunta. Lexa me veía con gracia, sabiendo que tanto me molestaba que ella dijera eso. Le había insistido que me acompañara e intentara ser amiga de Vondra, pero ella se negaba diciendo que no tenía tiempo ni ganas de hablar con una rusa.
-No es acoso, solo veo que ella no haga nada estúpido o tenga un incidente como aquella vez...-
-Mirar por la mirilla de la puerta a tu vecina mientras ella no lo sabe es acoso, no es necesario ser un abogado para saber eso Kral.-
-Pues si alguien fuera conmigo para conocerla y se hiciera su amiga, no necesitaría hacer algo tan estúpido como eso-
-No tengo tiempo para intentar ser amiguita de una niña de diecinueve años-
-Solo es cuatro años menor que vos...-
-Como sea, no tengo tiempo. Tengo que preparar las clases para mis niños, ayudo a mis padres en el zoo. Apenas logró verme con ustedes, y lo sabes-
-Podríamos un día invitarla a salir cuando tengas una tarde libre-propuse
Lexa pareció querer negarse, pero dos cartas aparecieron sobre la mesa.
-Bienvenidos a Aux, mi nombre es Vondra y seré su camarera esta tarde. Avísenme cuando decidan que se servirán, por favor-
Mis ojos se dispararon del menú hasta la voz de la chica. Vondra veía una libreta de manera distraída mientras tenía plantada una sonrisa tímida. Su cabello estaba amarrado en una cola alta, y vestía un top de manga larga amarillo con un jean negro de tiro alto y unos botines cafés, y encima un mandil mal acomodado. Levanto la mirada de su libreta y sus ojos se abrieron un poco.
-Hajek-
Trague en seco y vi a Lexa, quien la analizaba de pies a cabeza repetidamente con una mueca de disgusto. Cerré mis ojos y junté toda mi paciencia. Sí, sabía que yo le gustaba, pero esperaba que eso no fuera algo perjudicial para Vondra
-¡Vondra, que bueno verte! Ella es Lexa Ruza, una amiga mía. Lex, ella es Vondra Davydev, mi vecina-
Lexa la miro con la sonrisa más fingida que la había visto en años-Un gusto-
-El gusto es mío-respondió Vondra sin interés-Si me disculpan, necesito ir al recibidor. Regresaré en cinco minutos-
Vondra volteo y corrió al mostrador de la entrada. En aquella cafetería también vendían libros, y noté que solo había dos camareros. Parecían bastante ajetreados
-Es muy baja-
-Mira quien habla, Lex-
Ella me sacó la lengua en un gesto infantil. Media un metro sesenta y tres desde que cumplió 15 años, y eso la molestaba, en especial conmigo y Polak. Yo medía casi un metro noventa y Polak un metro ochenta y cinco.
-¿Por qué no aprovechas para hablar con ella, y quitas esa cara de bruja?-
-Cállate, cretino-bufo Lex y vio el menú. Posó su vista brevemente y achicó sus ojos
-Usa tus lentes-
-No los necesito... las letras son raras...-ella excusó. Desde el colegio usaba lentes, pero en algún momento había dejado de usarlos y se negaba a hacerlo. Era un misterio para mi saber como pasaba clases así
Pasaron los cinco minutos y Vondra volvió.
-¿Ya decidieron que ordenar?-
-Un té verde, dos cupcakes de vainilla y una cerveza-Lexa recito sin ver a la rusa. Esta anoto eso a toda velocidad y me miro
-Un latte, un sandwich de atún y cerveza-pedí con una sonrisilla
-Perfecto, ya se los traigo
Vi como corría a la cocina para dar nuestro pedido y luego volvía al mostrador para atender a un cliente. A pesar de esta apurada y atareada, aquella fría expresión se mantenía en su rostro.
-Si la sigues viendo así, se derretirá-Lexa bromeo
-Estudia Artes escénicos y trabaja todos los días. Debe ser cansador-comenté ignorándola
-Podría volver a Praga-
-Tiene sus razones, Lex-me límite a responder, sin estar seguro si decirle de su situación familiar.
Vondra corrió de nuevo a la cocina y tomo la bandeja con el pedido. Para mi sorpresa, pareció ser pesada, ya que ella llegó a la mesa tambaleando. Tuve la intención de pararme y ayudarla cuando no le quedaban más que tres pasos, pero una espalda masculina se pudo en mi camino. Vondra levanto la mirada y pareció relajarse. El chico tomo la bandeja y volteo con una sonrisa ensayada. Era casi tan alto como yo, su cabello era rubio que estaba amarrado en una pequeña cola y sus ojos eran celestes brillantes.
-Aquí esta su pedido-
Dejo los pedidos sobre la mesa y se alejó con Vondra.
-Pensé que terminaría con mi té en la cabeza-Lex bufó viendo de reojo a Vondra y aquel chico
-Es bueno ver que tiene un amigo que la ayude-comente dando un mordisco a mi sandwich
-Parece que su amigo le está lanzando los perros-
Voltee inmediatamente para ver. Esperaba verlos besándose al menos, pero en su lugar solo estaban detrás del mostrador hablando. La mano de aquel chico estaba sobre su hombro mientras reían un poco-¿Lanzándole los perros? Solo esta tocándola del hombro-
-Oh cariño, nunca notas ese tipo de cosas...-
La observé de reojo y lance una risa sin gracia. Si, claro.
El resto del té paso rápido, aquel chico fue quien recogió las cosas al acabar y nos dio la cuenta. Después de dejar a Lexa en su casa, volví a paso lento a mi casa. En la puerta, vi a Vondra despidiéndose del mismo chico con una sonrisa tranquila. No pude evitar notar que él parecía tener la intención de tocarla, pero sin querer tocarla. Dudaba que ella notará ello, ya que estaba más concentrada buscando sus llaves. Cuando las saco, le dio un beso en la mejilla y el volteo para irse.
Cuando él pasó a lado mío, me observó brevemente y se alejó en silencio. Reí un poco al notar su actitud, pero no le dije nada. Corrí hasta la puerta del edificio y entré. Vondra volteo en medio de las gradas y dijo
-Ah, hola de nuevo Hajek.-
Era la primera vez en casi dos semanas desde que ella y yo habíamos hablado solos desde el accidente de la puerta. Había tomado la costumbre de ir a comer a la pensión dos días a la semana, pero no habíamos cruzado más que algunas palabras. Todo de vuelta al inicio
-Buenas noches, Vondra-saludé-No sabía que trabajabas en Aux-
-Todos los días de la semana por la tarde-respondió con una sonrisa trabajada-Aunque nunca como mesera, siempre estoy detrás del recibidor con los libros. Hoy fue una situación especial-
-Por suerte tu novio te ayudo antes de que hubiera un accidente-comente riendo
Vondra paró de subir las gradas y me vio confundida, para luego parpadear y decir-¿Hablas de Tesar? Me ayudo porque soy extremadamente torpe con la bandeja, por eso vendo libros-explico sin comprender mi indirecta
-Parecía muy gentil contigo-
-Es un gruñón-bufo con cansancio hasta llegar a su puerta-Bueno, nos vemos luego Hajek-
Sin decir una palabra más, cerró su puerta ysuspiré. Con lo distraída que parecía ser, quizá si era su novio y ella no se había dando cuenta.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top