¿Te gusta el vino?

—Espera...¿Qué quieres decir?

—Parece que no eres capaz de cuidar a los demás, mucho menos de ti mismo. Estoy muy preocupado por ti, Gray.

Una persona que apenas me conocía ya me estaba juzgando, no entendía a qué venía aquello de "parece que no eres capaz de cuidar a los demás", ¿tal vez lo decía por lo sucedido en el sótano?

—Te agradezco la preocupación pero, eso es algo que yo debo hacer.

—No era mi intención regañarte ni rebajarte. Por favor, no me malinterpretes, intenta ver las cosas desde mi punto de vista.

—Tan sólo quisiera que me dieras un poco de apoyo y aliento...

Ya parecía estar pidiéndole demasiado a un desconocido, a pesar del buen trato, no conocía nada sobre Dayn y ya me sentía atraído, al menos no parecía estar tramando nada extraño conmigo.

—Deberías regresar. Están todos esperando tus resultados.


. . .


Entré a la oficina junto con Dayn. Allí nos esperaban los demás. Roy estaba sentado en el medio con Eden a su derecha y Dana a su izquierda. Ruel nos observaba apoyado en una de las paredes.

—¿Y bien? ¿Pudiste ver un buen espectáculo?

—Ojalá hubiese podido verlo con mis propios ojos.

—Ruel, cállate.

—Este tipo siempre me anda diciendo que me calle. ¿No se creerá más de lo que es?

Eden me dedicó una mirada mientras Ruel seguía con sus palabras divertidas.

—¿Por qué me obligas a hacer esto? No finjas que somos amigos.

—Ah, lo siento...

—Oye, no seas así. Los colegas pueden hacer ese tipo de cosas, ¿sabes?

Miré directamente a Dana sin importarme lo más mínimo su discusión. Ella me devolvió la mirada y luego puso los ojos en blanco.

—Pff...

—Muy bien... ¿Sigues vivo?

Sentí que ignorarlo era la mejor opción, pero Roy no me quitaba los ojos de encima.

Estoy seguro de que está pensando en algo...—murmuraba en un tono bastante bajo, desconocía realmente si los vampiros tenían un oído fino.

—¿Que estás murmurando?

—Es un alivio ver que estás bien.

—No estoy seguro de si quieres discutir o no...

Justo en ese momento, pude oírlos discutir algo entre ellos.

—¿Que ocurrió? No creí que fueras a encerrar a un humano en el sótano el primer día.

—¿Por qué me preguntas a mí? La respuesta está en otro lado.

No pude quedarme fuera de esa conversación tan absurda.

—Qué raro, estoy seguro de que podrías responderle perfectamente. Me pusiste el revólver de plata en la mano y te fuiste...¿Crees que tu negligencia no fue un crimen?

—Dana, explícanos lo que pasó.

—¿Y eso qué importa, si no le mordió? Incluso si le hubiera mordido, se recuperaría en un par de días. Además, parece que también se encargó del vampiro. Pasó la prueba, ¿no? Como sea, no tengo nada que hacer aquí. Estoy cansada.

Dana salió de la oficina como si todo lo ocurrido no fuese con ella.

—Hey Roy, ¿acaso las secretarias tienen que ser buenas guardiacárceles?

—Ruel, no me hagas repetírtelo.

—Dayn, enséñale su habitación al humano.

Dayn asintió y me tomó suavemente de la muñeca.

—Gray, te contaré más de camino.

—Hay tantas cosas que quisiera decir, pero estoy tan cansado...

Apreté los dientes mientras terminaba por seguir a Dayn. Nos encontrábamos caminando por el pasillo de la residencia, estaba vacío, no había nadie y era oscuro.

—Debe haber sido un día muy duro para ti. Espero que podamos aclarar cualquier malentendido.

—Malentendidos aparte, ¿qué le ocurre a ese tipo? Roy. Dijiste que era el presidente ¿no? ¿Por qué construyó esta mazmorra?

—Para mantener a raya a todos los vampiros que no se pueden controlar, por supuesto. Si quieres saber más detalles. La próxima vez te enterarás.

—Mm, está bien. De todos modos, parece que me quedaré aquí por un tiempo...

Seguimos caminando y conversando hasta que Dayn se detuvo frente a una de las puertas.

—Llegamos más rápido de lo que esperaba. De ahora en adelante, esta será tu habitación. Hablaremos más tarde, ahora debes descansar.

—...gracias, Dayn —le agradecí mientras me entregaba la llave del supuesto cuarto y me dispuse a entrar. En cuanto me vi en el interior, me acosté sobre la cama. Había un frío extraño en el aire. Extrañaba mucho mi casa anterior.

—Y pensar que terminé trabajando en una empresa donde unos vampiros se encargan de otros, qué vida más espectacular. Si ya estaba trabajando duro, ¿en qué punto las cosas comenzaron a salir mal?

Me estaba lamentando de mi mala suerte en la vida cuando de repente alguien llamó a la puerta y me arrancó de mis pensamientos.

—¿Quién es? —caminé hasta la puerta y miré en el intercomunicador. Era Ruel.

—Escuché que estabas en esta habitación, así que vine a jugar.

Empecé a murmurar tratando de que el contrario no me escuchase. Dayn me dijo qué tuviera cuidado con él.

—Mm, ¿qué buscas aquí? Es un poco sospechoso —lleno de nervios, me dispuse a mirar a través de la abertura de la puerta—. Entonces ¿qué quieres?

—Gray, ¿te gusta beber?

—Sí pero...¿por qué preguntas?

—¿Qué te parece un trago increíble y delicioso? ¿No te tienta de solo pensarlo? Yo invito. Sería como una especie de celebración por tu llegada.

—No importa cuánto me guste beber, ¡no quiero, no...! ¡Un momento...!

Era una de las cosas de las que me había dado cuenta al hacerme adulto. El alcohol es mi enemigo.


. . .


—Juro que... ¿Cómo terminé aquí?

—¿Qué? ¿No sabe bien? Te traje aquí porque pensé que lo disfrutarías.

Me pregunté qué querría de mí mientras me terminaba el vaso. Seguía alucinando con cómo me atraían a cada cosa que ellos querían.

—Oye, oye, te traje aquí para que bebiéramos juntos, pero estás bebiendo tú solo. No seas así, hoy es un lindo día, ¿no?

—Bueno, voy a admitir que tienes una sonrisa espantosamente bonita.

—Que increíble hallazgo. Bebamos por eso. Salud...

En segundos terminamos nuestros vasos, luego otro y al menos tres más después...

—Ah...creo que...deberíamos regresar.

—¿Quieres regresar justo cuando pensaba que empezaba a hacer calor aquí? Ven aquí, te ayudaré.

—¿Eh? Bueno, gracias...

Una vez nos encontramos en las calles, pude sentir el frescor del aire, cada vez que pestañeaba, sentía los párpados pesados y el paisaje cambiaba. Entonces...

—Intenta caminar solo. ¿Sabes dónde estamos?

Eh, hay olas en el suelo, este lugar es increíble.

—No debería haberte dado tanto...¿Por qué tienes que tener un olor tan dulce? maldita sea. Cambiemos de posición. Vamos allí, ¿sí? Buen chico.

Creo que asentí... ¿o acaso le dije que hacía calor? Un momento, ¿qué estaba haciendo? Apenas podía mantener la mirada derecha cuando me di cuenta de que estábamos en la entrada de un callejón.

—La verdad...es que...no era mi intención.

—¿Ruel...?

—No puedo creerlo. ¿No me dejarías...? Tan sólo por esta vez.

Recuerdo sentir mucho calor y qué abrazaba algo frío....Parece que era Ruel.

—Um...no me gusta esto, aléjate de mí...

Estaba intentando empujar a Ruel cuando...

—¿Qué crees que haces, Ruel? Sabes muy bien que está prohibido morder a humanos.

Sentí cómo el cuerpo robusto de Ruel se encogía mientras se inclinaba sobre mí. Un momento, ¿morder humanos...?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top