Ten en cuenta mi consejo: "Solo recuerda pensar las cosas dos veces"...

¿Cuánto había pasado desde esa noche?, creo que tres años; tres malditos años de no saber nada de ti Bloody Ellie, tres largos años sin ver tus rostro, tres dolorosos años sin sentirte cerca. Estaba listo para volver a Liones, para enfrentarte, y por fin comprobar si mi corazón ya no late por ti. La vida me había sonreído en este lapso, conseguí graduarme y conseguir un trabajo que nunca pensé tener.

—Señor Demon, ¿Puedo ayudarle en algo?

—Prepara la junta de mañana, por favor.

—Claro, ¿Saldrá de la compañía?

—Sí... Tengo asuntos que arreglar con una persona.

Ni siquiera yo entendía porqué venía a buscarte, no lo había pensado más de dos veces porqué mi corazón me guiaba sin razón; me detuve frente a tu hogar, viendo esa fachada blanca que tanto me gustaba admirar cuando venía a recogerte. ¿Cómo te habrá tratado el tiempo en estos tres años?

—¿Meliodas?

Esa voz la reconocería a kilómetros de distancia, esa voz dulce y suave la reconocería entre miles de personas para saber que la misma dueña de esa voz eres tú: Bloody Ellie.

—Ah, yo...—pase saliva, no sabía ni que decirte, ni siquiera me atrevía a mirarte. —Hola, Ellie.

—¿Por lo menos vas a mirarme?

Me preguntaste; gire a 180° y cuando mis ojos cayeron sobre ti ya no pude apartar mi mirada. Tu cabello ya no era corto, ahora lo llevabas hasta la cintura, tus ojos eran soñadores, tu cuerpo se veía más ancho y escultural y tus labios, tus labios se veían igual de apetitosos que siempre... Mi corazón aún late por ti.

—¿Por qué estas aquí?

—Vine a verte.

Torciste los ojos, ¿desde cuando lo hacías?.

—Creo que llegas tarde querido, tres años tarde.

—Bloody Ellie, yo...

—Llámame Elizabeth, ya no uso ese nombre.

Que irónico, debí imaginarme que tu nombre era Elizabeth por tu apodo "Ellie"; volví a pasar saliva, sintiendo como mi garganta comenzaba a ponerse seca de tanto que lo hacía, pero, ¿Qué hago si después de tres años vuelvo a tenerte frente a mí?