una figura imponente y etérea, sus ojos brillaban como brasas, el rojo de sus ojos y su cabello era tan... Envolvente... Magnético... Seductor.

Su abuelo nunca mencionó que era un hombre como cualquier otro.

-¿C-cómo... Sabe mi... Nombre? -al verlo tan tímido abrió sus piernas más y movió su dedo llamándolo.

-Lee Soo Hyun... ¿Te suena el nombre?

-S-sí, era mi abuelo.

-Entonces ahí tienes tu respuesta... Acércate, Dong Min... Dime porque razón perturbar mi descanso.

El chico temeroso recordó lo que debía hacer y caminó ante él y se arrodilló sumiso.

-Busco el conocimiento, el poder, aorender los secretos que escondes de tus siervos. -su rostro inocente, aquella voz suave pero rasposa... Muy interesante a su vista.

-¿Conocimiento y poder? Sabes, niño, que mis dones no son gratuitos. El precio es alto y las consecuencias, eternas.

-¡No me importa! -su decisión y entusiasmo lo dejó aún más atraído. -Estoy dispuesto a pagar el precio...

Nux le hizo acercarse como un imán llamándolo, su presencia oscureciendo todo a su alrededor. Su voz resonó como un eco en la vasta mansión y cuando sintió unas manos pasarse por su cuerpo, sintió miedo.

En cuanto la luz rojiza regresó a iluminarlos, la mirada diabólica y seductora estaba pegada a su rostro, rozando su nariz, apunto de besarle, pero el chico temeroso se apartó.

-¿Por qué me temes? ¿No es acaso mi apariencia tu tipo ideal? -un cuerpo duro, más alto que él, cabello lacio y largo, unos brazos musculosos y piernas firmes... Solo faltaba saber si su entrepierna no era un juego.

-Quiero ser de su agrado, mi señor... Quiero realmente ser útil y conseguir lo que deseo.

-Pero esa lengua salaz y tu mentecita licenciosa me hablan de un deseo diferente... -en un abrir y cerrar de ojos, lo había sentado de piernas abiertas sobre su regazo y comenzó a acariciar sus mejillas, terminando por acariciar con su pulgar su labio.

-¿Me dirá como conseguir lo que pido? -estaba aterrado, quería que no lo tocara, pero se sentía hechizado.

-En el pasado, solía pedir el lamento de las almas para engrandar mi poder, pero... Al tratarse de ti... Podías darme algo diferente.

-¿Qué busca de mí? -desde que Dong Min era un niño lo codició, incluso le pidió a Soo Hyun qué le entregara a su nieto en sacrificio, pero nunca aceptó y ahora que estaba a su disposición buscando algo que fácilmente podía darle... Era como una oportunidad magnífica...

-Dejan en limpiar toda tu energía negativa y te enseñaré con mis propias manos el mundo.

Y con ganas de seguir su deseo, respondió.

-Acepto.

Los pasos a su éxito estaba más cerca.

Acostado en aquel círculo en el suelo, desnudo completamente y siendo su pecho llenado de la sangre de aquel espíritu. De un momento a otro todo cambió y ahora estaba abriendole las piernas para poder recibir su recompensa.

Nux le dijo que después de aquello sería bendecido por él y que necesitaba limpiar su armonía. Pero había un detalle.

Estaba tan asustado que juraba poder orinarse ahí mismo, por lo que el espíritu con apariencia de hombre carnal tuvo que entrar en acción.

-¿Por qué me tienes miedo? ¿Acaso no te gusta lo que tienes en frente? -un buen cuerpo trabajado, una figura masculina atractiva y sobre todo... Dedos habilidosos..

-Eso no cambia qué usted sea Nux.

-Entonces... -acercó su boca al oído del chico y susurró: -Llámame Bin...

-¿Bin? -como respuesta sintió los dedos del pelirojo entrar con fuerza en su agujero.

-Para ser hombre y virgen estás muy suave.

-No soy virgen.

-¿Ah, no? Entonces... ¿Por qué siento una pizca de inocencia en ti? -el chico estaba nervioso porque le había mentido y no sabia que consecuencias traía con ello. Pero al contrario, recibió como premio cuatro fuertes y exictante embestidas con sus dedos.

-¡Aah! Por favor-...

-Descuida, dentro de poco estarás listo para recibir todo lo que tengo para darte.

Del cuerpo del muchacho salía un humo negro y brilloso qué solo el espíritu podía ver, alrededor de ellos bestias y demonios luchaban por tener al chico, pero nada podía entrar en su círculo, menos cuando sus dientes filosos se enterraron en su muñeca creando una marca particular, pero que gritaba a los cuatro vientos que aquel humano ya era suyo...

Sin hacerle esperar, abrió sus piernas para darse espacio entre ellas, alineandose y dejándose ir en aquel apretado canal. La mueca de placer en el rostro del chico no se hizo esperar, así como también el espíritu disfrutó en el momento que Dong Min gritó:

-¡Bin! -su verdadero nombre nunca había sido revelado, pero como se trataba de Dong Min, podía saltarse sus propios parámetros.

Entre más tiempo pasaba, su energía negativa se desprendia de su cuerpo, alimentando al ser sobre él hasta quedar lleno y justo cuando se corrió, puso su mano sobre sus ojos, dijo algo que el chico no logró descifrar y al quitar su mano los ojos de Dong Min brillaban de un color dorado y ya percibía lo que con sus ojos naturales no podía.

-El eclipse desata fuerzas que ni siquiera los más poderosos pueden controlar... Cada paso que des en mi mundo, te acercará más a la sombra de la eternidad...

Nux extendió una mano etérea hacia Dong Min, marcó su frente haciendo un cruz invertida y en ese momento, un frío insoportable lo envolvió. Vio visiones de poder y oscuridad entrelazadas, sintió la tentación y el terror en su máxima expresión.

-Ahora eres parte de la sombra...

Y de repente se sintió mareado, no comprendía nada y se desvaneció en los brazos de Nux sin saber que había pasado.

Cunado despertó fue gracias a los golpes en su puerta, la voz incesante de su madre lo volvió loco y cuando abrió sus ojos se dio cuenta que estaba en su cuarto, era de día y parecía como si todo lo según pasó había sido en realidad un sueño.

Se levantó y fue a ver que quería la mujer, pero cuando regresó y quiso ir a dormir un poco más, justo cuando pasó por el espejo de su cuarto, una sombra negra se asomó detrás de él y sintió su muñeca doler.

Al revisar, tenía una marca de dientes filosos qué lo habían mordido y cuando sintió la presencia extra en su cuarto, volteó a ver a su cama donde el espíritu de la noche anterior se encontraba sentado.

-¿Me extrañaste, cariño?

Una sonrisa esbozó de su rostro y fue hacia él sin sentir miedo o algo, porque al final, había conseguido lo que quería, ver más allá de la visión humana y tener el poder y dominio de la magia cuanto quisiera.

Y el espíritu lo había marcado como su vaso personal a cambio de su protección y divina sabiduría...

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¿Qué hice? Ni idea, la fluoxetina me hace pensar en cosas muy random JAJSJJAJ