Blood Dripping

Noche de brujas, el día en el que todos usan disfraces desde los más coloridos e inocentes hasta estúpidos o con significados más sugerentes. La noche en la que mientras los niños recorren las calles pidiendo dulces, otros aprovechan para ir a clubs nocturnUn Un os y pasarla bien, pero para Dong Min, halloween es un día donde toda energía negativa sobre la tierra se manifiesta en grandeza.

Dong Min es un joven de 19 años, amante del espiritismo, la magia blanca y el tarot. En realidad, todo lo que tenga que ver con el ocultismo le ha llamado la atención desde niño. Su abuelo fue un brujo muy conocido en el pueblo y fue él quien le enseñó todo lo necesario para meterse a ese mundo.

Su cuarto era el reflejo de su alma, paredes color hueso, cortinas negras en sus ventanas, imágenes llenas de simbologias referentes y una biblioteca pequeña, pero muy llena de información necesaria.

Sus padres no tenían nada en contra de sus gustos, pero aveces... Si era difícil ya que trataban qué encajara en la sociedad, que tuviera una carrera más decente, consiguiera una novia y se casara.

Pero habían muchas cosas en su contra. La primera, que Dong Min ya estaba decidido en cuanto a su carrera futura; segunda, que Dong Min era gay y muy amante de los hombres; tercera y última, que ya se había casado, pero con libros de hechizos y las ansias de tener más desarrollado sus habilidades como brujo amateur.

Por supuesto que no iba a hacer caso a lo que le dijeran y prefería pasar sus tardes y noches encerrado en su cuarto, escuchando música, mirando algún anime o leyendo alguno de sus libros. Total y ya era visto como un bicho raro en la sociedad, y más por los piercings qué tenia en los labios, oreja y ceja.

El único momento que salía de casa era para ir a la preparatoria y luego regresaba a seguir con sus cosas, aunque era muy inteligente y el alumno más sobresaliente aún cuando no era muy bien aceptado.

Dado a su rara forma de ser, muchas veces fue objeto de burla hasta de sus propios maestros, pero él siempre decía: «Qué el karma te lo devuelva» porque confiaba en que la justicia divina si existía y todos tus malas energías se te devolvían multiplicadas.

Porque aunque supiera hacer algún hechizo o algo en contra de sus bullys, nunca lo ha intentado y se siente frustrado por ello. Porque no importa cuanto lo intente, el miedo a fallar estaba ahí y no solo eso, también el pensar en que todo se le regresara.

Era amigo de la magia blanca, esas eran sus prácticas, el sanar limpiar energías y equilibrar todo. Pero comenzaba a cansarse de algún modo.

Y justo después de meses de investigación, encontró lo que necesitaba, el libro que le abriría los ojos y cambiaría su forma de ver por completo.

Recordó que su abuelo le habló muchas veces sobre un ente espiritual al que consultaba, un guía al que le consultaba casi todas sus dudas, pero leyendo sus libros se dio cuenta que no era como su abuelo se lo pintó.

Porque el espíritu era en realidad un ente maligno, hijo de la oscuridad y las malas vibras, príncipe del control y poder en aquel bajo sitio. Principalmente, quien cedia poder a cambio de cosas vanas, como el alma y los deseos.

Leyó en sus libros sobre en que lugar podía buscarlo y afortunadamente, no estaba tan largo. Según, se manifestaba en lo más profundo de la oscuridad, en los bosques encantados o cementerios abandonados y en su caso, podía usar una vieja mansión detrás de su escuela donde un terrible homicidio sucedió.

Y no aguantó más y esperó paciente a que su destino se diera por fin.

Contaba la leyenda que para contactar a Nux, el ente espiritual, debía ser solo cuando la luna se teñia de sangre, cuando el llanto de un bebé recién nacido se escuchaba, cuando una mujer en cinta abortaba ya que se necesitaba que las energías estuviesen turbias y la maldad llegara sus ojos.

Que al invocarlo, su pulgar sangrara e hiciera un círculo en un suelo de madera de cedro, que no hubiera luz más que el carmesí del cielo.

Y tal cual leyó, hizo, salió de su casa a las 9 de la noche contando los segundos para que el eclipse diera, fue a aquella mansión abandonada y logró entrar gracias a su poca seguridad. Con su teléfono alumbró un poco los escombros y cuando el eclipse comenzó, siguió cada paso escrito en sus libros al pie de la letra.

-Per umbras et tenebras, Nux invoco. Exaudi vocem meam et dona mihi potestatem tuam, pretio animæ...

(A través de sombras y tinieblas, te invoco, Nux. Escucha mi voz y dame tu poder, al precio del alma).

Un cántico hecho largo, donde su sangre marcaba el suelo y, su llanto y deseo despertaba desde lo más profundo las raíces de la oscuridad.

La sala se iluminó, un rojo vivo, un humo grisaceo y llamativo, y de repente... Un hombre alto sentado en los escalones con sus brazos extendidos.

-Me has llamado, Lee Dong Min... Aquí estoy...

Y sus pies tiesos no se movieron por ninguna razón tratando de controlar su miedo.

El poder estaba frente a sus ojos.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top