Prólogo

Los dioses son conocidos por sus amoríos con los mortales, ninguna cultura es la excepción y el ejemplo más famoso son los dioses griegos

Zeus, señor del Olimpo, Rey de los dioses, es el ejemplo perfecto

Cientos de hijos, con mortales, dioses y otro tipo de deidades

Sus descendientes hicieron grandes cosas, ya fuera para bien o para mal

Apolo también es famoso en ese aspecto como su padre, pero se le recuerda más por el tráfico final de sus amantes y el terrible destino de algunos de sus descendientes

Asclepio, dios de la medicina, es el mejor ejemplo

Muerto por orden de Zeus tras romper el quilibrio entre la vida y la muerte, su historia es una clara advertencia

No retar a los dioses

Pocos recordaban que el joven dios también fue participe de otros hechos muy importantes

Solo Athena recordaría su participación en las primeras Guerras Santas y para no ser vista como traidora por su padre, oculto su historia y todo lo relacionado con su sobrino caído en desgracia

Pero Apolo reto una última vez a su padre, tras decidir proteger a los descendientes de su hijo favorito con ayuda de su hermana, la diosa Artemisa

Tales descendientes fueron más poderosos que los del propio Zeus o Poseidón

Nadie les hizo nada por temor a la ira del dios del Sol y la diosa de la Luna

Los demás dioses no actuaron porque aquellos descendientes fueron útiles a su manera

Lástima que tal línea de sangre parecía maldita

Los dioses eran realmente injusto

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