013
La pequeña Malka se encontraba saltando de un lado a otro, tratando de contener la emoción.
Resulta que, a pesar de tener tantos padres, ese día todos resultaron estar ocupados como para cuidarla. Lo mismo con su mamá, que por una vez tenía que salir en vez de quedarse por si le pasaba algo a la niña.
MC iba a pedirle el favor de cuidarla a Barbatos, ya que era la persona más responsable que conocía y estaba segura que podía dejar a la niña en sus manos, pero la suerte ese día no estaba de su lado; aparentemente él también tenía muchas cosas que hacer.
¿Qué otras opciones le quedaban?
En definitiva no podía dejarla con Diavolo. No es que no confíe en él, pero a veces podía llegar a... dejarse llevar un poco por la emoción, o ser muy infantil... de vez en cuando.
Podría pedirle el favor a Simeon de dejarla con él, Luke y Solomon. Los primeros dos no le preocupaban, pero tenía un poco de miedo de dejar a su hija con Solomon porque él también es de los que se dejan llevar. Sin embargo, no tenía más opciones, y estaría bajo la supervisión de Simeon; él no dejaría que haga nada peligroso.
Malka estaba muy feliz porque Simeon le agradaba mucho. De hecho, era obvio que tenía una gran fascinación por los ángeles — Satan se molestó —, a excepción de Luke. Lo veía, pero no le parecía un ángel; era como tener enfrente a un niño que, a lo mucho, era dos años mayor a ella — aunque la realidad era muy distinta —, y eso la decepcionaba un poquito. Igual, Luke también le agradaba; era como tener un hermano mayor.
— Gracias de nuevo por acceder a cuidarla. — la mayor de cabello naranja dejó a la niña en el suelo, quien de inmediato empezó a saltar en su sitio; quería abrazar a todo mundo.
— No hay problema; Malka siempre me pareció muy tranquila.
— Pasaré a recogerla más tarde; trataré de terminar todo pronto. — se agachó a la altura de la menor. — Pórtate bien, ¿sí? Volveré lo más rápido que pueda.
— ¡Adiós, mami! — se despidió de ella con la mano hasta verla salir, para luego correr a abrazar a Simeon. Bueno, en comparación a él, Malka era muy baja, así que realmente estaba abrazando sus piernas.
— Parece que se apegó mucho a ti. — Solomon le mencionó al ángel, quien trató de darle una sonrisa amigable a Malka.
— ¿Eso crees? A mí me parece que ella nos quiere mucho a todos.
— Sí, habla por ti. — Luke soltó un pequeño quejido.
— Malka, ¿no quieres abrazar a Luke? — Solomon le preguntó a la menor. Ella decidió soltarse un momento de Simeon y abrazar a Luke también.
Él no supo reaccionar; no es como que tenga demasiada experiencia con niños.
La menor lo soltó poco después para proceder a abrazar a Solomon, hasta donde alcanzaba, y luego extendió los brazos hacia él, abriendo y cerrando las manos.
— Arriba, por favor. — pidió.
— ¿Hm?
— Creo que quiere que la cargues. — el humano soltó un 'oh' en respuesta y tomó a la menor con cuidado para cargarla.
— ¿Qué deberíamos hacer mientras llega tu mamá? — le preguntó, pensando en una actividad adecuada. — ¡Ya sé! ¿Y si te enseño a cocinar? Puedo mostrarte cómo hacer mi comida favorita.
— ¡¿Me vas a enseñar a cocinar?! ¡Eso es genial!
— Te ruego que consideres una alternativa a la cocina. — los interrumpió Simeon. — Porque... Malka aún es muy pequeña; no me parece muy buena idea que se acerque a la cocina... ninguno de los dos.
— ¿Por qué no? Voy a vigilarla muy bien, y no la dejaré acercarse a nada que la ponga en riesgo.
— Tú entrando a la cocina es un riesgo por sí solo. — Luke susurró lo más discretamente que pudo.
— Aprecio tu entusiasmo por pasarle tus conocimientos a Malka, Solomon, ¿pero quizás puedas encontrar algo más que hacer con ella?
— Supongo que podría pensar en otra cosa... ¿tal vez pueda enseñarle algunos hechizos?
— ¡Sí, hechizos!
— No tan rápido; me parece que es una idea un tanto riesgosa. Como dije antes, Malka es una niña pequeña; no creo que esté lista para ese tipo de actividades.
— ¿Qué sugieren ustedes, en ese caso?
— Bueno... su mamá se saltó su bautismo.
— ¿No te dijo MC que no quería que la bautices en su ausencia? — recordó Luke.
— Ah, tienes razón... realmente estaba esperando poder hacerlo. — pensó por otro momento más. — ¿Qué te gustaría hacer, Malka?
— ¡Quiero jugar algo con todos ustedes!
— Eso podría ser bastante divertido. — opinó Solomon, poniendo a Malka en el suelo otra vez. — Pero, ¿qué podríamos jugar? — a Luke se le iluminó el rostro al tener una idea.
— ¡¿Podemos enseñarle a jugar Mononoke Land?!
— Nosotros no sabemos tanto sobre ese juego como tú, pero si de verdad quieres hacerlo, no veo por qué no puedas. — le dijo Simeon. — Tenemos mucho tiempo antes de que MC vuelva; podemos pasar un rato con ella cada uno, ya que no nos ponemos de acuerdo en qué hacer.
— Suena como una buena solución. — siguió hablando Solomon. — Entonces, Luke, pasa un rato tú con ella primero.
— Ah, pero, esperen... ella no tiene un D.D.D.
— Eso también es cierto... Oh, podríamos comprarle uno como un regalo; la podemos llevar un momento. — sugirió el humano.
— Mejor que eso, ¡podemos ir de compras todos juntos! — Simeon continuó. — ¿Tú qué dices, Malka?
— ¡Lo que sea es divertido!
La verdad era que estaba feliz de pasar tiempo con ellos, sea lo que sea que hicieran. Se había entretenido sólo con verlos organizarse en qué hacer.
Fue un desorden, en realidad, porque terminaron haciendo de todo un poco. Todos estaban demasiado emocionados y se dejaron llevar con la cantidad de actividades que llevaron a cabo durante la estancia de Malka.
La llevaron de compras, y no pudieron evitar comprarle un montón de cosas. Es decir, hubieran visto su carita cuando veía algo que le gustaba; era demasiado adorable... imposible no cederle el capricho.
Si preguntan a Asmo, él jura que Malka definitivamente heredó eso de él.
— ¡Hay tantas cosas en esta tienda! — la menor contuvo sus ganas de correr por los pasillos. En cambio, fueron los demás los que se separaron para explorar alrededor y gastar una cantidad absurda en cosas para ella. Verla emocionada era encantador; era literalmente como... una niña... en una tienda de dulces.
— ¿Qué tal este peluche? ¿Lo compramos? — Solomon preguntó a la pequeña.
— Es muy bonito.
— Lo llevamos, entonces.
— Deberíamos considerar el volver pronto. — Simeon interrumpió. — Quizás nos entusiasmamos demasiado con esto... un poco más y ni entre los tres podremos cargar con todo.
— Sí, hay que pagar por esto y luego regresamos.
— Esperen, ¿sí compramos lo que veníamos a buscar en primer lugar? — Luke preguntó de repente, recordando que habían querido comprarle un teléfono a Malka.
— Me había olvidado completamente de eso. — los cuatro se rieron, dándose cuenta de que pasaron horas paseando por la cuidad sólo para comprar de todo menos lo que estaban buscando.
Y sí, al regresar, Luke logró enseñarle a Malka a jugar Mononoke Land; valía completamente la pena. Es decir, ella era pequeña y le costó un poco acostumbrarse a usar un dispositivo electrónico, pero no fue peor que Simeon. Pudieron disfrutar al menos una hora jugando juntos.
Luego Solomon insistió en enseñarle a cocinar, así que no tuvieron más opción que... negarse de nuevo.
En cambio, bajo la supervisión de Simeon y Solomon a una distancia considerable, Luke le enseñó a Malka a hornear. Ella estaba fascinada, porque “él sí tenía permiso para usar el horno”. En su cabecita no parecía entender que Luke era mucho mayor que ella y que su apariencia de un niño de 10 años era... sólo eso, una apariencia.
Por suerte Solomon sí pudo tener su momento para enseñarle a Malka sobre los hechizos que tanto quería, y bueno, ella es una niña curiosa que aprende rápido. No perfeccionó todo al primer intento, obviamente, pero le fue bastante bien para ser una principiante.
Simeon al final no la pudo bautizar, una pena.
Sin embargo, sí pudo contarle sus más memorables anécdotas como ángel, las cuales Malka escuchó con mucha atención. Simeon era al que más apego le tenía, y había desarrollado gran interés con respecto a los ángeles; eso ayudó a que estuviera extremadamente interesada en aprender sobre el mundo del que venía.
Y como era de esperarse, Luke aprovechó para contarle todo lo que sabía sobre Michael.
Terminó divirtiéndose muchísimo. Tanto, que cuando su mamá finalmente llegó ella estaba exhausta de tanta diversión.
— Lamento muchísimo haberme retrasado tanto. — fue lo primero que dijo la mujer al entrar. — La escuela de Malka quería hablar conmigo y terminé por discutir un poco con ellos... nada serio, pero muchas gracias por cuidarla; lo siento por haberme atrasado.
— No hay problema; Malka se comportó muy bien en tu ausencia. — la pequeña se había dormido; Simeon la estaba cargando y se la entregó a su madre con sumo cuidado de no despertarla. — Es algo tarde, de todas formas; deberíamos acompañarte de vuelta.
— Realmente no es necesario; ya han hecho suficiente por mí hoy.
— De hecho... creo que vas a necesitar un poco más más de ayuda hoy. — agregó Solomon, haciendo que MC se confundiera. — Verás, fuimos de compras con ella... nos dejamos llevar.
— Le compramos demasiado al final. — Luke dio un breve resumen.
— Te ayudaremos a llevar todo hasta allá. — terminó Simeon.
— Suena a que se divertieron con ella.
— Lo hicimos; no dudes en volver a traerla con nosotros, aunque sea sólo para pasar el rato.
Fue un día muy agitado, pero lo importante era que Malka se encontraba contenta; la había pasado de maravilla.
🌺 Heyyyy hice el capítulo más largo.
Tuve que meterme al juego para poner al día los chats porque el domingo es mi cumpleaños y ese día definitivamente quiero entrar al juego. La verdad no sé qué pasa, pero lo quiero averiguar; la cosa es que no quería estar saturada de 99+ chats que tenía ahí.
Trataré de actualizar un poquito más seguido, perdón, es que es difícil centrarme en tantas historias... de hecho, mejor intento terminar las que están más próximas a su final.
Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
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