— ¿Y todos los ángeles se ven así? — la menor le preguntó a Simeon.

— No, mira a Luke; él también es un ángel y no es igual a mí.

— Ah... — miró un momento y luego volvió a centrar su atención en Simeon. — ¿Y cuánto tiempo viven los ángeles?

— Mucho más que los humanos, eso es seguro.

— ¿Qué cosas comen los ángeles?

— Muchas cosas, aunque no comemos lo mismo que un demonio, en su mayoría.

— Ohhh...

— Creo que ya se encariñó contigo. — la madre de la pequeña habló. — Lo siento si hace demasiadas preguntas.

— Está bien, creo que es esencial para el desarrollo de una vida el satisfacer la curiosidad de forma segura; así ella aprenderá mucho. Además, no puedo negar que es una niña bastante adorable; imposible enojarse con ella.

— Lo extraño es que a mí me ignora a pesar de que también soy un ángel. — Luke se quejó.

— Debe ser porque eres apenas más alto que ella; creo que a sus ojos no eres un adulto. — le habló MC.

— Ser un ángel suena increíble. — opinó la menor. — ¿Y de casualidad tú no eres mi papá?

— ¡Malka! — como era de esperarse, su madre se avergonzó un poco.

— Me temo que no; tu mamá y yo solo somos amigos. — su mirada se entristeció.

— Ya, ya, no te pongas así. — le habló Diavolo. — Tu papá es un demonio, ¿cierto? También puede ser bueno. ¿No es verdad, Barbatos?

— Sin duda alguna; tanto ángeles como demonios y humanos tienen sus propias ventajas y desventajas.

— Además, ¿sabías que todos ellos fueron ángeles una vez, hace mucho tiempo? — el príncipe demonio siguió hablando y Satan tosió falsamente en el fondo. — Bueno, casi todos.

— ¿En serio?

— Sí, y luego ellos nos cayeron del cielo... literalmente.

— ¿Y qué fue lo que pasó? ¿Por qué ya no son ángeles?

— Son cosas por las que una niña no debería preocuparse. — le contestó Lucifer antes de que alguien más pudiera hacer.

— Pero si te hace sentir mejor, tu mamá técnicamente es la descendiente lejana de la reencarnación de un ángel.... que casualmente era nuestra hermana. — Levi susurró la última parte.

— ¡¿De verdad?!

— Es una historia larga, — volvió a interrumpir el mayor. — y no hay tiempo para contarla.

— Pero-

— ¿No te interesa saber sobre la vida de Diavolo? Él es el príncipe demonio. — quiso cambiar el tema. Ella probablemente era muy pequeña para saber sobre todo el asunto de Lilith.

— ¿No es mucha ressspo...nsa-ponsai-bilidad? — le preguntó, incapaz de pronunciar bien una palabra tan larga.

— Responsabilidad. — corrigió. — Y sí, es bastante y muy aburrido; por eso vengo aquí donde siempre hay algo interesante ocurriendo.

— ¿Y... y tu familia? ¿No se preocupan si sales solo mucho tiempo? Mi mami se preocupa si no sabe dónde estoy.

— Bueno... digamos que no importa.

— Si eres un príncipe, ¿significa que vives en un castillo como en los cuentos?

— Es cierto; sí vivo en un castillo.

— ¡Eso es genial! ¿Es muy grande? ¿Cuántas habitaciones tiene? ¿Te has perdido alguna vez? ¿No es cansado ir de una habitación a otra? ¿Lo puedo ver?

— Quizás algún día te dejen ir a visitarlo. — Malka miró a su madre con los ojos más inocentes que pudo poner, como diciéndole “llévame ahora”, a lo que su mamá sólo suspiró.

— Bueno... una visita corta no hace daño a nadie, pero tienes que prometer que cuando te lleve te vas a portar bien.

— ¡Sí!

— Cambiando de tema, me siento intrigado por saber. — Solomon habló. — ¿Cuál de ustedes es el padre?

— Oh, eso... es una larga historia, — MC contestó. — pero en resumen, no sabemos.

— ¿No lo saben? Que inusual...

— Por favor, no vayan a esparcir más el rumor. — la fémina les pidió.

— Más importante que eso, ¿no crees que la niña debería ir a una escuela? — Solomon le preguntó. — Parece que sólo la tienen aquí todo el día, pero ya tiene edad para entrar a la escuela.

— Solomon, es una niña humana.

— ¿Y? Nosotros también somos humanos y nos fue bastante bien estudiando aquí.

— Porque no teníamos cuatro años de edad.

— Disculpen la interrupción, pero considero que él tiene razón. — Barbatos opinó. — En una escuela, ella podrá desarrollar sus habilidades sociales, cognitivas y creativas. A pesar de que comprendo tu preocupación, dejarla descubrir este tipo de nuevas experiencias por su cuenta me parece la opción más prudente.

— Wow, eres bueno convenciendo a los demás. — ella admitió. — Pero aún así... no sé cómo son los niños aquí, ¿y si son muy malos con ella? Podría sólo educarla en casa.

— No creo que debas criarla estando encerrada. — Diavolo opinó.

— Sí, deja que lo intente y haga amigos de su edad. — siguió Simeon.

— Si no lo haces, lo más cercano que tendrá a alguien de su edad será que se haga amiga del chihuahua. — Asmodeus continuó.

— ¡Que no soy un chihuahua! ¿Cuántas veces lo tengo que decir?

— Sí, sí, como digas. — no le prestó mucha atención.

— Ella podría terminar como Levi si no la llevas a una escuela. — el mencionado iba a quejarse del comentario de Belphegor, pero se calló al darse cuenta de que había algo de verdad en lo que dijo.

La habitación se llenó de las voces de todos tratando de convencerla de llevar a Malka a una escuela, pero ella realmente seguía sin estar del todo segura; podía pasarle de todo allí. Es decir, ella tuvo suerte y Solomon parecía más un demonio que un humano, pero la pequeña Malka era... bueno, pequeña; no tendría oportunidad si alguien estuviera en su contra.

Los hermanos la empezaron a sacudir mientras seguían insistiendo, haciéndola dudar un poco.

— Ah, bueno, bueno... está bien, ella puede ir a la escuela. — al final terminó accediendo.

— Prometemos que no vas a arrepentirte de tu decisión. — le habló Lucifer. — Ella estará completamente segura. Después de todo, la gente sabe que está relacionada con nosotros.

— Eso espero...

— Mientras tanto la seguiremos cuidando. — Beel la trató de animar. — Pasará quizás una semana antes de que de hecho pueda entrar a una escuela.

— Bien, eso me reconforta un poco.

— ¿O sea que voy a ir a la escuela? — la menor preguntó.

— Sí, linda, pero habrá que esperar un poquito antes.

🌺 Hola.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.