Miércoles

Las manecillas del reloj parecían ir más lento con cada segundo que pasaba; era demasiado aburrimiento y cansancio, y demasiado trabajo para él. Necesitaba un descanso pronto o quizás se dormiría sin darse cuenta.

—...Y entonces encontré una ardilla, así que le di unas nueces que mami me dio antes para comer, y luego la ardilla las tomó y las metió en su boca. ¿Ya han visto una ardilla antes? Tienen las mejillas muuuuy grandes; parecían dos bolsas enormes como para meter muchas más nueces...

Beel era el único de los dos que de hecho le estaba prestando atención a la historia de la pequeña; Belphegor ya estaba muy cansado por el esfuerzo que tomaba cuidar a una niña. Es decir, le dijeron que no podía dormirse mientras la estuviera cuidando, y la estaría cuidando MEDIO día; ya no aguantaba más tiempo despierto.

Su hermano, en contraparte, estaba tranquilo escuchando la historia de Malka; aunque igual estaba comenzando a darle hambre.

— Espera, creo que iré a comer algo un momento.

— No me dejes aquí con ella, Beel. — su hermano le suplicó.

— Será sólo un momento; estoy muriendo de hambre.

— Y yo estoy muriendo de sueño, pero no puedo quitarle los ojos de encima a esta niña mientras esté despierta y con energía.

— Pero... necesito ir por bocadillos.

— ¿Y qué hacemos?

Ambos miraron a la menor, quien ya había dejado de hablar y los estaba viendo fijamente, hasta que a Beelzebub se le ocurrió algo que podría funcionar.

— Veamos una película. — les sugirió. — ¿Qué te parece eso, Malka?

— ¡Suena divertido!

— Ya entiendo. — Belphegor le habló a su gemelo. — Tú podrás comer y yo podré dormir. Bien pensado, Beel.

— Me llevaré a Malka a traer bocadillos; tú ayúdame a buscar una película para ver... que sea apta para niños.

La más pequeña estaba emocionada; esos dos parecían llevarse bien y ella se estaba divirtiendo. Ambos estaban siendo muy amables con ella.

Pusieron una película y Belphegor se durmió dos minutos después, mientras Beelzebub se dedicaba más que nada a comer mientras vigilaba a la pequeña, quien se mantenía calmada al estar concentrada en la película. Ella también le pidió que le compartiera algunos de sus bocadillos si era posible, ya que tenía hambre, y él lo hizo con gusto; no era egoísta.

Belphegor se despertó en algún punto de la película, observando como la menor convivía con su hermano, y pensando en que se parecían un poco. Quizás es porque Malka tenía el cabello naranja igual que su madre, y casualmente Beelzebub también lo tenía de ese color. Como sea, realmente parecían padre e hija conviviendo.

De alguna manera, esperaba que él fuera el padre de Malka; parecía bastante feliz cuidándola. Con ese pensamiento, volvió a dormir.

Pasó un rato y continuaron con eso, hasta que a Malka también le dio algo de sueño y se durmió antes de que Beel se diera cuenta.

Cuando la vio dormida junto a Belphegor pensó que era bastante lindo; ellos quizás se parecían bastante en ese aspecto. Por supuesto que estaría feliz si él fuera el padre de la niña, pero tal vez estaría aún más feliz si su hermano fuera el padre; no parecía tan molesto de tener a una niña cerca después de todo.

Una vez que el reloj dio el medio día, sólo faltaba una persona de experimentar el cuidado de la pequeña; Lucifer.

A decir verdad, Malka le tenía un poco de miedo; se veía que era una persona muy seria y estricta, como Satan, pero peor.

Otra vez el aburrimiento; Malka prácticamente sólo estaba de pie viendo a Lucifer, quien también se encargaba sólo de vigilarla, pero ninguno hacía nada más; ni siquiera hablaban.

El mayor no sabía tanto sobre niños como podría parecer; él estaba acostumbrado a cuidar de 6 hermanos desastrosos que requerían disciplina, pero no tenía experiencia con una niña calmada como Malka.

—...Oye, Lucifer. — la pequeña jaló la ropa del mayor para llamar su atención.

— ¿Qué sucede?

— Estoy aburrida. — se quejó sobre eso. — ¿Tú sabes divertirte?

— Hay muchas formas de diversión; la diversión no significa desastre. Puedes divertirte estando aquí.

— ¿Cómo?

— Tengo... un tocadiscos; puedo poner algo de la música clásica que guardo.

— ¿Música clásica? — ladeó la cabeza con confusión.

— Sí, como piano, violín o guitarra.

— ¿Tú sabes tocar esos instrumentos?

— Es correcto. — la expresión de la menor cambió a una de asombro.

— ¿Me enseñas?

— ¿Quieres que te enseñe a tocar el piano y el violín? — ella asintió. — Bueno, si es lo que quieres... sería bueno que recibas ese tipo de educación a tu edad; estoy seguro de que a MC no le molestará.

— ¡Sí, piano!

— Tienes mucha energía, ¿no es así?

— ¡Piano!

Por fin habían encontrado algo que hacer; quien sabe qué hubiera pasado si hubieran estado más tiempo sumergidos en ese aburrimiento.

Lucifer se llevó a la niña al salón de música que había en la casa, donde se encontraba el piano, y empezó a enseñarle paso por paso como tocarlo.

— Y así tocas la escala musical. ¿Lo quieres intentar? — ella asintió con entusiasmo al creer haber entendido.

Bueno, al menos lo estaba intentando. Es cierto que Malka era bastante inteligente para su edad y no le fue difícil aprender, pero todavía le faltaba afinar un poco su habilidad para tocar instrumentos; sus manos eran muy pequeñas para tocar el enorme piano, y Lucifer le tuvo que ayudar en ese aspecto también.

Pudo tomarse su tiempo y enseñarle a Malka cómo tocar el piano durante varias horas, y parecía entender bastante rápido, así que tuvo una ventaja a su favor. Ella probablemente querría aprender a tocar más instrumentos cuando creciera, por lo que era bueno que aprendiera de forma tan eficaz.

En definitiva era mucho más fácil que cuidar a sus hermanos.

— Ah, aquí están. — la madre de la niña entró en la habitación después de un rato. — Pensé que estaban en tu habitación, Lucifer, pero luego Levi me dijo que los vio por aquí. ¿Qué estaban haciendo?

— ¡Mami! — Malka se acercó a abrazarla con entusiasmo. — Me enseñaron a tocar el piano.

— ¿En serio?

— Aprende bastante rápido; parece ser muy inteligente y calmada. — mencionó Lucifer.

— Te dije que sería sencillo.

🌺 Hola, ¿cómo están? Yo aquí existiendo.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.