001

Los siete miembros de la familia, que ahora eran nueve,  decidieron sentarse todos juntos a cenar para hablar un poco con la pequeña y su madre.

— ¿Es normal que una sola niña pueda comer tanto? — Mammon le susurró Asmo, quien estaba sentado junto a él.

— Bueno, existe la posibilidad de que sea hija de Beel, así que... supongo que tiene sentido. — le susurró de vuelta.

— Entonces, Malka... — Levi le preguntó a la menor. — ¿qué cosas te gustan?

— Me gustan los gatos. — ella contestó de inmediato.

— ¿Alguna otra cosa? — siguió Belphegor.

— Me gusta... ahm... — pensó por un momento. — no sé...

— Ella es un poco tímida. — su madre explicó. — Le gustan muchas cosas; no tardarán mucho en descubrirlas.

— En ese caso, creo que lo más prudente sería que asignemos horarios para que todos, sin excepción, la cuidemos por un día en específico o algunas horas al día. — Lucifer mencionó. — De esa forma, todos aprenderemos sobre la responsabilidad de tener una hija, y también tendremos oportunidad de conocerla mejor; eso considerando que nos perdimos los primeros cuatro años de su vida. Luego de eso tendremos que planear qué hacer ahora que ellas están aquí.

— Lucifer, ¿por qué tienes que convertir todo en una lección de vida? — el segundo menor se quejó.

— Esto no es una lección de vida; es una responsabilidad real que todos nosotros tenemos. Por ese comentario, Mammon, supongo que no te molestará cuidarla primero a partir de mañana en la mañana.

— ¿Qué? ¡Pero-

— Y no quiero quejas al respecto. ¿Alguna pregunta?

— Yo tengo una pregunta. — la niña levantó la mano, como pidiendo permiso para hablar.

— ¿Qué sucede?

— Si no saben quién es mi papá, ¿cómo debería llamarlos?

La mesa quedó en completo silencio por lo que parecieron los 10 segundos más largos de sus vidas.

— Bueno... ya que no nos conoces bien, puedes sólo llamarnos por nuestros nombres. — le respondió. — En realidad no es importante cómo nos llames.

— Está bien. — asintió para sí misma al entender.

Así, pues, Mammon tuvo que pasar tiempo con la niña en contra de su voluntad al día siguiente, siendo obligado a cuidarla.

Lunes

— Es increíble, obligar al gran Mammon a cuidar a una niña humana que podría o no podría ser su hija. — habló mientras observaba a la menor en su habitación. — ¡Se supone que soy un demonio poderoso! ¿Por qué debo ser rebajado a esto?

— ¿No me quieres? — al borde de las lágrimas, la menor lo miró.

— ¡No dije eso! — se iba a meter en un problema si alguien la oía llorar. — Bien, bien, no llores, ¡shhh! — pero fue inútil; el daño ya estaba hecho.

— No me quieres, ¿verdad?

— ¡Te equivocas!

— Lo acabas de decir; te avergüenza la posibilidad de tener una hija humana.

— No, no es eso; no llores. — la menor hizo caso omiso y quiso llorar más fuerte. — ¡Está bien, está bien! ¡Te dejaré hacer algo que tú quieras, pero no llores! ¡Te lo prometo! ¡Lo juro!

— Bueno. — paró su llanto de inmediato. — ¿Tienes para comprar dulces?

— ¿Qué?

— Lo juraste, dijiste “lo que tú quieras” y yo quiero dinero para dulces.

En ese momento Mammon no sabía si estar orgulloso o enojado porque una niña de 4 años que podría o no ser su hija lo engañó para conseguir dinero. Fue todo un acto; esa pequeña escena de la pequeña dolida y de “no me quieres” fue un truco para manipularlo.

Malka apenas tenía experiencia en el mundo y fue más inteligente que él.

— No tengo dinero para darle dulces a una niña humana; todo el dinero que guardo es para cosas sumamente importantes que tú no entenderías.

— Pero... lo prometiste... — las lágrimas empezaron a salir de sus ojos de nuevo, alarmando al mayor.

— ¡Espera, no llores! Bueno, bueno, puedo darte un poco de dinero, cielos. — caminó por su habitación hasta el lugar donde mantenía un poco de dinero, apenas suficiente para unos dulces, y se lo dio a la menor.

— ¡Gracias!

— ¿Vas a comprar los dulces ahora o qué?

— No, más tarde.

— ¿Y qué se supone que haré mientras tanto? ¿Sentarme y esperar a que termine mi turno? — pensó en algo que pudiera hacer, pero nunca se acercaba a los niños; no sabía que cosas le gustaban y tampoco tenía idea de qué podría hacer con ella que no lo aburriera. Entonces, vino a su mente algo que podría funcionar. — Hey, ¿quieres hacer algo divertido?

— ¿Divertido?

— Sí, vamos a hacerle una broma a alguien; no se lo esperará porque piensa que eres una niña inocente. — se rió en voz baja, ya imaginándose la escena.

— ¡Sí suena divertido!

— Sabía que lo ibas a entender. — salió de la habitación junto a la menor. — Ahora, tenemos que pensar cómo engañar a Lucifer...

— ¿Él no es el mayor de todos ustedes? Significa que es el más fuerte, ¿no?

— Técnicamente, ¡pero eso no quiere decir que yo no sea mejor que él! ¡El gran Mammon es mejor que cualquier hermano mayor! Iremos a darle una lección.

— ¿Vas a darle una lección a quién? — la voz de Lucifer lo sorprendió por detrás.

— ¡Ah, Lucifer! — miró con sorpresa, y una pizca de terror, al mayor. — Mi querido hermano, ¿qué te trae por aquí?

— Todos vivimos aquí.

— Cierto, cierto.

— ¿Estabas planeando “darme una lección” hace un momento?

— ¿Quién, yo? ¡Por supuesto que no! Estaba pasando tiempo de calidad con... esta niña humana.

— ¿Recuerdas su nombre?

— ¿Ah?

— Si es cierto, deberías recordar su nombre.

— Por supuesto que puedo recordar el nombre de esta niña; ella es... — miró a la menor con atención, tratando de recordar su nombre. — no tengo que probarte nada.

— Entonces no lo recuerdas.

— ¡Sí lo recuerdo! — miró a la niña. — ¿Cierto? Dile algo que me dé credibilidad.

— Por favor, haz lo correcto y di la verdad. — Lucifer le pidió.

— Él dijo que quería hacerte una broma para darte una lección, que era mejor que tú y que si yo lo ayudaba nadie iba a sospechar porque soy una niña.

— ¡¿Qué?! ¡No, no espera! ¡Eso es totalmente mentira! ¿Vas a creerle a una niña que conociste ayer y no a tu querido hermano de toda la vida?

— Sí, porque ya has intentado hacer cosas peores antes; ahora vas a enfrentar las consecuencias por tus actos. — miró hacia donde estaba la menor. — Y Malka, tú puedes ir con Leviathan mientras yo me encargo de Mammon.

— Está bien... ¿pero dónde está?

— Al parecer tendré que acompañarte.

🌺 Sigo sin saber qué decir.

Dibujo de Malka que me hizo sat_chan_

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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