↳ 30: Final
Bloodhound: una persona persistente en la persecución.
—Esto es todo un desastre — Minhyuk suspiró mientras veía a su hermano parado frente a él y observaba la gran cantidad de papeles sobre su escritorio — ¿Qué se supone que deba hacer ahora?
—Si no puedes hacerte cargo entonces déjalo.
—No puedo hacer eso — el chico se lamentó —. No me gustaría ver la empresa desplomarse de esta forma por la culpa de papá y mamá.
—Bueno, no hay mucho que hacer después de todo — YoonGi murmuró —. Con suerte podrás sacar adelante todo esto.
Minhyuk se sentía derrotado, sobre todo ahora que la policía había atrapado a sus padres. Entre los dos hermanos, el que más parecía afectado por todo esto era Minhyuk, pero era de esperarse ya que era el más apegado a sus padres, vivió con ellos toda su vida y no les dio problemas cuando aceptó casarse por conveniencia.
—Oye... — Minhyuk se dejó caer sobre la silla cerca del escritorio, la pila de papeles sobre este sólo le provocaba dolor de cabeza —, más te vale que no lo arruines con ese omega, hiciste todo un escándalo por él como para que en algún futuro pienses siquiera en dejarlo — el chico se desplomó en la silla —. Y si haces eso, juro que voy a golpearte.
YoonGi reprimió una sonrisa cuando su hermano dijo aquellas palabras. A pesar de que el mayor era él, Minhyuk parecía tener un alma vieja.
—¿Qué te hace pensar que lo haré? — le cuestionó.
—Nada, sinceramente. Pero es una advertencia, nadie pondría tanto en juego por alguien al que va a dejar en algún tiempo — el alfa se recompuso en su lugar —. Así que espero que no lo hagas.
YoonGi asintió. Comprendía a su hermano, después de todo jamás había visto a YoonGi tan enamorado de alguien, no cuando el alfa venía huyendole al amor y por esa razón se había ido de Seúl. Era un poco sorprendente, pero a Minhyuk le gustaba verlo con alguien.
Cuando YoonGi se despidió, Minhyuk lo paró antes de salir.
—Por cierto — le habló —. Estoy muy orgulloso de ti, que hayas luchado por tu omega... es admirable.
—¿Incluso si arruine a nuestra familia? — le preguntó, aunque no le importaba mucho lo que pensaran los demás, le importaba su hermano.
— Sí — Minhyuk sonrió —. Dicen que las personas enamoradas hacen locuras por amor, pero yo creo que son valientes.
YoonGi le devolvió la sonrisa susurrando un suave gracias antes de salir de aquélla oficina. Había abandonado su casa hace dos días, después de que sus padres fueron detenidos por la policía al igual que las otras personas que trabajaban para ellos en las bodegas, YoonGi se había ido a vivir a un nuevo departamento que había comenzado a rentar hace algunas semanas.
El asunto de sus padres causó toda una revuelta en el país, los noticieros hablaron de ellos hasta el día de hoy, incluso si ya habían pasado tres días desde la boda que nunca se llevó acabo y parecía que las personas no olvidarían eso en un buen tiempo. No se sentía culpable en absoluto, tal vez un poco dolido en general, pero había hecho lo tenía que hacer, tanto porque era lo correcto y por su libertad.
Estaba harto de la vida que llevaba, de su familia siendo perfecta a todas horas. Con esa perfección venía acompañada la desgracia, y era algo que no quería tener.
La noticia que también se había hecho muy famosa, era su relación con JiMin. Eran oficialmente una pareja libre ante los ojos de todo mundo, si bien antes no se escondía del todo para poder ver a su omega y sus hijos, trataba de disimular por los chismes. Pero ahora, ya no había razón alguna para esconderse, podía ir sin restricciones a cualquier lugar sin importarle los chismes.
Aunque eso no quitaba el hecho de que no eran completamente aceptados por la sociedad, era evidente que sus clases sociales eran distintas, las personas veían a YoonGi como alguien inalcanzable, alguien que debía estar en una relación con otra persona de su posición, y JiMin no era nada de eso para ellos.
A YoonGi le daba igual lo que se dijera de ambos, pero sabía que en algún momento el omega no podría soportarlo.
Era difícil ser el centro de atención de un país entero.
Sobre todo si ya tenías una larga lista de personas juzgandote desde antes.
En lugar de ir directamente a su departamento nuevo, decidió que era buena idea ir a visitar al omega. Hace dos días que no los veía, después del desastre de la boda el omega había decidido refugiarse en su casa, marcaba al menos tres veces al día para saludar tanto a JiMin como a los niños, para cerciorarse de que todo estuviera en orden con ellos.
Ahora más que nunca podía sentir esa calidez familiar que siempre le había faltado, encontrar a su omega predestinado no estaba en sus planes, cuando decidió venir a la boda de su hermano sólo quería irse lo más rápido posible. Pero al parecer, el destino ya tenía todo planeado para ambos.
No se arrepentía, la única razón por la que se había quedado en Seúl y no sé había ido inmediatamente, fue porque conoció a JiMin ese día de la boda. Si bien no se sentía listo al inicio, conforme fueron pasando los días se fue creando una idea en su mente y corazón.
Muchos podrán cuestionar sus decisiones, pero él estaba feliz. No le importaba que su omega fuera un padre soltero cargando con la responsabilidad de dos alfas adolescentes, los amaba a los tres y en su corazón había mucho espacio para uno más.
Quería formar una familia, quería tener su propia familia de ahora en adelante, sin tonterías acerca de clases sociales, sin reporteros ni lujos, sólo quería una vida digna en un lugar donde sólo existieran ellos.
Estacionó el auto afuera de la casa del omega, se bajó rápidamente de este para correr y llamar a la puerta. Cuando está se abrió, quien lo recibió fue uno de los dos alfitas.
—¡YoonGi hyung! — la forma en la que el rostro de Beomgyu pasó de disgusto a emoción le causó un poco de risa —. Que bueno que está aquí.
El adolescente se hizo a un lado para dejarle pasar, la casa se veía demasiado silenciosa y podía sentir el aura pesada en aquel lugar. No fue difícil percibir el aroma de otras dos personas en la casa.
Con Beomgyu tomando de la mano a YoonGi para llevarlo con él, el alfa se topó rápidamente con la increíble visita de los padres de JiMin.
El omega se levantó del sillón tan pronto como lo vio, JiMin se veía algo apenado, tal vez porque la situación se había tornado un poco vergonzosa si nos dábamos cuenta de las intenciones de los padres del menor.
Por supuesto que ellos no estaban del todo felices con la noticia de que su hijo estaba involucrado con alguien como YoonGi, no es que fuera una mala persona, pero los viejos seguían teniendo esa idea de su cabeza sobre las clases sociales.
Como lo dijeron una vez; ellos con los suyos, y nosotros con los nuestros.
Después de que JiMin se enterara del acuerdo que sus padres tenían con Jeon Jungkook, les había marcado para hacerles saber lo enojado que estaba con ellos. Lamentablemente los mayores no se quedaron conformes con sus gritos y tampoco con la noticia que salió acerca de su relación. Ellos no querían que su hijo fuera la causa de un matrimonio destruido, como lo veían ellos debido a que la boda de YoonGi nunca se llevó acabo.
—¿Qué sucede? ¿Todo está bien? — preguntó el alfa pasando su mirada desde su omega hasta sus padres.
—¡YoonGi hyung! — exclamó el otro alfa en la habitación.
El alfa correspondió el abrazo que Soobin le dio, haciéndole sonreír con tal acción. Aún no entendía lo que pasaba, pero no quería ser inoportuno y arruinar un momento familiar, tampoco estaba muy seguro de que JiMin estuviera tan cómodo, porque desde donde estaba podía olfatear sus nervios.
—Mucho gusto, Min YoonGi, soy Park Haewon, padre de JiMin.
El señor alzó la mano en forma de saludo, sonriéndole levemente pero de forma amigable y educada. YoonGi correspondió a su saludo dándole una ligera reverencia de forma respetuosa, después de todo estaba frente a sus suegros y tenía que ser amable.
—El placer es todo mío — YoonGi dijo, y aunque no se lo esperaba, la mujer también le saludo pero un poco más apartada
—Ah... ellos, bueno... — JiMin suspiró —. Ellos sólo estaban de visita para aclarar algunas cosas, ya sabes, les sorprendió la noticia.
—Oh... bueno, me disculpo por eso — dijo YoonGi rápidamente —. Fue un error haber hecho tan público lo mío con JiMin, pero no había mejor forma que esa.
—Seamos honestos — Hyunsu habló, como siempre en un tono fuerte — ¿Por qué no nos dices lo que quieres con nuestro hijo? Arrastrarlo a todo este desastre se me hace una mala forma de llevar una relación.
JiMin cerró los ojos con fastidio, sabía que su madre diría algo como eso. Después de todo, ella era quien menos parecía segura de todo esto.
—Hyunsu — el padre de JiMin habló —. Por favor, cálmate, estamos conociendo a nuestro yerno, después de tantos años JiMin ha conseguido a alguien que lo quiera tanto a él como a sus hijos.
—¿Y eso que importa? Cualquiera puede llegar a aparentar amor sólo por diversión y luego alejarse — la mujer se veía molesta —. Lo único que quiero es que seas sincero con nosotros y nos digas tus verdaderas intenciones con nuestro hijo.
—Mamá... — JiMin susurró, no quería que se armará todo un desastre ahí mismos, sobre todo en presencia de sus hijos.
—¿Qué? ¿Soy la mala por querer explicaciones? — la mujer alzó una ceja inconforme —. Hemos cuidado de ti desde que te embarazaste, después de que el otro idiota te haya dejado, después de que todo el mundo te haya señalado y juzgado por ser padre tan joven, creo que merezco una explicación de que tan valido es el amor de este hombre por ti, no voy a dejar a mi hijo en manos de alguien que no lo quiera.
—Pero papá ya no es un niño. — habló Soobin.
—Concuerdo — Beomgyu secundo a su hermano —. Y en todo caso, YoonGi hyung tendrá que pensarlo dos veces antes de querer jugar con los sentimientos de papá, digo, por algo somos alfas.
Soobin rodó los ojos ante las palabras de su hermano, pero eso sólo ocasionó que el ambiente en la habitación se ablandara un poco, haciendo reír tanto a YoonGi como a los padre de JiMin.
—Bien, cielo, tienes razón — la mujer le sonrió al chico —. Pero aún así, necesito escucharlo de ti.
Esta vez Hyunsu se dirigió a YoonGi. El mayor sabía que la mujer era dura, pero no imaginó que tanto, tal vez de ahí había sacado JiMin su lado fuerte, después de todo fue todo un reto ganarse su aprobación. Entendía a la madre de JiMin, no debía ser fácil dejar a tu hijo en manos de una persona que era reconocida en todo el país, él lo comprendía a la perfección.
—Admiro el hecho de que usted quiera lo mejor para JiMin, de hecho, creo que es lo que toda madre debería querer para sus hijos — YoonGi dijo —. Honestamente, no tenía planeado regresar a Seúl por nada del mundo, quería quedarme en Suiza y nunca volver por aquí. Sólo vine a la boda de mi hermano hace 5 meses y terminé encontrándome con su hijo, puede que al inicio no estuviera muy convencido de esto, porque era nuevo para mí — el alfa aún se mantenía firme en su lugar —. Pero estoy enamorado de JiMin, en el momento en que me di cuenta de ello me propuse cortejarlo, quería que se enamorara de mí tanto como yo de él, así que lo perseguí lo suficiente hasta que me aceptó. Y si se preocupa por el futuro, puedo decirle que no lo haga, porque ya decidí que quiero a su hijo y a sus nietos conmigo.
Por unos segundos, el silencio se hizo presente en toda la sala mientras que los padres del omega se daban miradas extrañas.
—Wow, eso fue muy profundo — Beomgyu rió bajito.
—Eso fue ridículo. — murmuró Soobin algo cohibido por la muestra de sinceridad y amor frente a sus ojos.
YoonGi les dio una suave sonrisa a ambos alfas. Después de todo eran adolescentes que veían el amor con asco todavía.
—Entonces... — Hyunsu le dio una seria mirada — ¿Supongo que con eso te refieres a casarte con él?
JiMin abrió los ojos sorprendido y negó en dirección a su madre.
—Mamá, no saques de contexto sus palab-
—Sí — YoonGi le interrumpió, haciendo que hubiera jadeos de sorpresa en la habitación —. Quiero casarme con su hijo, y si ustedes no me dan su aprobación, bueno, lo siento pero tendré que robarme a su hijo.
—YoonGi... — JiMin le veía sorprendido y confundido, pues no sabía si realmente estaba hablando de verdad.
—¿Qué? — le cuestionó el mayor alzándose de hombros —. Ya te lo había dicho, aquel día en la boda... yo hablaba y hablo muy en serio.
El omega aún sin saber que decir, sólo una suave risa que salió más como un jadeo, todavía sin creer en lo que le estaba pidiendo. A comparación de lo que YoonGi imaginó, JiMin había salido de la sala directamente por la puerta que daba al patio interior.
Se confundió cuando vio al omega irse, pero la mirada de los adolescentes le hizo saber que era algo muy común.
—Creo que... mejor nos vamos — el padre del omega habló, despidiéndose de los tres alfas que habían quedado en la sala —. Supongo que nos veremos de nuevo.
—Eso espero — determinó el alfa algo nervioso.
Cuando la pareja estuvo por irse, la madre de JiMin le dio una rápida mirada al mayor.
—Una última pregunta — la mujer dijo — ¿Amas a mi hijo?
—Más que a nada en el mundo.
—Bien — ella le sonrió convencida —. Porque eso es lo que no debes olvidar en los días malos.
Con eso dicho, los dos señores se habían ido de la casa. YoonGi sintió el peso de las palabras de aquella mujer traerlo a la realidad. No, no se permitiría olvidar nunca el amor que sentía por JiMin, consideraba que ya habían pasado por lo peor y seguía amandolo, pero las personas eran conscientes de que en algún punto de la vida el amor se acababa, todo se volvía monótono y comenzaba a pesar.
Pero esperaba que eso nunca sucediera con ellos.
Les dio una rápida mirada a los dos alfas, quienes le indicaron que irían a su habitación para darle privacidad con su padre. YoonGi respiró profundamente, tratando de calmar tanto a su lobo como a él mismo por lo que estaba por hacer.
Probablemente haya sido muy apresurado, pero no tenía que ser ahora, podía ser dentro de unos meses, dentro de unos años si así lo quería JiMin, pero quería casarse con él.
Saliendo por la misma puerta que JiMin utilizó, se encontró con el omega quien se mantenía de pie en el patio, mirando el cielo como si hubiera algo realmente entretenido de ver.
—JiMin.
El omega soltó en su lugar cuando el mayor le tocó el hombro, aunque ya había percibido el aroma del alfa le había tomado desprevenido.
—¿Qué...? ¿Ya se fueron mis padres? — le preguntó este tan pronto como sus miradas se encontraron.
Ahí fue donde YoonGi se dio cuenta del camino de lágrimas secas que habían quedado marcadas en sus mejillas. Su corazón se oprimio y se sintió culpable, si él había provocado que el omega llorara por su estupidez se apresurar las cosas, entonces...
—JiMin, ¿por qué estabas llorando? — el alfa tomó sus mejillas entre la palma de sus manos con delicadeza — ¿Fue por lo que dije? Lo siento, debí hablarlo contigo de forma seria, no debí haberlo dicho tan normal sin antes pensar en ti. No llores, por favor.
—Oh, YoonGi — JiMin sonrió a duras penas — ¿Siquiera te estás escuchando? No hay nada de malo en lo que dijiste, es sólo que... no puedo asimilar tan fácilmente que tú de verdad quieres casarte conmigo.
—¿De qué hablas?
YoonGi no lograba entender al omega, JiMin tampoco sabía como explicarse, tenía sentimientos encontrados, está vez de buena forma. Jamás imaginó que en el futuro encontraría a alguien que quisiera casarse con él.
—Yo... tengo miedo, no voy a negarlo, probablemente jamás deje de tener miedo a la decepción — el omega aguantó las lagrimas que volvieron a formarse en sus ojos —. Miedo de decepcionar a alguien y de ser decepcionado, no estoy diciendo que tu lo vayas a hacer, pero es un miedo que tengo independientemente de la persona que conozca.
El alfa dejó que el omega soltara sus lágrimas de forma silenciosa, rápidamente quitandolas con sus pulgares.
—Es que... jamas creí que esto pasaría — jadeó como si estuviera sintiendo mucho dolor — ¿Tienes idea de cuanto sufrí esperando? Te espere tanto tiempo, admito que al inicio no creía en los predestinados, pero cuando por fin apareciste, no imaginé que harías tanto por mí y mis hijos.
El alfa acunó su rostro con gentileza, atreviéndose a dejar un suave beso sobre su nariz.
—Yo haría todo por ustedes — YoonGi le sonrió con sinceridad, haciendo que JiMin le devolviera la sonrisa de forma tímida —. Te lo dije, Park JiMin, iba a perseguirte hasta el final, incluso si huyes, lo seguiré haciendo hasta capturarte.
El omega rompió a reír de forma leve, aferrándose a los costados del alfa, le miró a los ojos con amor.
—Eso suena muy psicópata de tu parte.
YoonGi le devolvió la sonrisa.
—Tal vez... estoy un poco loco cuando de ti se trata — sus manos rodearon la cintura del omega —. Por favor, Park JiMin, acepta casarte conmigo.
Aunque el omega ya se esperaba esta pregunta, una emoción inmensa le rodeó en segundos. Tener al amor de su vida frente a él, pidiéndole casarse con él hacía las cosas más sencillas.
—Sí, por supuesto que me caso contigo.
La sonrisa de ambos se agrandó y lo siguiente que hicieron fue sellar sus labios en un profundo y anhelado besado, con miles de mariposas en su vientre, el sonrojo en sus mejillas y el calor en sus cuerpos.
Pronto, ya no eran nada más ellos dos, ahora estaba siendo rodeados por dos alfitas, los cuales habían saltado entre gritos de alegría hacia ellos para unirse a ese momento de amor familiar.
—¿Eso significa que ahora YoonGi hyung es nuestro padre? — preguntó Beomgyu haciendo un puchero.
—Por supuesto. — YoonGi afirmó.
—Entonces... — Soobin suspiró algo animado —. Bienvenido a la familia, papá.
—Sí, te queremos mucho, papá. — Beomgyu exclamó más emocionado.
El corazón de YoonGi se aceleró tanto que sintió que iba a morirse, por un segundo sus ojos se humedecieron debido a la emoción del momento, y correspondiendo a sus palabras dejó un sonoro beso sobre la cabellera de cada uno.
JiMin sonrió en grande cuando presenció tan bonita escena frente a sus ojos. Ver a sus hijos felices y YoonGi con lagrimas en los ojos le hizo saber que todo estaría bien.
Todo estaría bien de ahora en adelante.
Sin separarse del abrazo familiar, el alfa volvió a acortar la distancia entre JiMin y él para besar su frente y luego sus labios de forma tranquila. YoonGi estaba feliz, ahora tenía una familia, un omega al que amaba con su vida y con él venían dos alfas adolescentes que habían tomado parte de su corazón.
—Por favor, nunca te alejes. — JiMin susurró contra su oído.
YoonGi negó.
—Voy a seguirte hasta los confines de la tierra.
Bajo la calida luz del sol aquella tarde, ambos encontraron todo lo que necesitaban en la vida.
↳ FIN.
[ 🌱 ]
¡Hemos llegado al final de este fanfic! Gracias, gracias, gracias. Espero que hayan disfrutado esta historia tanto como yo, lamento si algunos capítulos no cumplió con sus expectativas. Muchas gracias por los +50k de vistas, me gustó mucho escribir esto para ustedes. Nos estaremos leyendo en el epílogo. 💗🫂
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