—No puedo creer que hayas hecho eso.

La mujer le dirigió una mirada confusa.

—¿Hacer qué?— preguntó como si no entendiera las palabras de su hijo.

—Eso... contratarlo a él para que lleve acabo la organización de la boda — YoonGi dijo, está vez mirándola a los ojos con completa rabia —. Quedamos en algo, madre.

—Sí, lo sé — ella le sonrió levemente —. Y estoy cumpliendo con mi palabra, no lo he amenazado ni tampoco atacado, hizo un gran trabajo con la boda de tu hermano que creí que sería genial que él llevara el control de tu boda también.

—Pudiste tomar a alguien más.

—Pero no tendría caso — la mujer replicó rápidamente —. Ya habíamos trabajado con él anteriormente, ¿por qué para tu boda no? ¿tienes miedo de algo acaso?

—No — YoonGi dijo —. Pero me temo que estas siendo demasiado injusta, sabes muy bien que eso lo lastimaría tanto a él como a mí, y aún así decidiste hacerlo.

—Oh, YoonGi... — ella suspiró, no se le veía ni un poco afectada —. Esta vida es dura, será mejor que se vaya acostumbrando.

Cuando la mujer se retiro a su habitación, el alfa no pudo aguantarlo más y desquito su ira con una de las fotografías que su madre tenia bien acomodada sobre uno de los muebles de la sala, en la fotografía estaban todos juntos, ella y su padre, mientras que su hermano y él estaban sentados delante de ellos fingiendo felicidad.

Para ser sincero, no recuerda con exactitud cuando dejó de ser feliz, desde niño tuvo todo lo material posible, pero nunca algo comparado como al amor y cariño de su madre. No fue un hijo deseado, le arruinó la vida a esa mujer en el momento que apareció en su vientre como un feto, sus familias no dejaron que ella abortara y tuvo que verse obligada a casarse con alguien a tan temprana edad.

Tal vez de ahí creció su odio por ver sufrir a los de su alrededor, porque si ella no pudo ser feliz, nadie lo sería.

Respiró tratando de tranquilizarse poco a poco, volteó la fotografía dejando el cuadro tirado sobre el mueble y tomó rápidamente su celular, tenía que hacer algo antes de que la boda llegara.

—¿Hola? — una ronca voz se escuchó al otro lado.

—Namjoon, soy YoonGi — habló el chico —. Necesito reunirme contigo y el vicepresidente de la compañía, ¿estarán libres mañana temprano?

—Bueno, Hola a ti también — dijo el otro —. Supongo que sí, mañana tenemos tiempo después de las 10, ¿sucede algo?

—Nada malo, sólo necesito hablar con ustedes acerca de la empresa — murmuró —. Creo que es momento de hacerme responsable de lo que dejé abandonado.

Escuchó la risa de su amigo a través de la llamada.

—Por supuesto, ya se extraña tu presencia.

—Ya lo creo — suspiró —. Nos vemos mañana.

Colgó tan pronto como Namjoon se despidió de él. Se tiró en su cama una vez que estuvo en su habitación y comenzó a trabajar, primero contactó a una empresa inmobiliaria y arregló todos sus papeles con ayuda de Taehyung, la noche pasó volando entre contratos y facturas para conseguir una casa y un departamento céntrico.

Temprano al día siguiente, ya estaba entrando de nuevo en aquella empresa que había dejado abandonado, para su sorpresa, el vicepresidente que había tomado su puesto ya lo estaba esperando a lado de Namjoon, su asistente y mano derecha en el negocio, tal vez fue sorprendente verlo de regreso, pues la mayoría de empleados se quedaron boquiabiertos al verlo ingresar de nuevo.

—Veo que las cosas siguen iguales — YoonGi murmuró —. Supongo que haz hecho un buen trabajo en mi lugar.

—No supongas, lo he hecho — el hombre alto le tendió la mano para saludarlo —. Es bueno tenerte de regreso.

—¿Qué te puedo decir? Uno siempre vuelve al lugar en donde fue feliz — murmuró sonriéndole —. Gracias por todo, SeokJin.

—Es un placer.

Después de saludar a Namjoon y a las secretarias del primer piso tomaron el elevador hasta la tercera planta, la noticia de que el presidente y fundador de la empresa automotriz MYG Group/ Seúl estaba de regreso en el negocio se corrió tan rápido que todo mundo pareció entusiasmarse y comenzaron a trabajar tan rápido como pudieron.

—Este año tuvimos más de 250,000 millones de dólares en ventas, el año pasado vendimos más del 9.2% millones de unidades, esto ha ido mejorando con el tiempo — SeokJin le informó mientras se dirigían a su oficina —. Ya se abrieron 34 plantas nuevas en el extranjero, 10 en Estados Unidos, 5 en Canadá, 6 en Reino Unido, 2 en México, 5 en Francia y 6 en Rusia, esperamos concretar las 30 siguientes por todo Europa y Asia, aunque nos presentamos con un pequeño problema.

—Sí, sé sobre eso — YoonGi dijo rápidamente —. Tzuyu me informó acerca de ello hace unos días, ¿cómo manejaron el problema?

—No lo hemos hecho — Seokjin dijo —. No tenemos información concreta que nos indique que nos estuvieron robando, pero cerramos todo punto de inversión con ellos por si acaso.

—Eso es bueno — respondió —. Supongo que los demandaremos una vez que la verdad se sepa, todas las compañías lo harán, de eso estoy seguro.

—¿De qué hablas?— preguntó Namjoon confundido.

—De que esto va a saberse sí o sí — dijo — ¿No creerán que mi visita es sólo porque los extrañaba o sí?

SeokJin rodó los ojos y se alzó de hombros deliberadamente.

—Supuse que algo traías entre manos — le dijo, ofreciéndole una copa de vino tan temprano, YoonGi la aceptó pero no bebió de esta — ¿Tiene que ver con tu casamiento y ese rumor acerca de un omega que es padre soltero?

El alfa no dijo nada, simplemente guardó silencio esperando que aquello fuera respuesta suficiente para los dos alfas en la oficina.

—Oh, dios, ¿entonces es real el rumor?— Namjoon se atrevió a preguntar —. Increíble, te juro que jamás creí que serías esa clase de persona.

—¿A qué te refieres?— YoonGi preguntó a la defensiva.

—A eso exactamente, jamás creí que te vería involucrando con alguien de diferente estatus social, tampoco que dejarías caer tu imagen sólo por esa persona — Namjoon se sentó en otra de las sillas —. Verte enamorado en general.

—¿Es sorprendente? — alzó una ceja sugestivamente —. Sé que me creé una fama un poco difícil, gracias a eso las personas piensan de mí de una forma tan cerrada, pero sucedió y listo.

—¿Y el omega es lindo? — Seokjin preguntó, mirándolo con atención.

—Lo es.

—¿En serio tiene 2 hijos? — ahora fue el turno de Namjoon.

—Sí — respondió con tranquilidad —. Y no, no es divorciado.

Ambos alfas se quedaron callados después de algunos minutos, bebiendo con tranquilidad de sus copas de vino.

—¿Y realmente te gusta? — preguntó Seokjin.

YoonGi tragó en seco y asintió.

—Lo amo.

De nuevo el silencio volvió a reinar en aquella oficina, YoonGi se había sumido en algún mundo irreal en su mente en donde JiMin se encontraba con él.

—¿Y entonces por qué vas a casarte con Tzuyu?

—Porque no tengo de otra — respondió, dejó la copa sobre el escritorio de su amigo  —. Mi madre me tiene bajo amenaza, y su amenaza es contra JiMin, no quiero que nada malo suceda, así que estoy cumpliendo con su palabra.

—¿Pero?

—Pero por eso estoy aquí — YoonGi les sonrió gentilmente —. Necesito volver a tomar mi lugar en esta compañía, tengo que asegurar mi riqueza para cuando ellos se vayan en picada, probablemente sobrevivan a la desgracia, no les quedará de otra más que refugiarse en su único hijo que tiene millones asegurados o tendrán que recurrir a la familia Jung. No me preocupa mi hermano, él tiene su futuro asegurado ahora que se casó. Sin embargo, si ellos deciden venir a mí tendrán que aceptar mis condiciones, después de todo, todos los papeles de esta empresa están a mi nombre, no hay nada de ellos aquí.

—Oh — Seokjin rió bajito —. Así que te revelaras ante tu familia.

—Claro.

—¿Y eso cuando será? —preguntó Namjoon.

—El día de mi boda — YoonGi les sonrió.

[ 🌱 ]

Era de noche cuando JiMin volvió a casa, las cosas con sus hijos se habían calmado un poco, tuvieron una leve discusión ayer después de YoonGi los dejara en su trabajo, Beomgyu acusó a su hermano y comenzaron a pelearse de nuevo, JiMin no pudo evitar sentirse culpable por eso.

Sus hijos también la estaban pasando mal y habían creado una leve brecha entre ellos, era horrible tener que verlos a ambos de mal humor y sin dirigirse la palabra.

Gracias a dios ese día habían estado más tranquilos de lo normal, habían compartido unas cuantas palabras en el desayuno y se quedaron juntos todo el día ya que no querían ir a la escuela. Durante todo el día el omega estuvo dando vueltas, había ido a la escuela de deportes de Seúl a recibir información acerca del inicio de clases y asignación de grupos una vez las vacaciones hayan terminado.

También se puso en contacto con las personas a cargo de los cursos para Beomgyu y volvió al trabajo para empezar a trabajar en la siguiente boda de la familia Min.

Cuando la matriarca de aquélla familia se apareció en la oficina de su jefa para poder solicitarlo a él como el organizador de la boda, supo que no podía negarse por dos razones, ella quería molestarlo de alguna forma y él no iba a permitir eso, claro que le dolía tener que planear la boda de el alfa que amaba con otra omega que no era él.

YoonGi le dijo que hallaría la forma de estar juntos, pero sinceramente él no sabía como eso sería posible.

Después de cenar el recalentado de la comida y haberse cepillado los dientes, revisó la habitación de sus hijos y los encontró profundamente dormidos, les dio un rápido beso a cada uno sobre la frente y acarició sus mejillas de forma suave para no despertarlos. Se sintió triste cuando recordó la vez en la que entró a la misma hora en su habitación para decirles que YoonGi y él habían comenzado a salir formalmente.

Sonrió con algo de pena cuando el rostro de emoción de sus hijos se reflejó en su memoria, aquel día ellos estaban tan emocionados con la noticia, y ahora estaban en una clase extraña de pelea porque esa relación se había terminado.

Abrumado salió de aquélla habitación y cerró la puerta con cuidado, cuando estuvo por volver a su habitación, unos suaves golpes se escucharon en la puerta principal de la casa.

—Mierda — murmuró frustrado, ya tenía sueño y sólo quería tirarse en la cama para poder dormir —. Quienquiera que sea voy a golpearlo.

Abrió la puerta de la casa y todo su malhumor desapareció, debido a que las luces de afuera estaban apagadas y las de la casa a duras penas estaban prendidas, pudo observar detenidamente la figura de su alfa al pie de su casa.

—YoonGi — susurró — ¿Qué haces aquí? — preguntó indicándole que entrara rápidamente.

El mayor pasó tan pronto como JiMin se hizo a un lado, las luces volvieron a apagarse en toda la casa y solamente podían verse un poco debido que la luz natural de la luna.

—Lo siento por venir tan noche — murmuró bajito, no quería despertar a los niños —. Pero necesitaba verte, yo quería... mierda, JiMin, he querido verte desde hace una semana y esto me está matando.

El omega se no aguantó y le soltó un golpe en el pecho, haciendo que el alfa soltara un leve quejido.

—¿Eso por qué...?— preguntó sobandose y haciendo un suave puchero.

—Porque jure que iba a golpear a quien sea que estuviera molestando tan noche — susurró para después acercase al alfa y abrazarlo aferrándose a sus hombros —. Te extraño.

YoonGi correspondió el abrazo con rapidez, rodeando la cintura de aquel omega para pegarlo aún más a su cuerpo. El alfa hundió su nariz entre los cabellos del menor y olfateo aquel característico y rico aroma que su shampoo le brindaba.

—También te extraño, mucho — susurró y bajó sus labios para besar uno de sus pómulos —. Juro que te he extrañado como no tienes idea.

—Siento que voy a  morirme en cualquier momento — JiMin admitió —. Mi lobo se siente demasiado triste últimamente, y yo también, he tratado de lidiar con ello ya que tengo dos hijos por los cuales mantenerme firme, pero el dolor se extiende cada vez más.

El mayor lo apretó todavía más entre sus brazos.

—Lo siento tanto, mi amor — susurró el alfa —. Me gustaría tanto encontrar una solución más rápida, pero me temo de tenemos que esperar hasta la boda.

El corazón de JiMin se hundió un poco más.

—¿Re-realmente vas a casarte? — sus ojos cristalinos hicieron que el pecho de YoonGi doliera — ¿Cuánto vas a tardar en divorciarte?

No podía decirle su plan, si se lo decía, JiMin no querría llevar a cabo la organización de la boda y ni siquiera se aparecería ahí, por miedo, vergüenza y pánico. Y lo necesitaba ahí, con él.

—No lo sé — YoonGi murmuró —. Tzuyu y yo hemos hablado, ella tampoco quiere esto JiMin, estamos tratando de hacer todo lo posible porque esto salga como queremos.

—¿Y qué pasa con tu madre?

—JiMin, no le tengas miedo — dijo YoonGi —. Lleva acabo la organización de la boda al pie de la letra, seguramente mañana te darán el informe de lo que mi madre solicitó para la boda.

—Tengo tanto miedo, YoonGi... — el omega suspiró —. Tanto miedo y dolor.

—Lo sé, cariño, yo también lo tengo — admitió, acariciando su mejilla con suavidad —. Sólo mantente fuerte un poco más, te aseguro de todo mejorara.

El omega asintió sin ganas y pasaron de estar parados a acostarse sobre el sofá de la sala, se quedaron ahí tan juntos como les era posible, no tenían ganas de apartarse ni de dejar de sentirse un segundo, querían permanecer así de unidos toda la vida si era posible.

YoonGi se encargó de dejarle suaves caricias en su espalda, hombros y cabello, dejando cortos besos por todo su rostro para calmarlo, y JiMin cayó en un sueño tan profundo que cuando despertó ya no encontró a YoonGi con él.

Estaba recostado sobre el sofá, solo y con una manta cubriéndolo del frío, se había sentido tan irreal, como si todo aquello hubiera sido un sueño.

Quería volver a dormir para poder sentir aquellas caricias, aquellos besos, como si el hombre de su vida estuviera sólo disponible para él en sus sueños. Quería dormir y nunca despertar para así tener a YoonGi de regreso.

Su malhumor, en dolor en su pecho y el constante cansancio que tenía sólo fue el aviso de su enfermedad, cayó ardiendo en fiebre ese mismo día.

[ 🌱 ]

Hola, un nuevo capítulo, oficialmente nos quedan 5 capítulos más para terminar esta historia. Espero que les guste la actualización, nos leemos luego. 💗