↳ 22: Viajes

—¿Estás seguro de hacer esto?— la voz de TaeHyung sacó a YoonGi de sus pensamientos.

Llevaba por lo menos media hora hablando por llamada con su amigo omega, él había sido el primero en enterarse acerca de el viaje que tenía planeado, porque evidentemente necesitaba ayuda de alguien para que esto saliera bien.

—Lo estoy — murmuró —¿No es una exageración?

—Claro que no, exagerada es tu madre por lo que está intentando hacer — reclamó el otro —. Estoy orgulloso de ti, de que no te hayas dejado influenciar por sus amenazas y hayas tomado una decisión.

—¿Pero...?

—Pero conoces a tu madre — Taehyung soltó un fuerte suspiro —. Será mejor que pienses en decirle a JiMin la verdad sobre las amenazas de ella, para que él sepa a lo que se están enfrentando. Piensa muy bien lo que harás, sabes que ella no se detendrá.

YoonGi guardó silencio por unos segundos, pensando cuidadosamente acerca de aquel tema.

—Lo sé, tienes razón — respondió —. Trataré de hacer esto bien.

—De acuerdo — Taehyung dijo —. Tengo que irme, disfruten sus vacaciones familiares, y recuerda decirle a JiMin sobre esto, por favor.

El alfa sólo hizo una sonido en forma en afirmación colgando la llamada segundos después. Recargó su espalda contra el respaldo del balcón de aquélla casa.

¿Decirle a JiMin? No, no estaba entre sus planes decirle al omega lo que la bruja de su madre estaba intentando hacer, quería resolver esto solo, tenía que ponerle un alto a su madre de él mismo. Sacar a JiMin y a sus hijos del país había sido una decisión impulsiva, honestamente no tenía planes de hacer aquello, pero quería de alguna forma llevarse a esos tres lejos de Seúl y de las malas intenciones de su madre.

Aunque sabe que las cosas se pueden salir de control cuando su madre se entere de lo que hizo, no le dijo a nadie de su familia, trató de ser cauteloso en el aeropuerto y el único que sabía acerca de todo eso era Taehyung, confiaba en él.

Respiró profundamente cuando miró todo a su alrededor, habían llegado a Grindelwald hace tres días, ya había terminado de amanecer mientras hablaba con Taehyung al teléfono, probablemente los demás ya habían despertado.

Desde que llegaron el tema de las amenazas de su madre se había esfumado de su mente. A veces lo recordaba y una angustia se apoderaba de él dejandole como resultado un gran insomnio por pensar tanto con ello, y él estaba seguro de que JiMin ya había percibido algo. El omega había estado siendo flexible, de hecho, parecía que aún no terminaba de asimilar que estaba fuera de Seúl.

El primer día había sido todo un reto adaptarse al cambio climático y al horario, tanto Soobin como Beomgyu se tomaron su tiempo para recorrer el lugar, de hecho, habían pasado la mayor parte del día fuera de la cabaña en donde YoonGi vivía. A ambos niños les emocionaba recorrer el lugar, incluso si todo era un valle pintado de verde y había animales en las pequeñas casas alrededor, también disfrutaban de salir a caminar por la calle principal y husmear entre los vendedores locales.

Traerlos a Suiza había sido un reto, arreglar todo para que este viaje fuera posible sólo necesitó de grandes cantidades de dinero. Sí, no le había importado haber utilizado su dinero para hacer esto posible y no tener problemas.

De alguna manera, este viaje buscaba apartar a JiMin, Soobin y Beomgyu de Seúl para darles un poco de paz, dicen que después de la tormenta viene la calma, pero YoonGi esta seguro de que la tormenta está por venir. Así que está tratando de solucionar todo.

Le queda muy en claro que su madre es una persona obstinada, es capaz de hacer todo lo que le dijo, por esa razón debía encontrar una solución a sus problemas antes de regresar a Seúl.

Unos leves toques en la puerta del balcón hicieron que el alfa dejara de mirar a la nada, rápidamente se incorporó en su lugar y le hizo una seña a JiMin para que abriera la puerta, esta se deslizó lentamente mientras el omega salía al exterior.

—Buenos días — JiMin saludo tan cálido como siempre —. Beomgyu y Soobin ya están abajo esperando por ti, quieren salir de nuevo, dijiste que los llevarías al mirador.

—Oh, es cierto, casi lo olvido — YoonGi suspiró —. Estaba hablando con Taehyung acerca de la tienda y yo... sólo no me fije en la hora.

—Está bien — el omega negó —. No tienes que ir si te sientes muy cansado, desde que llegamos no han parado de recorrer el lugar, quieren estar afuera todo el tiempo, entiendo que estés agotado.

—No es eso — YoonGi negó, llevando su mano hasta la mejilla del omega —. No me molesta para nada salir con tus hijos, de hecho, me entretiene mucho.

—Ah... creí que a lo mejor necesitabas estar a solas por un momento — el omega lo miró confundido —. La razón por la que te gusta tanto este lugar es por la paz y tranquilidad que transmite, y ellos dos son todo lo opuesto a eso.

YoonGi soltó una risa mientras acariciaba con cautela la mejilla del omega, se movió dos pasos hacia enfrente para cortar poco a poco la distancia entre ambos.

—Lo son, es cierto — dijo, su brazo disponible rodeó a JiMin de la cintura para pegarlo a su cuerpo —. Pero no me quejo, me gusta su presencia.

El omega pestañeo rápidamente mientras su corazón se aceleraba, se sintió conmovido por las palabras del alfa que no pudo evitar cortar la distancia entre sus labios, dejando un casto beso sobre estos.

—Eres tan... lindo — JiMin le sonrió levemente —. No tienes que serlo, ¿sabes? Mi corazón se vuelve loco cada vez que dices algo así.

—¿En serio?— YoonGi se rió, robándole otro beso —. Tal vez debería hacerlo más seguido entonces.

—¿Quieres que muera?— JiMin se quejó, dándole un golpe en el hombro que hizo a YoonGi removerse por el dolor —. Deja de jugar, los niños están desesperados por irse.

El omega soltó una leve risa al notar a YoonGi quejarse del dolor de forma dramática, se alejó de él para salir de aquel balcón y adentrarse de nuevo a la casa. El mayor se quedó ahí por largos segundos, mirando como el amor de su vida se iba con una sonrisa triunfal en el rostro.

El alfa suspiró una vez más como si un gran peso se hubiera ido de sus hombros, tal vez mirar un segundo a su omega era suficiente para convencerse de que estaba haciendo lo correcto.

A YoonGi le gustaba mucho ir al mirador que se encontraba en la colina de aquélla zona. Eran unas bancas de madera que se encontraban casi al borde de la cima, en donde podías apreciar todo el lugar y tener una excelente vista de las montañas. Cuando llegó a Grindelwald fue el primer lugar al que iba casi todo el tiempo, Soobin y Beomgyu habían querido ir desde un inicio pero era una caminata extensa que tenía que comenzar después de desayunar para poder regresar al atardecer.

Ahora, estando ahí una vez más en compañía de dos alfas adolescentes que se la pasaban tomando fotos y un omega al que le gustaba apreciar todo a su alrededor, se sentía mejor.

JiMin se encontraba a su costado, no había despegado la vista del cielo y las montañas, como si observar todo aquello fuera realmente interesante, y mientras él apreciaba todo aquello, YoonGi se encontraba mirándolo de reojo, maravillado con la sola imagen de ver al omega sonreír sutilmente ante la vista del mirador.

De pronto, el omega se exaltó al observar de reojo el flash del celular de YoonGi.

—¿Qué haces?— preguntó, mirándolo rápidamente —. No me tomes fotos así... no estaba listo.

—Pero te ves precioso. — contestó el mayor, volviendo a apuntarle con la cámara del celular.

—Por supuesto que no.

—Por supuesto que sí — YoonGi dijo, observando a través del celular como las mejillas del omega se pintaban de un tono carmesí —. Ahora déjame tomarte una foto con el paisaje de fondo.

—YoonGi... — JiMin se quejó bajito, sintiéndose algo avergonzado.

—Vamos, sólo quiero capturar este momento para tenerlo conmigo por siempre — dijo, el omega alzó una ceja sugestivamente —. Sólo... posa para la foto y listo.

Esta vez no hubo objeción alguna, JiMin simplemente se acomodó frente a él mientras peinaba un poco su cabello y se acomodaba para la foto que YoonGi quería tomarle.

—¿Y qué se supe que tengo que hacer?— preguntó al no encontrar una buena forma para posar.

—Bueno, sólo quédate ahí — YoonGi pidió —. Después de todo, como sea eres lindo.

—Si sigues diciendo eso voy a golpearte —advirtió sonrojado —. Ahora toma la maldita foto.

De fondo podía escuchar las leves risas que sus hijos soltaban, tal vez ya habían escuchado su discusión por aquellas fotos que YoonGi quería sacar, de pronto, ambos adolescentes se pegaron a él con la excusa de querer salir de aquélla foto con su padre.

Si le preguntan al alfa, su celular quedó absolutamente al límite de fotos gracias a ellos.

——— 🌱 ———


Cuando la noche cayó, JiMin no se imaginó que estaría en un acogedor y encantador restaurante a la luz de la luna  acompañado de el alfa, solos, sin ningún adolescente a su lado.

Sus hijos habían llegado muy cansados de la visita al mirador, sobre todo porque se la pasaron jugando y correteandose de regreso a la cabaña, así que habían fingido muy bien su agotamiento diciéndoles que se quedarían para dormir temprano, lo cual era una mentira muy evidente.

Tal vez el omega les agradecía un poco, no le gustaba dejar a sus hijos fuera de sus planes, pero le agradaba mucho estar ahí con YoonGi.

Casi se podía decir que estaban teniendo una cena romántica, solos ellos dos sentados a la mesa con una vela encendida en el centro dándoles un ambiente mucho más acogedor, la música que se escuchaba de fondo en aquel restaurante hacía todo más tranquilo y extremadamente romántico. Como si hubiera sido planeado a la perfección.

—¿Te gusta la comida?— preguntó el mayor, ganándose toda su atención.

—Está muy rica — dijo, volviendo a mirar su plato casi vacío —¿Crees que los niños tengan hambre? Casi no comen de noche, pero regresaron cansados y puede que-

—Se te olvida que pidieron hamburguesas para cenar antes de que nosotros nos fuéramos.

—Oh... — el omega recordó aquel detalle —. Es cierto, lo había olvidado.

Siguió observando el plato de comida que tenía frente a él, a pesar de que tenía apetito y estaba disfrutando de todo, se sentía un poco inquieto, como si todo fuera tan incorrecto. No podía creer que por primera vez en su vida estaba disfrutando de un momento de paz, lejos de Seúl, en un restaurante caro y acogedor, con su alfa predestinado.

—JiMin... — el hombre frente a él llamó la atención del omega —. Tengo algo que decirte.

El omega asintió, mirándolo con atención mientras dejaba de lado la cena, pues desde hace rato notaba una actitud extraña en YoonGi. Tal vez lo que estaba por decirle era causa de ello.

—Yo... estuve pensando acerca de tus hijos y sobre ti también — dijo, el alfa se veía algo nervioso y eso hizo a JiMin ponerse exactamente igual que él —. Seré honesto con mis sentimientos, quiero que las personas sepan que estoy enamorado de un omega, de mi predestinado.

—Ah... —el menor se quedó con la boca abierta y sin palabras cuando escuchó al alfa hablar.

—Y yo... quiero que consideres lo que te voy a proponer por el simple hecho de que quiero protegerte a ti y a tus hijos, yo sólo-

—E-espera... YoonGi, ¿sucede algo malo? ¿Por qué de pronto estas diciendo esto? — inquirió algo preocupado.

Tanto él como su corazón sentían la angustia, aquella tan familiar que le hacía pensar que algo malo estaba por pasar, o que, simplemente YoonGi había enloquecido y en cualquier momento sacaría una caja de terciopelo para hincarse a su lado y-

—JiMin... — el alfa volvió a hablar —. Realmente necesito que me pongas atención.

—Te estoy poniendo atención, yo-

El celular de YoonGi comenzó a sonar interrumpiendo las palabras del omega, JiMin se desplomó contra el respaldo de la silla cuando se sintió salvado por la campana, y aunque YoonGi quiso colgar la llamada entrante, se dio cuenta que la persona que lo llamaba era nada más y nada menos que su hermano.

Dejando de lado aquel contacto que brillaba en la pantalla, también se percató de varios mensajes que TaeHyung había mandado.

No sabía que sucedía, pero decidió atender antes de que su hermano colgara.

—Un segundo, ya vuelvo.

Se levantó de su lugar rápidamente, pasando desapercibido la mirada que JiMin le dio llena de preocupación.

Cuando se alejó sólo unos cuantos pasos de distancia, la voz de su hermano se escuchó agitada al otro lado de la línea.

—YoonGi... — el menor habló rápidamente —. Dios santo, YoonGi, ¿en dónde mierda te metiste? Te hemos estado buscando como locos.

—¿Qué quieres?

—¿Qué quiero? ¡Quiero que reacciones! Eso es lo que quiero, mamá ha enloquecido por completo y... acabas de meterte en un gran problema.

—Minhyuk, no estoy entendiendo, tienes que explicarme.

Aunque presentía lo que pasaba, quería escucharlo de su hermano.

—YoonGi... — escuchó un fuerte suspiro por parte de su hermano al otro lado —. El omega con quien estas ahora mismo está en todas las noticias de Seúl, todos aquí están hablando de la persona que amenaza tu fuuturo matrimonio, y joder, si no regresas ahora mismo y hablas con mamá, tu omega será un omega desempleado, expuesto a nivel nacional y sus hijos no tendrán absolutamente ninguna oportunidad de estudiar en el futuro, ¿me entiendes? tienes que regresar y hablar con ella.

Mierda.

Se quedó helado en su lugar, escuchando las súplicas por parte de su hermano y los detalles de la situación que le daba.

—¿Ya... ya saben quién es?— preguntó el alfa, ignorando las advertencias de su hermano.

—¿Quién?

—Mi omega...

—No, no — su hermano suspiro —. Su rostro no está en las noticias, pero dieron a conocer que forma parte de una agencia que organiza eventos y que es padre soltero con dos hijos. Pero dudo mucho que los reporteros lo dejen así, no pararan hasta darle rostro a la persona, y cuando eso pase-

—Ya sé — YoonGi dijo, su corazón latía con fuerza, amenazando con salir de su pecho —.  Tengo que colgar.

No dejó que su hermano terminara de hablar, le importó muy poco las súplicas que escuchó por parte del otro. Sintiendo la rabia recorrer su cuerpo, se giro sobre sus talones para enfrentarse a JiMin, pero cuando lo vio frente a él mirándolo tan preocupado por lo que estuviera sucediendo, sólo pudo odiarse un poco a sí mismo por no haber hecho lo correcto desde el inicio.

Ahora, tenía que decirle la verdad al omega y enfrentar las consecuencias de lo que venía, porque estaba seguro de que esto era sólo el comienzo.

[ 🌱 ]

Holaaa bebés, lamento haber desaparecido así tan pronto, es que ya no sabía como continuar la historia. Sin embargo, ya me la he replanteado de nuevo, así que probablemente ya estemos por finalizarla.

Gracias por leer. Besitos. 💞

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