↳ 19: Aprobación
La razón por la que habían decidido llegar hasta ahí, no fue precisamente porque JiMin vio en YoonGi lo que tanto anhelaba en un alfa, no, más bien, estaban en esa situación porque ya habían esperado demasiado para ser aceptados mutuamente.
El lobo de YoonGi rogaba por su predestinado.
Y el de JiMin lloraba como un cachorro por querer estar con él alfa.
El omega se había puesto una barrera a sí mismo, esperando que con eso todo fuera diferente, que las cosas en su vida siguieran de forma normal, como si haber conocido a su predestinado no significara nada, aunque sabía sabía que en algún momento tendría que ceder ante él.
No era culpa de Min YoonGi tener a un omega tan obstinado, a alguien tan terco que se rehusaba a aceptar sus sentimientos.
JiMin veía esto como un método de defensa a su propio corazón y al corazón de sus hijos, por el bien de ellos, él sería capaz de vender hasta su alma si con eso significaba que sus hijos no saldrían lastimados. Porque los amaba con todo su ser, por esa razón había dejado de lado a Min YoonGi para que su familia no fuera un problema en sus vidas.
Pero ya no podía seguir haciéndose el tonto, fingiendo que su corazón no latía como desquiciado por el alfa, que sus manos no sudaban de nervios cada vez que lo tenía cerca, que cada vez que se veían no tenía ganas de abrazarlo para siempre y quedarse a su lado toda una vida. Tal como lo merecía.
Los labios de YoonGi se habían sentido tan bien desde la primera vez, cuando los probó una serie de emociones se instaló en él como si hubiera estado esperando aquello por tanto tiempo, tal vez así era. Pero no había forma alguna de describir la nueva sensación que estaba experimentando ahora mismo, sólo sabía que quería estar así eternamente si era posible, con YoonGi aferrado a su cuerpo, encargándose de besar sus labios profundamente mientras una ola de placer los envolvía a ambos.
Pero no había placer más allá de tenerse por fin entre sus brazos, de besarse sabiendo que sus sentimientos eran correspondidos.
YoonGi estaba que explotaba de la felicidad, sabiendo que JiMin por fin estaba dispuesto a arriesgar todo para estar con él, ya se habían involucrado juntos y él no estaba dispuesto a dejarlo ir.
Con un suspiro entrecortado, JiMin dejó un casto beso sobre la comisura de sus labios hasta llegar a su oreja, donde dejó descansando su boca mientras sus manos subían hasta el cuello del mayor para aferrarse a él, abrazándolo con fuerza.
El alfa escondió su rostro a un lado del cuello del omega, presionando la glándula aromática que desprendía aquel suave aroma que tanto amaba del omega. No podía negarlo, su lobo y él se habían vuelto adictos a este aroma.
—Por favor — YoonGi susurró entre su cuello —. No te arrepientas de esto.
—No lo haré — murmuró sintiéndose seguro —. Tengo miedo, no voy a negarlo, la última vez que estuve con un alfa... quedé embarazado y él se fue dejándome sin importarle sus dos hijos.
YoonGi se aferró todavía más a su cuerpo cuando mencionó aquel suceso.
—Pero yo no lo haré.
—Lo sé — JiMin dijo, sabiendo que sería así —. Me lo has dejado muy claro.
YoonGi soltó una risita que provocó varias cosquillas en el cuello de JiMin.
—Te lo juro, Park JiMin — el alfa se alejó de aquel escondite para poder mirarlo a los ojos —. No voy a dejar que nada ni nadie los separé de mí.
A JiMin siempre le gustó la forma en la que YoonGi hablaba en plural, mencionando a sus hijos sin dejarlos olvidados. Muy pocas veces había conocido hombres a los que les gustaba incluir a Soobin y Beomgyu en sus planes, Min YoonGi era parte de ese 1% y no quería perderlo.
Y por esta vez, se atrevería a confiar en el alfa, esperando que realmente fuera a cumplir con su palabra.
Una de las manos del mayor que se encontraba acariciando su cintura con cariño, subió lentamente por toda su espalda dejando un camino de cosquillas haciendo que JiMin se estremeciera ante su toque. Un jadeo se escapó de la boca del omega cuando el mayor mordió suavemente su labio inferior.
—YoonGi — el menor lloriqueo bajito —. Yo... no me siento listo.
—Lo entiendo — dijo, besándole con dulzura —. No tenemos que hacer nada.
Pero JiMin no pudo evitar sentirse mal por dejarlo de aquélla manera. Si bien no habían avanzado mucho, la sesión de besos apasionados que se habían dado desde hace 30 minutos había dejado a Min YoonGi con una erección muy notable. No se sentía listo para llegar hasta el final, pero tampoco quería dejar a YoonGi esperando.
Además, secretamente también lo deseaba.
Tomando el rostro del alfa entre sus pequeñas manos, se alzó un poco en aquella cama para poder unir sus labios de nuevo, esta vez dejando al hombre encima de él sin palabras.
—Podemos... — JiMin suspiró sintiéndose nervioso —. Podemos hacer otra cosa en su lugar, algo que pueda satisfacernos a los dos.
—¿Estás seguro de eso?— preguntó, dándole una sonrisa para no preocuparlo.
Él podía sentir los efectos de la droga en su cuerpo, quería atención pero si su omega no estaba dispuesto a hacer nada con él, no lo obligaría.
—Lo estoy — JiMin afirmó decidido —. Quiero hacer esto por ti.
YoonGi no dijo nada, simplemente se dejó manipular cual títere por aquel omega tan bonito que tenía bajo su cuerpo, sintió sus cálidas manos sobre su pecho, empujándolo para que pudiera quitarse de su cuerpo y aventarlo a la cama con mayor facilidad.
YoonGi quedó acostado en la cama, su espalda chocó con aquel colchón sintiendo el cuerpo del omega subirse a su regazo, un poco más arriba de su pelvis. Su respiración se cortó cuando lo vio desde abajo, quitándose aquella playera que traía puesta, dejando a la vista su perfecta y suave piel.
El omega se veía algo tímido sentado encima de él, pero aún así, este siguió con su objetivo de hacer sentir mejor al alfa. No estaba dudando en hacerle esto, tampoco dudaba que algún día llegaría a entregarse a él, pero JiMin quiere que cuando llegue ese día, pueda ser perfecto, sin ningún tipo de protección entre ellos, sin ningún impedimento, quiere que sea real, que ambos se sientan listos para estar juntos de por vida, sólo ahí habrá una marca en su cuello y un nudo en su interior. Pero por mientras, se encargarían de arreglar su vida para antes de entregarse mutuamente.
—¿Ya te había dicho lo precioso que eres?— las palabras de YoonGi enviaron una descarga eléctrica al cuerpo del omega.
Sus manos ásperas y grandes cubrieron su cintura, apretando un poco de estas para impulsarlo en su lugar. JiMin se encontró a sí mismo queriendo más que las manos del mayor en él.
—No — murmuró —. Pero ya lo he escuchado.
—Ah, por supuesto. — YoonGi bromeó.
JiMin soltó una sutil risita, inclinándose en su lugar para dejar un beso sobre los labios del alfa, profundizando este cuando sintió las manos del mayor apretarlo a su cuerpo y comenzando a subir y bajar por toda su espalda desnuda, llegando hasta el borde sus pantalones para luego deslizar sus manos dentro de este.
JiMin lanzó un grito que fue ahogado en la garganta del mayor cuando sintió aquellas manos dentro de sus pantalones, estaba caliente y podía sentirlo debajo de él.
El omega jadeó, buscando de alguna forma quitar aquel pedazo de tela que le impedía sentir por completo la entrepierna del alfa. YoonGi también lo hizo tan rápido como pudo, liberando a JiMin de su agarre, el omega se volvió a sentar sobre el para poder impulsarse en su lugar y quitarse aquellos pantalones que tanto estorbaban.
YoonGi aún traía puesto los suyos, sin embargo, también optó por moverse rápidamente para deshacerse de ellos. Estaba ansioso, como si nunca hubiera probado lo que era tener un omega en su cama, pero seamos honestos, nada del pasado se comparaba con tener a su predestinado justo frente a él, desnudo y dispuesto a todo.
YoonGi volvió a tirar de JiMin hacia su cuerpo, sintiendo como su piel chocaba contra su pelvis una vez más. El miembro del omega era tan lindo, no había visto a tantos hombres desnudos en su vida, tal vez cuatro o cinco, pero JiMin era definitivamente el mejor.
No era pequeño, al contrario, era largo y perfecto para poder cubrir con toda su boca, de sólo imaginarse aquella acción sintió babear la comisura de sus labios. Tomando entre sus manos una vez más aquella cintura, JiMin comenzó a moverse encima de él como si el simple toque de sus pieles fuera suficiente para darle aquel placer.
—A-ah... YoonGi — susurró, lanzando un fuerte suspiro cuando una de las manos de YoonGi tomó su erección para comenzar a bombear de ella.
Su cuerpo temblaba bajo aquel toque, haciéndole sumirse en una sensación de placer en pocos segundos, no podía evitar sentirse tan doblegado en tan poco tiempo, pero para él, un omega que ya tenía varios años sin tener contacto alguno piel a piel con otro alfa, era suficiente con tener las manos de otra persona sobre su cuerpo para volverse loco.
Confiado en el éxtasis que estaba sintiendo su cuerpo, YoonGi comenzó a presionar la punta de su miembro con cuidado, haciendo que JiMin jadeara suplicando por quitar sus manos y no hacer eso, pero YoonGi hizo caso omiso y siguió jugando con su miembro, delineando con sus dedos y apretando con su mano hasta llegar a la punta y apretar ligeramente aquel glande.
Cuando sintió el cuerpo del omega removerse encima de él avisando su orgasmo, YoonGi se negó a terminar aquello tan rápido, así que con un hábil movimiento capturando las caderas del omega, lo acomodó en la cama alzando su cuerpo encima de este. JiMin protestó cuando no sintió aquel liberador orgasmo que YoonGi le había robado.
—Espera un segundo — exclamó el alfa —. No puedo dejar que te pierdas la mejor sensación del mundo.
—¿Qué?— preguntó el omega cuando vio en aquellos oscuros ojos una pequeña llama de deseo.
YoonGi no respondió a su pregunta, por lo que tuvo que aguardar a sentir lo que le estaba diciendo. Dejó al alfa manipular su cuerpo como si fuera una muñeca de trapo para su entretenimiento, no protesto en ningún momento pues sabía que el mayor era el experto aquí, y él lo único en que pensaba era en conseguir su liberación.
YoonGi volteó su cuerpo de forma lateral, juntando sus piernas y haciendo que las apretara con toda la fuerza que tenía. JiMin no entendió para que lo quería así, pero lo hizo.
Cualquier otra protesta que saliera de su boca sólo se fue para deshacerse en gemidos violentos de placer. YoonGi se había atrevido a jugar sucio con él, incluso si no había ninguna penetracion eso lo hacía aún más tortuoso para el omega, quien sentí como la cosa entre las piernas del alfa se restregaba entre la abertura de sus piernas para simular estarlo follando.
Su corazón se sentía agitado, emocionado por el simple hecho de estar sintiendo aquella descarga de placer por todo su cuerpo, YoonGi lo tenía atrapado, con su polla entre sus piernas, follandolo duro y llevando sus manos a su pecho para acariciar aquellos oscuros pezones.
Sus labios se volvieron a encontrar, esta vez deseosos de probarse con toda el hambre del mundo, aunque fuera completamente asqueroso para algunos, JiMin estaba disfrutando de aquélla sensación entre sus piernas, porque se sentía tan real. Y de sólo pensar en lo bien que se sentía no dudó en imaginar como sería cuando estuviera pasando de verdad.
Y la sola imagen de Min YoonGi abriendo sus paredes anales para follarlo con fuerza contra el colchón hizo que se corriera en aquella cama, los hilos de semen se deslizaron fuera de su miembro, manchando parte de su abdomen y de aquélla cama.
JiMin descargó todo lo que necesitaba sacar en aquel lugar, quedando tan agotado como para poder caminar de regreso a casa. La sensación de tener a YoonGi entre sus piernas y torturandolo de aquélla manera le gustó tanto que probablemente soñaría con él durante los próximos días.
Pudieron haber pagado la habitación y quedarse toda la noche en aquel lugar, pero después de una hora JiMin recordó que tenía dos criaturas en casa esperando por él, y por mucho que quisiera quedarse toda la noche a lado de YoonGi, no podía hacerlo. Además, después de descargar sus energías la droga en el cuerpo del mayor pasó a segundo plano.
Así que ahí estaban, pasaba de la media noche y JiMin se encontraba siendo dejado en la puerta de su casa por YoonGi, quien se negaba a irse por el simple hecho de que se encontraba extremadamente feliz de tener la aceptación del omega. Con sus brazos alrededor de su cintura y procurando ser cuidadoso de no lastimarlo, dejó varios besos en sus labios como forma de despedida.
Si estaba en un sueño, no quería ser despertado nunca. Porque tener a Park JiMin entre sus brazos y correspondiendo sus besos mientras este lo abrazaba del cuello era todo lo que había estado queriendo.
—Tienes que irte — JiMin susurró, apartándose sólo unos cuantos centímetros de él —. Ya es muy tarde.
—Teníamos planeada una cita para hoy — YoonGi suspiró cansado —. Lo siento, no me arrepiento de lo que sucedió, pero tampoco quería ser encontrado en esa situación.
JiMin rió, robándole un beso de milagro.
—Honestamente, yo tampoco esperaba encontrarte de esa forma — acarició con suavidad su cabello —. Sin embargo, gracias por pensar en mí antes que acostarte con alguna mujer.
—Necesitan más que un poco de droga en mi vaso para hacer que te engañe — YoonGi dijo de forma seria —. Quiero que lo entiendas, JiMin, aunque no seamos nada oficial, para mí eres mi omega y siempre lo serás.
El menor respiró con fuerza, cerrando sus ojos mientras a su mente volvían aquellas palabras que el alfa había dicho cuando lo encontró en aquella habitación.
—Entonces, seamos algo oficial — dijo, dándole una leve sonrisa con toda la confianza del mundo. YoonGi se quedó mudo —. Mañana entro a trabajar temprano, tal vez a las 8:30, si quieres... podemos desayunar juntos.
YoonGi aún seguía sin decir nada, y JiMin tuvo mucha ganas de romper a reír.
—Tomaré tu silencio como un sí, nos vemos mañana. — dijo rápidamente, acercándose al alfa para poder dejar otro beso en sus labios.
Aunque YoonGi no reaccionó con rapidez, pudo devolverle la sonrisa al omega cuando este estuvo por cerrar la puerta de su casa. Y luego, todo lo que hizo fue sentirse muy feliz, volviendo a casa con una sonrisa en sus labios y una gran satisfacción por haber obtenido la aprobación del omega.
Su familia podía irse a la mierda, él elegía ser feliz a lado de lo que realmente quería, y JiMin era lo que anhelaba en su vida, incluso si él ya venía con dos alfas a su lado.
Holi, nuevamente estoy aquí, dejandoles un rápido capítulo para todos ustedes. Espero que les haya gustado. Creo que esta vez actualice un poco más rápido que otras veces, espero seguir haciéndolo así. Nos leemos luego. ♡
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