↳ 18: Trampa

—Entonces, ¿Quieres venir? También podemos vernos por aquí cerca, no creo que tarde mucho hablando con mi hermano.

—Bueno, te esperaré afuera.

—Bien, te veo en un rato — YoonGi dijo, una ligera sonrisa extendiéndose a lo largo de sus labios —. Procuraré encargarme de lo que sea que necesite rápidamente.

—Está bien, es tu hermano después de todo, tarda todo lo que quieras — la voz del omega se escuchó al otro lado de la llamada —. Voy a colgar, tengo que arreglarme.

—Te veo en unas horas. — dijo el alfa antes de que JiMin pudiera colgarle.

Cuando la llamada terminó, guardó su celular de nuevo en el bolsillo de su pantalón para después adentrarse en aquel bar donde su hermano lo esperaba. Había recibido una llamada del menor pidiéndole encontrarse en aquel lugar, no sabe porqué razón escogió este bar si no esta tan acostumbrado a tomar en lugares así, pero había decidido venir sólo porque es su hermano quien se lo pidió.

Al entrar en el lugar el aroma del tabaco y el alcohol era todo lo que podía olfatear, así como también su campo visual sólo se cubrió de algunas personas bailando y otras tomando en los sillones repartidos por todo el bar. Su hermano lo esperaba en la barra, se veía algo intranquilo por lo que YoonGi pudo darse cuenta que algo había pasado.

—Llegué. — anunció tomando el lugar a su lado, el menor le dio una leve sonrisa.

—Gracias por venir.

—No es nada — le sonrió tratando de transmitirle tranquilidad por lo rígido que se veía —¿Está todo bien? Cuando me llamaste te escuchabas un poco agitado.

—Sí, todo está bien, perdón si te asuste un poco — Minhyuk le dio una sonrisa —. Es sólo que... quería verte y hablar contigo, simplemente.

—¿Aquí?— YoonGi alzó una ceja dándole un vistazo a su alrededor —. Nunca vienes a este tipo de lugares, ¿Acaso sabes en donde estamos?

—S-sí... no, bueno, sólo quería reunirme contigo en algún lado, y bueno, había venido aquí en alguna ocasión. Así que creí correcto el lugar, después de todo, si quería hablar contigo tenía que ser en un lugar donde nuestros padres no nos encontrarán.

—Tienes razón — el alfa hizo una seña con su mano al barista para pedirle cualquier bebida con un poco de alcohol —¿Quieres contarme acerca de algo?

El menor asintió, comenzando entre balbuceos con un extraño relato acerca de cómo estaba yendo su nueva vida a lado de su esposa. Minhyuk era la clase de persona que solía desahogarse muy poco, sólo YoonGi sabía asuntos realmente personales e íntimos de su hermano, pues este le tenía más confianza a él que a sus propios padres.

Después de haber hablado y bebido durante casi 30 minutos, YoonGi se dio cuenta de que su tiempo se estaba acabando, según JiMin, estaría ahí dentro de una hora. Todavía necesitaba aclarar su mente y beber un poco de agua, pues había tomado dos vasos de licor en compañía de su hermanito, y por alguna extraña razón, estos le habían pegado demasiado fuerte.

A tal grado de que terminando el primer vaso comenzó a marearse poco a poco.

Su resistencia al alcohol comenzaba a ser cada vez peor. Estaba envejeciendo, de eso estaba seguro.

—Minhyuk... — YoonGi llamó su atención, observando como su hermano lucía completamente rojo de las mejillas —. Creo que debes ir a casa, yo-

—N-no, espera... es que todavía tengo algunas cosas que pedirte.

—Minhyuk — suspiró con pesadez —. Te aseguro que al igual que yo, ya estás mareado, así que por fa-

No terminó de hablar para cuando comenzó a sentir su lengua adormilada, las cosquillas comenzaron a aparecer en las palmas de su mano y se dio cuenta de que estaba sudando demasiado, porque de pronto se sentía muy abochornado. Su vista borrosa por el alcohol y humedad alrededor de sus ojos, le hizo saber que algo no andaba bien.

No, él no podía emborracharse con dos malditos vasos de alcohol tan fácilmente.

—Hija de puta.

Fue todo lo que YoonGi alcanzó a formular para después perder el conocimiento sobre aquella barra.

Lo único que pudo despertarlo lentamente después de aquella pérdida de conciencia, era la sensación de pesadez en su cuerpo, el calor que recorría desde su entrepierna y el ardor que sentía en la garganta, sumándole también el fuerte dolor de cabeza que parecía querer explotar su cerebro en cualquier momento.

Lo peor de todo es que, se había despertado por alguien, sí, alguien estaba sobre él y él no sabía exactamente quién era, pero podía escuchar la clara queja de su alfa al sentirse tan doblegado y sumiso a la fuerza, era un golpe total a la libertad y autoridad que su propio lobo tenía, y este se encontraba enojado y disgustado.

Claramente lo habían drogado, y claramente sabe quien fue, y por mucho que ame a su hermano, está seguro que él tuvo que ver con esto. La mujer que tiene como madre es la causante de esta clase de cosas, principalmente porque desde antes que él decidiera abandonar Seúl, su madre ya había intentado esta clase de actos sucios contra él, contratar mujeres para seducirlo, hacerle caer en el compromiso, dañarle la vida para que se quedara con ellos y se viera obligado a cumplir con su deber en la familia.

Puede que este drogado, puede que una fuerte ola de excitación lo esté llenando en estos momentos, pero su lobo no quiere a la persona que está ahí con él. Puede sentir sus manos y los besos de aquélla chica por su cuello, por su rostro, siente como le acaricia la entrepierna completamente excitada y YoonGi sólo quiere escupirle encima.

El aroma que su lobo percibe le hace arrugar la nariz, es un horrible olor a cigarrillos y alcohol del barato, combinado con alguna especie de galletas o harina. Odia ese aroma que no sabe si es de la chica o del entorno en donde está.

Y luego, mágicamente recuerda su cita con JiMin.

Joder, había prometido encontrarse con él después de hablar con su hermano, el omega dijo que lo esperaría cerca del bar y no sabe cuanto tiempo ha pasado. Sólo sabe que si JiMin se enoja con él, va a odiarlo por el resto de su vida por haberlo hecho esperar.

Como si el simple hecho de recordar a su predestinado le traje de vuelta a la realidad. Siente como su cabeza deja de dar vueltas y enfoca su vista en la habitación que está a oscuras, pero hay luces rojas brillando alrededor de ellos. De pronto, lleva sus manos a los hombros de la chica y cuando ella se emociona por tener la atención de YoonGi, el alfa la empuja lejos de su cuerpo haciéndola caer fuertemente al suelo.

YoonGi escucha los quejidos de aquélla mujer pero le importan muy poco en esos momentos.

—Mierda — murmuró el pelinegro, sintiéndose sediento debido a la droga que ha consumido —. Mierda...

Se levanta de la cama y busca sus pantalones, los cuales estaban tirados en alguna parte de la habitación, se los puso rápidamente con dificultad para después buscar el suéter que se había puesto ese día. Aún se sentía un poco mareado pero ahora era conciente de que debía salir de ahí y buscar al omega.

No podía dejarlo plantado, tenía que ir a buscarlo, y si JiMin se había enojado con él... entonces suplicaría por su perdón si era necesario. Lleva poco tiempo de conocerlo, pero hace algunos días, cuando se besaron en su casa aquella noche que la lluvia lo obligó a refugiarse en aquel lugar, las cosas habían cambiado entre ellos, habían comenzado a avanzar, y no iba a dejar que las estupideces de su madre lo arruinaran todo.

—Joder, ¿Dónde mierda está esa cosa?— murmuró, buscando su sueter por toda la habitación.

—¿A dónde vas?— escuchó la voz de aquélla chica  a sus espaldas —. Oye, te estoy hablando.

La mujer se le acercó, posando sus manos en la espalda desnuda del alfa, tirando un poco de su cuerpo para posicionarse delante de él mientras le impedía moverse por la habitación. YoonGi soltó un gruñido y sintió a la omega tensarse en su lugar, la apartó nuevamente pero ella siguió de insistente.

—Carajo, quítate de mi camino. — reclamó, tomándola del cabello para después aventarla a un lado, sin importarle lo rudo que estuviera siendo.

—Ah, oye. ¡Se supone que deberíamos estar en la cama! — gritó ella —¿Por qué quieres irte?

La mujer volvió a jalarlo del brazo, tratando de acercase de nuevo a él, esta vez logrando dejar un rasguño en su piel debido a sus uñas largas. Cuando el alfa conectó su mirada con aquellos ojos verdes de la chica, ella se puso tan rígida que le fue completamente fácil a YoonGi tomarla de la mandíbula sin cuidado alguno para luego azotarla contra la pared.

La mujer llevó sus manos al brazo de YoonGi, tratando de quitárselo de encima.

—Escúchame bien — decretó el alfa —. Lo que sea que mi madre te haya ordenado hacer déjalo por la paz antes de que te vaya peor a ti. Al único que deberías tenerle miedo por la forma en la que te puede arruinar la vida, es a mí. Así que tomas tus mierdas y lárgate de mi vista, porque ni estando drogado me acostaría con alguien que no es mi omega.

Cuando observó cómo el rostro de la chica comenzaba  ponerse rojo, la soltó abruptamente para después de alejarse de ella. Grande fue su sorpresa al ver por el rabillo del ojo como la puerta de la habitación se encontraba abierta, y la figura de alguien se asomaba por esta.

A YoonGi se le congeló la sangre cuando enfocó el cuerpo del omega ahí, justo frente a ellos, observando como el alfa estaba sin camisa y como había una mujer semi desnuda en la misma habitación que él.

—Ji-JiMin... — murmuró con dificultad.

El omega permaneció quieto en su lugar, por primera vez en su vida, no huyó de ahí como un cobarde, aunque quería salir corriendo para volver a casa y refugiarse en su habitación hasta llorar, no lo hizo. Tal vez porque sintió que no era lo correcto.

Tal vez porque escuchó todo lo que YoonGi dijo.

Tal vez porque tenía muchas ganas de aferrarse a YoonGi y nunca más soltarse.

Entonces, cuando el alfa comenzó a tartamudear para explicarle lo que había pasado, JiMin se adentró en aquella habitación con el sólo objetivo de tomar a la mujer del brazo para tirarla fuera de ahí, importándole muy poco si ella aún seguía sin ropa para ponerse, cerró la puerta con seguro y lo siguiente que hizo, fue ceder ante Min YoonGi.

El alfa se quedó inmóvil cuando sintió como JiMin se acercaba a él para tomar de sus cuello y subir hasta juntar sus labios en un casto beso. Jadeó de gusto cuando el omega subió sus manos hasta su cabello para tirar lentamente de él.

—JiMin, espera. Yo-

—No tienes que decir nada — el omega suspiró contra sus labios —. Escuché suficiente.

YoonGi tragó con dificultad, como si una piedra gigante se hubiera atorado en su garganta.

—¿Qué tanto? — cuestionó con algo de pánico.

JiMin sonrió sutilmente cuando observó la mirada de angustia en aquel fuerte hombre. Sintió un cosquilleo en el estómago de sólo imaginar que YoonGi estaba preocupado por lo que él pensara.

—Lo suficiente como para decidir quedarme en vez de huir — el omega observó sus brillantes ojos, bajando lentamente hasta su mandíbula —. Yo... no creo que pueda encontrar otro alfa que sea capaz de elegirme a mí antes que a otra persona, incluso cuando no está en sus cinco sentidos.

Y con aquella dicho, se atrevió a cortar la distancia que había entre ellos una vez más, esta vez besándole con autoridad y emoción, jugando con sus cabellos de manera lenta y logrando estimular sus sentidos a través de su lengua. YoonGi jamás había experimentado algo como eso, esa sensación de haber hecho algo bien, de sentirse satisfecho y completo con el simple hecho de tener al omega junto  él.

Pero se sentía tan bien, tan diferente y correcto, que no dudo en atrapar el cuerpo del menor entre sus brazos para cortar cada centímetro que los separaba, buscando encontrar algo más allá de sus besos.

—Deberíamos parar... — YoonGi susurró contra sus cálidos y brillantes labios.

—Sí... deberíamos — jadeó el omega, deteniéndose un segundo para apreciar aquella boca — ¿Deberíamos?

YoonGi sonrió de lado cuando las palabras del omega le dieron a entender lo contrario, volviendo a unir sus labios sin importarles el lugar en donde estaban ni lo que estaba por pasar.










Holaaa, regrese de nuevo. Creo que comenzaré a actualizar otra vez esta historia.♡

Bye bye.

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