↳ 07: Acuerdos


Los días transcurrieron normal para JiMin, después de aquel encuentro que tuvo con el Alfa, no volvió a verlo. Era probable que la conversación que tuvieron le haya dejado en claro que no iban por el mismo camino.

Aún recuerda con exactitud la manera en la que su lobo se había sentido, estando encerrado en una habitación con su predestinado. Había sido toda una tortura para JiMin, porque su lobo no paraba de sentirse feliz, emocionado y con todo el positivismo que pudiera conocer. Por primera vez en tantos años, su lobo se había sentido más potente en él.

Y estaba seguro de que YoonGi estaba igual, pues debido a eso, se pudo percibir las feromonas de ambos durante el tiempo que estuvieron encerrados.

Sólo habían hablado sobre el tema, aunque quisieron hacerse un poco tontos, no pudieron. Era evidente lo que les sucedía a ambos.

Sin embargo, JiMin le dejó muy en claro que no estaba obligado a corresponderle, que ambos eran personas con diferentes objetivos, diferentes gustos y vidas. YoonGi era el hijo mayor de la primer familia Min, esa un alfa de importancia, con ocupaciones distintas. Y él sólo era un omega común, padre de dos niños que no eran hijos de su predestinado, y muy por debajo de la clase social a la que YoonGi pertenecía.

Todavía recuerda como creyó que YoonGi dejaría de interesarse en él cuando se había enterado de que tenía dos hijos. Dos hijos con otro alfa.

Honestamente, no esperaba que el alfa se pusiera celoso porque su omega predestinado ya había tenido algún encuentro sexual con otra persona. Pero sí llegó a pensar que el alfa le propondría un acuerdo, tal vez un chantaje o amenaza para que él no le dijese a nadie sobre que eran predestinados.

Sin embargo, en lugar de eso, pidió sólo explicaciones de las cuales ninguno obtuvo una buena respuesta. Y es que ninguno de ellos había estado preparado para encontrar a su pareja destinada.

Es decir, YoonGi regresaba de Suiza sólo para asistir a la boda de su hermano, por petición obligatoria de su madre.

Y JiMin sólo había sido contratado para organizar la boda, joder no, esto no podía ser obra del destino ni de la diosa luna. Él ya no creía en eso, como sinceramente, nadie hacía lo hacía.

Esas historias de los predestinados, aquellos que se encontraban en su forma animal, los que solían vivir en tribus, manadas y reinos, ya no eran más que palabras escritas en libros impresos.

Sus hijos habían estado insistiendo en saber lo que pasaba entre Min YoonGi y su padre.

Beomgyu y Soobin afirmaron conocer al Señor Min porque era sumamente poderoso al igual que toda su familia, y ellos habían visto revistas impresas y noticias en internet sobre él. JiMin no les pudo decir mucho, porque sus hijos no podían enterarse, todavía no.

Y si nunca se enteraban, mucho mejor.

Ellos no necesitaban hacerse ilusiones con que su padre había encontrado a su predestinado, no debían imaginar una familia. Porque ambos eran de mundos completamente diferentes, no había tiempo para cuentos de hadas en dónde rompían las reglas e iban contra todo para estar con su verdadero amor.

—Oye, JiMin — la voz de Felix lo sacó de su imaginación —. Tus hijos llevan llamando desde hace veinte minutos, ¿vas a atenderlos?

—¿Han llamado? Pero deberían estar en clases — suspiró con frustración —, voy a matarlos si se fugaron de la escuela sólo para venir a molestar.

Felix rió bajito y negó con diversión, JiMin podía ser muy exigente con sus hijos a veces. Pero aquellos dos alfas tampoco ayudaban mucho.

—Ahora no me responden, claro — rodó los ojos con frustración —, adolescentes. — suspiró, llevó sus manos hasta la frente para recargarse contra ellas.

—¿Ha sido difícil? — preguntó el otro omega.

JiMin alzó el rostro y negó.

—No, no esta siendo difícil, después de que hablamos no nos hemos vuelto a ver, lo cual está bien para mí. Pero mis hijos... dios, ellos no han parado de preguntarme sobre YoonGi y del por qué casi me secuestró aquel día. — contestó escuchando la suave risita de su amigo.

—Ellos sólo son curiosos, quieren lo mejor para ti. Son alfas, está en su sangre ser protectores y demandantes, ya sabes, nunca van a dejarte solo por el simple hecho de que eres su único padre, ellos saben lo mucho que los cuidaste y lo mucho que sufriste para salir adelante — Felix le sonrió gentilmente —. Incluso cuando encuentren una pareja, ellos seguirán preocupándose por ti, porque son tus hijos.

El otro omega no pudo evitar formar un puchero con sus labios, se sentía molesto, abrumado y algo triste porque Felix tenía razón. Sus hijos lo quería y siempre trataban de cuidarlo, se tenían el uno al otro, siempre han sido sólo ellos tres.

Por muy egoísta que suene, JiMin no quiere que YoonGi altere ese camino en su vida.

Nadie le podía asegurar que Min YoonGi se quedaría con él para siempre sólo por ser su predestinado, incluso entre ellos mismos podía haber infidelidad, malentendidos y peleas que harían que el amor se acabe poco a poco. Además, Min había sido quien decidió alejarse de su familia para no involucrarse en un matrimonio arreglado, ¿quién le aseguraba que YoonGi querría tener otro compromiso con su predestinado?

Dios, no.

Preferiría que todo siguiera igual.

No es como si extrañara la presencia del alfa, es decir, no habían estado muchos días juntos, pero su lobo anhelaba sentir ese aroma que cubría a su alfa, y JiMin ya se había gravado ese olor en sus fosas nasales.

Le provocaba una extraña sensación en el estómago.

—Debo estarme volviendo loco. — murmuró el omega, mientras continuaba en su trabajo.

—¡Hey, chicos! Miren a quienes me encontré de camino aquí — la voz de Hyunjin llamó la atención de ambos omegas, haciendo que voltearan a verlo enseguida. Detrás de él, dos adolescentes venían desesperados y riendo entre ellos mismos, no obstante, algo más llamó la atención de los omegas — Ah... y traen un amigo con ellos.

—¡Papá! ¡El señor Min ha venido a verte!— el grito que pegó Beomgyu casi le saca el corazón del pecho.

JiMin se levantó de su asiento con las piernas temblando cuando observó al alfa de la familia Min seguir por detrás a sus dos hijos.

—Esto debe ser una broma. — jadeó con sorpresa al ver a los tres alfas en aquel lugar.

Las miradas de los demás trabajadores se pusieron sobre ellos cuando entraron en el lugar. El edificio donde trabajaba era de tres secciones, la recepción y oficinas para agencias y atención al cliente, la segunda parte donde estaban los organizadores de la publicidad y por último, el tercer piso donde se encontraban ellos, los organizadores de los eventos.

Min YoonGi probablemente ya había sido visto por todo mundo en aquel lugar, y que su hijo haya gritado aquello a los cuatro vientos, sólo lo ponía más nervioso.

—¿Qué están haciendo aquí? ¿Qué hacen ustedes aquí? Se supone que deben estar en clases. — JiMin los regañó al ver lo despreocupados que estaban sus hijos.

—El señor Min nos encontró en la escuela, él te estaba buscando a ti. — Soobin contestó, mirándolo con una sutil sonrisa que demostraba más allá de sus sentimientos. Probablemente su hijo ya se había dado una idea de lo que estaba sucediendo.

JiMin se quedó mudo, no sabía que decir o siquiera como mirarlos, estaba perplejo por dos cosas. Min YoonGi lo estaba buscando de nuevo, y usaba a sus hijos para llegar a él. No, no iba a permitir eso.

Pero cuando endureció la mirada y trató de verse intimidante y serio para los tres alfas, no pudo decir nada coherente, porque no encontraba las palabras para regañarlos.

—Ustedes son algo... — suspiró con pesadez, rodó los ojos y trató de concentrarse —, no pueden estar faltando a clases de esta manera sólo porque sí — JiMin les dijo, tratando de no trastabillar mientras los regañaba —. Y tú, deja de sacarlos de la escuela, mis hijos necesitan concentrarse en sus estudios, no necesito que los andes acarreando sólo para buscarme.

La forma en la que le había hablado a Min YoonGi hizo que los presentes quedarán sorprendidos. Sobre todo aquellos que estaban lo suficientemente cerca de ellos como para escuchar lo que había dicho.

Felix casi escupe la saliva de su boca cuando escuchó la forma tan natural con la que atacó a ese hombre. Evitó reírse cuando Hyunjin le tapo la boca para que no soltara en carcajadas y llamara la atención de todos, especialmente de la parejita que se encontraba teniendo una pequeña pelea de -no- pareja.

—Pero papá, el señor Min dijo que no sabía dónde encontrarte, y no nos sacó de la escuela, nosotros nos ofrecimos a traerlo aquí. — contestó Beomgyu.

—Sí, YoonGi hyung sólo dijo que quería verte y que luego hablaría con nosotros, no te enojes con él, fuimos quienes nos salimos de la escuela sin avisarle a nadie. — esta vez fue Soobin quien habló en nombre de YoonGi.

JiMin se quedó callado, sorprendido y algo abrumado ante las respuestas de sus dos hijos. ¿YoonGi hyung? ¿Por qué carajo ahora le hablaban con tanta confianza? YoonGi era mucho mayor que ellos, y no tenían ninguna relación tan estrecha como para tenerse tanta confianza en tan poco tiempo.

—Esto... dios mío. — JiMin llevó sus manos hasta sus cabellos para tirar ligeramente de ellos.

—No te enojes con ellos — YoonGi interceptó entre su discusión, su voz saliendo igual de ronca y profunda como las otras veces —. Es mi culpa, estaba tratando de buscarte y se me hizo fácil pedirle ayuda a tus hijos.

JiMin dejó escapar un fuerte jadeo, su pecho dolía por alguna extraña razón, y se encontraba extrañamente relajado y tranquilo, tal vez un poco nervioso y ansioso porque estaban llamando la atención de muchas personas. Pero ya no tenía la preocupación de entrar en un golpe de calor en el momento que tuviera a Min YoonGi frente a él.

Tal vez su lobo se había acostumbrado a él.

—Ustedes quédense aquí, y tú, ven conmigo. — le dijo a YoonGi, quien sin quejarse o responder algo, siguió a JiMin en silencio hasta que estuvieron en un lugar encerrados.

Por muy extraño que pareciera, Min no podía evitar sentirse bien cuando seguí a ese chico de baja estatura y su aroma lo golpeaba por detrás. Podía sentir como su lobo se emocionaba y se encontraba complacido con el simple hecho de encontrar ese olor.

—¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres? Creí que las cosas habían quedado claras después de hablar aquélla vez. — JiMin fue el primero en hablar, el omega lo observaba con un poco de dureza y miedo.

Y YoonGi se encontró a sí mismo queriendo transmitirle confianza.

Parpadeó continuamente mientras desviaba la mirada lejos de aquel precioso chico, observó todo a su alrededor dándose cuenta de que estaban en una acogedora oficina, algo amplia y bien cuidada.

—Las cosas quedaron claras, JiMin.

Escuchar su nombre salir de entre sus labios le hizo temblar, el omega juraba que si volvía a repetirlo se desplomaría en ese mismo instante, quedando en completo ridículo porque resultaba que era débil ante la voz de un alfa.

—Mi familia me pidió que me contactara contigo de nuevo — la expresión del omega cambió por completo a una preocupada —. Me dijeron que tienen una propuesta que plantearte, dentro de dos semanas será la última revisión de ganancias empresariales de la familia. Es un evento importante, y quieren que tú lleves el control de dicho evento.

Todo el cuerpo del omega se puso rígido en cuanto escuchó aquello. El evento del que Min YoonGi le estaba hablando era uno de los eventos más grandes en la famosa familia Min. Esta cena, se hacía en los últimos meses del año, el conteo se hacía cada tres meses, el último se hacía en cualquiera de los tres meses finales del año, todos los inversionistas y colaboradores de mayor rango y empresas se reunían con los Min, porque desde luego, al ser socios, tenían que hablar sobre las ganancias, y esa cena era donde hablaban de ello.

Primero, aceptaría porque podría cobrar bien su trabajo. Segundo, sólo aceptaría porque se lo estaban pidiendo, ¿no podía rechazar la oferta o sí?

—No es negociable, ellos quieren que te hagas cargo sí o sí. — YoonGi llamó la atención del omega, quien frunció el ceño ante la forma tan natural en la que lo dijo.

—Tengo cosas más importantes que hacer. — mintió.

¿En serio se estaba inventando eso sólo porque Min YoonGi lo estaba tratando como el empleado de su familia? Sí.

—No lo creo — bufo el alfa —. Cualquier evento que tengas puedes cancelarlo, mi familia te pagará el triple de ser necesario.

JiMin jadeó con sorpresa, una risita poco divertida se le escapó, haciendo que YoonGi pusiera toda su atención en la forma en sus labios esponjosos se torcían por la risa.

—Ustedes lo ricos piensan que pueden comprarlo todo — JiMin rodó los ojos —. Yo pondré el precio, y no cancelaré mi trabajo ya agendado, muchas parejas esperan casarse en estas épocas. Pero para que el evento sea de su agrado, tendré que ponerme de acuerdo con la señora Min, frente a frente. Sé que es una mujer ocupada pero me es difícil cumplir con sus expectativas si no tiene tiempo para decirme con detalle cómo quiere el evento. ¿Creés que ella tenga tiempo?— se cruzó de brazos, mientras alzaba una de sus cejas, mirando fijamente al alfa frente a él.

—Ella no tiene tiempo — mintió, causando confusión en JiMin —. Cualquier cosa que quieras arreglar acerca del evento, será conmigo y sólo conmigo. Así que si lo deseas, podemos salir a tomar un café desde ahora y ponernos de acuerdo, después se todo, queda poco tiempo.

La graciosa expresión que puso JiMin en el rostro causó un pequeña sonrisa en YoonGi, el omega se sintió avergonzado, un poco molesto también porque sabía que YoonGi se estaba burlando de él. Quería tanto borrarle esa sonrisa de suficiencia de la cara.

Sin duda alguna, serían unas largas semanas.











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Una disculpa por tardar tanto en actualizar, tuve que salir de mi casa por una emergencia y me fui a un pueblo sin conexión. Pero ya volví y con un nuevo capítulo, espero que les guste. 💗

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