↳ 05: Padres
Los padres de JiMin siempre habían sido de lo más cariñosos, dándole cualquier clase de apoyo siempre que lo necesitara. Sus padres amaban a sus hijos, eran los consentidos de aquella pareja de esposos, y JiMin los comprendía, todo el mundo parecía caer bajo los encantos de los alfas.
Después de haber trabajado medio tiempo y partir a casa, se llevó con la gran sorpresa de que sus padres los habían ido a visitar.
No es que no le agradara tenerlos ahí, pero tampoco estaba mentalmente preparado para hablar con ellos. Porque estaba seguro de que sus dos alfitas ya le habían comentado a sus padres sobre lo que sucedió aquel día.
De sólo pensar en que tenía que darles explicaciones acerca de eso, se le ponía la piel de gallina. No deseaba sacar el tema de nuevo, principalmente porque había tratado de ignorarlo desde que sucedió, y estarlo recordando cada vez que tenía que hablar de eso a las personas que lo rodeaban, no era precisamente de ayuda.
—Mamá, Papá, ¿qué hacen aquí?— preguntó, dándoles un casto beso a cada uno en su mejilla.
—Oh, queríamos venir a verlos un rato — su madre habló —, decidimos ir a cenar algo con los chicos, cámbiate para que podamos ir todos juntos.
JiMin soltó una risita.
—No Mamá, creo que yo paso por hoy. — dijo, esperanzado con escapar de sus planes.
—Pero hijo, siempre estás ocupado con tu trabajo, deberías aprovechar el tiempo con tus hijos, además, ellos quieren ir a tu restaurante favorito para complacerte.
El omega rodó los ojos. Ese restaurante realmente no era su favorito, simplemente la comida que servían era de calidad y el lugar era cómodo. Aún así, prefería mil veces comer unas brochetas de cerdo sobre la banqueta o un ramen instantáneo de la tienda de conveniencia.
—Papá — la queja que salió de sus hijos le hizo suspirar fuertemente, esos dos niños estaban poniendo su mejor cara de cachorros tristes, esperando convencer a su padre omega —. Sólo será un ratito, después volveremos a casa y-
—Bien, bien — cortó sus palabras —, vamos entonces — dijo, moviéndose hasta las escaleras de su hogar —. Pero nada de ordenar comida picante, saben que les hace daño consumirla mucho noche.
Escuchando los reclamos molestos de sus hijos, subió las escaleras con una sonrisa en su rostro. Se cambió rápidamente, poniéndose simplemente un suéter con cuello de tortuga color negro y su abrigo por si comenzaba a hacer mucho frío.
Se cambió los zapatos por unos más cómodos, y por último, fue al baño para tomar unos cuantos supresores.
Desde que se le había adelantado el celo hace unos días, ahora no paraba de salir de casa sin llevar más supresores. No estaba dispuesto a pasar de nuevo por lo mismo, su sistema podía tomar control de él mismo en cualquier momento, y lo que menos necesitaba era tener que revolcarse con un alfa por accidente y quedar, nuevamente, preñado.
Ya no estaba para cometer esos pequeños deslices.
Afuera el clima comenzaba a ponerse feo, la copa de los árboles se movían con fuerza al igual que las ramas, las cuales dejaban caer varias hojas por todos lados. El cielo se oscureció tan pronto como ellos llegaron al restaurante, JiMin no estaba para nada impresionado de ver como había tanta gente en aquel lugar.
Por lo regular siempre estaba lleno, hoy un poco más que otros días, pero sus padres e hijos quisieron entrar de todos modos. La mesa en donde se acomodaron quedaba en la misma sección que los baños, así que suspiró aliviado al ver que estaba lo suficientemente cerca si le surgía un problema.
De cualquier tipo.
Después de ordenar cada quien su comida, se sumergió en una gran platica con sus padres, acerca del tema que no quería tocar.
—¿No te dijeron nada después de lo que sucedió en la boda de los Min?— su madre preguntó.
—No, Mamá. Todo está bien, aunque sí se dieron cuenta, ellos comprendieron que fue algo de último momento. — mintió, porque sus padres siempre habían tenido en claro la mala imagen y actitud de los Min con sus empleados.
Y aunque JiMin no fuera empleado de ellos, claramente fue la familia quienes lo contrataron para la boda.
—Escuche que la familia Min cada día gana más dinero — su madre, Hyunsu, declaró mientras veía a su padre —, no cabe duda de que son unos hambrientos, cada vez que parpadeo ya tienen un nuevo integrante en su familia por un acuerdo nupcial.
—Pobres de los hijos que vienen en camino para esa familia. — respondió su padre, Haewon.
JiMin decidió no temerse entre entre platica, suficiente tenía con recordar al hijo mayor de los Min, no quería siquiera tener que imaginarse a toda la familia. Esa, jodida y poderosa familia que parecía nunca tener suficiente.
—Sabes como es esto — su madre volvió a hablar —, ellos sólo piensan en seguir expandiéndose, entre más personas haya en la familia, mejor para ellos. Eso significa más hombres y mujeres para comprometer, por lo tanto hay más dinero.
Por alguna extraña razón, JiMin comenzó a detestar el rumbo de su conversación. Escuchar acerca de la familia Min no le gustaba, tener que oír todo el tiempo como eran unas de las familias más importantes en la ciudad no lo hacía más fácil para él. Principalmente porque ahora tenía conocimiento de que su predestinado formaba parte de aquélla familia.
—Por favor, JiMin, sólo involucrate con ellos si es por trabajo — su padre le dijo —, no es como que ellos quieran hacerse amigos de las personas que están fuera de su clase social, pero en caso de que así sea, evita todo contacto con ellos.
El omega sólo rodó los ojos.
—No me interesa nada de esa familia — contestó con firmeza —. Sólo hago mi trabajo, quédense tranquilos.
—Eso es bueno, todos estamos bien con el orden natural de las cosas, ellos con los suyos, y nosotros con los nuestros.
JiMin no estaba muy seguro de lo que su madre había querido decir, pero sabía que se refería a las clases sociales. Era evidente, para todos, que por mucho que la familia Min fuera muy buena con sus donaciones a los más necesitados, y sus obras de caridad, ellos nunca se sentarían a tomar una taza de café con esas personas.
Después de que su comida llegó, pasaron el resto de la cena conversando acerca de otras cosas, sus padres hacían preguntas sobre el trabajo, los gastos, la escuela de los niños y sus calificaciones. Era agradable para el omega estar conviviendo con su familia por unas horas.
—Iré un momento al baño — dijo el omega cuando terminó de comer —, vuelvo en un segundo.
Se levantó, alejándose lo más rápido posible, pues había comenzado a sentirse un poco mareado de nuevo. Se encerró en uno de los cubículos, esperando que el mareo bajara, o simplemente que el vomito saliera, pero nada pasaba.
Respiró tranquilamente, tratando de controlar su mareo. Salió del cubículo para poder echarse un poco de agua en el rostro, y una vez que se sintió mejor, caminó fuera de aquel baño.
Se sentía extraño, vigilado y su lobo comenzaba a ponerse inquieto, inspeccionó casi todo el restaurante, como intentando encontrar rastros de aquélla persona. Agradeció internamente cuando no vio a nadie, todos estaban en su lugar, comienzo y concentrándose en ellos mismos.
Cuando fijó su atención en la mesa donde estaba su familia, se paralizó unos segundos al ver a aquel alfa sentado en una de las sillas de su mesa. Rodó los ojos, se encontraba un poco disgustado ahora mismo, al ver a Jeon Jungkook ahí, con tanta confianza hablándole a sus padres.
Seguramente sus hijos ya debieron andar de lengua suelta y sus padres pensarían que Jungkook es su pretendiente.
Suspiró con fuerza y decidido a enfrentar la situación, caminó directamente hasta su mesa. Sin dejar de sentirse observado, pero sin haber encontrado a aquel alfa que, para su mala suerte, estaba unas mesas atrás de él.
———— 🍒 ————
Bueno, ya se viene un poco más de interacción entre esos dos.
Quiero decir que, nunca he sido muy fan de poner a los mismos bts como contrincantes, o poner a alguno de ellos como el malo, o con una actitud cuestionable, pero ya era hora de escribir algo así.
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