El cazador y la sanadora (Parte 5) Humana o no, no importa

 - ¿Una... hueca?

Jack parpadeó un poco confuso. Aún no asimilaba todo lo que estaba ocurriendo.

 - Es normal encontrar huecos en lugares lejanos... pero es un estado degenerativo que consiguen sus habitantes. Zoba es una hueca creada por mí - dijo volviéndola a mirar - Un no muerto... vivo.

Zoba volvió a esconderse un poco tras el hombre al ser tan observada por Jack, pero él no le dejó.

 - Que no te de vergüenza mostrar lo que eres... - le susurró.

Zoba dio una pequeña sonrisa y se rascó un brazo un poco nerviosa.

 - Pero... si hace unos minutos tú eras humana... ¿cómo...?

 - No es fácil de contar... pero estoy aquí. Estoy bien y... creo que... si tú me aceptas así y no te asusto... eso me ayudará a quererme y sentirme mejor conmigo misma - ella miró sonriente al hombre a su lado - Micolash... es el único que puede devolverme a mi forma humana.

Micolash le respondió con una sonrisa alargada y orgullosa. Disfrutaba de la presencia de su compañera hueca, algo bastante raro para él.

Jack le observó. Micolash... sí, ella le había llamado así. Se confirmaba que era el hombre que hace tiempo hizo tales cosas... en Yhar'Gul y alrededores. Investigador, científico, innovador... despiadado y cruel. Zoba no esta segura tan cerca de él, a saber que tramaba. Ella se acercó hasta Jack y dudó un poco en tomar sus manos, hasta que lo hizo. Tenía las manos bastante frías.

 - Jack... ¿estás enfadado conmigo?

 - No, no... sólo que me haces jugar de noche al escondite, me lías de alguna manera para traerme aquí, me engañas para que no traiga armas, corro como no he corrido nunca huyendo de monstruos de un lugar desconocido porque no puedo defenderme, no encuentro ninguna lámpara, y ahora me dices que eres... lo que eres, y que estás aliada con el científico loco. ¿Y me preguntas si estoy enfadado contigo?

 - Pero... no es así... - ella puso un puchero.

 - ¿Qué no es así, Zoba? - no gritaba, pero tenía un gesto duro agarrándola por las muñecas.

 - No del todo así... - si tuviese orejitas de cachorro estarían bajadas y escondidas - No quería que llevases armas porque sabía que harías daño a Micolash...

 Apretó sus muñecas y ella dio un gemido. Jack notó detrás de él un ligero movimiento con olor a incienso.

 - Suéltale. Le haces daño.

El hombre tenía la voz bastante fría y cortante como un cuchillo helado, y Jack no le iba a soltar porque él se lo dijese, sino porque sí le estaba haciendo daño. Soltó despacio y ella se frotó las muñecas.

 - Jack... quiero hablar las cosas y contártelo todo... se que no es justo lo que te he hecho...

Micolash caminó despacio hasta su lado con una larga sonrisa de lagarto.

 - Zoba... podrías llevarte a tu... amiguito a dar un paseo por la Pesadilla... mientras conversáis. Eso sí, si él vuelve a levantarte la mano... le van a caer unos... latigazos...

La lenta pronunciación de Micolash mezclada con su acento hipnotizante le daba a Jack un escalofrío por la espalda, sumado a su sonrisa de lagarto escalofriante. Le pareció ver uno de los brazos de Micolash moverse de una forma extraña, como si fueran unos grandes tentáculos bajando por su manga, pero debió haberlo imaginado.

 - No te preocupes ^^ - ella se giró a verlo sonriente - Jack sería incapaz de hacerme daño, estoy totalmente convencida.

Micolash la miró fijamente con una cara más seria y giró sus ojos hacia Jack. Luego los cerró y empezó a caminar.

 - Disfrutad de las vistas... ya nos veremos...

Dicho esto desapareció por unos pasillos. Jack miró a Zoba suspirando y se puso las manos en las caderas. Ella le miró contenta. Sabía que Micolash los estaría vigilando en todo momento, pero eso no sería un problema. No había nada malo entre ellos ni nada de que molestarse.

 - ¿Caminamos?

Jack empezó a caminar callado y ella le siguió feliz dando unos saltitos. Al rato, Jack rompió el silencio mientras se ponía bien la gabardina.

 - Zoba...

 - ¿Sí? Pregunta lo que quieras...

Él jugó con una de sus rastas mirando al frente.

 - ¿Has muerto... verdad?

Ella sonrió tristemente mirando al frente.

 - ¿Te acuerdas de cuando me preguntaste desde cuando no me daba miedo caminar sola y te respondí que cuando estaba viva sí? Pues... no era broma después de todo... Llevo muerta muchos años...

 - ¿C-Cuántos? - le costó pronunciar.

 - No lo sé, Jack... el tiempo pasa diferente para un muerto que para un vivo... - ella seguía caminando feliz con sus brazos tras la espalda.

Él miró al suelo mordiéndose el labio. Ya sería fuerte preguntarle quién, cómo, dónde, por qué...

 - Bueno... el caso es que morí y cuando abrí los ojos... estaba aquí. En una camilla tumbada, tapada por sábanas... viendo la sonrisa de Micolash. Había vuelto a vivir... gracias a él. La persona que me sacó de la muerte para darme otra oportunidad y me hace vivir feliz.

Se pararon en un balcón y ella se sentó en la barandilla.

 - Él... él es...

 - Sí, él es la persona a quien he encontrado - ella asintió felizmente.

Él empezó a caminar en círculos con un claro nerviosismo y un resoplido.

 - Venga ya... venga ya Zoba... ¿¡pero tú lo has visto?! ¡No es ni medio normal! ¡Que tiene más años que un faraón, que es más feo que pegarle a un padre y está como una cabra! ¿No has leído nada sobre Byrgenwerth y este hombre? ¡Que es un viejo verde, que no me da la gana!

Ella sonrió asintiendo y se aguantaba la risa.

 - Hablas de Micolash como si fuese mi pareja o algo... - dijo tapándose la boca, pues no quería que Jack viese como sus cicatrices que le partían las mejillas se abrían dándole parecer una boca enorme y horrible.

 - ¿Eh? - él parpadeó.

 - No lo es... no es una relación amorosa... - ella no dejaba de sonreír, le hacía gracia la situación - soy como su... protegida. Cuida de mí, me escucha, me convierte en humana cuando me vuelvo hueca de nuevo... es raro, estoy segura que no es así en realidad, pero no finge.

Jack alzó una ceja. Eso no le gustaba demasiado.

 - ¿Y... cómo te convierte en humana otra vez?

 - En una de sus investigaciones descubrió algo que nunca salió a la luz. Presta atención, es algo que no está escrito, pero tienes que guardar el secreto... A partir de su elevada lucidez, puede transformarla y producir una cosa que llama "Humanidad", que devuelve un estado muerto a uno vivo. Decidió usarlo para él, para poder vivir con la Pesadilla creada y él estar en el mundo de la vigilia, para engañar un poquito a Mergo... pero no funcionó. Y en sus experimentos pues... aparecí yo, que sí servía conmigo. Sé que la historia tiene huecos en blanco, y tengo que preguntarle por ellos, porque no sé ni cómo llegué aquí por primera vez.

Ella dio un suspirito moviendo las piernas sentada y mirando el paisaje.

 - A cambio de su bonita acción por mí, yo viajo por el mundo siendo humana, gracias a su Humanidad. Voy a lugares lejanos, investigo, recorro lugares nuevos, y recolecto objetos curiosos. Busco cosas que le interesan: magia, hechizos, piromancias, milagros... y se los traigo para él. Las armas no le interesan, así que si me gustan, me las quedo en mi casita de Yahar'Gul.

Ella contaba sus cosas con gran alegría y felicidad. Se sentía feliz, importante, útil y querida. Tenía todo lo que quería: poder, viajar, grandes dotes de curandera, curiosidad satisfecha, una persona que la hacía sentir querida... pero no tenía a su amigo de la infancia. Así que ahora que estaba con él se sentía muy realizada y completa.

 - A mí no me gusta eso - dijo Jack negando - Aquí hay cosas raras, ¿no las ves? Tienes que salir de aquí y dejar de hacer esto. Estás recolectando una enorme cantidad de información a un científico loco que destrozó un pueblo entero por su ambición con los Grandes, Zoba... 

 - Micolash es feliz con eso. ¿Qué tiene de malo devolverle el favor de hacer feliz a la persona que me ha dejado vivir de nuevo?

 - Zoba, no nos estamos entendiendo... - él se sentó a su lado - Gehrman, el Primer Cazador, me ha hablado de él, lo conoció. Él tiene la mente retorcida, siempre con malas intenciones, no le importa nada del resto de personas, sólo lo que pueda aprovecharse de ellas... no es trigo limpio.

Zoba le puso delante de la cara una mano enseñando tres dedos huesudos que le hicieron estremecerse un poco.

 - Primero, las personas cambian. Cambian con el tiempo, cambian con el dolor, cambian con la soledad. Y estoy segura que Micolash no es como lo estás describiendo.

Jack giró los ojos e iba a responder, pero Zoba insistió con sus dedos.

 - Segundo, Micolash no hizo eso para aprovecharse de mí. Bueno, puede que al principio sí, pero ahora muchas veces no quiere que me vaya a buscar nada. Sólo quiere que me quede aquí haciéndole compañía... pobrecito Jack... lleva años aquí solo...

Eso le hizo hacer nuevas sospechas a Jack que quería hablar, pero ella no le dejaba.

 - Y tercero, yo no me baso para juzgar a una persona en lo que dice la gente de ella. Me baso en lo que yo veo, en cómo me trata y cómo lo veo. Mi criterio es el único que cuenta para que YO decida si una persona es buena o mala para mí.

 - No puedo competir contra eso - Jack dejó de hablar y miró al frente.

Ellos se quedaron callados disfrutando del silencio que se oía, perfectamente conscientes, por lo menos ella, de que Micolash los espiaba a todo momento, estuviesen en cualquier lugar de la Pesadilla, los ojos que adornaban los techos, paredes, suelos y demás, le daban la información que necesitaba de todas partes. 

Sentado en un despacho, Micolash sonreía de lado con un libro entre las manos mirando a la nada, concentrado en esos ojos que descubrieron a la persona a la que deseaba tener en su Pesadilla... una intrusa que acababa de llegar.

En el jardín de la Pesadilla, un monstruo blanco con antorcha caía al suelo con un sonido gutural, parecido a una motosierra o al grito de un caballo salvaje. No se sorprendió cuando aparecieron dos largas sanguijuelas de sus intestinos, como enormes tenias o parásitos, que cortó al momento con sus hojas afiladas. 

Eileen se fijó en la escuela seriamente. Había llegado a la Pesadilla tras hacer un pequeño recado. Llevaba en su espalda el arma de Jack, lista para llevársela, lista para acabar con todo lo que había en la Pesadilla, lista para asesinar.

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Bueeeno, pues aquí escribiendo para aliviar tensiones y mal humor.

¿Qué creéis, que Micolash tiene intenciones ocultas ayudando a Zoba, o que lo hace por... algo más sentimental? 

Lo que está claro, es que quiere a la Cuervo en su Pesadilla, ¿qué está pasando aquí?

¿Sabrá Jack diferenciar la verdad de las mentiras que está viviendo?

Lo veremos pronto... muy pronto...


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