Déjame darte las gracias (Henryk)


Me encontraba inmóvil en un cruce de caminos en el Bosque Prohibido, casi al final de este, mirando al suelo. A mi izquierda, una rampa donde al final se encontraría mi boss de la zona, Sombra de Yharnam; a mi derecha, una cuesta con un altar donde podía invocar al gemelo menor Madaras. Pero a mí me interesaba más el punto de invocación que tenía enfrente: un lugar para llamar a Henryk.

Tenía la campana de invocación en la mano, pero no la hacía sonar. Estaba sumergida en mis pensamientos mirando a los mensajeros tenderme sus manos pidiendo lucidez a cambio de dejarme llamarle. Ni siquiera me importaba que otro gran cerdo estuviese a pocos metros de mí porque me había olido.

Me gustaría llamar a Henryk para que me ayudase... pero... ¿con qué cara le voy a mirar al invocarle después de haberle asesinado con Eileen? Es tener la cara muy dura, muy poca vergüenza... yo... nunca quise que pasara esto. Ya tuve que asesinar a Gascoigne, ya tuve que arruinar esa familia... y por mi culpa Henryk vino sucumbido por la locura al mismo lugar donde cayó su amigo a por venganza. No le culpo, yo hubiese hecho lo mismo.

Miré hacia mi izquierda una última vez suspirando y extendí la campana de invocación. ¿Seguro que sólo estoy nerviosa de verle por esos motivos, o hay algo más que no he acabado de entender? A lo mejor si llamo también a Madaras no me siento así, no estaría sola con él...

Un rugido del cerdo gigante a mis espaldas hizo que me sobresaltase y la campana sonó. Los mensajeros se rieron gravemente y desaparecieron. Ya no hay vuelta atrás. La campana resonó con otra en la distancia. Seguro que cuando vea que soy yo, se arrepiente de venir.

Me alejé un poco de la zona donde iba a aparecer y guardé la campana. No tardó en aparecer ese cazador de tan característica ropa, de mi misma altura, que me buscó con la mirada. Esa mirada taciturna e inexpresiva, que no se inmutó al verme. ¿Tal vez no se acuerda de mí? Puede que la locura haya nublado sus recuerdos. Miré sus ojos callada sin moverme. No expresaban nada, están muertos. No me mira con odio, no hay rencor, no hay nada. Sólo está dispuesto a seguirme y a colaborar conmigo.

Miré hacia el camino que bajaba y él hizo lo mismo, empezando a caminar a mis espaldas. Sé que todas las invocaciones van detrás del invocador pero... me da miedo... ¿y si se venga de mí atacándome por la espalda? No, Henryk no es así, eso es muy rastrero. Pero yo me metí en su pelea con Eileen, siendo dos contra uno, puede pagarme con la misma moneda. Espero que sean imaginaciones mías el notar su mirada en mi espalda.

Llegué al final, a la cortina de niebla que nos separaba de esos tres encapuchados y me detuve a mirar a Henryk detrás de mí. Levanté una mano y le enseñé tres dedos, indicándole que eran tres enemigos. No vi ningún cambio en su mirada, sólo hizo un movimiento para que su arma cambiase a mayor cobertura, listo para empezar.

Tragué saliva mirando al frente y atravesé esa niebla espesa para llegar a ese terreno complicado donde nos esperaban las tres sombras de Yharnam. Tal vez me arrepienta de no llamar a Madaras, esto sería más justo...

Henryk hizo el gesto Rugido para darse ánimos y se lanzó con una gran velocidad hacia una de las sombras. Yo preferí no ser tan temeraria y alejar a uno poco a poco del resto para enfrentarme a él. Pero el restante... bueno, me prefirió a mí antes que a Henryk. Saqué mi enorme hacha y me dispuse a plantarles cara a ambos.

Uno con sus lanzallamas y bolas de fuego y el otro con ese arma tan terrible, no fue tan buena idea, porque mi hacha es un poco lenta para atacar, pero muy efectiva. No sabía que estaba haciendo Henryk, no tenía tiempo para buscarlo con la mirada o moriría. Noto que una de las sombras que me atacan se está volviendo lenta, sin embargo no tengo tiempo para rematarla, la otra no da ningún respiro. Me alejo un poco para hacer un ataque visceral que espero que me los quite de encima un momento para tomar un vial. Y lo consigo.

Doy un paso rápido atrás para tomar el vial, pero el terreno es tan malo que tropiezo y me caigo de espaldas, justo cuando la sombra que arroja fuego camina hacia mí. Cojo mi arma dispuesta a defenderme, cuando veo que cae de rodillas delante de mí y se desploma en el suelo. Antes de que desaparezca, veo en su espalda gran cantidad de cuchillos arrojadizos de... ¿Henryk? ¿Se los ha lanzado él mientras estaba peleando contra la otra sombra? ¿Por eso actuaba cada vez más lento? Me estaba defendiendo a la vez que combatía contra la otra, no dejaba de protegerme...

De la sombra del gran arma salieron dos cabezas de serpiente que gritaron nerviosas antes de venir corriendo hacia mí, que aún no me había levantado del suelo, pero Henryk corrió rápidamente a interceptarlo dándole un gran golpe con su arma, que le hizo volar hacia una roca para después desaparecer y morir.

Sin embargo, él no había matado aún a su enemigo, que se empezaba a envolverse en un aura roja. Cogí los cuchillos de Henryk que estaban en el cadáver de la sombra desaparecida y se los lancé uno tras otro antes de que siguiese para matarla finalmente. Luego todo quedó en silencio, excepto por mis jadeos. Henryk... había matado a mis sombras en vez de la suya, cuidaba de mí por encima de él...

No sé qué clase de cosas estoy pensando, lo he invocado para eso. Para que me ayude contra ellas. Él ha matado a las que tenía yo, yo he matado a la suya. En paz. Me levanté de una vez y me sacudí la ropa. Henryk se acercó a mí por la espalda. Él ahora desaparecía en unos segundos, pues su misión había terminado. Aunque por lo menos... le daría las gracias por todo. Aunque en este mundo, las gracias no sirven para nada.

Me giré a verle y darle las gracias, pero justo antes me abrazó por la espalda. Rodeó con sus brazos mi cintura y entrelazó sus dedos para que no pudiese escapar. Luego puso su cabeza apoyada en mi hombro. El sonido de nuestras ropas manchadas de sangre, el mismo olor, el desconcierto... ¿Henryk en serio me está abrazando?

Me giré un poco para ver lo único que podía ver de su cara: sus ojos. Estaban cerrados mientras respiraba tranquilo. Él era... atractivo. Justo cuando lo estaba pensando, él abrió sus ojos castaños y me miró. Me hizo ponerme nerviosa en un segundo y aproveché para abrir la boca y darle las gracias, pero él en un gesto rápido se bajó la tela de su capucha que cubría la mitad de su cara y cerró el espacio que separa nuestras bocas. Me besó de una manera y de una forma tan cariñosa que nunca pensaría que sería capaz de hacerlo nadie, e hizo que al momento encontrara la razón por la que estaba nerviosa al invocarlo: me gustaba Henryk.

Se separó de mí y se subió de nuevo la tela de su rostro. Empezó a emitir un brillo suave azul claro. Él iba a desaparecer en unos instantes. Instintivamente, me agarré a sus brazos, todavía en mi cintura.

- Invócame en Byrgenwerth – le escuché susurrar – Invócame cuando tú quieras... no quiero que esta sea la última vez que te vea.

Me giré rápidamente cuando noté desaparecer sus brazos y grité su nombre, pero él ya había desaparecido. Me abracé después sintiéndome algo sola. La lámpara apareció a mi lado, pero no me importó.

Henryk me ha besado, no me odia. No me guarda rencor, pero no he podido agradecerle. Solté una sonrisilla. Voy a tomar su palabra, lo invocaré varias veces, pero me da miedo hacerlo en Byrgenwerth. No soportaría perderle dos veces, pero nada me impide invocarlo y pasear juntos por el bosque prohibido.

*

Hice sonar la campana delante del lugar de invocación y me retiré unos pasos son una sonrisa nerviosa al escuchar a otra resonando en la distancia. Unos segundos después, Henryk apareció caminando delante de mí, y esta vez sus ojos si expresaron algo de felicidad al ver que le invocaba de nuevo.

Caminé con pasos ligeros hacia donde estaba él bajándose la tela de su boca y le abracé besándolo. Esta vez no ibas a desaparecer dejándome con la palabra en la boca justo después de besarme... cobarde.

-------------------------------

Este One-Shot me ha quedado más lindo :3

¡No olviden comentar qué les pareció! :3



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top