4 | el sombrero seleccionador
the sorting hat
Subieron por unos escalones de piedra y se reunieron ante la gran puerta de roble.
Hagrid levantó un gigantesco puño y llamó tres veces a la puerta del castillo.
La puerta se abrió de inmediato. Una bruja alta, de cabello negro y túnica verde esmeralda, esperaba allí. Tenía un rostro muy severo. Olive pensó que le encantaria meterse en problemas con ella.
-- Los de primer año, profesora McGonagall-- dijo Hagrid.
-- Muchas gracias, Hagrid. Yo los llevaré desde aquí.
Siguieron a la profesora McGonagall a través de un camino señalado en el suelo de piedra, la profesora McGonagall llevó a los de primer año a una pequeña habitación vacía, fuera del vestíbulo. Se reunieron allí, más cerca unos de otros de lo que estaban acostumbrados, mirando con nerviosismo a su alrededor.
-- ¿Que te paso a ti, niña?-- le pregunto la profesora McGonagall a Olive.
-- Queria saludar al calamar gigante -- le respondio Olive sonriendo.
-- Casi nunca hay uno de esos -- murmuro para si misma la bruja mayor. Luego sacó su varita mágica e hizo un complicado movimiento con ella. Del extremo salió un chorro de aire caliente que dirigió hacia la túnica de la niña, y ésta empezó a despedir vapor. Todos se impresionaron al ver el uniforme de la chica completamente seco -excepto su cabello, que aun seguia mojado-.
-- Gracias, mi señora-- le dijo Olive haciendo una reverencia.
-- ¿Acabas de hacerle una reverencia?-- le pregunto Ron susurrando.
-- Callate -- le respondió avergonzada del mismo modo.
-- Ahora, bienvenidos a Hogwarts -- dijo la profesora McGonagall, ignorando el apodo que le había dado -- . El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupen sus lugares en el Gran Comedor deberan ser seleccionados para sus casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras esten aquí, sus casas serán como su familia en Hogwarts. Tendran clases con el resto de la casa que les toque, dormiran en los dormitorios de sus casas y pasaran el tiempo libre en la sala común de la casa.
»Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras esten en Hogwarts, vuestros triunfos conseguirán que las casas ganen puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la copa de la casa, un gran honor. Espero que todos ustedes sean un orgullo para la casa que les toque.
»La Ceremonia de Selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del colegio. Les sugiero que, mientras esperan, se arreglen lo mejor posible.
Los ojos de la profesora se detuvieron un momento en la capa de Neville,que estaba atada bajo su oreja izquierda, y en el cabello despeinado de Olive. Con nerviosismo, Harry trató de aplastar su cabello.
-- Volveré cuando lo tengamos todo listo para la ceremonia-- dijo la profesora McGonagall --. Por favor, esperen tranquilos.
-- ¿Cómo se las arreglan exactamente para seleccionarnos? -- pregunto Harry a los dos pelirrojos.
-- Es una especie de prueba. Los gemelos me contaron que es MUY doloroso - respondio Olive riendo por dentro. Ron se volvió a poner palido.
-- Seguro que la Weasley se tiró al lago para quitarse un poco la suciedad de los pobretones como ellos -- se burló Malfoy, que fue seguido de un coro de risas de algunos de sus amigos.
Olive se volteó a mirarlo con furia.
-- Deberías hacer lo mismo, Malfoy, a ver si se te quita un poco el gel de cabello para encontrar tu humildad --
Algunos se rieron y los labios del platinado se fruncieron con molestia.
Draco le estaba por responder pero entonces sucedio algo que les hizo dar un salto en el aire. Muchos de los que estaban atras gritaron.
Unos veinte fantasmas acababan de pasar de la pared de atras. Ni siquiera le hacian caso a los de primer año, parecian que discutian entre si. El que parecia un monje gordo y bajito decia:
-- Perdonar y olvidar. Yo digo que debemos darle una segunda oportunidad.
-- Mi querido Fraile, ¿no le hemos dado a Peeves todas las oportunidades que merece? Nos ha dado mala fama a todos y, usted lo sabe, ni siquiera es un fantasma de verdad... ¿Y qué estan haciendo todos ustedes aquí?
El fantasma se habia dado cuenta de la prescencia de los nuevos.
-- Somos alumnos nuevos, querido Casper - Olive habia sido la unica que les habia contestado.
El fantasma puso cara de ofendido, no sabia que era "Casper" pero supuso que no un halago por la sonrisa traviesa de la pelirroja.
-- ¡Alumnos nuevos!-- dijo el Fraile Gordo, sonriendo a todos-- Estan esperando la seleccion ¿no?
Algunos asintieron
-- Yo solo estoy esperando la comida-- le susurro Olive a Ron y Harry, que solto una risita.
-- Espero verlos en Hufflepuff-- siguio el Fraile-- mi antigua casa, ya saben.
-- Me encantaría estar en Hufflepuff-- exclamó Olive con emoción.
-- ¿Por que?-- preguntó Ron confundido.
-- ¿Bromeas?¡Es genial!¡Además, Feed y George me dijeron que su sala común está al lado de las cocinas!¡Podríamos comer todo el día!
A Ron se le iluminó el rostro y le estaba por contestar pero una voz aguda lo interrumpió.
-- En marcha-- dijo la voz aguda -- la ceremonia de seleccion va a comenzar.
La profesora McGonagall había vuelto. Uno a uno, los fantasmas flotaron através de la pared opuesta.
-- Ahora, formen una hilera y siganme.
Pasaron por las puertas de roble y entraron al Gran Comedor.
Estaba iluminado por miles de velas que flotaban en el aire sobre cuatro grandes mesas, donde los demas estudiantes ya estaban sentados
Levantaron la cabeza y el techo estaba repleto de estrellas. Hermione murmuro: es un encantamiento, no es el cielo real, lo lei en la historia de Hogwarts.
La profesora McGonagall puso sobre un taburete un sombrero puntiagudo de mago. El sombrero estaba sucio, viejo y remendado. Una rasgadura cerca del borde se abrió, ancha como una boca, y el sombrero comenzó a cantar:
Oh, podrás pensar que no soy bonito,
pero no juzgues por lo que ves.
Me comeré a mí mismo si puedes encontrar
un sombrero más inteligente que yo.
Puedes tener bombines negros,
sombreros altos y elegantes.
Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts
y puedo superar a todos.
No hay nada escondido en tu cabeza
que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.
Así que pruébame y te diré
dónde debes estar.
Puedes pertenecer a Gryffindor,
donde habitan los valientes.
Su osadía, temple y caballerosidad
ponen aparte a los de Gryffindor.
Puedes pertenecer a Hufflepuff
donde son justos y leales.
Esos perseverantes Hufflepuff
de verdad no temen el trabajo pesado.
O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw,
Si tienes una mente dispuesta,
porque los de inteligencia y erudición
siempre encontrarán allí a sus semejantes.
O tal vez en Slytherin
harás tus verdaderos amigos.
Esa gente astuta utiliza cualquier medio
para lograr sus fines.
¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo!
¡Y no recibirás una bofetada!
Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga).
Porque soy el Sombrero Pensante.
Olive estaba reprimiendo una carcajada y todo el comedor estallo en aplausos.
-- ¡Entonces solo hay que probarse el sombrero!-- murmuro Ron-- te matare Olive.
La pelirroja dejo escapar una debil risa.
La profesora McGonagall se adelantaba con un gran rollo de pergamino
-- Cuando los llame, deberan ponerse el sombrero y sentarse para que los seleccionen. ¡Abbot, Hannah!
-- ¡HUFFLEPUFF!-- grito el sombrero.
La mesa de la derecha aplaudió mientras Hannah iba a sentarse con los deHufflepuff.
-- ¡Boot, Terry!
-- ¡RAVENCLAW!
-- Granger, Hermione.
Hermione casi corrió hasta el taburete y se puso el sombrero, muy nerviosa.
-- ¡GRYFFINDOR!-- gritó el sombrero. Ron gruñó y Olive solto un quejido.
-- Malfoy, Draco
Draco se adelanto desde atras al taburete chocando su hombro con el de Olive, que rodo los ojos.
Apenas el sombrero toco su cabeza grito: SLYTHERIN. Malfoy se acerco a la mesa de su casa con una sonrisa de suficiencia.
Ya no quedaba mucha gente.
Moon... Nott... Parkinson... Después unas gemelas, Patil y Patil... Mástarde Perks, Sally-Anne... y, finalmente:
-- ¡Potter, Harry!
Mientras Harry se adelantaba, los murmullos se extendieron súbitamentecomo fuegos artificiales.
-- ¿Ha dicho Potter?
-- ¿Ese Harry Potter?
-- Mm -- dijo una vocecita en su oreja --. Difícil. Muy difícil. Lleno de valor, lo veo. Tampoco la mente es mala. Hay talento, oh vaya, sí, y una buena disposición para probarse a sí mismo, esto es muy interesante... Entonces,¿dónde te pondré?
Harry se aferró a los bordes del taburete y pensó: «En Slytherin no, enSlytherin no»
-- En Slytherin no, ¿eh?-- dijo la vocecita--. ¿Estás seguro? Podrías ser muy grande, sabes, lo tienes todo en tu cabeza y Slytherin te ayudaría en el camino hacia la grandeza. No hay dudas, ¿verdad? Bueno, si estás seguro,mejor que seas ¡GRYFFINDOR!
Estaba tan aliviado de que lo hubiera elegido y no lo hubiera puesto en Slytherin, que casi no se dio cuenta de que recibía los saludos más calurosos hasta el momento. Percy el prefecto se puso de pie y le estrechó la mano vigorosamente, mientras los gemelos Weasley gritaban: «¡Tenemos a Potter! ¡Tenemos a Potter!». Harry se sentó en el lado opuesto al fantasma que había visto antes. Éste le dio una palmada en el brazo, dándole la horrible sensación de haberlo metido en un cubo de agua helada.
-- Weasley, Olive.
Harry cruzo los dedos por debajo de la mesa.
Olive se acerco al taburete y se sento.
-- ¡Otra Weasley!¡Tus padres no pierden el tiempo ¿eh?!
-- Rapido sombrero, tengo hambre.
-- Hum, pero que niña, ya se que hare contigo. ¡GRYFFINDOR!
Harry aplaudio con fuerza junto a los demas, mientras que Olive se sentaba al lado de Harry con una sonrisa.
Y ya quedaban solamente tres alumnos para seleccionar. A Turpin, Lisa le tocó Ravenclaw, y después le llegó el turno a Ron. Tenía una palidez verdosa y Harry cruzó los dedos debajo de la mesa nuevamente. Un segundo más tarde, el sombrero gritó: ¡GRYFFINDOR!
Todos volvieron a aplaudir con fuerza a Ron, que se desplomaba en la silla mas proxima.
-- Bien hecho, Ron y Olive, excelente -dijo pomposamente Percy Weasley, por encima de Harry, mientras que Zabini, Blaise era seleccionado para Slytherin.
La profesora McGonagall enrolló el pergamino y se llevó el Sombrero Seleccionador.
Albus Dumbledore se había puesto de pie. Miraba con expresión radiante a los alumnos, con los brazos muy abiertos, como si nada pudiera gustarle más que verlos allí.
-- ¡Bienvenidos!-- dijo--. ¡Bienvenidos a un año nuevo en Hogwarts! Antes de comenzar nuestro banquete, quiero decir unas pocas palabras. Y aquí están, ¡Papanatas! ¡Llorones! ¡Baratijas! ¡Pellizco!... ¡Muchas gracias!
-- Está... un poquito loco, ¿no? -preguntó Harry con aire inseguro a Percy.
-- ¿Loco?-- dijo Percy con frivolidad --. ¡Es un genio! ¡El mejor mago del mundo! Pero está un poco loco, sí. ¿Papas, Harry?
Al frente de ellos aparecieron bandejas llenas de comida. Nunca habian visto tantos platillos sobre una mesa: carne asada, papas cocidas, fritas, pastel de calabaza, salsa de tomate, y por alguna extraña razon, bombones de menta.
Olive y Ron se llenaron el plato con un poco de todo.
-- Eso tiene muy buen aspecto-- dijo con tristeza el fantasma de la gola,observando a Olive que se estaba atragantando con comida.
-- ¿No puede...? -- pregunto Harry.
-- No he comido desde hace unos cuatrocientos años -- dijo el fantasma--.No lo necesito, por supuesto, pero uno lo echa de menos. Creo que no me he presentado, ¿verdad? Sir Nicholas de Mimsy -- Porpington a su servicio.Fantasma Residente de la Torre de Gryffindor.
-- ¡Yo sé quién es usted! -- dijo súbitamente Ron --. Mi hermano me lo contó. ¡Usted es Nick Casi Decapitado!
-- Yo preferiría que me llamaran Sir Nicholas de Mimsy...-- comenzó adecir el fantasma con severidad, pero lo interrumpió Seamus Finnigan, el del pelo color arena.
-- ¿Casi Decapitado? ¿Cómo se puede estar casi decapitado?
Sir Nicholas pareció muy molesto, como si su conversación no resultara como la había planeado.
-- Así-- dijo enfadado. Se agarró la oreja izquierda y tiró. Teda su cabeza se separó de su cuello y cayó sobre su hombro, como si tuviera una bisagra. Era evidente que alguien había tratado de decapitarlo, pero que no lo había hecho bien. Olive fingio una arcada como si fuera a vomitar y Ron le pego un codazo en las costillas.
Pareció complacido ante las caras de asombro y volvió a ponerse la cabeza en su sitio, tosió y dijo: ¡Así que nuevos Gryffindors! Espero que este año nos ayudéis a ganar el campeonato para la casa. Gryffindor nunca ha estado tanto tiempo sin ganar. ¡Slytherin ha ganado la copa seis veces seguidas! El Barón Sanguinario se ha vuelto insoportable... Él es el fantasma de Slytherin
Cuando hubieron comido todo lo que quisieron, los restos de comida desaparecieron de los platos, dejándolos tan limpios como antes. Un momento más tarde aparecieron los postres. Trozos de helados de todos los gustos queuno se pudiera imaginar; pasteles de manzana, tartas de melaza, relámpagos de chocolate, rosquillas de mermelada, bizcochos borrachos, fresas, jalea, arroz con leche...
Olive se sirvio tarta de manzana verde, su favorita.
-- Yo soy mitad y mitad -- dijo Seamus --. Mi padre es muggle. Mamá no le dijo que era una bruja hasta que se casaron. Fue una sorpresa algo desagradable para él.
Los demás rieron.
-- Y tu, ¿Neville?-- preguntó Olive. Neville volvió a sonrojarse.
-- Bueno, mi abuela me crió y ella es una bruja -- dijo Neville --, pero la familia creyó que yo era todo un muggle, durante años. Mi tío abuelo Algie trataba de sorprenderme descuidado y forzarme a que saliera algo de magia de mí. Una vez casi me ahoga, cuando quiso tirarme al agua en el puerto de Blackpool, pero no pasó nada hasta que cumplí ocho años. El tío abuelo Algie había ido a tomar el té y me tenía cogido de los tobillos y colgando de una ventana del piso de arriba, cuando mi tía abuela Enid le ofreció un merengue y él, accidentalmente, me soltó. Pero yo reboté, todo el camino, en el jardín y la calle. Todos se pusieron muy contentos. Mi abuela estaba tan feliz que lloraba.Y tendríais que haber visto sus caras cuando vine aquí. Creían que no sería tan mágico como para venir. El tío abuelo Algie estaba tan contento que me compró mi sapo.
El profesor de nariz ganchuda miró por encima del turbante de Quirrell, directamente a los ojos de Harry... y un dolor agudo golpeó a Harry en la cicatriz de la frente.
-- ¡Ay! -- Harry se llevó una mano a la cabeza
-- ¿Qué ha pasado? -- preguntó Percy
-- N-nada.
-- ¿Quién es el que está hablando con el profesor Quirrell?-- - preguntó a Percy
-- Oh, ¿ya conocías a Quirrell, entonces? No es raro que parezca tan nervioso, ése es el profesor Snape. Su materia es Pociones, pero no le gusta...Todo el mundo sabe que quiere el puesto de Quirrell. Snape sabe muchísimo sobre las Artes Oscuras.
El profesor Dumbledorese puso nuevamente de pie. Todo el salón permaneció en silencio.
-- Ejem, ahora que todos comimos, tengo unas pocas palabras mas que los de primer año deben tener en cuenta. Y algunos de nuestros antiguos alumnos tambien deberian recordarlo.
Sus ojos apuntaron a los gemelos Weasley.
-- El señor Filch, me pidio que les recuerde que no pueden hacer magia en los pasillos ni en los recreos.
»Las pruebas de quidditch tendrán lugar en la segunda semana del curso.Los que estén interesados en jugar para los equipos de sus casas, deben ponerse en contacto con la señora Hooch.
»Y por último, quiero decirles que este año el pasillo del tercer piso, del lado derecho, está fuera de los límites permitidos para todos los que no deseen una muerte muy dolorosa.
Harry rio, pero fue uno de los pocas que lo hizo.
-- ¡Y ahora, antes de que vayamos a acostarnos, cantemos la canción del colegio! -- exclamó Dumbledore. Harry notó que las sonrisas de los otros profesores se habían vuelto algo forzadas.
-- ¡Que cada uno elija su melodía favorita!-- dijo Dumbledor.
Cada uno terminó la canción en tiempos diferentes. Al final, sólo los gemelos Weasley seguían cantando, con la melodía de una lenta marcha fúnebre. Dumbledore los dirigió hasta las últimas palabras, con su varita y,cuando terminaron, fue uno de los que aplaudió con más entusiasmo.
-- ¡Ah, la música!-- dijo, enjugándose los ojos --. ¡Una magia más allá de todo lo que hacemos aquí! Y ahora, es hora de ir a la cama. ¡Salgan al trote!
. . .
Al final del pasillo colgaba un retrato de una mujer muy gorda, con un vestido de seda rosa.
-- ¿Santo y seña? -- preguntó.
-- Caput Draconis-- dijo Percy.
El retrato se balanceo hacia adelante y Percy los guio hacia adentro. La sala comun estaba decorada con color escarlata y dorado.
-- Muy bien, las niñas del lado izquierdo y los chicos del lado derecho.
Olive se despidio de Harry y Ron y se dirigio a su dormitorio. Cuando llego vio a Hermione acomodando sus libros y solto un ruido de queja, pero no le dijo nada.
La pelirroja se puso el pijama y se acosto a dormir.
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