Capítulo 3

"Incluso para ser un monje en estos días, necesidad conseguir un diploma de alguna academia budista. Que más, ¿Has siquiera trabajado formalmente como un guardia de seguridad en una compañía privada como la nuestra? ¿En qué estabas pensando al apuntar a este puesto?" Después de eso, el entrevistador de las gafas negras. Miró al hombre joven y pobre enfrente de él, un cierto rastro de desprecio pudo ser vislumbrado en sus ojos.

"Yo puedo cortar gente, puedo pelear muy bien, ¿Eso cuenta?" Ji Bai extendió sus manos.

"¡PUFFPUFFPUFF!" El entrevistador quién estaba tomando agua, la escupió al verse sorprendido por las declaraciones del joven, empapando la cara de la sirvienta, sabiendo que ella no podría insultar a su jefe inmediato, la sirvienta devolvió una mirada triste a Ji Bai, haciendo sentir a Ji Bai un poco indefenso.

"Ejem, jovencito, ¿Qué decías? ¿Puedes pelear? ¿Eso es tu especialidad? Entonces, ¿Por qué no apuntaste a volverte un gánster en lugar de un guardia de seguridad? ¿Realmente piensas que el trabajo de un guardia de seguridad es tan sencillo que puedes hacerlo solamente por ser hábil peleando?" El entrevistador sostuvo sus gafas por encima de su nariz, hablando con seriedad, como un maestro regañando a sus estudiantes.

"¿Eh? La seguridad o lo que sea, ¿Puedo tenerlo? ¿O tengo que ser experto en el mantenimiento de baterías de coches?" Ji Bai luce desconcertado.

"¡Por supuesto que no! La tan llamada seguridad es la primera imagen de la compañía ante los ojos del consumidor. Primero que todo, en términos de imagen, no importa cuán mal luzcas, tienes que tener un gentil y elegante temperamento, con una cara con cejas gruesas, ¿Cierto? Si pones a un rufián en la puerta de nuestra empresa, ¿Qué cliente se atrevería a elegirnos a nosotros por sobre la competencia?

"Luce como una razón para no aceptarme ¿Me está tratando como una bolsa de basura?" Ji Bai se llevó las manos a la cabeza.

"Entonces, jovencito, no has pasado ni siquiera el primer nivel, y encima ni siquiera tienes un currículo decente, ¿De verdad crees que esta empresa contrataría a una persona tan sospechosa con un origen desconocido?"

Unos minutos después, Ji Bai salió de ese lujoso edificio y miró en silencio hacia el edificio de concreto reforzado que tenía delante.

Alrededor de las cinco. Hoy, en solo una mañana, Ji Bai, que está al borde de la quiebra, ha estado buscando trabajo, pero no esperó encontrarse con tantas decepciones en un solo día. Con este ya eran cinco los rechazos.

Al pensar en eso, solamente pudo sonreír amargamente, quién diría que el tan famoso caballero radiante, quién fue infinitamente aclamado en el pasado, terminaría por vivir en un estado tan deplorable buscando trabajo.

¿Tendría que pedir ayuda a su mejor amigo? Eso está fuera de discusión, su mayor miedo es ir a verlos ahora.

Ji Bai alguna vez desprecio profundamente lo que era tener dinero en exceso. Para ser sincero, era totalmente ajeno a lo cara que podía llegar a ser la leña, el arroz, el aceita y la sal.

"El dinero no es todopoderoso", solía decir Ji Bai, pero eso solamente era cuando no le faltaba en lo absoluto. De hecho, la pobreza realmente pueden cambiar la forma de pensar y los comportamientos de una persona, siendo tan pobre como es ahora, Ji Bai recordó la segunda parte de esa frase: "Pero sin dinero es absolutamente imposible"

"Bueno, sigamos probando en otros lugares."

Justo cuando Ji Bai se dio la vuelta y comenzó a caminar, un Ferrari negro con una carcasa metálica brillante llegó por detrás y se estacionó con suavidad frente a la empresa.

Los guardias de seguridad que están en la puerta, quiénes parecían estar compitiendo por ver quién lucía mejor, rápidamente adoptaron una apariencia fría y profesional.

¿Quién sería esa mujer tan rica? ¡Si Ji Bai pudiera conquistarla, tal vez todos sus problemas financieros no serían más que preocupaciones ínfimas!

"Señorita." La doncella, vestida elegantemente y con una expresión fría, sostenía un parasol. Caminó hasta el asiento trasero y abrió la puerta del auto ella misma. De allí salió una chica rubia con un vestido de seda blanca.

"¡Oh! ¿No es esta la segunda señorita? Tengo el humilde puesto de sub gerente en esta sucursal, me llamo..." El entrevistador con gafas de montura negra, que previamente había reprendido a Ji Bai se comportó como un perro. Con una actitud totalmente servil cubrió su rostro.

"No importa quién seas ante la señorita, por favor, aléjate voluntariamente" dijo la doncella, mirando con frialdad al hombre de las gafas negras frente a ella.

"Oye, yo, lo que quiero decir es que si la segunda señorita necesita algo, solo tiene que decirlo".

La chica rubia, que salió lentamente del auto, ignoró al hombre avergonzado frente a ella. Dirigió su mirada a una figura que lleva una camiseta barata y jeans. Sentía que esa figura le resultaba familiar, como si lo hubiera visto antes.

***

Al mediodía, el agresivo sol abrasador estaba en lo alto en el cielo, y Ji Bai se sentó en los escalones de una pequeña tienda, protegiéndose de la luz solar directa desde la puerta principal.

Ji Bai, que acaba de salir de la novena tienda, no está de buen humor en ese momento. Incluso comenzó a sospechar que si continúa así, tarde o temprano conseguiría el logro de ser rechazado por 1000 tiendas.

Realmente es difícil encontrar un trabajo. Es incluso más difícil que la batalla por la fama en la que mató al mismísimo Conde Drácula. Esta mañana hasta el mediodía, no ha habido ningún progreso. Bajo el brillante sol, Ji corría de un lado a otro, sudando y sudando. Sintió un hambre repentina mientras su boca estaba seca.

Sí, no hubo absolutamente ningún progreso en encontrar un trabajo, pero tenía que recargar energías de nuevo. Ji Bai no pudo evitar poner los ojos en blanco y se levantó de los escalones con un largo suspiro.

Bueno, primero comamos algo.

"Un centavo detiene a innumerables héroes". Esta frase es realmente el dicho más perspicaz que investigaron los antiguos con su rica experiencia de vida. Ahora Ji Bai finalmente puede entender por qué algunos ladrones piensan que un trabajo a tiempo parcial es imposible. Estiró la mano hacia la moto eléctrica.

Pero Ji Bai definitivamente no haría cosas como robar. Según sus propias palabras, nació como un caballero paladín. Tiene su ética profesional y el credo de caballero. No puede permitirse mirarse a sí mismo con desprecio. Así que es imposible para él... eh... robar.

De hecho, como caballero de la asociación de paladines, Ji Bai tenía algunos ahorros considerables, pero la realidad es que la tarjeta de ahorros fue arrebatada por ese grupo de vampiros después de ser capturado.

"Señor, señor, tenemos una gran oferta por la apertura de nuestra tienda hoy. Todos los clientes que coman en nuestro establecimiento tienen un 50% de descuento. ¿Le gustaría saber más?" Un joven con una sonrisa radiante y uniforme de camarero interrumpió los pensamientos de Ji Bai, que caminaba pensando en cómo conseguir trabajo.

Ji Bai echó un vistazo al camarero frente a él, luego miró el restaurante antiguo detrás de él, que tenía una escala que parecía un templo taoísta, y vio al joven frente a él quedarse en silencio.

"¿Crees que parezco del tipo de persona que puede permitírselo?" Dijo Ji Bai, tirando de su camiseta barata.

Quién sabe, últimamente, algunas personas ricas vestían con ropa sencilla y caminaban hacia un hotel de cinco estrellas, y luego tiraban una ágata verde en la cara del asistente del mostrador durante el pago. No hace falta cambio, los grandes millonarios llaman a este tipo de juego "dar una lección de humildad". Olvídate de los 30 años en el río Hexi y Hedong, simplemente no pueden seguir el ritmo del pensamiento de estos ricos.

"Aunque no tenga dinero, puede entrar a echar un vistazo, señor", dijo el camarero, aun con una sonrisa.

"Chico, ¿cuál es el precio promedio de un plato?" Ji Bai entrecerró los ojos y giró la cabeza.

"¿Eh? No es tan caro, ¿verdad? El almuerzo promedio no supera los mil."

"Nos vemos." Sin esperar a que hablara más, Ji Bai hizo un gesto y se fue. ¿Un almuerzo por casi mil dólares? ¿Cuál es la diferencia con un robo legal?

Después de caminar un rato, Ji Bai encontró una pequeña tienda que se ajustaba a su valor actual y se sentó tranquilamente. "jefe, tráigame un tazón de fideos vegetarianos. Sin carne ni verduras."

"Vaya, muchacho, ¿pero de verdad no vas a añadir carne? Los jóvenes de tu edad están en desarrollo y lo necesitan."

"No hace falta, jefe, últimamente estoy perdiendo peso", dijo Ji Bai, agitando la mano.

"Oh, de acuerdo, aunque los platos de carne en esta tienda son gratuitos."

"¡Oh! ¡Entonces agrégalo!"

La boca del jefe se torció, luego miró la camiseta barata que llevaba el joven, y suspiró lentamente.

No es fácil ser joven ahora. Otros chicos de su edad probablemente todavía disfrutan del tiempo enérgico y juvenil en la escuela.

Ji Bai, que estaba sentado en la puerta de la tienda, no sabía lo que el jefe estaba pensando. Miró a su alrededor y fijó su mirada en el lujoso restaurante no muy lejos. Varios jóvenes con trajes de caballero estaban hablando de algo.

Llevaban una insignia con un escudo en relieve cruzado grabado, como si estuviera colocada deliberadamente en la posición más visible, para que la gente la notara.

Ji Bai conocía esa insignia, no solo la conocía, sino que estaba muy familiarizado con ella. La orden de caballeros que representaba esa insignia fue creada por el caballero radiante.

Justo cuando Ji Bai estaba espiando a los caballeros en el lujoso restaurante de al lado, que hablaban de algo, una mano se posó abruptamente en su brazo.

"Joven, ¿por qué tan serio?" Una voz fuerte y un poco ronca vino desde atrás.

"¿Eh? ¿Eh?" Su atención estaba en otro lugar, además de que estaba espiando, Ji Bai se sobresaltó por esa excitación tan repentina.

"¡Vaya, tío, me asustaste! Si esto hubiera sido en el pasado, tendrías que compensarme por el daño psicológico, ¿vale?" Al voltear la cabeza y ver al dueño de la tienda de fideos con barba y mentón cubierto de rastrojos, Ji Bai suspiró aliviado y respondió con tono molesto.

"¿Eh? ¿Daño psicológico? ¡Tú, chico, no me juzgues, yo he comido más sal de la que tú has comido en toda tu vida!" El tío del restaurante puso el gran tazón de fideos que tenía en la otra mano frente a Ji Bai. Luego siguió la mirada de Ji Bai y observó.

"Bah, resulta que estás viendo a esos tipos. ¿Mirando tan fijamente, tienes alguna afición al estilo Longyang, hermano?" Después de decir esto, el dueño retrocedió un paso con cautela y se alejó de Ji Bai.

[Nota: Me costó entender, pero aparentemente esto hace alusión a que si a Ji Bai es homosexual XD. Según es por un antiguo rey que sostenía relaciones homosexuales].

"¡Tú tienes adicción a Longyang! ¿No puede uno tener curiosidad? Y aunque la tuviera, ¿qué te importa, tío? ¿Qué te pasa? ¿No tienes un poco de sentido común?" Ji Bai miró con desagrado la forma robusta y abstracta del dueño.

"Eh, ustedes los jóvenes de hoy en día... Olvídalo, no hablemos de eso." El dueño se sentó junto a Ji Bai con total familiaridad y volvió a mirar al restaurante donde los cuatro caballeros estaban sentados en un lujoso cuarto con aire acondicionado.

"Por lo que veo, esos cuatro son Caballeros Paladines, ¿verdad?" El dueño entrecerró los ojos y le dijo a Ji Bai con una mirada juguetona.

[Yo recuerdo el manhwa muy diferente XD]

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