¿Este tipo está intentando ligarme? Para ser razonables, ¿realmente quieres involucrarte con este tipo de cuerpo para criminales? ¿No sabes que el máximo castigo por esto es la pena de muerte a tres años?

"¡Por supuesto~ Gracias, hermano mayor!", respondió con una sonrisa, mientras se preguntaba impaciente por qué este tipo aún no llevaba la conversación al punto principal.

"Bueno, ¿el señor Lin Tuo está buscando a mi hermano? Espera un momento~ Lo pondré en línea." Al ver que Lin Tuo estaba desviando la conversación hacia temas extraños, Ji Bai tomó la iniciativa de cambiar el tema sin una sonrisa genuina y lo llevó de vuelta al asunto en cuestión.

"¿Ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh?"

"¿Hola? ¿Sinvergüenza refinado? ¿Qué necesitas de mí?"

"¿S-sinvergüenza refinado?! ¡Tú, joven, no dejas de buscar problemas! ¿Sabes lo que significa respetar a los mayores y cuidar a los jóvenes?" La voz al otro lado transmitía un leve tono de desprecio, mientras que la comisura de la boca de Lin Tuo se contraía.

¿Por qué dos hermanos que viven bajo el mismo techo son tan distintos? La hermana menor es tan adorable y educada, pero el hermano mayor es un caso perdido.

"Está bien, hablemos de negocios, o cuelgo."

"¡Tú, jovencito, estás completamente desquiciado! ¿Sabes lo que es respetar a tus mayores? Olvídalo, vayamos al grano. Lan Yi me pidió que te informara que debes reportarte a la sucursal. La sucursal de la ciudad fronteriza está ubicada en Luoyuan, en el pueblo de Mo, en el distrito. Habrá personas que te darán la bienvenida."

¿"Dar la bienvenida"? ¿Por qué siento que me estoy metiendo a una banda criminal? Ji Bai frunció el ceño ligeramente.

"¡Espera un momento! ¿Distrito de Luoyuan? ¿Por qué no me avisaste que sería tan lejos? Pedir un pequeño carruaje tirado por caballos o algo para recogerme no debería ser demasiado, ¿verdad?"

"¡Déjalo ya! ¿Un carruaje tirado por caballos? ¿Sabes lo caro que es viajar tan lejos? ¡Debería enviarte un coche especial!" Lin Tuo dijo con tono sombrío.

"Está bien, ¿cuándo llegará el coche especial?"

"¡Te voy a enviar a volar con fantasías! ¿Un coche especial? Ni siquiera los veteranos de mi grupo, que han pasado por muchas batallas, tienen ese privilegio. ¿Y tú te crees tan importante?"

"¿Entonces al menos me reembolsarán el pasaje? Si no, realmente no puedo ir." Ji Bai tocó su bolsa de dinero vacía. Estaba literalmente en un momento crítico y tenía que planificar cuidadosamente su próximo movimiento.

"Llega antes de las siete, te reembolsaremos, pero si llegas un segundo tarde, olvídalo." Lin Tuo dijo con calma.

Ji Bai miró rápidamente el reloj colgado en la pared. La manecilla corta ya apuntaba entre las seis y las cinco. Luego miró el negro silencio que reinaba afuera de la ventana.

"¡Maldición! ¡Es pleno invierno, y tus caballeros tienen que reportarse antes del amanecer!"

"¿Quieres o no? De cualquier manera, después de esta oportunidad, no habrá otra. Llámame cuando bajes del autobús."

"¿Qué tan tacaño es este tipo?" No es de extrañar que siga soltero, pensó Ji Bai con algo de desprecio, olvidando completamente que él mismo también tenía una reputación de gruñón.

"Oh, ¡por cierto! Habla sobre tu hermana—"

"Tutututú." Ji Bai no tenía intención de esperar a que Lin Tuo continuara hablando y colgó el teléfono inmediatamente.

"¿Es este hombre un lolicon?" Ji Bai guardó el teléfono en su bolsillo, esbozando una sonrisa traviesa.

"Aprovechando que aún no amanece, puedo transformarme en mi estado vampírico y volar directamente al área de destino. Cuando llegue el momento de reembolsar, digo que vine en taxi y me gano un dinerito extra. Eh~"

¿Qué? ¿Esto es desvergonzado? Ji Bai argumentaría que quienes dicen eso nunca han pasado por días de pobreza tan extrema que casi consideraron ponerse una faldita para buscar ingresos. Cualquiera que lo critique claramente lleva una vida feliz y debería ser enviado a Siberia a cultivar papas unos días para experimentar la realidad.

Si no fuera porque cada centavo debía gastarse cuidadosamente, Ji Bai ya podría ser la estrella principal en algún edificio.

Un destello escarlata cruzó el cielo mientras pequeños murciélagos negros revoloteaban bajo la luna. Una loli de cabello plateado con un vestido gótico blanco y bordes de encaje negro abrió los ojos. Se asomó por la ventana, saltó al vacío y su pequeña figura se transformó en un enjambre de murciélagos, cruzando el cielo nocturno bajo la indiferente luz de la luna.

Capítulo 23 ~ La niña que vende caramelos.

Bajo el manto oscuro de la noche, una pequeña criatura negra pasó desapercibida por el cielo nocturno. Con las farolas apagadas y solo la tenue luz de la luna, esta escena pasó completamente inadvertida por personas o cámaras de vigilancia. Incluso si alguien la hubiera notado, probablemente no le habría prestado atención.

"Es casi la hora." Ji Bai, quien había permanecido en un baño en el pueblo de Mo durante casi media hora, frunció el ceño al mirar la pantalla de su móvil iluminado. Se sintió aliviado al ver que el reloj cambiaba de 5:59 a 6:00.

Para ser razonable, si se puede evitar, nadie quiere quedarse en un baño más de cinco minutos. De hecho, cinco minutos después de colgarle a Lin Tuo, Ji Bai había llegado exitosamente al baño en el distrito de Luoyuan, dentro del pueblo de Mo.

Este momento era el más incómodo. Si volvía a llamar a Lin Tuo, solo levantaría sospechas. Más importante aún, el subsidio probablemente sería cancelado dada la actitud vengativa de Lin Tuo. ¡El Viejo Bai está muerto!

Dado que era así, solo podía esperar, pero Ji Bai no quería perder ese tiempo en vano. Tenía que aprovechar cada momento, incluso si se trataba de su tiempo en el baño.

Tal vez pueda hacer algo significativo, por ejemplo, salir a las calles y buscar si hay monedas que se hayan caído. ¡Quizás pueda convertir este tiempo en algo de dinero sencillo!

No te pongas tan obsesionado con esta mentalidad de crisis; estás demasiado pobre y desesperado.

Pero al final, Ji Bai decidió aprovechar el difícil acceso al baño gratuito. Sería una pena irse sin usarlo.

"¡Hoy no salgo si no descanso las piernas aquí!"

El viejo Zhang, de más de sesenta años, como de costumbre, cargó la caja del desayuno y el termo que su esposa le preparó, con el periódico recién comprado bajo el brazo. Llegó puntualmente a su puesto, miró el reloj de aguja en su muñeca y vio que la hora marcaba exactamente las seis. Una sonrisa apareció en su rostro arrugado.

"Resulta que no llegué tarde, ni me adelanté. Aunque llegar tarde no afecta mi salario, no tiene importancia." Pero al viejo Zhang no le preocupaba eso. Con su modesto salario, estaba jubilado desde hacía años, con una pensión y ahorros que garantizaban una vejez sin preocupaciones. El único motivo por el que tomó este trabajo era porque no soportaba estar desocupado.

Como de costumbre, se acomodó en el pabellón junto al baño, abrió su caja de comida y su periódico, y comenzó a leer tranquilamente.

En ese momento, una figura salió lentamente del baño, llamando la atención del viejo Zhang.

"¿Eh? Además de los ancianos, ¿hay jóvenes que puedan levantarse tan temprano?"

El viejo Zhang notó algo extraño, pero volvió a concentrarse en el periódico. Sin embargo, un momento después, sus ojos se abrieron de golpe; algo no estaba bien.

"¿Este joven...? ¿Por qué está saliendo del baño de mujeres?"

"¡Hola, sinver- Lintuo! Estoy en Mozhen, ¿dónde está el contacto que mencionaste?" Ji Bai casi no pudo controlarse y dijo las siguientes palabras, pensando que esta persona probablemente sería quien le proporcionaría el subsidio más tarde. "No muerdas la mano que te alimenta; trata de no enfadarlo antes de que te den el dinero."

"¿Hola? ¡Apuesto que ibas a decir que soy un sinvergüenza refinado, ¿verdad?!" Al otro lado, Lin Tuo se quejó, aunque algo sorprendido. "¿Ya estás ahí? Esperaba que tardaras más de una hora."

"¿Qué esperabas? Vine en taxi. ¿No sabes que después de este trayecto, los números del taxímetro están a punto de explotar? ¡Dios, este subsidio es importante!"

"Está bien, está bien, siempre hablando de dinero. Dime tu ubicación exacta." Lin Tuo respondió irritado.

"Eh, eh, todo bien, todo bien." Ji Bai sonrió ampliamente, como si acabara de saborear miel.

"Adelante, sigue hasta que veas un edificio titulado 'Ciudad de Libros Xingyu' y espera en la estación frente al edificio. Notificaré al contacto." Luego de que Ji Bai dio su ubicación exacta, Lin Tuo colgó.

Antes de que Ji Bai pudiera preguntar cómo identificar al contacto, la llamada ya estaba ocupada.

"¡Oye, sinvergüenza refinado! ¿No es este tu trabajo, dejarme esperando?" Tras un gruñido, Ji Bai guardó su teléfono, y con las manos en los bolsillos caminó hacia adelante hasta encontrar un edificio desvencijado con un gran letrero cruzado.

Era temprano, oscuro y en pleno invierno, y prácticamente no había nadie frente a la estación.

Aunque Ji Bai tenía un físico fuerte, después de haber pasado casi una hora en el baño, necesitaba sentarse a descansar. Se dejó caer en un asiento frente a la estación para recuperar energías.

"Señor~ ¿Quiere comprar dulces?" Una voz suave y adorable llegó directamente a los oídos de Ji Bai, quien estaba a punto de cerrar los ojos para relajarse. Cuando los abrió, no vio a nadie.

*¿Eh? ¿Es invierno y hay fantasmas ahora?*

"Señor, estoy aquí~"

Ji Bai se sorprendió un momento. Sus ojos bajaron lentamente, encontrándose con un cabello platinado suave y esponjoso. Frente a él estaba una figura tan pequeña que no alcanzaba su cintura, con un rostro adorable y delicado como el de una muñeca, y una piel que parecía jade pulido. Bajo sus largas y densas pestañas había un par de ojos violetas como gemas.

En ese momento, esos ojos, que parecían cristales, estaban ligeramente empañados por lágrimas, y sus labios temblaban con nerviosismo. Su voz tenía un rastro de timidez y miedo, mientras sostenía una larga falda llena de remiendos. Su piel también mostraba algunas zonas lastimadas.

Con el frío invernal, esa ropa parecía completamente insuficiente. Ji Bai podía notar sus mejillas enrojecidas por el frío y sus piernas temblorosas.

"Señor, ¿puede comprar dulces? ~ Son muy, muy baratos."

Ji Bai se quedó un momento perplejo, notando la canasta rota que sostenía la pequeña niña rubia. Dentro había una mezcla variada de caramelos.

Solamente faltan 1431 caps más~