Absolutamente nadie podía negar que los Morningstar tenían una increíble belleza, sumado a ese toque de misterio y las vibras de que nada de lo que ellos hicieran podría ser legal en definitiva les daba esa chispa, que hacía que independientemente de tu sexualidad los voltearas a ver con deseo, deseo de ser como ellos o estar con ellos.
Cuál quiera que sea el deseo que sientan al verlos, a ellos les encanta, para padre e hija sobresalir en la multitud y ser el centro de atención es una de las cosas más placenteras que les puede pasar..... Luego del sexo, claro

Y aunque le encantara que al bajar del auto de colección de su padre todos la vieran, encontraba más disgustante el hecho de estar parada frente a la secundaria del pueblo de Forks, un pequeño y deprimente pueblucho dónde no parecía haber una pizca de buen gusto, con razón el sol no brillaba por estos lares nada de aquí parecía ser digno de brillar, y con lo grisáceo y opaco que era todo Davina se preguntaba si en realidad algo podría resplandecer en ese lugar

Lucifer se bajó para posicionarse al lado de su hija a la cual se le podía notar su cara de disgusto a kilómetros, en parte no podría culparla, la había sacado de su zona de confort para resolver unos homicidios que se habían estado produciendo a lo largo de Estados Unidos y según la investigación de Decker parecían dirigirse hacía Forks
El pelinegro con su mirada recorrió el al rededor, todos parecían especialmente interesados en las dos apuestas figuras posadas sobre el Corvette del sesenta y dos, para todos era obvio que no eran de allí, desde el lujoso clásico, hasta la vestimenta costosa que ambos usaban, Lucifer usaba un traje color negro de lana escocesa, mientras que Davina portaba un conjunto completamente Versace de la cabeza a los pies, claro que en un estilo más juvenil y relajado, que la hicieran parecer una adolescente de diecisiete en vez de una inmortal de miles de millones de años

- Todavía estás a tiempo de decirme que es una broma y que regresaremos a Los Angeles en este mismo instante -

Le dijo Davina mientras apartaba su mirada del complejo escolar para ver a su padre, haciendo que este la volteara a ver

- Por favor caramelito solo sera hasta que podamos acabar con el chupasangre que viene acabando con tantas vidas humanas, el infierno ya está atestado con almas en pena, no necesitamos que nadie adelante sus muertes - 

Vina suspiró, desde cuando debían cuidar a los mortales de los semi-inmortales, y en ese momento odiaba que Decker fuera tan inteligente, no la mal entiendan ella amaba a Cloe y la pequeña Trixie era como un adorable cachorito que Davina queria proteger del cruel mundo de los humanos, pero Lucifer tendia a arrastrarla a cada una de sus aventuras, por mas que ella se negara, chillara y pataleara Lucifer siempre terminaba metiendola en sus locuras, la había sacado a la fuerza de su trono en el infierno, lamentablemente para Davina Llevarla a Forks habia sido mas que facil para él

- Entonces que esperamos vamos adentro y acabemos rápido con todo esto -

- Lo siento cariño pero tu te quedaras aquí e investigaras a través de los chismes adolescentes mientras yo lo hago en la comisaria como consultor -

Davina contemplaba petrificada en su enfado como su padre se subía con prisa al auto para encenderlo y emprender su marcha lejos de la preparatoria y su furiosa hija, la cual no pudo hacer mas que desahogar su ira en un grito al ya lejano auto

- ממזר!! אני לא אעזור לך שוב -

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La clase de matemáticas no podía resultarle más absurda, ¿En serio los humanos intentaban entender el mundo con números ecuaciones y símbolos extraños?.
La creación del mundo no había sido tan complicada, Dios básicamente había chasqueado sus dedos y creó un mundo que había imaginado, más que siete días de creación habían sido siete segundos.

- Señorita Morningstar

"Aquí vamos" Davina levanto su mirada del boceto en el que estaba trabajando para ver a la profesora que tenía en frente, pelinegra, ojos verde azulado, era joven, en sus veinti y algo con buen cuerpo, ciertamente con una profesora como esa ningún estudiante se negaría a ir a la clase

- ¿Sucede algo profesora?

Preguntó con su voz inocente pero ocultando picardía en ella iniciando un juego de seducción, Vina amaba ese juego.

- Veo que está bastante concentrada en su cuaderno, espero que sea resolviendo la ecuación en la pizarra

- Eso intento pero me temo que en mi escuela anterior no habíamos llegado tan lejos, ¿Le importaría que luego concordamos una hora para que me de clases extra y..... ponerme al día?

Su voz seguia con aquel toque inocente , pero sus ojos veían a la profesora con una lujuria incontrolable. Y la pobre educadora no tuvo más remedio que apartar la mirada para no sonrojarse en frente de su clase.

Inmediatamente la campana sonó, salvando a la profesora y al resto de alumnos de una incomoda situación, mientras que Davina solo pensó que justo cuando había empezado a divertirse el destino se lo arruinaba, por lo menos ya era la hora del almuerzo y podría espiar a los alumnos mientras su estómago se llenaba de deliciosa comida

Eso no era deliciosa comida, no lo era en absoluto, un puré de papas sin nada de condimentación, una carne tan dura como una roca, y una combinación verde de dudosa procedencia, nada de eso podría ser comestible, ella no esperaba y bufet como el que solía comer en los prestigiosos restaurantes de L.A pero mínimo esperaba algo no que pareciera vómito de caballo.

- Hey, aquí estás, te estuve buscado para enseñarte la cafetería, pero parece que te las arreglaste sola - Angela, la chica que la recibió en la entrada como anfitriona designada se sentó en su mesa junto a otra chica y un par de chicos

- Si bueno, diría que me atrajo el olor de la comida pero no sé si se le puede llamar comida a esto - Davina pinchó el puré con su tenedor

- Si creo que deberían dar aviso de la probabilidad de salir intoxicado por la comida antes de inscribirse en esta escuela, soy Jessica por cierto, y el chico a tu derecha es Mike y el... - La detuvo antes de que continuara

- No me interesa, me iré en unos días y no recordaré sus nombres para entonces, así que no hay ninguna necesidad de aprenderme sus nombres o que ustedes se aprendan el mío

- Bueno ya es tarde para eso - el único chico que no había sido presentado habló - todo el instituto ya sabe tu nombre, Davina

- ¿Es cierto que eres de Los Angeles? - preguntó el otro,

- Claro que es de Los Angeles ¿Por qué mentiría en un documento oficial? - Dejó de escuchar la discusión que se cernía entre los pubertos al ser abierta la puerta de la cafetería y sentir el aroma de un delicioso perfume, muy caro y especial como para que algún adolescente de allí lo desperdiciara para tan solo ir a estudiar.

Cuando por la puerta cruzaron un grupo de 6, lo entendió, eran vampiros, o al menos cinco de ellos lo eran, la chica de cabello largo y castaño era humana, a pesar de el maquillaje  podía diferenciar que el mínimo tono rojizo de sus mejillas era real a diferencia del de sus acompañantes, tantos años en el mundo mortal y había aprendido a diferenciar a los humanos de los semi-inmortales

- Son los Cullen, la de cabello corto y el chico que parece sufrir son Alice y Jasper, la rubia y el fortachon son Rosalie y Emmett, y los que quedan son Edward e Isabella, ella no es parte de la familia pero parece que desde que sale con el señor perfecto se a convertido en parte del clan

"Oh, no tienes idea" pensó, para Davina resultaba obvio que esa humana era la compañera de el vampirete

- En fin, en la forma en que te los nombre es como salen, y todos hijos adoptivos del doctor Cullen y su esposa, me pregunto si adoptarán a Bella también, ella solía ser nuestra amiga, pero nos cambió por la familia de ratitos - Davina se estaba hartando de esa tal Jessica y necesitaba callarla antes de arrancarle la tráquea

- ¿Y que hay de ti? ¿Meterte en la vida de los demás viene de familia o solo eres tú?

- ¿Disculpa?

- Debería dejar de opinar sobre la vida de los demás, si no te gusta tu propia vida deberías hacer algo que realmente arregle el problema, saltar de un puente por ejemplo, claro que también hay otras formas, puedes colgarte pero muchas veces no funciona como debería y solo te quedas colgando y sintiendo dolor, aunque puedo conseguirte alguna droga o algo

Para ese momento los adolescentes a su alrededor estaban más pálidos que la propia familia de vampiros que escuchaban la conversación a escondidas

- Ah, Ya se semillas de ricino, de allí se extrae la ricina, un veneno muy peligroso, puedes cocinar las semillas con algo y tendrás una muerte muy efectiva ¿Que opinas? -

Mike y Ángela abrían y se cerraban sus bocas balbuceando onomatopeyas sin sentido aparente mientras el otro par estaban tan palidos al punto de casi desmayarse, ¿Quien era la chica con la que estaban sentados?

- ¡¿Que sucede contigo?! ¡¿Acaso te criaron asesinos?! Porque te comportas así, solamente estaba tratando de crear conversación

- Jessica.. - Ángela trató de advertirle que se callara, en definitiva no quería tener a la nueva en su contra

- Y por qué no creas conversación con TÚ vida privada no tienes que involucrar la de los demás. Ah y no, no me criaron asesinos sino algo mucho peor, dulzura

Davina se volvió a acomodar en su asiento, no sabía en qué momento se había avalanzado ligeramente sobre la mesa, pero en cuanto se sentó pudo ver como su padre cruzaba la puerta por la que anteriormente los Cullen habían entrado

-Hablando del diablo -

Lucifer divisó a su hija nada más cruzar la puerta, pero en seguida noto la presencia de los vampiros en la mesa unos metros a su derecha, ambos sabían que los fríos se habían dado cuenta que no eran humanos, la carencia de olor en su sangre los delataba, pero preferían pasar por imbéciles antes de desatar una pelea sobrenatural frente a humanos

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- Hola! Ustedes son los Cullen ¿Cierto? -

Los hermanos solo asintieron como toda respuesta

- Necesito que nos acompañen, es un asunto oficial -

Lucifer mostró una placa de policía, probablemente robada de algún pobre oficial que se haya descuidado teniendo al diablo en frente

- Ve a casa, luego iré a buscarte -

Le dijo el señor cabello de escoba, como lo había bautizado Vina, a su novia

- Quiero ir contigo

Padre e hija rodaron los ojos

- Que cursilería

- Ahora sabes que es lo que siento cada vez que tú y Decker tienen un momento

- En definitiva la detective y yo no nos comportamos así

- Oh Claro que si!....

Los Cullen no sabían si interrumpirlos, quedarse o irse, el ambiente se había vuelto incómodo y la humana había preferido hacerle caso a su pareja y marcharse

- Nos quedariamos un milenio verlos discutir pero sería muy aburrido así que si pueden ir al punto de una vez

Habían pasado unos buenos cuarenta y cinco minutos y ya no quedaba nadie en el instituto, aún así decidieron que sería mejor ir a un lugar más seguro, y así fue como los Morningstar habían terminado en la casa de la familia vampírica.

- Miren han habido una serie de asesinatos, es obvio que no son ustedes, estos se extendieron desde el norte y se movieron hacia aquí en tan solo un par de semanas pero queremos saber quién lo hizo y detenerlo

- De lo contrario podría exponer a todo el mundo sobrenatural

Davina concluyó la explicación de su padre

- Creo que ya sabemos de quien hablan

El patriarca de la familia se sentó frente a ellos en la mesa mientras su esposa depositaba dos tazas de té delante de sus invitados

- Hace unas semanas nos encontramos con tres vampiros que se alimentaban de sangre humana

- ¿Alimentaban?

Alice se apoyo en la mesa a la a la derecha de Lucifer

- Atacaron a Bella y tuvimos que enfrentar a uno de ellos, su nombre era James, luego de eso los otros dos se fueron y dejaron de cazar por esta zona

Alice miró a Davina, sabía lo que pasaría tan pronto ellos lo supieran, tenía que asegurarse de decirlo lo más delicado posible para que no desataran una pelea que acabaría con el pueblo.
Por su lado Vina solo soltó una risilla discreta sin nada de gracia en ella

- Se fueron....

- Bien, entonces ustedes saben algo, llamaré a la detective y con su ayuda podremos determinar un nuevo rastro, luego iremos y acabaremos con ellos

- No..

Todos la miraron, pero quién más le importaba que la viera era Lucifer

- Tu lo harás, yo volveré a casa

- Vamos cariño, no puedes dejarme solo y volver a L.A

- No volveré a Los Angeles Lucifer, volveré al infierno a MI hogar

Davina tomó sus cosas y se levantó, apenas salió de la residencia desplegó sus alas dispuesta a emprender vuelo, pero la mano de su padre tomando su muñeca la detuvo

- ¿Que haces? No puedes dejarme así como así, no es lo que la familia hace

Davina soltó agresivamente su mano del agarre de su padre

- No, lo que no hace la familia es arrastrar a algún miembro de esta de un lado para otro en contra de su voluntad, como si fuera un perro del que hay que tirar de la correa cada vez que se niega a caminar, y eso "Papá", es lo que haz estado haciendo conmigo,yo era feliz en casa, y no es que no quiera verte a ti feliz, pero no quiero pasar mi eternidad solamente deseando serlo

Lucifer la abrazó, "Ve"   Fue lo último que escucho de su padre antes de volver a su reino