Al día siguiente, fui a las oficinas de MAXTEL OIL, mi atuendo era el de una contadora mojigata. Sé que dije que ni uno ni lo otro, pero el primero era para llamar la atención, el segundo era para que nadie me mire en las oficinas.

Cuando me presenté en su oficina, Bill estaba consternado porque no recordaba nada. Me dejó pasar porque le intrigaba saber cómo había sucedido lo de la reunión.

―¿Quién es usted?

―Soy Dinah. Ahora vas a poner este Drive en tu ordenador y lo ejecutarás

―Listo,

―Ahora esperemos un minuto.

(Minuto de silencio)

―Eso es todo, regréseme el Drive.

―Aquí está. ―En ese momento entró Pierre F, Director de MAXTEL OIL.

―¿Y tú eres?

―Solo soy la nueva becaria, ya me tengo que ir, continúen por favor. ―Salí raudamente.

Mi amigo Mattew estaba hackeando su ordenador, mientras que yo ya había copiado gran parte de sus archivos. No hay nada más que se pueda hacer.

Mila era especialista en obtener información para espionaje. Tenía muchos contactos peligrosos, incluso en la cárcel ayudaba a unos delincuentes con dinero para sus familias a cambio de información. La ayuda siempre era dada con o sin información. Aunque era una cifra anual bastante grande, valía la pena por información privilegiada de los bajos mundos, claro que siempre protegemos a nuestras fuentes.

Así fue que conocimos a un chico con trastorno asperger llamado Mattew, cuya obsesión era romper firewalls y sistemas de seguridad. Era un prominente hacker que estuvo preso por delitos informáticos, pero salió libre porque lo declararon inimputable por su condición. Entro a terapias y cosas por el estilo para que entendiera lo negativo de hackear a los demás. Mattew se encargaría de vaciar los ordenadores de los contadores, hackear correos y cuentas. Antes de eso, necesitaba poner un drive en el ordenador para ejecutar un malware que él había creado y otros programas espías.

El siguiente objetivo era Paul Lee, el contador de BLACKFIRE CIA.

El modus operandi fue el mismo, solo que en la reunión previa obtuve más de lo que pude imaginar, ni siquiera tenía la necesidad de ir hasta su oficina con toda la información que soltó sin retención, menos mal que grabé todo. El problema surgió después, cuando salí del Café en donde estábamos reunidos. Algo realmente malo estaba por pasar. Lo podía sentir, pero nada específico, solo era un sentimiento bastante grande de problemas.

Inmediatamente metí la grabación en un sobre, escribí la dirección de Mattew, y la metí en una caseta de correo.

Caminé un par de cuadras y fue arrestada por cargos de espionaje comercial, sospechosa de asociación con terroristas, entre otros. Las pruebas eran fotografías intercambiando drives el día del tiroteo, y fotografías reuniéndome con los contadores y otros documentos incriminatorios de venta de información a empresas petroleras de la competencia. Claro que todo eso se lo debo a la cadena de noticias "The True". El FBI irrumpió mi oficina y el piso donde vivía. Se llevaron todo. Pero claro que no soy tan novata como para llevar a casa o a la oficina información tan peligrosa. Esa información la tenía Mattew.

Te preguntarás por qué no presenté las pruebas que había recopilado para salir libre, porque aún necesitaba presentar algo contundente, sistematizado. Soy una reportera, no voy a regalar simplemente mi información, producto de más de dos años de duro trabajo, para que terceros se aprovechen de mi esfuerzo, ¡NI HABLAR!, además mientras Mattew ordena la información, quería presentarles el fuego en sí, no los rastros de humo a cientos de kilómetros.

Estuve encerrada por un par de días. Al no poder salir del país por obvias razones solo tenía a Mila para que fuera en mi lugar a Jerusalén. Ésta era una jugada peligrosa que Mila aceptó sin pensar.

Mi abogado me sacó con una fianza que quien sabe qué medios utilizó, ya que la USA PATRIOT ACT o "Ley Patriota" es en extremo estricta y contundente con los sospechosos de terrorismo. te preguntarás por qué no usé mi habilidad con los policías y demás, la respuesta es obvia, no quería hacer público mi superpoder, peor con agentes gubernamentales. Sería tratada como rata de laboratorio.

Aún quedaban unos días para audiencia judicial que decidiría mi futuro. Solo me faltaba atrapar a las partes en su transacción. Mila logró hacer el intercambio de información en un taxi, no fueron más que unos minutos en que todo sucedió. Nunca vio los rostros de los implicados, mucho menos si Cadis estaba presente. Inmediatamente me llamó y me dio los nombres de quienes serían los contactos. Usé toda mi fuerza posible para concentrarme en aquellos nombres. La magia otra vez llegó como luz a mi mente. Aparecieron los rostros de las personas que usarían dichos pseudónimos, incluso tenía la vaga sensación del lugar donde ocurriría. En ese momento ya tenía todo en orden. Coordiné con el FBI, presenté todo lo que tenía, cuentas bancarias, conexiones, transacciones, documentos oficiales de comercio encubierto en armas y crudo; obviamente la fresa del pastel consistió en los bocetos e identidades de quienes serían los negociadores y mensajeros, que justamente iban a reunirse el día de mañana en una bar Cubano en Florida, al promediar las 5pm. Claro que eso no era 100% seguro, solo fue información sacada de mi intuición.

Para el día de la audiencia, solo tuve que llegar a escuchar mi absolución. El mayor escándalo del año donde se vinculaba a altos directivos americanos con el grupo terrorista más radical del mundo, incluso una cadena de noticias estaba implicada, esa misma noche hubieron 5 suicidios, entre ellos el mismo Director de "The True" y los principales de BLACKFIRE CIA & MAXTEL OIL, sin contar la ola de arrestos.

Al día de los arrestos ya estaba detallado y publicado todo en primera plana por mi periódico: las rutas del oro negro turco-sirio y las relaciones entre los terroristas con sus socios americanos. Vendimos todo, fue un éxito sin precedentes. Solo obvié a uno. Cadis Ivanov. El FBI sabía de él, pero jamás podía ser capturado, no importa la fuerza policial o militar que lo busque, el que se acercaba lo suficiente no sobrevivía para contarlo, de ahí que lo llamaron el "El fantasma".

¡Y lo hice todo sin Tom Cruise!