Cap 5. AB -

Atsushi iba hacia su trabajo como cada tarde, por fin sábado, disfrutaba el domingo, amaba los domingos, era su día libre en el trabajo y escuela ¿Qué podía ser mejor que el domingo? Oh cierto, tenía que pasar el día con Akutagawa. No era como si le molestase o le incomodase, al contrario, después de estar dos meses viviendo juntos, ya se había acostumbrado al azabache pero no quitaba sus ganas de saber ¿Qué ocurría con ese demonio últimamente?

Akutagawa iba y venía del inframundo al mundo pero por más que pedía sus padres no le decía, estaba molesto, frustrado. Por más que conocía del albino no entendía que tenia de especial para que sus padres lo protegieran durante años y lo más fastidioso, cada vez que tomaba su sangre se sentía cada vez mejor, el pensamiento de hacerlo suyo le inundaba pero se negaba ¿Por qué? Simple, sus padres habían planeado algo con el chico y no iba a volver a tocarlo más que para satisfacer su deseo de sangre.

Mientras Atsushi estaba trabajando el azabache buscaba información del albino, tampoco podía dejarlo mucho tiempo solo y aquel día, se excedió – hey, Atsushi. Te buscan – sonrió su compañera

- ¿Quién Lucy-san? – pregunto el albino sonriente, por un segundo deseo que fuese Akutagawa

- Es Mark

- ¡¿Mark?! ¿qu-que hace aquí?

- Puede venir, es una cafetería, está en tu mesa

- S-si... - trago saliva - ¿puedes ir tú?

- Ve, vamos, llevan semanas sin verse, estoy segura que tiene arreglo lo suyo

Atsushi suspiro profundo y a pasos lentos llego hasta su mesa, allí estaba él, jeans rotos de color negro, botas, una camisa ajustada dejando ver su trabajo en el gym, y una chaqueta amplia – Little Kitty, la fin llegas – sonrió Mark

- ¿Qué vas a ordenar? – pregunto

- Lo de siempre, aun lo recuerdas ¿no? – Atsushi suspiro

- Entonces, café negro y galletas

- No quites el pastel de queso y zarzamora

- Tu odias ese pastel, yo lo comía

- Exacto Little Kitty – sonrió Mark – siéntate conmigo

- Estoy trabajando

- Vamos, es sábado y a esta hora no hay clientes, siempre lo hacías – sonrió victorioso

- Bien – suspiro de nuevo anotando todo y fue a la cocina

Atsushi suspiro profundo al dejar el pedido, el cocinero le sonrió - ¿de nuevo? Suerte

- Atsushi, tu ex está aquí ¿no es bueno? – pregunto Kenji – incluso no está tu primo podrán hablar bien

- Si Atsushi – sonrió Lucy – nuestros mejores deseos, vamos, arréglenlo

Amaba a sus compañeros, querían lo mejor para él pero... solo él sabía lo que había ocurrido hace un mes con el pelirrojo, Atsushi dejo el pedido en la mesa y se sentó frente al pelirrojo serio – uuy que serio – hablo burlón

- ¿Por qué vienes ahora?

- Llevas semanas evitándome desde que te vi con tu nuevo novio

- No tengo por qué verte Mark

- ¿se pondrá celoso? – sonrió Mark – aun así estas aquí, se bien como te gusta el peligro

- ¿puedes parar? ¿Qué quieres?

- Iré al campo de tiro – sonrió mientras tomaba los dedos del albino - ¿quieres venir conmigo?

- Yo... n-no iré contigo Mark

- Vamos, acompáñame – dijo tomando la mano del albino – te encanta ir al campo conmigo, o ¿Qué? ¿Tu nuevo novio te pega?

- Si supieras... -susurro Atsushi

- ¿Qué?

- Na-Nada, ¿Qué gano con acompañarte?

- Hablemos, - jalo la mano del albino y la beso – arreglemos lo nuestro y – dejo salir su lengua para lamer entre los dedos del albino y con esto sonrojarlo, incluso excitarlo – disfrutemos el resto del día...

Atsushi trago saliva, ¿Qué más daba? Mark sonrió victorioso, esperaría a que Atsushi terminará su turno del sábado y sabía bien que el domingo era su día libre de todo en general, pago su cuenta y espero en el estacionamiento. El turno de Atsushi termino, y teniendo a todos deseándolo buena suerte, salió, una Harley Davidson esperaba al albino con el pelirrojo a un lado terminando de fumar un cigarro – Little kitty, vamos a jugar

- Solo apurémonos Mark – dijo y el pelirrojo le lanzo un casco a Atsushi, el albino se lo coloco y monto la motocicleta junto a su dueño

El campo de tiro, Mark amaba el campo de tiro, había alquilado dos pistolas con un bote de 50 balas, los anteojos y los audífonos iban en sus cabezas - ¿listo Little Kitty? – sonrió el pelirrojo

- No tengo opción – sonrió el albino

Ambos chicos terminaron con el campo de tiro a distancia, era la hora de verdad, pistolas y balines de pintura, campo abierto, Atsushi no podía evitarlo, Mark sabia como hacer que ambos se divirtieran, tenían un equipo aleatorio de contrincante, toda la información que tenían es que era un grupo de 5 cincos contra ellos. Mark y Atsushi terminaron con ellos, chocaron sus manos en victoria, ambos reían.

De regreso a los vestidores, Atsushi dejo ver aquel "tatuaje" de Rashoumon – heeeey por fin me escuchaste ¿eh? – sonrió Mark acercándose

- ¿eh? ¿de qué... - pregunto Atsushi cuando sintió los labios de Mark en su cuello

- Te queda excelente el tatuaje... - menciono Mark

El pelirrojo aplastaba al albino entre él y el casillero de los vestidores; mientras continuaba besando el cuello del albino, por otro lado, Akutagawa quien seguía en el inframundo sintió aquello, alguien molestando a Rashoumon, chasqueo los dedos y se dirigió con su madre – Madre, madre – le llamo y el pelinaranja lo miro

- ¿Qué?

- ¿puedes localizar a Atsushi?

- ¿Mmm? – sonrió – claro.

Una vez más la esfera apareció y dejo ver al albino, Chuuya evito tomar una cara que expresará el "te lo dije" que quería decirle a su hijo, Akutagawa apretó los puños al ver a Atsushi, efectivamente, estaba con el muy llamado "Mark" de la vez pasada, sin camisa y siendo besado por todas partes, el azabache no tardó en darse la vuelta y dar paso a su destino, es decir, el mundo humano. Chuuya llevo su mano a su mejilla mientras sonreía – parece que ya estás enamorado querido, amaría ayudarte pero... Dazai nunca se equivoca ~

Akutagawa había llegado a aquel lugar, quedando frente a la entrada "campo de tiro" decía el letrero, aun le faltaba encontrar en donde estaba específicamente el albino, así que simplemente entro, y aunque su entrada fue negada, el azabache simplemente se encargó de asesinarle. Su camino siguió hasta que logró escuchar – es-espera al-alguien puede entrar – era la voz del albino

Siguió aquello dos puertas más y sin pensarlo dos veces la abrió, efectivamente encontró al pelirrojo embistiendo al albino entre los casilleros del lugar, Mark rápidamente tapo al albino con su chaqueta y grito - ¡¿Qué te pasa animal?! – se quedó sorprendido de ver quien era, Atsushi no podía ver nada – mira que bien – sonrió y siguió embistiendo al albino

- Aah Ma-Mark pa-para – pidió el albino - ¿qui-quien está?

- Nadie Little Kitty – sonrió – solo fue el viento

- ¿vi-viento? – volvió a preguntar y Mark recargo su barbilla en la espalda del albino para entrar más profundo y con esto hacer al albino gritar

- Solo eso – miro fijo al azabache quien seguía sin reaccionar a lo que veía – un viento que se va

El pecho le dolía ¿Por qué no podía moverse? Aquel dolor de pecho estaba matándolo, ¿Por qué? ¿Por qué tenía ese dolor de pecho? No importó más, en cuanto sus sentidos volvieron a él, Rashoumon apareció, el pelirrojo por estar disfrutando del albino ni lo notó, el éxtasis fue lugar donde el pelirrojo murió, literalmente.

Atsushi respiraba agitado, aún seguía su rostro cubierto, el azabache se acercó hasta esté, tomo su cuerpo y lo dejo encima de la banca, fue cuando pudo ver, se sorprendió de ver al azabache encima de él, aún más sorprendente fue que cuando sus ojos giraron estaba el cadáver de Mark completamente desmembrado. Atsushi topo su boca, quería vomitar y fue cuando el azabache tomo sus muñecas - ¿te gustaba tanto? Creí haberte dicho que no lo vieras

- Fu-Fue... so-solo fu-fue un im-impulso – decía Atsushi asustado – t-tu... ¿l-lo ma-ma-ma...taste?

- Sí, eso hice – dijo molesto, su pecho realmente le dolía - odio que ese imbécil haya terminado dentro tuyo, lo haremos tu y yo

- ¿e-eh? N-no qui-quiero – se quejó el albino

- ¿ah? ¿lo haces con tu ex y no conmigo? – sonrió el azabache – que tonterías – el azabache bajo la cremallera de su pantalón y el albino comenzó a temblar, conocía la fuerza de Akutagawa. No había escapatoria

- ¡N-no quiero! – grito y recibió una cachetada al mismo tiempo que era penetrado

Atsushi comenzó a gritar por ello, todo su cuerpo ardía una vez más, dolía, y el azabache era duro y firme dentro de él, no podía resistirlo, no iba a poder y fue peor cuando sintió el olor de la sangre de Mark, Atsushi se sintió perdido por ello, odio. Su alma se corrompió por el odio.

...

Semanas después, Atsushi volvía del trabajo, sus vacaciones en la universidad habían llegado, aprovechaba para descansar más en las mañanas, el turno de la noche era relajado para el albino, y un día solo apareció – Atsushi-kun – le llamo desde un callejón mientras el albino volvía a su casa

- Dazai-san – sonrió ligeramente el albino, pues sus ojeras eran de dar miedo

- Pero mira que rostro tan opaco tienes ¿Qué te ha pasado?

- Ah... - apretó sus ropas – na-nada... solo... unos desacuerdos con mi primo

- Eso veo – sonrió Dazai - ¿Qué tal una visita a tu casa?

- N-n-n-no – temió Atsushi

- Si, vamos ~ - canto Dazai

- N-no Da-Dazai-san, cre-creame por favor – pidió el albino mientras el castaño había dado paso al departamento del albino

Y aunque Akutagawa lo sintió llegar, esté se quedó, vio el rostro de su padre furioso y el de Atsushi completamente mortificado – quiero una explicación – dijo Dazai

- Da-Dazai-san, todo está bien – decía Atsushi

- Me voy de vacaciones con tu madre un par de semanas y cuando vemos que tal están Atsushi-kun está casi muriendo

- ¿e-eh? – pregunto el albino

- Él me reto – dijo el azabache serio

- Lo llevaré conmigo, sigues siendo un inmaduro

- ¿eh? ¿llevarme?

- Padre no puedes hacer eso, Atsushi se queda aquí

- ¿padre?

- Atsushi-kun ira conmigo – dicto el castaño al azabache - Vamos Atsushi-kun – dijo tomando su muñeca y Rashoumon apareció. Dazai miro fijo a la bestia - ¿en serio me retaras a mí?

- Da-Da-Dazai-san... su-suel...teme... - pidió el albino con miedo - ¡suéltame! – grito para zafarse y salir corriendo

Atsushi sentía que iba a enloquecer ¿Qué era todo eso? ¿Padre? ¿Hijo? Que sucedia con su vida... llena de muertos, llena de sangre y desesperación, Atsushi corría por las calles oscuras, staba hiperventilándose, paro unos segundos y un vio a alguien acercarse - ¿estás bien? – pregunto aquel chico de ojos azules

- Gra-Gracias... estoy bien – dijo Atsushi relajándose, podía sentir un olor relajante

- Me alegra que este bien, Atsushi

- ¿e-eh?

Atsushi despertó en una enorme cama, para decir enorme me refiero a una realmente enorme, redonda, se levantó relajado, y miro a todos lados - ¿do-dónde estoy?...

- En mi casa – sonrió aquel chico – mi nombre es Chuuya, esposo de "Dazai" – dijo entrecomillando los dedos – soy también padre de "Akutagawa" – dijo reemitiendo la acción

- ¿qu-que? – dijo aturdido el chico - ¿Qué es? ¿Por qué estoy? Yo...

- Tranquilo, tranquilo – decía Chuuya acariciando el cabello del albino – verás que todo lo entenderás pronto

Atsushi había sido abrazado pero el temor había vuelto al chico, no podía dejar de temblar del miedo.

Un rato después, Chuuya le vistió con ropas "raras" un pantalón negro con flores rojas y una camisa blanca a juego con un saco con mangas extremadamente largas, Atsushi tenía las ganas de llorar ante todo lo que estaba pasando, pronto miro al castaño y al azabache que estaban discutiendo, logro ver al azabache vistiendo similar a él, pero sus colores contrastaban, lo negro en Atsushi era blanco en Akutagawa, lo blanco era negro y lo rojo era dorado – Atsushi-kun, te vez increíble – sonrió Dazai y Atsushi miro a otro lado. Dazai golpeo el rostro del azabache y lo miro serio – lo traumaste idiota

- ¡Yo no hice nada! – grito molesto – ustedes son los que me han estado evitando y cuando alguien más lo tomo me volví loco, no quiero que nadie más lo toque – dijo serio a su padre

- Atsushi-kun ¿quieres estar con Akutagawa? – Atsushi movió rápidamente su cabeza en negación aun estando oculto entre las sabanas

- Vez, esto pasa por dejar a mi futuro yerno con el pesado de tu hijo – se quejó Chuuya y Atsushi salió de entre las sabanas para mirar al pelinaranja

- ¿qu-que dijo? – pregunto Atsushi mirando al pelinaranja

- Queremos que se casen – sonrió Chuuya

- ¿e-eh? Y-yo...

- Vamos Atsushi-kun, estas vestido y listo – sonrió Dazai – hemos esperado por muchos años para esto

- Y-yo no qui...

- Solo lo haré porque lo ordenas padre pero ¿realmente es necesario?

- Escuchen... - dijo Atsushi con un hilo de voz. Fue ignorado, sus lágrimas se acumularon – no quiero... ¡NO QUIERO! – grito y los tres demonios sintieron aquello en su pecho, voltearon a ver al albino, sus ojos brillaban y habían quedado afilados

- Lo hicieron enojar – se quejó Chuuya

- Atsushi... ¿Qué es? – pregunto Akutagawa mirando a su padre

- Nakajima Atsushi-kun, heredero del dios Byakko – dijo Dazai mientras aquel chico caía una vez más desmayado

- Tu padre siempre quiso que te casaras con alguien poderoso y en cuanto encontramos a Atsushi simplemente cuidamos de él – sonrió acariciando al albino quien descansaba – debías cuidarlo bien, la furia de Byakko es poderosa, incluso más que tu padre.

- ¿Cómo iba a saberlo?

- Lo imaginamos – dijo Chuuya mirando serio al azabache

- Bueno... Es que tú, estas completamente enamorado – sonrió Dazai al azabache

¿Ena...morado? – pregunto el azabache mirando alalbino. "¿Eso es posible?". Pensó    


¡Hola a todos! 

Está historia terminará en el siguiente capitulo

¡Gracias por leer!

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