002. the honorable

𓂃 ˒ BLOOD DYNASTY
❪ chapter two — act one ❫
❛ Hoy Kitty Kat cae ❜

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MYSTIC FALLS, 2010

𓂃˒ DAMON SUSPIRÓ ENOJADO DESDE SU HABITACIÓN. DEJÓ EL VASO DE BOURBON a un lado y caminó hacia la habitación de Azaela.

Su alarma estaba sonando desde hace horas.

─Adoptada, tu maldita alarma despierta a toda la casa, menos a ti...─ abrió la puerta encontrándose con la cama hecha, sin ninguna arruga.

Frunció el ceño y se caminó hasta la sala principal.

─Azaela no llegó a dormir anoche ─Le informó a Stefan, quién se levantó del sofá de inmediato.

─No avisó que no llegaría ─dijo extrañado

─Y la maldita siempre te avisa

─Lo sé ─soltó un suspiro al mismo tiempo que su teléfono comenzó a sonar─. Jeremy, hola ─contesta.

Oye, Elena no me contesta el teléfono, pero dile que tiene que avisarme si necesita que la cubra. A Jenna no le importa, pero no se pasen.

─¿De que hablas?

Tu y Elena. Me da gusto que hayan vuelto, pero si se va a quedar contigo tiene que avisar.

─Oye, espera un momento, nosotros no hemos regresado ─aclara Stefan.

¿Entonces ella no se quedó contigo anoche?, porque no llegó a dormir acá.

─Tampoco Azza.

─¿Donde están entonces?

Damon colgó la llamada que mantenía con Carol justo después de que Jeremy llamara a Stefan.

—Carol dijo que el auto de Azaela sigue ahí, y con una mancha de sangre en la ventana de la puerta.

─¿Que demonios está sucediendo?

[...]

Azaela abrió sus ojos lentamente adaptandose a la poca iluminación. Frunció el ceño al ver que no estaba en casa sino qué estaba en un lugar en muy mal estado, con muebles rotos esparcidos al azar, telarañas en cada parte de la habitación al igual que le polvo.

De repente, imágenes de la noche anterior pasaban por su cabeza haciendo que el pánico la invadiera.

¿Donde estaba Elena?

Intentó levantarse para lograr encontrarla pero tan pronto como lo hizo se dió cuenta que estaba atada a una silla. Hizo un esfuerzo para intentar zafarse pero al aconito en su cuerpo aún la mantenía débil.

Un soplido de irritación salió de sus labios cuando falló. Dejó caer sus hombros y miró su atuendo, viendo que aún estaba con su vestido.

Mientras Intentaba sacarse las cuerdas una vez más, un crujido en el pasillo llama su atención. Un hombre con gorra de béisbol y gafas de sol entró con Elena inconsciente en sus brazos, sus manos y pies se encontraban atados. El dejó a Elena en el sofá y la miró fijamente.

Azaela se dio cuenta que él era un vampiro por su aroma y porque, en ningún momento desde que entró escuchó latir su corazón.

El vampiro se acercó peligrosamente al cuello de Elena con la tentación de probar su sangre.

─¡Oye, no la toques! ─gritó ferozmente mientras luchaba contra las cuerdas.

Él volteó hacia ella y me hizo una seña para que se callara.

─Vete al demonio, idiota ─su mirada se endureció al ver como el vampiro la ignoró acercándose más al cuello de Elena con sus colmillos listos.

─ Elena ─suspiró aliviado al ver como ella despertaba.

─¿Azza? ─La doppelgänger jadeó cuando notó al hombre cerca de ella─ ¿Que quieres? Por favor, estoy herida ─ intentó alejarse

Trevor, el vampiro, se quitó las gafas de sol cuando aparecieron venas debajo de sus ojos

─Solo un poco ─inclinó su cabeza a un lado.

Elena retrocedió torpemente.

Azaela solo pudo pensar en lo indefensa que estaba Elena, justo como ella y su hermana lo estuvieron alguna vez.

Sus ojos se iluminaron de amarillo por un breve momento donde la ira comenzó a crecer. Con una fuerza que la caracterizaba, rompió las cuerdas que la rodeaban exitosamente.

El cuerpo de Trevor fué a caer en el suelo cuando Azaela lo lanzó lejos de Elena. El vampiro se levantó rápidamente queriendo abalanzarse sobre ella, pero una voz aguda lo detuvo.

─¡Trevor, controlate!

Azaela miró a su derecha para encontrarse con una mujer alta y cabello corto estilo pixie. Supo que era otro vampiro

─Aburrida ─Trevor pasó al lado de la mujer marchándose.

Elena se levantó lentamente ganándose a un lado de Azaela.

─¿Que quieres con nosotras? ─le preguntó a la vampiro

─Impresionante ─La vampiro veía a Elena con asombro─. Eres idéntica a ella.

─Pero no lo soy. Por favor, lo que sea que...

─¡Ya basta! ─Espetó la chica, Rose.

─Pero no soy Katherine ─insistió─. Mi nombre es Elena Gilbert, y ella es mi amiga, Azaela Salvatore. No tienes por qué hacer esto.

─¿Salvatore? ─Rose miró a Azaela con confusión.

─Si, ¿Algún problema? ─La chica se cruzó de brazos observando a Rose desafiante.

─Por favor ─Elena continuó hablando acabando con la paciencia de Rose.

─¡Cierra la boca! ─espetó abofeteando duramente a Elena causando que caiga inconsciente al sofá.

Azaela miró a la mujer y sin pensar mucho quiso atacarla pero Rose levantó la mano deteniendola.

─Yo no haría eso. Soy un vampiro con más de quinientos años y no quiero lastimarte ─advirtió antes de irse.

─¡Oye, nos secuestraste a mí y a mi amiga! ¡No puedes simplemente irte sin decirnos que está pasando!

─¡Cierra la boca!

─ ¡Que grosera! maldita demente ─susurró lo último.

Se acercó a Elena con cuidado, apartando lo mechones de cabello de su rostro antes de ayudarla a recostarse con más comodidad en el sofá.


[...]



Azaela paseaba por la sucia habitación

─¡Disuclpa! ¡Oigan, tengo hambre y frío! ─gritó al aire─. ¡Al menos cuiden su mercancía!

Y, como todas las veces, fué ignorada. Lo único que la mantenía distraída era escuchar la conversación que Rose y Trevor mantenían.

─Ven ─Elena señaló las escaleras para poder escuchar.

Y en silencio, ambas chicas subieron sigilosamente las viejas escaleras para ver un pasillo iluminado por bombillas colgantes. Azaela se ganó frente a Elena en caso de que algo salga mal y la lastimen. Le daría el tiempo suficiente para que ella huya.

Cuando lograron escuchar una parte de su conversación, se dieron media vuelta para devolverse, sin embargo, un paso en falso de Elena ocasionó que la madera vieja suelte un chirrido haciendo eco por toda la casa. Antes de dar un paso más, Rose ya estaba frente a ambas chicas en un abrir y cerrar de ojos. Azaela se ganó protectoramente frente a Elena mirándo a Rose con atención.

─¡Ustedes dos! ─exclama rose─. No hay nada cerca en kilómetros. Si piensan que van a escapar, están equivocadas.

─¿Quién es Elijah? ─preguntó Elena rápidamente

─Él es tu peor pesadilla ─se limitó a responder seriamente antes de girar sobre sus talones para marcharse

─A mi me gustan mucho de esos  ─comentó Azaela con una sonrisita.

Elena la miró incrédula antes de negar con la cabeza.

─¿Por qué estamos aquí? ─Preguntó luego cuando siguió a Rose vacilante junto a Azaela

─Sigues haciendo preguntas como si yo fuera a responderlas.

─¿Al menos tienes algo de comer? ─ interrumpió Azaela─ En serio, me estoy muriendo de hambre aquí.

Rose la miró antes de suspirar y sacar una barra de chocolate de tamaño grande.

─ Gracias ─Azaela sonrió de oreja a oreja recibiendo el chocolate─, que amable eres...uh, ¿cual es tu nombre?

─Rose.

─Que amable eres, Rose. Omitiendo el hecho de que nos secuestraste.

─Nos tienes, ¿de acuerdo? ─volvió a hablar Elena después de recibir una porción de chocolate por parte de Azaela─. No es como si nosotras pudiéramos ir a algún lado. Al menos puedes decirnos que quieren con nosotras.

─Personalmente no quiero nada. Solo hago la entrega.

─¿A Elijah? ─preguntó Elena.

─¿El es un vampiro mayor, no? ─dijo Azaela─. De lo contrario ustedes no estarían tan asustados.

─Si ─asintió Rose─, Elijah es uno de los originales. Un vampiro original.

─¿Que quieres decir con "originales" ─Cuestionó Elena

─Originales...Es uno de los primeros vampiros ─dedujo Azaela frunciendo el ceño desconcertada.

─Un punto para ti ─respondió Rose, sarcástica─ ¿Los Salvatore solo le han hablado de su historia vampírica?

─¿Conoces a Stefan y Damon? ─Elena preguntó.

─Sé de ellos. Hace cien años una amiga mía trató de emparejarnos. Ella dijo que era uno de los buenos. Sin embargo, a mí me gustan más los chicos malos

─¿Quiénes son los originales? ─Volvió a preguntar Elena

─¿Acaso no has escuchado? Trevor y yo hemos estado huyendo durante quinientos años. Estamos cansados, queremos que esto termine. Las estamos usando para negociar nuestra libertad y salir de este lío

─¿Y que tenemos que ver nosotras? ─Azaela entrecerró los ojos viéndola.

─No me corresponde decírtelo ─le respondió , luego desvió su mirada a Elena─, y tu eres la doppelgänger Petrova. Eres la clave para romper la maldición.

─¿Que quieres decir con que no te corresponde decírmelo? ¿Y Elena es la clave? La piedra lunar es la que rompe la maldición ─espetó la Salvatore.

─No, la piedra lunar es lo que une la maldición. El sacrificio es lo que lo rompe ─explica Rose

─¿Sacrificio? ─pregunta Elena, preocupada.

─La sangre del doppelgänger. Tú eres el doppelgänger. Lo que significa que para romper la maldición, eres tú quien debe morir.

Azaela sintió que su corazón se detuvo y como si fuera un interruptor, su instinto protector regresaron y jaló a Elena detrás de ella.

─Cuéntanos más ─exigió con su semblante más serio que de costumbre

─El cautiverio te ha vuelto insistente ─ habló Trevor detrás de ellas─ ¿Que quieren saber?

─¿De quién están huyendo?

─Los originales

─ Si, ya lo sé. Dame una respuesta más concreta.

─La primera familia. Rose y yo los cabreamos

Rose se aclaró la garganta.

─Corrección. Yo los hice enojar. Rose me cubrió las espaldas, y desde entonces nos quieren muertos.

─¿Que es lo que hiciste? ─preguntó Elena

─Cometió el error que muchos otros cometieron. Confío en Katerina Petrova.

─Katherine ─susurraron amabas al unísono

─La primera Doppelgänger Petrova ─Rose asintió

─La ayudé a escapar de su destino y hemos estado marcado desde entonces.

─Y no volverá a cometer el mismo error ─añadió Rose antes de marcharse junto a Trevor al igual que ambas chicas regresaron al primer sitio donde estaban.

Elena se acurrucó en el sofá cuando sintió que algo crujió debajo de uno de sus pies, lo levantó encontrándose con un papel arrugado, lo tomó  y lo abrió. Una sonrisa se asomó en sus labios antes de entregarselo q Azaela.

Stefan y Damon van por ustedes.
─ B


[...]


Azaela tomó asiento en el sofá para fijar su mirada en Elena.

─Escúchame con atención, Elena ─susurró─. Pase lo que pase tu solo corres, ¿si? Te daré el tiempo suficiente para que lo hagas.

─Azza, que...

─¿Has visto las ventanas? ─no le dió el tiempo para responder cuando continuó hablando─, están cubiertos de cartón, lo que significa que Rose y su amigo no tienen anillos solares, y si los ves no tienen ningún accesorio que demuestre lo contrario.

─Azza...

─Si sales ellos no podrán seguirte, y de Elijah me encargo yo. Tu solo corres, ¿si? No pienses en mirar atrás, Elena.

─¡Esto fué un error! ─Gritó Trevor mientras entraba a la habitación con Rose siguiendolo.

Ante eso, ambas chicas se lavantan de inmediato.

─No, te dije que nos salvaría de esto. Confía en mí ─pidió Rose tratando de tranquilizarlo.

Trevor negó

─¡El me quiere muerto, Rose!

─La quiere más a ellas ─La vampiro señaló a ambas chicas─. Ellas son la clave de nuestra salvación.

Azaela estaba bastante confundida. ¿Que podría querer el tal Elijah de ella?

─No puedo hacer esto. Tu entregalas. El tendrá piedad por ti. Yo necesito salir de aquí.

Rose lo frenó tomándolo con firmeza de la mano.

─Oye, ¿qué somos?

─Somos familia, para siempre ─Trevor suspiró hondo para lograr tranquilizarse.

Un golpe resonó por toda la vieja casa. Los vampiros se tensaron.

─Quédate aquí con ellas y no hagas ruido ─dice Rose para luego marcharse.

Durante un tenso momento, hubo silencio y luego unos pasos se acercaron, parándose en lo alto de la habitación. Azaela y Elena levantaron la vista y vieron a un hombre bastante guapo.

Azaela tomó una postura amenazante, lista para luchar si era necesario, sin importar si tenía o no alguna posibilidad. Ella siempre luchará por los suyos.

Elena trataba de no temblar de miedo cuando el se acercó y se inclinó cerca de su cuello.

─ Humana. Es imposible ─murmuró y luego le sonrió─ Hola.

─Oye, no seas rarito y deja de olfatearla ─ Azaela tironeó a Elena para apartarlo de el.

Elijah giró la cabeza y se detuvo, sus ojos encontrándose con Azaela por primera vez. Su expresión, normalmente impasible, cambió sutilmente cuando sus ojos se abrieron ligeramente, dejando entrever una emoción contenida. Azaela parpadeó, confundida, sin comprender por qué había una nostalgia tan palpable en la mirada cálida y profunda que él le dirigía.

Lo miró con cautela, sus cejas frunciéndose al notar la forma en que él parecía estudiar cada detalle de su rostro.

─¿Hay algo en mi cara? ─preguntó, incómoda, intentando romper el extraño momento.

Elijah parpadeó, como si volviera al presente, y suavizó su expresión con esa calma inquebrantable que lo caracterizaba.

─Perdona mi distracción. No fue mi intención incomodarte. ─Hizo una leve inclinación de cabeza, su tono impecablemente educado.

Azaela frunció los labios, observándolo con desconfianza. Había algo en la forma en que él la miraba, como si estuviera viendo algo más allá de lo que ella podía entender.

─Realmente eres tú. —Elijah dejó soltar un suspiro sin siquiera esperarlo él mismo.

─No sé ser alguien más ─se limitó a responder ella.

Elijah sonrió apenas.

—Bueno, un largo viaje. Deberíamos irnos ya ─Elijah se recompuso.

─No iremos a ninguna parte contigo ─siseó Azaela.

Elijah simplemente le sonrió antes de girarse hacia Trevor.

─Un último asunto de negocios y estamos listos.

Trevor suplicó y pidió perdón por sus acciones pasadas, y cuándo creyó que había Elijah le perdonó la vida, este en un abrir y cerrar de ojos le arrancó la cabeza de los hombros. Rose ahogó un grito y Elena jadeó fuertemente haciendo que Azaela la tomara de la mano.

─¡Tú! ─Gritó Rose lista para atacarla.

─No lo hagas, Rose.─Advirtió el original ─ Ahora eres libre─ volteó hacia las chicas─. Vengan.

Azaela estaba apunto de mandarlo al infierno, pero Elena rápidamente soltó su mano y habló.

─¡No! ¿Y que hay de la piedra lunar? ─le reclamó.

Elena sabía, en lo más profundo de su ser, que Azaela sería capaz de quedarse atrás para enfrentar a Elijah y permitirle huir. Esa era la clase de persona que era Azaela: valiente hasta la imprudencia y ferozmente protectora. Pero Elena no podía permitirlo. No podía quedarse de brazos cruzados mientras alguien a quien consideraba una hermana mayor se sacrificaba por ella.

Así que respiró hondo y alzó la barbilla, su mente trabajando rápidamente para encontrar una forma de ganar tiempo. Cada segundo contaba, y sabía que los Salvatore estaban en camino.

─ Interesante ─ susurró Elijah ante la declaración que hizo Elena ante la hipnosis.

Ruidos de cristales rompiéndose llamaron la atención de los presentes.

─¿Qué fué eso? ¿Quién más está en la casa? ─exigió saber hacia Rose.

─No se ─respondió

Elijah tomó a ambas muchachas llevándolas a la puerta principal y miró a su alrededor. Rose lo siguió y Elijah arrojó a ambas chicas a sus brazos.

─Que grosero. ─susurró la Salvatore alisando su vestido.

─Rose ─Advirtió Elijah cuando vió una mancha borrosa pasar cerca.

─No se quién es

─Aquí arriba ─se escuchó la voz de Stefan.

Elijah subió las escaleras con velocidad, pero no encontró a nadie.

─Abajo ─dijo Damon burlonamente.

Al darse la vuelta, una mini estaca fué lanzada en sus manos. Lo sacó con facilidad y la arrojó al suelo. Cuando levantó la vista, Azaela, Elena y Rose ya no estaban.

Damon le hizo una seña a Azaela para que aguardara silencio mientras sostenía a Rose para que no huyera.

─¡Disculpen! ─exclamó Elijah─ ¡A quién corresponda! Están equivocados si piensan que pueden vencerme ¡No pueden! ¿Oyeron eso?─ Sacó un perchero de madera que se encontraba a su lado y lo rompió a la mitad─ Lo repito, No pueden vencerme. Quiero a las chicas a la cuenta de tres o rodarán cabezas...¿Ya han entendido?

─Iré contigo ─gritó Elena─. Por favor no lastimes a mis amigos. Ellos solo querían ayudarme.

Azaela abrió los ojos con pánico, pero Damon rápidamente negó con la cabeza, dándole a entender que era parte del plan, logrando tranquilizarla.

Elijah se acercó rápidamente a Elena y esta jadeó asustada

─¿Que creíste que ibas a hacerme?

Elena sacó una granada que tenía escondida y sacó el seguro arrojándoselo a Elijah en el rostro. El vampiro gritó cuando la verbena le quemó el rostro, pero de inmediato se curó. Miró a Elena enojado acercándose a ella, pero antes de que pudiera dar un paso más más, Stefan salió y comenzó a dispararle con balas de madera. Ni siquiera esto lo detuvo. Stefan desconcertado, se abalanza hacia el cayendo ambos por las escaleras.

Damon salió de su escondite para ayudar a su hermano.

Cuando Elijah iba a atacar a Stefan, Damon toma la enorme madera que anteriormente tenía Elijah y lo apuñala directo al corazón, moviéndolo contra la pared. El original jadeó y su piel lentamente se empezó a tornar gris.

Rose salió viendo con ligera sorpresa al ver al original "muerto". Cuando Damon quiso dar un paso hacia ella, Rose ya se había marchado.

─Lástima, era guapo ─dice Azaela al bajar y ver a Elijah.

─Hey ─Stefan toca su brazo para luego atraerla a el brindándole un abrazo. ─ ¿Estás bien?

─Si, nada de que preocuparse ─ respondió con una sonrisa tranquilizadora una vez que se separaron─. Solo tengo hambre y mucho, mucho sueño. ¿Cuando lleguemos a casa podemos pedir comida?

Stefan no pudo evitar reír.

─Enserio, Stefan, mis tripas me están reclamando.

─Bien, vamos a casa.

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