SS:E-3

No me fui a ningún sitio.

Con el pasar de los días, la sensación de ser un inmortal se fue desvaneciendo de mi mente y de alguna forma se arraigó en mi cuerpo.  Gracias a esos días pude conocer a la familia de vampiros que mi mejor amigo frecuentó y me di cuenta que esas personas lo estimaban al punto de cocinar sus platillos favoritos a pesar de que nadie consumiera comida humana entre ellos, y también le habían dado muchos regalos costosos.

Realmente lo habían consentido, ahora entendía por qué no había querido volver tan fácilmente. Y cuando lo hizo pensé que se había tardado demasiado en hacerlo, pero ahora sólo deseaba que jamás lo hubiera hecho.

Con los vampiros aproveché a despejar muchas de mis dudas y a saber qué fue de la vida de Hyungwon mientras no estuvo conmigo. Ellos me contaron todo, incluso la decisión de protegerme por su cuenta para no involucrar a nadie más en una pelea que pudiera durar para siempre.

Hyungwon era un idiota y yo solo esperaba que ese idiota despertara para poder volverá abrazarlo.

Después de lo ocurrido traté de llevar una vida normal yendo al trabajo pero la verdad es que era más complicado de lo que me hubiera gustado, no porque haya olvidado mis conocimientos, sino porque todos los días tenía que fingir ser el Kihyun lleno de vida que le temía a muchas cosas, estar rodeado de personas que olían demasiado bien, y eso sin contar que el idiota que me convirtió y casi mató a Hyungwon me esperaba a diario fuera de mi trabajo, esperando que aceptará sus estúpidas disculpas.

Hyungwon tardó un año entero en despertar, y durante ese año tuve que lidiar e ignorar todos los días a ese idiota, pero cuando despertó y lo vi tan feliz de verme, volví a sentir aquella sensación de no saber que más hacer después de eso. Estaba muy feliz por él, pero debíamos seguir nuestros caminos, y el suyo ya estaba forjado junto a Wonho. Querían ser felices y yo también quería que lo fueran, así que los dejé ir, a costa de mi soledad. 

Todos dicen que la felicidad es el sentimiento más bonito que puedes sentir, pero nosotros nunca sabemos a cuantas personas herimos por tenerlo.

—¿En qué piensas cuando suspiras así? —dijo una conocida voz a mi lado.

A esas alturas ni siquiera me sorprendía.

Hyungwon me explicó que una regla ética y tonta de los vampiros es que no podían entrar por la puerta a un lugar donde nunca habían sido invitados. El asunto es que en su momento yo había dejado entrar al vampiro a mi apartamento, así que se aparecía frente a mi cada vez que quería y no se iba hasta que le decía que lo hiciera.

Recosté mi cabeza en el sofá de mi apartamento y cerré los ojos para ignorarlo mejor.

—Pienso en lo mucho que deseo que desaparezcas de mi vida para siempre. —mencioné con una sonrisa.

Sabía que me estaba mirando, incluso si yo no estuviera viéndolo, así que levanté el dedo medio hacia él.

—Mentiroso. —respondió con tranquilidad mientras arreglaba el desastre que yo había dejado en el lugar antes de irme a trabajar en la mañana.

Abrí mis ojos y lo miré ir de un lado a otro poniendo todo en su lugar y volví a ignorarlo para revisar mi celular y ver las fotos que Hyungwon me envió dándose un chapuzon en el lago frente a su casa, invitándome a visitarlo algún día.

—¿Nunca ordenas este lugar antes de irte? —volvió a mencionar la voz conocida que no se callaba incluso aunque se lo pidiera.

Rodé los ojos con molestia.

—¿Qué te importa si limpio o no? —cuestioné. —¿Por qué siempre estás aquí? ¿No tienes casa a donde ir?

Mis preguntas parecieron molestarlo un poco, pero en lugar de prestar atención a la mala intención de la pregunta, prefirió responder de forma literal.

—Si tengo. —contestó con calma. —Pero es muy raro y aburrido estar solo.

Hice una mueca y devolví mi atención al celular para seguir chateando con mi amigo.

—Pues ve y consigue a un perro, un compañero o algo así. —dije sin mirarlo.

—Es lo que intento. —dijo en un susurro.

De repente sentí una leve molestia cuando lo escuché decir eso, me sorprendí y me sentí estúpido al mismo tiempo.

¿Por qué sentí molestia por algo así? Obviamente no quería tener a ese tipo cerca sin importar que ya habían pasado un par de años desde que me convirtió en un monstruo, asi que mi reacción fue simplemente absurda.

—Bien por ti. —comenté en un murmullo, intentando esconder el sentimiento que realmente me produjo.

Él me sonrió y se sentó a mi lado sabiendo que a esas alturas ya no iba a empujarlo. Después de tanto tiempo se había hecho agotador tener que estarlo despreciando por cada acción que hiciera, asi que para evitarme las molestias simplemente dejaba que hiciera lo que quisiera y me dedicaba a ignorarlo.

—¿Que hay de ti? —preguntó chocando suavemente nuestros hombros —¿No quieres un compañero?

—¿Pará qué? —murmuré, todavía sin mirarlo.

Él parecía estar un poco pensativo, pero justo cuando pensé que iba a darme una larga respuesta enumerando todas las razones por las cuales era necesario tener al lado a una persona, él decidió decir algo muy directo.

—No lo sé, hace un tiempo me dijiste que te sentías solo la mayoría del tiempo. —soltó sin tapujos..

Me sorprendí de escuchar eso. No podía negar que me sentía de esa manera después de que Hyungwon desapareciera repentinamente de mi vida, pero nunca ventilé mis sentimientos o al menos no recordaba haberlo hecho.

—Yo nunca diria una tontería de esas al menos que estuviera borracho y escupiera cosas sin sentido. —respondí restandole importancia y tomando la ración de sangre que el vampiro me traía sin falta. —Además eso seguramente ocurrió cuando era un simple humano, todos los sentimientos no importan ahora.

Volví a ver mi celular para entretenerme en cualquier cosa que no fuera charlar de mis sentimientos con ese tipo, y él guardó silencio por un largo rato dándome el momentáneo alivio de creer que la charla ya había terminado. Al menos hasta que volvió a abrir la boca.

—Entonces, ¿qué hay del sexo? —dijo sonando repentinamente inocente.

Casi me atraganté con la sangre.

—¡¿Disculpa?! —pregunté sintiéndome ofendido.

Él me observó como si no entendiera mi reacción y hasta dudó en seguir hablando como si yo ya supiera lo que él iba a decir.

—Dijiste que te había gustado como lo había hecho. —dijo tranquilamente, dejándome anonadado.

Esta vez definitivamente estaba sorprendido porque en ningún rincón de mi antigua memoria humana recordaba haber dicho o hecho algo como eso... ¡Y menos con él!

¿O sí?

—Creo que me estas confundiendo con alguien más. —dije mirando a otro sitio para desviar mi atención y fingir que no había escuchado tal insinuación de su boca, pero tan pronto como intenté ignorarlo, me sujetó por la cintura y me sentó sobre su regazo.

—Fue justo en este mismo lugar donde te subiste encima de mí y me pediste que lo hiciéramos hasta agotar tus últimas energías, yo sólo cumplí con tu deseo... —soltó con ojos suplicantes, deseando notoriamente que recordara algo así.

Abrí la boca para decir algo, pero la verdad es que estaba totalmente en blanco y ni siquiera podía reaccionar para apartarme.

—No voy a creer en tus palabras. —dije después de un largo rato de silencio. —No sé que tipo de broma quieras jugarme, pero no es gracioso.

El vampiro frente a mí pareció decepcionado, pero aún así no me soltó. Al contrario, pareció tener una idea mejor.

—Está bien si no quieres creer, después de todo aún eras un simple humano cuando todo ocurrió. Pero si eso no hubiera ocurrido, ¿como sabría que en estos pequeños pezones hay un par de piercings? —preguntó tocando mi pecho con ambas manos haciendo que me sobresaltara. —¿Y cómo podría saber que en estos pequeños glúteos hay una linea de lunares formando una constelación? —volvió a preguntar, esta vez bajando sus manos y amasando con firmeza mi trasero. —¿Y cómo sabría que allá abajo te hiciste una depilación láser permanente porque eres demasiado quisquilloso para lidiar con algo tan natural como el vello púbico? —dijo en tono cómico. —¿Quieres que te recuerde como me enteré de esas cosas? —susurró dando un corto beso en mi cuello.

Por mi parte, estaba sin palabras debido a toda la información, pero más importante, estaba sorprendido de mí mismo por no apartarme aunque el vampiro estuviera tocándome de forma tan provocadora.

Repentinamente pensé: “Si ya vivo en el infierno, entonces no tengo ninguna excusa para no bailar con los demonios”

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top