Después de eso, Mia soltó a Jaeden y decidió escuchar lo que tenía que decir, tenía que saber cómo demonios tenía un compañero también y sus poderes.

—¿Desde hace cuanto tienes un daemonion?—pregunto Mia con un tono hostil

—desde los dos años, de repente Kaisa apareció, no entendía el porqué, pero me alegraba la idea de tenerla—dijo Jaeden y eso le causo intriga a Mia

—Pan ¿Qué me habías dicho sobre ustedes cuando te pregunte si habían más daemonions?—dijo Mia al hurón

—que nosotros éramos la primera generación aquí en este universo—dijo el hurón sin dejar de mirar a Kaisa

—eso me lleva a una sola deducción—Mia se levanto y camino hacia Jaeden—no es coincidencia que ambos tengamos un daemonion que mágicamente haya aparecido cuando teníamos dos, añadiendo que ambos nacimos el dos de octubre, tenemos poderes y venimos de familias adoptivas

—¿A que quieres llegar con esto Mia?—Jaeden se levantó también

—quiere decir que somos hermanos, idiota, eres uno de los nueve bebés que desaparecieron misteriosamente—contó Mia

—¿Y no debería de alegrarte saber eso? Que tienes otro hermano que nació bajo las mismas condiciones que tu

—no te confundas, mis únicos hermanos están esparcidos por todo Dallas—dijo Mia—tú eres un mentiroso, por algo te acercaste a mí, sabias quien era y te aprovechaste de eso

—en eso te equivocas, yo no sabia nada sobre ti, solo que sentí una conexión cuando me tope contigo y ahora entiendo por qué—comento Jaeden—por lo que veo soy la única persona que puede ayudarte a encontrar a tus hermanos, así que puedes seguir con tu enojo hacia mi o hacer las pases e intentar tener una bonita relación de hermanos

Mia sabía que Jaeden tenía razón, si quería encontrar a sus hermanos, necesitaría su ayuda, con poderes o sin ellos.

—cualquier cosa sospechosa que vea, y terminaras dos metros bajo tierra—contesto Mia antes de levantarse e ir a uno de los cuartos a descansar después del largo y agitado día que tuvo

—eso también va para ti—amenazo Pan a Kaisa siguiendo a Mia

—tu madre nunca nos dijo que ella era tu hermana—dijo Kaisa cuando quedo sola con Jaeden—no fue la mejor manera de reunirse, pero creo que es bueno ¿No? Saber que tienes otra hermana

—tal vez ella tampoco sabía—comento Jaeden—digo, no es como que supiéramos que había más como nosotros, pero si, creo que es un comienzo