Hola gente!!!

Como había prometido, aquí traigo el especial de navidad de este año :D, en un principio pensé en hacer dos especiales, uno en mi universo alternativo de "The Hidden Story" ((Para quienes no lo conozcan, es una especie de universo alternativo basado en otro fic mío que sigue en mi perfil aunque prácticamente cancele porque a nadie le interesaba y que utilice para los especiales de navidad y halloween en "Nada es imposible" y "El final es el inicio" por el cariño que le tengo al AU)) y el segundo iba a ser este... pero al final decidí solo sacar este :3 porque si.

Quiero agregar que el especial esta relacionado directamente con la historia del fic, así que hay un pequeño spoiler (que ya no es spoiler porque lo he dicho miles de veces y creo que ya todos saben que sucedera) al final, sin más que decir, espero que les guste el especial, felices fiestas a todos y nos leemos pronto!!!

Especial de Navidad

El olor a quemado inundaba toda la sala, mientras una uva con patas corría a la cocina esperando a que aun pudiera rescatar algo de lo que había preparado para la cena un pequeño castaño marcaba el teléfono de una pizzería para tener algo que comer esa noche... Aun seguía cuestionándose a si mismo como había aceptado que su padre, quien quemaba el cereal con leche sin razón aparente, tratara de cocinar la cena de esa noche.

- ¡Cuelga ese teléfono, Kendall Purple! – grito su padre desde la cocina, el pequeño obedeció dejando el teléfono a un lado y observando como su padre regresaba al comedor con una bandeja que tenia un trozo de carbón que antes había sido un ave – No esta tan quemado – la expresión de Kenny lo decía todo – esta bien... pide la pizza.

- ¿Por qué no aceptaste que Scott y yo hiciéramos la cena? – volvió a preguntar.

- Quería darle una sorpresa – suspiro – aunque... parece que soy un asco en la cocina.

- Eso todos lo sabemos – susurro el menor recibiendo una mirada asesina de su padre – Siempre me dices que no te gusta que mienta...

- Cuando se trata de una mentira piadosa acerca de la cocina de tu padre es diferente...

- Los adultos son complicados.

- No tienes ni idea – suspiro Vincent – ¿Alguna sugerencia de como salvar la cena de navidad?

- ¿Pedimos comida como todos los años?

Si había algo que caracterizaba a Vincent era que era un asco en la cocina, lo había sido desde antes de que Kenny naciera y lo seguiría siendo hasta el día de su muerte. Era casi una tradición para ellos dos el pedir algo de comer para la cena de navidad para luego sentarse a ver películas hasta que uno de ellos, normalmente Kenny, se quedara dormido. Así había sido siempre... pero ese año había algo diferente.

Vincent nunca había tenido pareja, todos los años pasaba la noche de navidad al lado de su hijo, abrían sus regalos, algún juguete para Kenny y algo que Kenny le compraba a su padre con ayuda de sus ahorros de todo el año junto con una tarjeta que este mismo hizo. Pero ese año había un elemento que se unía, Scott Phone. Razón principal por la cual Vincent quizo que ese año fuera diferente, tenia planeado preparar algo para la cena así sorprendiendo a su pareja quien pasaría la noche con ellos... pero no había salido como planeaba.

- Papá, la puerta – indico Kenny mientras hacía el pedido en línea a un restaurante de comida rápida, pues le era más fácil pedir comida de esa forma que llamar al lugar.

- Maldición, debe ser Scott.

- Vocabulario – regaño Kenny mirando a su padre.

- Lo siento – se disculpo dejando el delantal rosa sobre el sofá y corriendo hacía la puerta, se giro hacía Kenny – ¿Qué tal me veo?

- Tienes harina en el pelo.

- Gracias por no decirme antes – suspiro – bien... aquí vamos...

Abrió la puerta con una sonrisa, Scott se encontraba parado ahí mismo con una bolsa de tela bastante grande, cosa que sorprendio a Vincent en primer momento.

- Hey, Scotty... Llegas temprano – saludo.

- Y tu pareces postre de pastelería – se burlo limpiando un poco la harina del cabello de su novio – ¿Trataste de incendiar la cocina de nuevo?

- Muchos lo llaman cocinar de hecho...

- Hola Scott – saludo Kenny sin dejar la computadora.

- Hola Kenny ¿Algún daño para reportar? – pregunto con una sonrisa, este simplemente señalo el ave carbonizada que se encontraba aun sobre la mesa – díganme por favor que eso es solo un trozo de carbón con forma de pollo y no lo que creo...

- Es lo que crees – respondieron ambos Purple al mismo tiempo.

- Vincent... Eres un caso perdido.

- Lo sabe – dijo Kenny.

- Lo sé – secundo Vincent.

- ¿Qué traes en la bolsa, Scott? – pregunto curioso Kenny dejando la computadora a un lado.

- Oh... ¿esto? – sonrío el chico del teléfono dejando la bolsa sobre la mesa – como supuse que Vincent iba a quemar la cena o algo parecido... decidí traer algo por mi propia cuenta, espero que les guste.

Al momento en el que decía aquello sacaba algunos trastes plásticos con tapadera que contenían diferentes alimentos. El menú era simple: Lomo relleno en salsa de ciruela, puré de papas y una ensalada, al parecer también había llevado un pastel de chocolate para el postre. Cabe destacar que tanto padre como hijo se quedaron con los ojos abiertos al ver lo que Scott traía, sin mencionar que aquello parecía tan delicioso que tenían la boca hecha agua.

- Solo deberíamos calentarlo en el horno por unos 30 minutos tal vez – aconsejo Scott sonriendo mientras veía las caras de felicidad.

- ¡Yo me encargo! – salto Kenny corriendo hacía la cocina, dejando a su padre y Scott solos en el comedor.

- ¿Tu hiciste todo esto? – pregunto Vincent sorprendido.

- Bueno... tuve un poco de tiempo libre hoy...

- No tenias que... yo te invite y, aunque te lo agradezco porque solucionaste el desastre que cause tratando de cocinar, era yo quien quería darte una sorpresa... Veo que me salvaste de nuevo.

- Era lo mínimo que podía hacer... Siempre paso las fiestas solo en casa, ya sabes... sentado frente al televisor viendo alguna película mientras bebo ponche hasta quedarme dormido y esperar al día siguiente para volver a la rutina del día al día... Esto de... pasar las fiestas en familia es nuevo para mi, ni siquiera cuando vivía con mis padres hacíamos nada similar, podrías decir incluso que nunca tuve una familia real... al menos no hasta ahora que los conocí– sonrío mirando a Vincent – creo que... podrías decir que esto es como un sueño hecho realidad.

- Tonto – río Vincent tomando entre sus manos el rostro de Scott – te lo dije... eres parte de la familia ahora y, de ahora en adelante, siempre estaremos juntos en estas fiestas.

- Si...

Ambos se acercaron uno al otro para unir sus labios en un beso, justo en ese instante escucharon una risa proveniente de la habitación continua, ahí se encontraba Kenny con una sonrisa que los observaba. Antes de que cualquier de los adultos pudiera decir algo, el pequeño señalo algo que colgaba sobre la cabeza de ambos adultos, una ramita de muérdago. Ambos rieron llamando al pequeño para que se acercara a ellos, cosa que Kenny obedeció corriendo hacía ellos y saltando a los brazos de su padre quien lo alzo en brazos y le dio un beso en la mejilla seguido por Scott.

- ¡Cierto! Casi lo olvidaba – recordó Scott sacando otra cosa de la gran bolsa que traía, esta vez un regalo amarillo con el moño morado – Feliz navidad, Kenny.

- ¡Gracias, Scott! – exclamo alegre el niño tomando el regalo – ¡papá! ¿Puedo abrirlo?

- No lo sé... creo que deberías esperar a después de la cena al menos...

- Vamos, déjalo – alentó Scott.

- Bien, anda – suspiro bajando de nuevo al pequeño.

Kenny corrió inmediatamente hacía el sofá para abrir el regalo, primero deshaciéndose de la moña y luego rompiendo el envoltorio amarillo hasta deshacerse de este y tener el contenido de este en sus manos; Un pequeño oso amarillo de peluche con un sombrero de copa y pajarita morados, de pequeños ojos de botón negro. Una radiante sonrisa se formo en el rostro de Kenny en ese momento.

- ¡Gracias, Scott! Me encanta – exclamo corriendo hacía Scott con el peluche en manos para abrazar al mayor – Es el mejor regalo...

- Me alegra que te haya gustado – sonrío Scott alzando al pequeño.

- Gracias – repitió en un susurro para que solo Scott le escuchara – mamá...

Los ojos de Scott se llenaron de lágrimas en ese momento.

Y fue ahí cuando despertó. Otra vez había tenido ese sueño, el recuerdo de las navidades pasadas, las primeras y ultimas que había pasado al lado de Vincent y Kenny. Se puso de pie tratando de espirarse, dormir en el sofá de un hospital no era lo mejor para la espalda, camino hacía la camilla donde se encontraba Kenny conectado a un respirador, su cabeza estaba cubierta por unas vendas, el único sonido que se escuchaba en la habitación eran los que las maquinas a las que el pequeño se encontraba conectado producían. Scott tomo la mano del pequeño con cariño y volvió a llorar...

- Hoy es el día – susurro Scott – Lo siento Kenny...

En la mesa que se encontraba al lado de la cama, además de unas flores que habían sido enviadas por los trabajadores de la pizzería, se encontraba un pequeño oso amarillo, con un sombrero de copa y pajarita morada con pequeños ojos negros de botón que observaba todo.

FIN?