「03」

Inquieto se removía en su cama jalando las sabanas de un lado a otro, suspirando de vez en cuando por las constantes imágenes que inundaban su cabeza, después de mucho tiempo estaba soñando con colores que creía haber olvidado, con paisajes y personas que creía jamás haber visto.

En el sueño se veía a sí mismo en un parque rodeado de frondosos árboles de verdes hojas, estaba sentado en una banca, con sus rodillas pegadas a su pecho y sus pequeños brazos rodeando estas, intentando buscar protección de algo que ni él mismo sabía.

Escuchaba las risas de niños pequeños que jugaban, pero no los veía, era como si esas tiernas risitas solo estuvieran en su ya confundida cabeza, aturdiendolo cada vez que se escuchaban demasiado cerca.

De repente, el vago recuerdo de ya haber estado ahí lo sacudió, porque de otra forma ¿Cómo recordaría un parque que no había visto? Los árboles, arbustos, bancas y flores le resultaban demasiado familiares, dándole la sensación de conocer muy bien ese lugar.

Suspirando dejo caer sus piernas permitiéndose observar todo a su alrededor, sorprendido de ser capaz de recordar colores cuando hace años no veía nada más que negro cada vez que abría los ojos.

Pero allí estaba, fascinado con los suaves colores que adornaban el paisaje, verde proveniente de los árboles y el césped, rosa, lila y blanco debido a las flores que le daban vida al hermoso lugar.

Tantos colores tenian su total atención que no noto como alguien se acercaba a él hasta que una sombra a su lado lo asusto, volteando rápidamente se encontró con unos felinos ojos que, volviendo a sorprenderse por enésima vez en ese sueño, lo miraban con cariño.

En cualquier otro momento muy seguramente habría huido, aun sabiendo que solo era un sueño, pero no lo hizo por la simple razón que esa sutil mirada y la suave sonrisa que adornaba los delgados labios del pálido chico, lo hacían sentir cálido y protegido.

-H-hola... -Se avergonzó al escuchar su voz tan temblorosa, pero aquello no hizo más que fascinar a su espectador.

El chico no era tan alto, quizás lo pasaba por una cabeza y un poco más. Su cabello era negro ébano, sintiendo unas ganas extrañas de enredar sus dedos en él, pero lo que más le fascino fue la tierna sonrisa de encías que le regalo cuando se atrevió a fijar sus ojos en los contrarios.

-Hola, Park Jiminnie...

Solo bastaron esas simples palabras dichas con voz ronca para que Jimin supiera quien era.

-Yoongi hyung...

De un sobresalto el aun no presentado omega despertó, sentándose tan rápido en la cama que un pequeño mareo lo aturdió. Se sintió estúpido al voltear a todas partes, asustado de no poder ver, cuando recordó su realidad.

El sueño había parecido tan real que por un momento olvido lo que si era la realidad, su realidad, esa en la cual no podía ver colores, ni podía disfrutar de una agradable tarde en el parque y no podía ver la linda sonrisa de encías de su hyung.

A tientas tomo el despertador de su mesita de noche, pasando sus pequeños dedos por la pantalla de este, sintiendo el relieve de los números.

6:38 am.

Demasiado temprano para su gusto, y más si se trataba de un día sábado. No tenía otra alternativa, debía quedarse en cama hasta que su madre despertara o el sueño volviera a invadirlo, lo cual no tardo demasiado en suceder quedando completamente dormido nuevamente.

Lunes otra vez, comienzo de semana y de aburrida rutina. O quizás ya no tan aburrida.

Como siempre Taehyung fue a buscarlo a su casa, esta vez junto a Namjoon y, para su sorpresa, Seokjin. Nunca habían estado los cuatro juntos, aun cuando iban por el mismo camino, Namjoon siempre debía separarse de sus amigos al llegar al cruce para así ir a su escuela.

Por un momento los menores creyeron que alfa y beta no se llevarían del todo bien, pero cuando Taehyung chillo junto a Jimin algo sobre Jin dándole su número al alfa, supo que se habían equivocado.

Como todos los días, Seokjin los acompaño hasta su salón, dejando un dulce beso en sus frentes y yéndose junto a Jaehwan, un beta y compañero igual o más especial que Jin.

Sonrientes se dirigieron a sus asientos esperando a que sus amigos alfas llegaran, ignorando completamente los cuchicheos de ciertas chicas al final del salón. Pero Jimin estaba ansioso, necesitaba hablar con Yoongi pues después del sueño que tuvo el día sábado no pudo quitarse de su curiosa cabeza la probabilidad de que su hyung si fuera tal cual lo vio.

-Jimin~ Jiminnie~ Minnie~ ChimChim~ -Una tierna risa escapo de sus labios al escuchar a su mejor amigo llamarlo de forma tan tierna. Hace mucho que no escuchaba ese apodo. - ¿Sabes? Soñé con Hobi hyung~

- ¿Si? -Un tanto sorprendido se giró en su lugar para darle toda su atención a Taehyung, siendo extraño que ambos soñaran con los alfas.

- ¡Si! Soñé que íbamos a la playa y jugábamos en el agua, construíamos castillos de arena y comíamos helados~

-Eso suena muy divertido, Tae...

- ¿Verdad que si? -Entusiasmado comenzó a dar brinquitos en su silla. - Ah~ Jiminnie, creo que me gusta~

- ¿Quién? -Sonriendo con complicidad, llevo su pequeña mano hasta el hombro del menor. - ¿Hoseok hyung? -Escuchando el suspiro que dejo escapar, río suavemente. - Vaya... Hasta que lo notaste...

- ¡Ya!

-Es que yo hasta siendo ciego, lo note.

Entre risas y golpes suaves se pasaron los minutos en espera de los alfas que, para mala suerte de los menores, no llegaron hasta la cuarta hora de clase.

Taehyung fue el primero en reclamarle a Hoseok su ausencia en las primeras horas de clases, ya que al no tener con quien distraerse tuvo que poner atención a la aburrida clase del profesor de matemáticas. Quien según Taehyung, había conspirado en su contra, dejándoles a todos una extensa tarea sobre números cuadráticos que, honestamente, le daban igual.

Jimin solo escuchaba atento los fingidos lloriqueos del alfa de rojizos cabellos al ser golpeado por las delgadas manos del omega, y es que le gustaría poder ver lo tierno que de seguro se veían actuando así, pero sólo podía conformarse con escucharlos jugar.

Y claro, conformarse con las sutiles risas que Yoongi emitía a su lado.

Cuando escuchó el reclamo del mayor sobre lo bullicioso que estaban siendo recordó el sueño que había tenido, provocando que cierto nerviosismo inundara su pequeño cuerpo al querer preguntarle a su mayor algo que quizás podía incomodarlo.

Yoongi observaba divertido como la joven pareja jugaba pues no era tan idiota como su mejor amigo para no darse cuenta de la conexión que mantenían, que cuando sintió una pequeña y cálida mano tomar la suya, delgada y fría, se sobresaltó quitándola por instinto.

Pero al ver que se trataba de Jimin, del tierno castaño que mantenía una expresión de desconcierto, él solo volvió a unir sus manos, dándole a entender al menor que lo escuchaba.

- ¿Qué sucede, Park Jiminnie? -Una simple pregunta, pero dicha con tanta delicadeza y preocupación que causo miles de revoloteos en el interior del susodicho.

- ¿Puedo hacerle una... Una pregunta, hyung? -Un pequeño "Si" fue la respuesta del mayor quien esperaba expectante a Jimin. - Como... ¿Cómo es usted?

- ¿A qué te refieres?

-Ahm... Físicamente... -Se intentó explicar, moviendo su mano libre para darle sentido a sus palabras. - Su rostro y... Uhm... Su cabello...

-Ah, ya entendí... -Asintió aun sabiendo que el menor no lo podía ver. - bueno, soy una cabeza más alto que tú, aunque cuando era pequeño era el más bajo del salón... -Una suave risa acompaño a la sonrisa que Jimin le dirigió. - mi cabello es negro, y soy muy pálido, demasiado para ser un alfa... Mh... Me han dicho que tengo ojos de gato y que cuando sonrió se ven mis encías.

- ¡Si! Es muy tierna la sonrisa de Yoongi. -Opino Hoseok ganándose un insulto por parte del mayor. - Sus ojitos son rasgados y sus labios delgados ¡Ah! Y él también es muy delgado ¡Ni parece alfa!

- ¡Jung Hoseok! ¡Para!

Ignorando el sentimiento de abandonó que sintió al ya no tener la mano del mayor entre las suyas mas pequeñas, sonrió satisfecho, al menos ya sabia que la persona que vio en su sueño si era su hyung.

Pero ¿Por qué había soñado con él? No lo sabía pero tampoco creía que tuviera tanta importancia o que volviese a suceder.

Pero en eso Jimin se había equivocado, ya que después de ese día las siguientes semanas se continuaron repitiendo los mismos sueños, algunos en el mismo parque, otros tenían escenario en la escuela y, los que más le gustaban, tenían escenario en la playa de Busan.

Hace años que no iba a ese lugar, tenía tantas ganas de ir que cuando su madre le comento salir para las vacaciones, le pidió, casi le rogó, que fueran a Busan. Yoora no se resistió y con una sonrisa acepto la propuesta de su cachorro, incluso lo alentó a que invitara a sus amigos quienes obviamente no se negaron.

-En Busan ¿Dónde nos quedaremos? -Cuestiono Hoseok mientras terminaba su helado.

En ese momento los cuatro amigos se encontraban caminando por el parque cerca de la escuela, las últimas dos horas de clases las tenían libres y por ello los dejaron salir antes, tomando esto como una oportunidad de ir por unos helados y pasar el rato juntos fuera de la escuela.

Jimin se sentía a gusto, aun cuando los que más hablaban eran Hoseok y Taehyung, el cachorro estaba feliz de estar con sus amigos. En especial al sentir la presencia de Yoongi a su lado en todo momento. El Alfa, desde muy temprano en la mañana había estado junto a él, incluso lo había ido a buscar a su casa, dejando a su madre más que encantada con su "caballerosidad".

Y claro, a Jimin también.

-Een casa de mi tío... -Murmuro Jimin jugando con el palito de su helado al este ya haber acabado. - Tiene una casa muy grande, un jardín amplio y queda cerca de la playa... También, su omega cocina muy rico...

- ¡Ahh! ¡Es verdad! -Taehyung exclamo llamando la atención de los tres. - Es ese omega que se parece a mí ¿verdad?

-Baekkie hyung no se parece a ti, TaeTae.

- ¡Que sí!

- ¡Que no!

-Chaparrito mentiroso, si se parece~ -Canturreo Taehyung queriendo molestar al mayor, consiguiéndolo gratamente. - Chaparrito~ chiquitito~

- ¡No soy chaparro!

-Eres enano. -Tanto Hoseok como Taehyung estallaron en carcajadas al escuchar al pelinegro quien ocultaba una sonrisa traviesa detrás de la servilleta con la que limpiaba sus labios. - ¡Auch! ¿Pero qué...?

Llevando una mano a su frente sobo está sintiendo el leve malestar que allí se alojaba luego de haber recibido un golpe por lo que supuso fue el palito de helado que ahora se encontraba a sus pies. Alzando la mirada la dirigió a los tres chicos frente a él, gruñendo molesto al ver a su mejor amigo y al castaño con las manos alzadas, indicando a Jimin quien arrugando su nariz, hacia un tierno intento de estar molesto mientras se cruzaba de brazos.

¿Cómo era posible que aun siendo ciego, haya podido lanzarle aquel insignificante objeto y que este cayera justo en el centro de su frente? Ni idea.

Retomando su postura recta sonrió con malicia hacia el menor, aun sabiendo que este no podía verlo pero si podría sentir por su aroma como este se volvía más denso liberando juguetonas feromonas.

­-¿En serio te atreviste a golpearme? -Jimin asintió, decidido y seguro.- ¿A mí? -Volvió a asentir, esta vez con la duda naciendo en sus expresiones y notando como el almizcladoaroma del alfa llegaba a su nariz.- ¿A un alfa?

- ¿S-si?

- Oh, cachorro, que gran error has cometido.

Fue cuestión de segundos para que Jimin se encontrara en el césped siendo atacado por las manos de Yoongi quien ejercía presión sobre sus costillas y abdomen, sacándole ruidosas carcajadas que eran acompañadas por las del mayor y las de sus amigos, que veían la escena más que enternecidos.

Hoseok era el más contento al ver a su mejor amigo sonriendo tan radiante. Sabía lo gruñón que era el mayor y lo retraído que solía comportarse, y todo porque le parecía la mejor forma de auto protegerse de las demás personas. Pero ahora que podía verlo después de tanto tiempo convivir con un chico que apenas había conocido, lo hacía enormemente feliz.

Varios minutos después, con un Jimin llorando de la risa y del dolor en su abdomen, se sentaron aun en el césped, sonriendo enormemente, tanto que Yoongi no pudo evitar estar de acuerdo con su lobo cuando este se removió inquieto al ver el eyesmile del castaño.

-Mío. -Gimoteo su lobo, sorprendiéndolo enormemente, pues nunca lo había escuchado reclamar algo o a alguien.- YoonGi, lo quiero. ¡Ya!

Eso era nuevo, demasiado nuevo y extraño, y por lo rojo que se había colocado el rostro de Jimin y lo serio que estaba, supo que algo similar le había ocurrido con su propio lobo o eso quería creer, pues el dulce aroma que llego a su nariz causo un vuelco en su estomago, las feromonas que comenzó a notar llamaron demasiado su atención.

-Oh, chicos... -Volteando al mismo tiempo hacia la pareja que los miraba atentos, fue Yoongi quien frunció su ceño al ver a su mejor amigo cubrirse la nariz mientras que Taehyung sonrojado, giraba su rostro hacia otro lugar.

- ¿Qué les pasa a ustedes dos?

-Yoongi, hermano, sabes que yo solo quiero tu bien ¿Verdad? -Yoongi asintió confundido.- Bueno, ahora por tu bien y por el de Jimin, es mejor que ambos se vayan a casa.

- ¿Por qué?

-Hyung... -Taehyung volteo a ver al mayor, bajando su mirada de inmediato.- Su aroma es muy... Muy fuerte... Tanto que... Me marea...

­Alzando su rostro olfateo el aire, jadeando al darse cuenta que Taehyung tenía razón, y volvió a jadear cuando al voltear hacia Jimin, un intenso aroma a fruta invadió sus sentidos, aturdiendo a su lobo. Ya no era el aroma dulce que sintió hace unos momentos, ahora el dulzor de las frutas parecía ser azúcar, llamando a su lobo con ímpetu, algo que lo asusto pues nunca, en sus diecisiocho años había sentido un aroma tan exquisito como ese.

¡MIO!

-T-Taehyung, llévate a Jimin a su casa.

- ¿Por qué? -Aun cuando pregunto, se acercó a su amigo quien en cuanto sintió su presencia a su lado, se lanzó a sus brazos, gimoteando en su pecho al ser varios centímetros más bajo que él.- ¿Q-qué pasa, Hobi hyung?

El risueño chico solo negó confundido, jamás había sentido una mezcla de aromas tan fuerte y tan exquisita como aquella. Era como si ambos chicos, ambos lobos estuvieran entrelazándose, formando un solo aroma sin siquiera tocarse.

Y eso comenzaba a hacer estragos para nada buenos en su parte alfa, en ambos alfas quienes al mirarse gruñeron en contra del otro.

-Váyanse... Ahora.

Y con el miedo comenzando a adueñarse de su cuerpo, Taehyung tomo sus cosas y las de su pequeño amigo para comenzar a correr a la casa de este, ignorando los sollozos que el más bajo dejaba escapar mientras presionaba su abdomen.

Si el intenso aroma que sentía en su nariz provenía de Jimin, eso solo significaba una cosa.

La calle en ese momento, era el peor lugar para estar en especial si cargaba a rastras un omega en celo.

-Jimin aguanta un poco más, por favor camina. -Rogó Taehyung sintiendo como su amigo cada vez trastabillaba más en cada paso que daba.

-Duele mucho... -Murmuro el mayor, llevando su mano libre hacia su abdomen, frunciendo el ceño a la par soltaba un leve quejido.

Nunca había sentido un dolor similar, su abdomen, caderas y piernas dolían demasiado, tenía la sensación de que en cualquier momento caería al suelo, o sobre Taehyung pues era este quien cargaba con la mayor parte de su peso al jalarlo de un brazo y de la cintura.

De repente la molesta sensación de humedad en sus piernas lo asusto, deteniendo su caminar llamo la atención de su amigo quien, al voltear para ver que sucedía se llevó la terrible sorpresa del aroma de su mayor aumentando.

Oficialmente se había presentado y por lo tardío que esto sucedió, su primer celo también había comenzado.














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