CAPÍTULO 26
—¿Clases de baile?— preguntaron ambos chicos al mismo tiempo.
—¡Así es! Tienen que tener alguna coreografía para la boda y por supuesto que no voy a dejar que hagan el ridículo— Exclamó la madre de JiMin mientras tomaba de su taza de té, quien por alguna extraña razón estaba con la mamá de YoonGi.
—Así que por favor alistense, Taemin los llevará hasta el lugar que nos recomendaron— La señora Min les guiño un ojo a ambos chico frente a ellas. JiMin asintió levantando levemente su labio inferior.
YoonGi negó repeditas veces, odiaba bailar, principalmente porque no sabía bailar. El podía ser audaz en todo pero no en el baile. Además de que aborrecía hacerlo porque le parecía ridículo.
En cambio, a JiMin le encantaba bailar. Sus padres le habían pagado algunas clases extras cuando cumplió los 14 años, sin embargo se salió cuando sufrio una fractura en el pie gracias a que en la escuela secundaria unos niños le cayeron encima en la clase de educación física. Odio a esos niños por mucho tiempo hasta que uno de ellos fue a disculparse por ambos con él, así que dejo de odiarlos inmediatamente.
Sabían que tenían que tomar clases de baile, montar una coreografía y todo un espectáculo para su boda. Pero YoonGi no esperaba que fuera cierto lo de ir a clases de baile. Pero si JiMin accedía él podía hacer un esfuerzo por él.
Después de todo aquella noche cuando ambos estuvieran juntos bailando sería la mejor de todas.
JiMin entró en su habitación una vez más buscando algún sueter para usar ese día, pues el exterior estaba frío y aún corría un poco de aire fresco y lo que menos quería era pescar un resfriado. Abrió su gran closet llenó de ropa que usaba y como siempre ordenaba toda su ropa le fue posible encontrar su sueter favorito en unos instantes.
Mientras tanto YoonGi apretaba inconscientemente sus manos formando puños con estás, la verdad era que no quería ir a esas clases de bailer porque le avergonzaba el no saber bailar ni siquiera un poco.
Bufo frustrado mientras rascaba fuertemente su cabeza alborotando sus cabellos. Esperaba pacientemente que JiMin terminará de cambiarse para poder irse, él podría esperar todo el tiempo del mundo con tal de no ir a esas clases.
—Ya estoy listo— Dio un saltó en su lugar cuando escuchó la voz de JiMin de repente, lo que ocasionó que el rubio riera confundido.
La verdad era que JiMin ya sabía que su hyung no bailaba tan bien que digamos. A pesar de que tenía habilidad para moverse por el campo de futbol, era evidente que bailar era muy diferente a eso. Por lo que quería darle una pequeña ayuda en la clases.
Ambos subieron al carro que los llevaría hasta el centro de danza en el que les darían clases. El lugar era grande, era un edificio enorme con millones de salones, desde clases para niños hasta clases para ancianos que aún conservaban buenas caderas para la música.
Una vez que ya estaban ahí, las manos de YoonGi comenzaron a sudar frío, el glorioso y poderoso Min YoonGi estaba aterrado. Y JiMin lo notó.
El rubio dibujo una sonrisa divertida en su rostro, con mucho cuidado paso una de sus manos por la espalda de mayor dando suaves caricias para hacerlo sentir mejor. YoonGi lo notó y sonrió suavemente, el tacto de JiMin pareció ayudarlo puesto que sus nervios se calmaron un poco.
Pocos minutos después llegaron dos maestras.
—¿Ustedes son la pareja de jovenes que vienen por las clases para la boda?— preguntó una de las rubias.
Ambos asintieron lentamente al mismo tiempo, la otra chico sacó una sonrisa viendo la coordinación entre los dos. JiMin aún tenía su manito en la espalda del mayor, pronto sintió como un brazo lo jalaba hasta pegar por completo a él.
—Yoongi, comportate— demandó JiMin cuando sintió a YoonGi olfatear su cuello.
—Mmm, hueles bien— murmuró YoonGi contra el cuello del menor en donde dejó un suave beso. JiMin sintió su rostro enrojecer y con su manito hecho puño le dio un suave golpe en el pecho.
YoonGi se alejó solo unos cuantos centímetros del menor fingiendo dolor por el golpe, JiMin rió al ver lo dramático que se veía.
—Muy bien, inciaremos con lo más fácil— Dijo una de las mujeres mientras caminaba hasta el centro del lugar —Las baladas son lo más fáciles, la mayoria del tiempo solo tienes que balancearte de un lado a otro. A menos que quieran montar todo un show con una balada entonces sí sería un poco más difícil.
—Por favor, joven Park, puedes guiar a tu joven prometido— ordenó la mujer. JiMin asintió con una sonrisa de vergüenza en su rostro.
Tomó la mano del mayor y lo llevó hasta el centro de la pista.
—Yo.... no se hacer esto— dijo el pelinegro cuando tuvo al menor frente a él.
—Tranquilo hyung, es fácil — le sonrió para tranquilizarlo —, Ponga sus manos aquí— dijo y guió sus manos hasta su cintura —. Y yo pondré las mías aquí— lentamente subió sus manos hasta rodear el cuello del pálido.
YoonGi tragó duro al sentir aquella corriente eléctrica pasar por todo su cuerpo al momento en que JiMin se le acercó tanto.
»Contente por besarlo a lo desgraciado, Min YoonGi...« pensó cuando la respiración de JiMin chocaba con la punta de su mandíbula. Puesto que esta vez nadie estaba inclinado y tenían que posarse bien para el baile, JiMin quedaba solo un poco más abajo de él.
—Y ahora sólo muevase lentamente hacía la derecha y luego a la izquierda con cada pie— dijo de nuevo ahora casi en un susurro.
YoonGi apretó el agarré en su cintura y JiMin sonrió tímido, en pocos segundos comenzaron a moverse de un lado a otro, casi sintiendo el ambiente tranquilo, en cuanto la música comenzó a sonar. YoonGi no le prestó atención a nada, ni a los pasos que estaba haciendo, ni a la música y mucho menos a las dos mujeres que parecían morirse por lo tierno que ambos se veían metidos en su propio mundo.
JiMin se encargó de dirigir los pasos de YoonGi lentamente, poco a poco él ritmó fue tomado por ambos chicos y JiMin sonrió en forma de triunfó por hacer que YoonGi aprendiera algo tan fácil.
Subió su vista hasta la del mayor, pero su piel se erizó en cuanto percibió la mirada tan embelesada del mayor, era como si no estuviera en ese mundo, como si se hubiera transportado a otra parte. JiMin aún mantenía sus manos al rededor del cuello del pálido y YoonGi aún seguía agarrando la cintura del menor con delicadeza.
JiMin mordió su labio inferior solo un poco por la linda vista que tenía de su hyung, sus manos comenzaron a temblar en cuanto YoonGi dejó de moverse y en cuestión de segundos el pálido chico había tomado su barbilla para besarlo.
JiMin abrió sus ojitos algo confundido y sorprendido, sin embargo sólo se dejo guiar por si mismo y correspondió aquel tierno beso. Mentiría si dijera que no le gustaba cuando YoonGi lo besaba de esa manera, tan de repente y sin dejarlo protestar. Era como si reclamara cada parte de JiMin.
JiMin fue el primero en separarse de lo dos. Sonrió algo avergonzado por el hecho de que ambas chicas los habían visto besarse.
—Oh... bien, continuemos con lo siguiente — habló una de ellas rápido mientras caminaba hasta cambiar la música.
JiMin bajo su mirada tímido mientras llevaba ambas manos atrás de su espalda. YoonGi rió y se acercó hasta el menor de nuevo y con una de sus manos desordenó los cabellos rubios de JiMin haciendo que esté se sonrojara más.
—Me gusta como me besas— susurro el menor una vez que ambos estaban pegados de nuevo para comenzar a bailar de nuevo.
—¿Solo mis besos?— preguntó divertido.
—Bueno no. También me gustas tú — respondió JiMin mientras reía algo avergonzado, pero sin pena alguna se alzó solo un poco para dejar un casto beso en los labios del pelinegro —Me gustas mucho, Yoonie.
Y YoonGi pensó que era el ser mortal más afortunado en la faz de la tierra por estar a punto de casarse con Park JiMin.
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