CAPÍTULO 19






JiMin no estaba mentalmente preparado para esto. Sus nervios lo traicionaban, tal vez no había sido buena idea alentar de esa manera a YoonGi, y no es que no quisiera, claro que quería. Pero simplemente le daba vergüenza hacerlo con el mayor.

JiMin no creía en esas cosas de la religión, que si te entregabas antes de casarse perdías tu valor, no claro que no, pero realmente ahora mismo estaba temblando de lo nervios.

Sería su primera vez con YoonGi.

Estaba conciente que de todos modos, si no lo hacía hoy lo harían después de la boda, por que era más que obvio que lo terminarían haciendo.

Pero tal vez la inseguridad en JiMin podía más con él. Desde pequeño consideraba que su cuerpo no era el mejor, era un pequeño niño con sobrepeso y las burlas de algunos otros niños resonaban algunas veces cuando miraba su cuerpo desnudo.

Si no fuera por las dulces caricias y palabras que YoonGi le dio horas antes cuando tomaron una ducha, no habría podido mostrarse desnudo ante el mayor. JiMin realmente se decía a veces que era afortunado, afortunado de que Min YoonGi lo haya pedido como esposo.

Porque si que Min YoonGi se estaba esforzando mucho, tanto que JiMin ya no podía reprimir esos sentimientos que desde el inició quiso hacerlo, pero ya no. No podía simplemente no sonreír ante las miradas sublimes y amorosas del pelinegro, no podía simplemente no emocinarse cuando lo tenía cerca de él.

Y justo ahora, justo ahora que se encontraba metido en el baño esperando terminar de mentalizarse bien para después salir y enfrentar a Min YoonGi.

Sus manitas temblaban, no estaba sudando frío, no claro que no. Estaba sudando de verdad, y se sentía caliente. Tal vez era su nueva manera de mostrar sus nervios.
Suspiró pausadamente sintiéndose cohibido.

YoonGi estaba acostado tranquilamente sobre la cama, después de aquel partido había llegado a cambiarse para después reposar cómodamente sobre la cama, su cuerpo dolía demasiado, y aunque al inició le dijo todo eso a JiMin, realmente no tenía planeado que algo pasará aquella noche. Por eso YoonGi no entendía por que Jimin parecía no querer salir del baño.

Sus ojos viajaron rápidamente hacía la puerta del baño, de donde salió su pequeño Jimin quien caminó a paso rápido hasta la cama y se tiró a su lado, JiMin hundió su rostro en las almohadas tratando de tapar su sonrojo.

YoonGi sonrió de lado, se acomodo dándole la espalda a la puerta y dirigió una de sus venosas manos a la cabellera del menor, en donde comenzó a dejar suaves masajes para que durmiera plácidamente.

—Descansa Minnie— murmuró el mayor dejando un sonoro beso en su coronilla.

JiMin no contestó, no porque estuviera dormido, sino más bien por que estaba confundido y levemente dolido, ¿a caso YoonGi se estaba burlando de él? ¿se lo había tomado como un juego y ahora lo estaba dejando terriblemente con las ganas?

Bien, JiMin no estaba dispuesto a que YoonGi se burlarse de él. No, no y mil veces no.

Soltó un gruñido entre las sabanas, YoonGi lo escuchó quejarse tiernamente, pues lo único que podía escuchar era al menos balbucear un montón de cosas que quedaban escondidas entre las almohadas.

—Jiminnie ¿qué tienes?— Preguntó el pelinegro y se acomodó cerca del menor.

JiMin alzó su rostro, gracias a la poca luz que daba la lámpara de noche, YoonGi no podía ver su rostro enrojecido y JiMin agradecía eso.

—-Hyung yo...yo...

Sentía como un balde de agua fría le caía encima al momento en el que pensaba ¿cómo diablos habían llegado a eso? ¿desde cuando él se mostraba tan nervioso? Bueno sí, con YoonGi siempre fue nervioso.

Pero antes de todo eso, nadie, absolutamente nadie, podía ponerlo en esa situación. JiMin no era una persona tímida, JiMin sabía exactamente como era su verdadero él. ¿Por qué justo ahora no podía ser él? Aunque en realidad, nada se lo impedía.

Una sonrisa burlona se le escapó de lo labios. YoonGi no supo que hacer y hasta cierto punto entró en pánico cuando sintió a JiMin sentarse en su abdomen.

—¿Puedo darte tu recompensa?— Preguntó tratando de sonar provocativo, pero en su lugar, una linda y suave voz salió de su boca.

YoonGi sentía que se moría.

—Jimin...

—Yoongi hyung, quiero darte tu recompensa— esta vez lo pidió, ya no lo preguntó.

Si YoonGi iba a casarse con él, iba a tener que comenzar a mostrarle su verdadero lado. Basta de nervios, basta de sudar frío, basta de huir de momentos así, quería mostrarle todo de él a YoonGi.

El pelinegro bajó su cuerpo lo miraba completamente admirado, ¿ese era su Jiminie? Una parte de él estaba sorprendido porque JiMin jamás había actuado así y YoonGi no creía que realmente hablaba en serio.

—Jiminie... dime que no es juego— Dijo YoonGi levantándose levemente, apoyándose de sus codos en la cama para ver más de cerca a JiMin.

El rubio nego un poco tímido, despegó su vista unos instantes de YoonGi y después la volvió a poner, pero esta vez sobre sus labios. Jimin llevó una de sus manos a la mejilla de YoonGi, acarició lentamente mientras delineaba con sus deditos el contorno de su rostro. Puso su dedo pulgar en la comisura de los labios de YoonGi, se acercó lentamente hasta sentir su respiración tibia chocar con la suya.

YoonGi término por unir sus labios,  un beso completamente nuevo, porque ambos sabían lo que pasaría con ese beso.

JiMin abrió lentamente su boca dándole paso a la lengua del mayor, un beso tierno pero tan llenó de deseo, YoonGi decidió que la cercanía no era suficiente, así que con una de sus manos atrajo mucho más el pequeño cuerpo de JiMin, se levantó lentamente de la posición en la que estaba haciendo que ambos terminarán sentados en aquella cama.

YoonGi posó sus manos en cada muslo del menor. Mientras tanto JiMin no se separaba ni un segundo de sus labios, ambos seguían así, besándose, disfrutandose, con leves mordidas y jadeos que salían de sus bocas, sintiéndose completos. JiMin comenzó a usar sus manos, las alejó del rostro del mayor y las bajo lentamente por todo su fornido pecho, hasta bajar a su abdomen en donde dejo muchas más suaves caricias.

YoonGi dirigió sus manos hasta la playera que traía puesta el menor y comenzó a levantarla lentamente hasta sacarla por sus hombros. Se separaron gracias a eso, y YoonGi pudo observar el rostro rojo y brillante de JiMin, su mirada desprendía deseo y timidez.

YoonGi sonrió levemente para hacerlo sentirse tranquilo, entendía que JiMin quería hacer eso tanto como él y se encargaría de hacerlo sentir en las nubes de mi maneras. Por que siendo sinceros, YoonGi había soñado y deseado eso muchas veces.

—Deja de mirar — pidió JiMin colocando cada una de sus manos en cada hombro del mayor.

—Me gusta mirarte, luces tan malditamente perfecto — Dijo YoonGi mientras acercaba su rostro al pecho del menor, en donde dejo un casto y suave beso.

—Solo... solo hazlo, quiero hacerlo— JiMin enredó sus deditos en el cabello del pelinegro, presionando de ellos cuando sintió los humedos besos pasar por todo su pecho.

—Jimin, no voy a poder contenerme una vez que eso pase ¿lo entiendes verdad?

JiMin no podía soportarlo más. Acercó su boca al oído del mayor y susurro con su voz completamente llena de deseo.

—Hazme tuyo, Min YoonGi.

Tal vez hubiera sido mejor no pedírselo de esa manera, pues YoonGi fue la persona más ruda y cuidadosa al momento de hacerlo.

Sintió como fue recostado poco a poco en la cama con YoonGi encima de él, los besos deseosos llegaron de nuevo, esta vez YoonGi mordió, chupo, lamió a su gusto los carnosos labios de JiMin, porque cada vez que lo besaba sentía que no era suficiente. Quería disfrutarlo y sentirlo todo el tiempo.

JiMin se sostuvo de sus hombros y solto un gemido cuando sintió la cadera de YoonGi empujarse contra la suya, podía comenzar a sentir el amigo del pelinegro crecer entre sus pantalones por lo cerca que estaban.

YoonGi se separó del beso y comenzó a bajar por todo su pecho, con una de sus manos bajo lentamente hasta el pantalon de dormir del menor y metió su larga mano hasta sentir aquel miembro palpitar en ella. JiMin solto un gemido ahogado cuando sintió la mano de YoonGi presionar sobre la punta de su pene y cuando lo sintió comenzar a mover su mano, presionando y amasando aquel falo entre él.

—Yoongi...— Suspiró completó de deseo, abriendo su boca levemente para soltar sus jadeos al sentir al mayor masturbarlo lentamente.

YoonGi se deshizo de los pantalones de dormir de JiMin, dejándolo completamente en boxers, se acomodo mejor y comenzo a quitarse su playera de dormir al igual que sus ultimas dos prendas quedando completamente desnudo.

JiMin tenía un grabe problema en esos momentos, YoonGi lo había dejado tan duro que sentía que en cualquier momento explotaría. En cambió, se tranquilizo cuando sintió las manos de YoonGi abrir lentamente sus piernas y acomodarse entre ellas.

—Hyung...— Chillo JiMin abriendo los ojos sorprendido al sentir como YoonGi se empujaba por encima de la tela del boxer que aun tenía puesto.

—Jimin, prometeme que no vas a arrepentirte de esto— Yoongi dijo y le dio una sonrisa burlona queriendo poner más nervioso al menor.

Sin embargo Jimin ya no podía sentir nada más que excitación. Empujo levemente sus caderas contra el pene de YoonGi y sintió al mayor soltar un jadeo.

—No Yoonnie, no voy a hacerlo — Dijo e inconscientemente volvió a empujar sus caderas hacía arriba pidiéndole más contacto —Por favor.

YoonGi no dijo nada más, atacó fuertemente sus labios, probando su lengua y haciendo un fuerte chasquido al momento el chocaban sus bocas. Retiró el boxer de JiMin dejándolo completamente a su merced. Se volvió a acomdar entre sus piernas y una parte de él se sintió extasiado al ver esa rosada entrada del menor.

Un deseo enorme de querer corromper aquel lugar sagrado del menor le entró de repente, no podía soportarlo por mucho tiempo y claro que no se iba a contener.

—Hyung, no miré sólo hagalo — Pidió JiMin sintiéndose avergonzado de que YoonGi no dejara de ver su entrada.

El pelinegro sonrió, tomó entre una de sus manos la mandíbula de JiMin y su otra mano la dirigió a lo labios del menor y le pidió que abriera su boca, lentamente metió dos de sus dedos sintiendo como JiMin comenzaba lamerlos suavemente, YoonGi sintió un tirón en su miembro cuando tuvo frente a él esa imagen de JiMin.

¿Donde estaba su pequeño niño tímido?

No existía en esos momentos, en cambió tenía a un excitado JiMin que chupaba y pasaba toda su lengua por sus largos y blanquecinos dedos. YoonGi comenzaba a sentir su pene mucho más duro, cuando decidió que era suficiente retiró sus dedos de ahí.

—¿Eso es suficie... ¡Aaah!— Soltó el menor cuando uno de los largos dedos de YoonGi se abrieron paso entre su estrecha entrada —H-hyung... No sea t-tan r-rudo...

YoonGi lanzó un suspiró al sentir como la entrada de JiMin se iba aferrando a sus dedos, sabía que eso le dolía a JiMin porque sus manos estaban fuertemente cerradas, su boca estaba un poco abierta y apretaba fuertemente sus ojos.

—Relajate, el dolor se irá —Dijo YoonGi besando su mejilla.

Comenzó a mover sus dedos dentro del menor, primero fue cuidadoso y lento, esperando a que JiMin se adaptará a los movimientos. Poco a poco fue cambiado la velocidad de sus dedos, solo un poco más rápido logrando sacarle jadeos pesados. Las manitas de JiMin se aferraron a sus hombros en donde clavo las pocas uñas que tenía.

JiMin dejo de sentir placer cuando los dedos de YoonGi salieron de su interior, jadeo tratando de tranquilizarse y en su lugar llevó una de sus gorditas manos hasta el miembro del pelinegro, YoonGi beso su cuello dulcemente dejando leves mordidas y chupetones, quería asegurarse de dejarle al menos un recuerdo para mañana.

JiMin acarició el miembro de YoonGi con una de sus manos mientras sentía los calurosos besos del mayor marcar su cuello y pecho.

—¡Mmh!— gimieron al unísono cuando Jimin dirigió la punta del miembro de YoonGi a su entrada.

—¿Tan rápido?— Preguntó divertido el mayor.

—C-callate — Respondió JiMin —Hazlo Yoonnie.

YoonGi sonrió satisfecho, separó de una mejor forma las piernas de JiMin, jaló lentamente sus caderas hasta sentirlo suficientemente cerca de él, acomodó las piernas de JiMin una a cada lado de su hombro inclinándose hasta estar lo suficiente cerca de su rostro.

Alineó su pene con la entrada rosada del menor para irse empujando poco a poco, abriéndose paso entre su estrecha cavidad, sintiéndose completó en el momento que estar dentro del menor. Soltó un gemido del placer al tener las paredes de JiMin apretándolo tan bien.

JiMin trató de controlar su respiración, el dolor se esfumó minutos después de que YoonGi dejaba tranquilos besos por su rostro.

—Puedes moverte — pidió JiMin.

YoonGi beso sus labios abriéndose paso a su lengua de nuevo para besarse como locos, hambrientos uno del otro. Dio el primer golpe en JiMin, se empujó lentamente hasta que JiMin gimió gustoso al sentir el miembro de YoonGi moverse.

Solo bastaron cinco segundos después del primer movimiento para que YoonGi mandara toda su cordura a la mierda. Estaba haciendo el amor con JiMin y justo ahora ya no podía contenerse.

Comenzó un lento y profundo vaivén con sus caderas, metiendo y sacando solo un poco su miembro del menor, los gemidos de JiMin se hacían cada vez más notables, no era tan fuertes hasta que YoonGi comenzó a sacar su pene lentamente y volvía a meterse en él completamente, llenándolo.

—Más rápido... Yoongi quiero más...

JiMin bien podía sorprenderse de lo que le estaba pidiendo, pero ya no era momento de pensar en eso. Solo pedía lo que realmente quería, y en esos momentos quería que YoonGi lo corrompiera de mil maneras.

YoonGi volvió a hacerlo, saliendo enteramente de él y volviendo a meterse por completo de una manera más rápida y mas fuerte. Los movimientos eran cada vez más rápidos,  JiMin sentía su entrada contraerse cada vez más por las estocadas que le daba YoonGi, no quería gemir tan alto pero realmente ya no podía contenerse.

Cuando YoonGi decidió acomodarse mejor, jutando más sus caderas y empujándose de lado hacía la entrada de JiMin, el rubio soltó un grito llenó de placer.

YoonGi lo había encontrado.

—¡YoonGi! Más... más, más — Chillo cegado de placer. JiMin creía estar en el cielo.

Sus ojitos estaban un poco abiertos, un hilo de baba caía por sus labios y sus manos temblaban sobre el cuello del mayor. YoonGi acercó su nariz hasta rozar con la de JiMin, con una de sus manos hizo que JiMin lo mirara fijamente dándose cuenta de lo nublada que tenía la vista, JiMin estaba vuelto loco, estaba completamente cegado en el placer que esta sintiendo.

YoonGi se movía cada vez más fuerte y más lento, pero por momentos lo hacia tan rápido que sentía sus muslos ser golpeados bruscamente por lo veloz que iba.

YoonGi lo estaba volviendo loco, ya no era suficiente para JiMin, así que comenzo a moverse al mismo tiempo que YoonGi para provocar una mejor penetración, logrando sacarle un gruñido al mayor.

JiMin decidió que así era mejor, mientras YoonGi se empujaba el se dejaba caer sobre el miembro del mayor, haciendo que entrara más profundo tocando exactamente su punto.

—Hermoso, mi JiMin es realmente hermoso— Dijo YoonGi observando a su menor.

JiMin puso una de sus manos cubriendo su rostro.

—N-no... debo verme terrible... en estos momentos... — Habló con dificultad.

—Terriblemente excitado— Respondió YoonGi y volvió a empujarse fuertemente contra Jimin.

—¡Min Yoongi!... —Gimio su nombre, se estaba volviendo loco en esos momentos —¡Sí! justo ahí... Yoonie.

Estaba chillando del placer que sentía, pedía por más debido al buen movimiento que estaba haciendo YoonGi. El pelinegro dejo de moverse unos segundos y volvió a acomodarse para poder entrar justo hasta el punto de placer del menor.

Solo basto levantar las caderas y golpear fuertemente para que JiMin curvará su espalda y apretara su entrada contra el miembro de YoonGi, sentía al mayor golpear una y otra y otra vez en el mismo lugar, la mirada de JiMin se nubló y por instinto comenzó a mover sus caderas hacia arriba pidiéndole por más.

Sus súplicas fueron escuchadas, pronto lo único que se podía escuchar eran los gritos del menor, los golpes de la piel de ambos chocando, la cama rechinar y el golpe del respaldo de la cama contra la pared al mismo tiempo que YoonGi golpeaba en JiMin.

—¡Y-yo...! N-no puedo... — JiMin es por venirse, lo pudo sentir al momento en el sentía su pene contraerse, YoonGi estaba corrompiendo su virgen entrada y eso le gustaba, le gustaba saber que lo estaba haciendo con YoonGi —¡Yoongi!

Fue lo último que gimió al sentir como su semen salía del pene y manchaba ambos abdómenes. Jimin se sintió libre al fin, pero YoonGi aún no terminaba así que aún podía sentir como su entrada era fuertemente atacada por gordo falo de YoonGi, solo basto unos cuantos golpes más para sentir como la entrada de JiMin comenzaba a apretarlo cruelmente.

Se liberó, se liberó dentro de JiMin.

El menor apretó sus ojos con fuerza al sentir toda la semilla del mayor llenarlo por completo, ambos chicos trataron de controlar sus respiraciones, estaban hechos un lío, completamente sudados, pegajosos  y vueltos locos.

—Eso fue... fantástico — Dijo YoonGi besando la frente del menor, bajo los pies de JiMin de sus hombres, pero antes de salir de él JiMin lo detuvo.

—¡No! Espera... aún no salgas — Pidió JiMin tratando de regular su respiración —Quiero sentirte.

YoonGi lanzó una risita y dejo muchos besos en el rostro de JiMin.

—Te amo — Dijo YoonGi.

—Yo... yo también te amo— Respondió JiMin suavemente.

YoonGi beso su cuello. Sintió las risitas del menor llegar hasta sus oídos.

—Quiero tener un bebé — Dijo firmemente JiMin.

YoonGi paró en seco, miró al menor y los dos al mismo tiempo soltaron en carcajadas. YoonGi salió del interior de JiMin mientras sentía las risas melodiosas del menor.

—Jimin, no me asustes así— Dijo YoonGi abrazándose a su cuerpo.

—¡Yoongi! Somos hombres, no podemos tener un bebé — Respondió JiMin aún riendo. —En todo caso, deberíamos adoptar... Pero no, no, no. No ahora.

YoonGi beso su frente y se levantó de aquella cama. Después con ambos brazos cargo a JiMin entre ellos.

—Vamos a darnos una ducha — Dijo YoonGi.

JiMin se sostuvo de su cuello, y mientras caminaban hasta el baño dispuestos a limpiarse. A Jimin se le ocurrió otra gran idea.

—Si ganas los próximos partidos, podrás tener muchas más recompensas — Habló el menor, puso una mirada llena de inocencia y YoonGi sonrió.

—Bueno, entonces iré ahorrando para tu silla de ruedas — Habló besando los labios de JiMin.

JiMin enrojeció y aparto su mirada, de nuevo volvía a sentirse tímido, pero al menos sabía que de ahora en adelante ya no lo sería tanto.

—Eso lo veremos— Respondió el menor y beso rápidamente los labios de YoonGi. Ahora en un beso completamente tierno.

Esa noche ambos habían descubierto un lado del otro del que nadie más sabía, y estaba bien. Después de todo, estaban por compartir una vida juntos.







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