[07] CONSTRUYENDO PUENTES
UN MES DESPUÉS:
El colapso del puente arruinó las obras, por lo que, un mes después de que Lara y Daryl renunciaran al control del Santuario, estaban acampando en el bosque con sus amigos en un intento de reconstruir el puente que conectaba a la mayoría de las comunidades.
La construcción había comenzado unos días después del accidente en DC, y todas las comunidades se unieron para colaborar y ayudar con las reparaciones necesarias. Fue un gran trabajo, y con tanta gente trabajando junta, no fue difícil ver cómo aumentaban las tensiones, particularmente con los Salvadores.
No les gustaban las otras comunidades, y el apoyo subyacente a Negan que aún persistía entre sus filas era peligroso. Lara y Daryl estaban más cerca de Alexandria que de Hilltop, por lo que trasladaron a su hija allí para que estuviera con Judith. Se turnaron para regresar y visitarla, pasando medio día con ella antes de regresar por la noche. No era exactamente lo ideal, pero era lo que tenían que hacer.
Lara se despertó una mañana junto a Daryl, y cuando se sentó y se pasó una mano por el pelo, suspiró—. Odio acampar.
—No, no lo odias —respondió Daryl.
—No, no lo odio —respondió Lara—. Pero odio lo sucia que me siento.
—Bueno, estás a punto de ir a trabajar, así que empeorará —dijo Daryl.
—Tienes razón —rió Lara—. Vamos, será mejor que no hagamos esperar a Rick.
Los dos se separaron por un tiempo, ya que Lara localizó a Rick para hablar sobre la horda que se acercaba, y Daryl se fue en busca de algo para comer.
—Hola, hermano —dijo Lara con una sonrisa, mientras corría hacia Rick—. ¿Pasó algo interesante?
—No —respondió Rick—. Lo mismo de siempre. Recientemente hubo más salidas.
—¿Cuántos? —preguntó Lara.
—Seis en el último mes —respondió Rick.
—¿Salvadores? —adivinó Lara.
Rick asintió—. No sé a donde van.
Lara suspiró—. No importa. Tenemos cosas más importantes de las que preocuparnos.
—¿Vas a ayudar en el puente? —preguntó Rick.
—Sí, Henry quiere que lo ayude con el agua —dijo Lara—. La gente no lo toma en serio.
Mientras decía eso, Henry corrió hacia ellos—. ¡Tía Lara!
—Hola —saludó ella, alborotándole el pelo—. Estaba yendo a buscarte.
—Estoy listo para irme —dijo Henry, señalando los recipientes de agua—. ¿Y tú?
Rick se rió cuando Lara levantó las cejas—. Sí, solo déjame tomar mis cosas.
Lara amaba a Henry. Claro, a veces podía ser molesto, y fue responsable de liberar a los Salvadores en medio de la guerra, pero tenía un buen corazón. Le recordaba a Carl, y desde que Carol y Ezekiel lo habían adoptado, se había convertido en una mejor persona.
Mientras caminaban hacia el puente, Lara vio a Daryl trabajando junto a Aaron.
—Oye, Henry —dijo Lara—. Voy a ir a hablar con Daryl y Aaron. ¿Está bien si llevas el agua y te alcanzo en un minuto?
—Sí, claro —dijo Henry.
Mientras se dirigía hacia Daryl y Aaron, pudo escuchar a Aaron hablando—. Así que entro después de su siesta y la recojo, y el pañal explota sobre mí.
—Justo en el mejor momento —dijo Daryl.
—El mejor —repitió Aaron—. ¿Te pasó alguna vez?
—No —respondió Daryl.
—Eso es mentira —comentó Lara, colocándose detrás de ambos—. Hubo una vez en que Ro tenía solo unos meses, Daryl estaba jugando con ella y ella vomitó encima de él.
—No necesitamos decírselo a todo el mundo —murmuró Daryl.
—¿En serio? —rió Aarón.
—Sí —dijo Lara—. Le tomó horas quitarse el olor de la ropa.
Daryl se puso rojo—. Cállate.
—Le pasa a los mejores, amigo —dijo Aaron.
—Tienes toda la razón —dijo Lara—. He pasado por lo del pañal explosivo. No fue agradable.
—Es bueno saber que no soy el único —rió Aaron.
Lara escuchó una conmoción desde el otro lado del puente y miró hacia arriba para ver a Henry siendo empujado por uno de los Salvadores. Sintió que su ira burbujeaba cuando se dio cuenta de que era Justin. Lara lo vio levantar el recipiente de agua y seguir bebiendo de él hasta que Henry tomó represalias y lo tiró al suelo, blandiendo su bastón.
—Por el amor de Dios —susurró Lara, dirigiéndose hacia Henry.
Un hombre se estaba riendo de Justin—. No te preocupes. A mi también me dio una paliza un niño. Aunque yo tenía seis años.
Justin se puso de pie e intentó ir tras Henry, pero Lara lo agarró por la camiseta y él se dio la vuelta—. ¡Oye! El niño está haciendo su trabajo. Sigue trabajando.
—No necesito que ustedes me digan qué hacer —dijo Justin—. Ya no los quiero de niñera.
—No, pero claramente todavía necesitas una —replicó Lara—. Si le pones un dedo encima a ese niño, te daré una paliza.
Justin la ignoró y se volvió hacia Henry, pero Lara fue más rápida. Ella lo agarró por el brazo y él se dio la vuelta con el puño en alto. Lara se agachó y le dio un puñetazo en la nariz, enviándolo de vuelta al montón de arena.
Ella sacudió su puño—. Te lo dije, perra.
Daryl la agarró del brazo y la empujó hacia atrás, donde tropezó con Aaron y vio cómo Justin miraba a Daryl—. ¿Qué? ¿Tu perra necesita protección?
—Te dijo que siguieras trabajando —espetó Daryl—. Y ella no es una perra.
Justin respiraba con dificultad y Lara lo vio agarrar un puñado de arena entre los dedos, apretando el puño—. ¡Daryl! ¡Cuidado!
Justin arrojó la arena hacia los ojos de Daryl antes de derribarlo contra el suelo. Lara soltó su brazo del agarre de Aaron y corrió hacia Justin, empujándolo hacia atrás tan fuerte como pudo.
—¡Aléjate de él!
Justin intentó golpearla de nuevo, pero Lara logró agacharse y golpearlo en el estómago. Esta vez, sin embargo, se recuperó más rápido y logró agarrar la camisa de Lara, empujándola hacia adelante mientras la golpeaba en la nariz. Lara gimió, y Daryl, que había recuperado la vista, se puso de pie mientras observaba a su esposa tropezar hacia atrás y caer en los brazos de Aaron. Él no amortiguó su caída y ella golpeó el suelo con bastante fuerza.
—¡Hijo de puta! —gritó Daryl, empujando a Justin hacia el borde del puente—. ¡Esa es mi esposa!
—Lara —jadeó Aaron—. ¿Estás bien?
—Sí —dijo Lara—. Lo creas o no, no es la primera vez que alguien me golpea en la cara.
—Tu nariz está sangrando —dijo Aaron.
—¿En serio? No me di cuenta —dijo Lara mientras levantaba la mano y se limpiaba la boca.
—¡Oye! —gritó la voz de Rick—. ¡Sepárense! ¡Sepárense ya mismo! ¡Basta! —empujó a Daryl y Justin para separarlos—. ¡Dije que basta!
Daryl miró a Justin, escupió sangre en el suelo y se dirigió hacia Lara. Él la ayudó a levantarse y ella le sonrió perezosamente—. No es la primera vez que esto sucede.
—No pensé que volvería a suceder —dijo Daryl—. ¿Por qué diablos hiciste eso?
—Te iba a lastimar —respondió Lara mientras ella y Daryl regresaban al campamento—. E iba a lastimar a Henry.
—Sí, y ahora estás herida —dijo Daryl.
—Soy una chica grande —dijo Lara—. Puedo manejarlo.
—Sí, pero ¿y si tienes otra conmoción cerebral? —preguntó Daryl—. Te llevaré con Siddiq y Enid.
Lara suspiró—. Bien.
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