Un joven de mejillas abultadas, y labios rojizos miraba serio a Kim Taehyung, esperaba respuestas aunque antes necesitaba dar las preguntas sin dañar al híbrido.

Taehyung miraba el suelo, bañado en sudor frío y sus manos sobaban una a la otra en completo silencio. Los nervios lo invadían, su piel se pondría como gallina, si no fuera por su naturaleza biológica que se lo impedía.

—Tae...

—Perdón. No quise asustarte...

El joven insecto murmuró.

—Yo... Yo sólo no quería recordar —sus ojos comenzaron a aguadarse, y su voz se iba quebrando poco a poco—, no quería re-... recordarlos. Ellos no son buenos... —tragó saliva, era difícil digerir un recuerdo, sin contar el mismo pasado—, no quería molestarte... Me iré ahora mismo...

Se levantó intentando ignorar la mirada del más bajo. En cambio, al ver sus intenciones de huir, Hoseok se levantó y se acercó al híbrido.

Por naturaleza, Taehyung se transformó en su forma animal, intentaba correr lejos de ahí, dónde creía ya no ser bienvenido,es mejor no causar más problemas y alejarse de aquel buen muchacho. Ya había tenido suficiente de él en cuanto invadió su casa.

Pero sorprendentemente, Hoseok no entró en pánico. Estaba más preocupado por el menor, así que en cuanto Taehyung abrió sus alas para meterse por la ventila cercana al techo, Hoseok saltó y lo atrapó entre sus manos sin dejarle escapatoria alguna, llevándolo consigo de vuelta a la habitación dónde él dormía.

Taehyung una vez fue liberado sobre un libro arriba de la cama regresó a su forma humana, avergonzado y temiendo por su desvergonzada desnudes y su abrumador pasado.

Jung ignoró la piel descubierta del más alto, acercándose al contrario y viéndolo a los ojos, estaba preocupado por la estabilidad de la cucaracha, por más loco que sonara. Se acercó hasta rozar su boca y sentir su respiración chocando con la suya.

—Dime -susurró-... ¿Qué fue lo que te hicieron tus padres?

Y Taehyung sintió que se bloqueó su respiración.