Sabado 25 de Agosto - Cumpleaños de Angela.

Lo que parecia que iba a ser una tipica celebración de cumpleaños terminó siendo una enloquecida joda llena de personas alcohol y mucho pero mucho glitter.

Gabriel que habia decidido postularse como el conductor designado de la noche al rato de llegar al boliche y sentir la energia del lugar cambio de opinión para poder disfrutar sin ningun tipo de limite todo lo que le depare esa noche.

Renato por otro lado, como siempre,
cayó tarde a la fiesta. Pero eso no le impidió terminar totalmente en pedo en tan solo un rato junto de la cara llena de glitter, como ya era costumbre cada vez que salia. Aunque se habia planteado mucho en si ir o no, no podia fallarle a su amiga y ademas queria disfrutar al máximo de sus compañeros de trabajo en estos ultimos dias de grabacion... Y en especial a el.

Gabriel se encontraba bailando y tomando junto con sus compañeros de trabajo. En un momento, al observar como Gaston comenzaba a grabarlos decidio acercarse al oido de su amigo Eloy para decirle algo, pero en realidad solo queria provocarle celos a cierta persona de la cual habia visto mas temprano en la misma situación con otro chico.

Renato se encontraba en el baño. Revisando las stories de sus amigos que se encontraban tambien en esa fiesta. Todo iba normal hasta que encontró una en el instagram de Gaston que le llamó la atención. Su pareja en la ficcion se encontraba a centimetros del cuello de otro chico, del cual no podia reconocer su rostro debido a que los mavarillosos rizos de Gabriel lo tapaba. Renato comenzo a sentirse raro. Y no era por el efecto de los litros de alcohol que tenia encima. De repente, escucha la puerta del baño abrirse junto con unas risas donde una le resultaba conocida.

-Para boludo ¿me vas a decir a que se debio ese acercamiento hacia mi cuello hace un rato o no? - Renato no podia distinguir esa voz. - porque no creo la excusa de que la musica estaba alta.- la otra persona suspiro hondo antes de comenzar a hablar.

- Mira amigo a vos no te puedo mentir - Renato reconoció esa voz y se le comenzo a acelerar el corazón. - lo hice en modo de venganza hacia Renato- el menor abrio los ojos como platos ante esa respuesta y tapo su boca para no emitir ningun sonido que le impida seguir escuchando al mayor - es que hoy lo vi con un tipo en una historia en instagram y le dio un beso en el cuello. Y me dio bronca y celos y sentia que tenia que pagarle con la misma moneda de alguna manera.

- ay amigo estas enganchadisimo. - contesto su amigo divertido - pero darle celos no sirve de nada. Asique yo me voy a ir a la pista porque encontre a una mina que me viene tirando unas miraditas desde hace rato y tengo que aprovechar. Y vos deberias hacer lo mismo. - Renato escucho como la puerta del baño se cerraba y creyendo que ambos se habian ido decidió salir de donde estaba. Aunque quiso que la tierra lo tragara al ver que su amigo, por decirlo de alguna manera, seguia ahi. A espaldas de el, lavandose la manos,
Gabriel al sentir la presencia de alguien atras suyo se dio vuelta rapidamente. Encontrandose con la última persona que esperaba encontrarse en ese momento.

-Renato - dijo el mayor con la voz totalmente nerviosa, deseando que el menor no haya escuchado la conversación con su amigo de hace unos minutos.

-Hola Gabi- sonrio nerviosamente formando esos pequelos hoyuelos que volvian loco al mayor mientras se rascaba la nuca con cierto nerviosismo.

-¿Que haces aca? Estabas en el baño? Digo obvio si estamos en un baño pero ¿estas hace mucho en el baño? - preguntó con muchas trabas debido a que estaba seguro que lo habia escuchado

- Si... Pero no te preocupes que no me voy a enojar porque intentaste darme celos- sentenció tato haciendo que a gabi se le corte la respiración.

- Escu... Escuhaste todo se ve. - contesto rendido haciendo reir otra vez al menor - si queres te explico, mi intención no era... Osea si... Pero no como pensas... Yo solo quer...
- No hace falta que me expliques - comenzo acercandose al mayor- ya se cuales eran tus intenciones. Y déjeme decirle Señor Gallicchio - lo trato de usted porque conoce la sensación de satisfacción que tiene el otro al hacerlo, pronunciando ese apellido como el solo sabe hacerlo- que le funcionó a la perfección su plan- comenzo a acercarse cada vez mas haciendo temblar las piernas de Gabriel.

- ¿ah si? - contesto tragando saliva - ¿Que tan efectivo fue mi plan? - El efecto del alcohol en gabriel estaba haciendo mas efecto que nunca ya que comenzo a seguirle este juego de provocación mutua que tanto les gustaba.

- No se. Decime vos - ambas miradas se convirtieron en un sube y baja entre los ojos y los labios del otro.

Duraron asi varios segundos hasta que Gabriel no aguanto mas y agarrandolo fuertemente del cuello lo besó. Lo beso de una manera tan apasionada que ambos sentian que podrian morir con tan solo estar besandose. Inconscientemente fue empunjandolo para atras haciendolos dar varios pasos hasta chorcarse con las puertas de los baños. Sin dejar de besarse decidieron ingresar en uno, cerrando la puerta tras ellos para impedir ser descubiertos si alguien entraba a ese baño. Debido a falta de aire el mayor decidio soltar su boca para dirigirse directamente a su cuello para comenzar a besarlo suavemente pero que de a poco fue dejando una que otra marca.

-Ga... GaAriel. - el menor se sentia en las nubes. No podia creer que realmente lo tenia a su compañero de trabajo besandolo con desesperacion. Lo habia soñado muchas veces, pero jamas pensó que sucederia.
El mayor se separo del cuello del menor para comenzar a bajarle el cierre de la campera y sacarsela rapidamente junto con la remera a rayas que tenia puesta.

Renato siguiendo los paso de Gabriel, con manos rapidas comenzo a desabotonar los 4 botones de esa camisa roja ajustada que lo hizo babear durante toda la noche. Al finalizar volvio a besarlo lenta pero apasionadamente dando lugar a que sus lenguas se encuentren. Las manos de ambos se deslizaban por todo el pecho y espalda del otro, haciendo escapar un que otro gemido debido hace tan placentero contacto que estaban teniendo.
Realmente ninguno de los dos podria creer en la situación en la que estaban. No hicieron falta las palabras para demostrarse lo que sentian. Porque a veces una accion es mas efectiva que miles de palabras. Ya habria tiempo para aclarar y confesarse todo. Por ahora solo querian disfrutar del otro lo mas que podian. Asi se entregaron el uno al otro. Dejando todas las ganas que ocultaron por mucho tiempo en ese diminuto baño.
Pero lo que si era seguro es que ya no haria falta ocultarse nada, ya que lo que tenian era algo unico que no iban a dejar morir nunca.