TRUMAN'S BDAY

El primer añito del integrante más pequeño de la familia Guerrico, Truman, se aproximaba. Blas y Junior, se ofrecieron a organizar todo la organización del festejo y a cuidar del bebe, ya que tanto a Siena como Piru les habia salido un imprevisto viaje de trabajo.

-¿Estan seguros que pueden con todo? Le puedo decir a Alan que se encargue de la fiesta y ustedes se preocupan solo por Tru. - trato de convencerlos de lo que queria hacer era demasiado.

-Si nos ofrecimos es porque podemos, no hace falta joder a alguien más. Nosotros nos encargamos. - le explicó el bartender a la mujer colorada que se encontraban con ellos.

-Okay. Yo aca les dejo la lista de invitados para la fiesta y otro de cosas que necesita Trutru - contestó entregandoles dos papeles junto con un bolso lleno de cosas parar bebes.

-Siena tranquila. Ya le dijimos a Piru que ustedes solo tienen que preocuparse de su viaje. Nosotros nos encargamos de todo. ¿No mi amor? - respondió Blas girando a ver a su novio, que estaba muy concentrado meciendo a su hermanito.

-Eh si si. No te preocupes Siena, vayan tranquis, disfruten. Pero por favor les pido,  no hagan un hermanito para Truman todavia. - le advirtió a la mujer de cabello colorado que rodando, los ojos se dirigio a besar a su hijo.

-Bueno, confío en ustedes. Suerte y gracias. - se despidió de la pareja y del pequeño bebe una vez más, para finalmente retirarse por la puerta.

-Uff al fin se fue. Quince veces nos repitió lo que teniamos que hacer y encima nos dejó la lista de todo. - se quejó posicionando la manos sobre su cadera. - - - Bueno, yo voy a comprar todo lo necesario para la fiesta mientras vos cuidas a Truman ¿Dale?. - preguntó el mayor a su novio que seguia muy metido jugando con su hermano.

-No, no. Voy con vos, no quiero quedarme solo con el. Te acompañamos y de paso le compramos algo lindo para que use. - le pidió formando un puchero en su rostro.

-Junior no es seguro que lo llevemos, se puede enfermar o algo. - le explicó el  lo mas tranquilamente que podia.

-Ay no seas exagerado. Lo abrigo bien y ya. Dale porfa. - suplicó nuevamente contra sus labios para terminar de convencerlo.

Blas bufó resignado, como cada vez que Junior le hacia esa carita para pedirle algo, y el obviamente no podia resistirse. Tomó el bolso de bebe, mientras que Junior se encargaba de abrigarlo correctamente.

Una vez en la calle, caminaron un par de cuadras hacia el centro. Junior habia querido parar un taxi, pero Blas se lo impidió completamente ya que no queria gastar dinero de más, cuando podrían caminar sin problemas.

-¿Cual es la primer cosa en la lista? - preguntó Junior intentando leer el pedazo de papel que su novio tenia en su mano.

-Ehh... Buscar un catering, nos dejo un par de opciones pero - Blas paró en seco al notar que su novio ya no se encontraba detras de el.

-¿Amor? ¿Junior? - gritó desesperadamente dando vueltas sobre si mismo, buscándolo con la mirada.

-¡ACA ESTOY BLAS! - gritó Junior del otro lado de la calle, ya adentro de un local.

Blas suspiró aliviado, dirigiéndose casi corriendo hacia el lugar donde su novio se habia metido.

-¿Como te vas a ir asi? Me asustaste, pense que les habia pasado algo. - le reclamó una vez que se reencontro con su novio y el bebe del que estaban a cargo.

-Bueno che, disculpame - respondió dandole un piquito para que se calmara - es que vi de lejos un trajesito re lindo para el. Y pense que me habias visto e ibas a fijarte vos lo de la comida, asi haciamos más rapido. - se justificó.

-¿Como voy a dejarlos solos? Si vos mismo me dijiste de venir para que no queden solos. Es un peligro en la calle encima, los tres juntos o nada.

-Ay amor no exageres. Mira - cambió de tema el menor antes que la discusión subiera de tono, mostrandole un conjunto de camisa y pantalón de la talla del bebe.

-Bebe, ¿No crees que es mejor que Siena y Piru se fijen estas cosas? Nosotros tenemos otras prioridades. - le explicó tratando de sacarle la idea de comprarle ropa sin el consentimiento de la madre.

-Ay dale gordo. No seas ortiva. Le compramos esto y se lo damos como regalo. Porfa - Blas lo pensó varios segundos, pero aceptó al pensar que no lograria convencerlo de no hacerlo, asique lo mejor era aceptarle el capricho, una vez más.

Pasaron una tarde armoniosa, llena de compras, debates por que cosas elegir y hasta por quien seria el encargado de cambiar el pañal del bebe. Obviamente el ganador fue Junior, asi Blas siendo obligado a cambiar a su cuñado, con toda la fuerza de voluntad que podia para aguantar el mal olor.

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Los dias pasaron y el dia del festejo habia llegado. Sorpresivamente todo lo planeado por la pareja habia sido efectuoso. Cada invitado disfrutaba de todo, desde elcatering que habian alquilado hasta la decoración que habian comprado, felicitandolos a ambos.

-Eu amor. ¿Estas bien? - preguntó Blas luego de un rato observándolo y notar que estaba sumido en sus pensamientos. ¿Que pasa? - preguntó llevandolo a un costado para hablar tranquilos.

-Es que me hubiese encantado que mi viejo este aca. Disfrutando con todos y en especial con el. - respondió cabizbajo observando a su hermanito que se encontraba en los brazos de su madre.

Blas en seguida lo abrazó. Sabia perfectamente que lo unico que necesitaba su novio en momentos como este, era que lo envuelva en sus brazos, y le acaricie la espalda, mientras el hunde su rostro en su cuello.

-¿Que ondaaa? - apareció Piru, saludando a la pareja, que tuvo que separarse del abrazo en el que estaba. - uy ¿interrumpo algo? - preguntó al ver al menor de los Guerrico con los ojos medios llorosos.

-No, esta bien amigo. ¿Que pasa? - respondió ya un poco más calmado, como cada vez que su amor lo abrazaba.

-Nada. Queria venir a agradecerles por toda la organización de la fiesta y por cuidar de Trutru. - contestó emocionado apoyando una mano en el hombro del más grande.

- Nada que agradecer nabo. Gracias a ustedes por confiar en nosotros para que nos encarguemos del bebe y la fiesta. - esta vez habló Blas, mientras acariciaba la espalda de su pareja, para terminar de calmarlo.

Ninguno pudo volver  acotar nada, ya que Siena los llamó para cantarle el feliz cumpleaños a Truman.

-¡Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz...- entonaron la canción felizmente a la mesa centrarl donde se encontraba la torta. - Que los cumplas Truman... Que los cumplas feliz! - finalizaron, llenando todo el salón en aplausos y gritos hacia el pequeños, que sonreía felizmente aún sin entender toda la situación.

-¡BLAS Y JUNIOR! ¡VENGAN! - les gritó Siena a la pareja para que vayan detras de la mesa junto con ellos. - Quiero agradecerles por todo lo que hicieron por Truman durante nuestra ausencia. - dijo abrazandolos al mismo tiempo.

-No es nada Siena. Haría lo que fuera por mi hermanito - respondió Junior agarrando a su hermano menor en brazos y depositando un sonoro beso en su mejilla.

Blas no pudo evitar sonreir ampliamente ante esa imagen. La llegada de Truman a sus vidas, habia traido solo alegrias para todos los integrantes de la familia, en especial a la de Junior, a pesar de saber que ya no seria más el consentido por todos.

-A ver cuando les toca a ustedes un hijo o hija propio. - bromeó Siena seguida por todos los presentes que les gritaban cosas como de que ya era tiempo de que lo hagan.

Ambos chicos solo pudieron girarse a ver, nerviosamente, recordando las miles de veces que discutieron por este tema. Pero ahora las cosas eran muy diferentes, su relación no era la misma y sabían que en un futuro, talvez no tan lejano, los dos estarian listos para empezar a armar su propia familia.

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