ROSARIO
Sabado 20 de octubre.
Transcurridas las 2 largas semanas de espera, el dia del show en Rosario habia llegado. Renato luego del show de Neuquen, comenzó felizmente con las grabaciones de "El Mundo de Mateo", donde le estaba costando la mayor parte de tiempo en la semana, impidiendo hacer cualquier tipo de plan.
Gabriel por otro lado, habia descansado al máximo, con alguna que otra salidita con sus amigos, y una con su novia. Deseando durante todo ese tiempo ver a una sola persona, que tenia la agenda bastante ocupada últimamente.
Solo ellos sabian de las inmensas ganas que tenian de verse. Gabriel habia tratado de convencerlo varias veces de encontrarse, pero el menor siempre se negaba porque estaba muy cansado. El lo entendia y lo respetaba, es su primer protagonico y sabe perfectamente le cuesta adaptarse al tiempo y energia que le consume.
Aún no se lo habia dicho, pero estaba muy orgulloso de el. Era el unico del elenco que además de estar presente en los shows del país, también tenia otro trabajo a parte, cumpliendo perfectamente con ambas cosas. Renato es una de las personas más profesionales que haya conocido, siendo esa, una de las miles de facetas que tanto le gusta de el.
El micro con destino a Rosario estaba a punto de partir, aunque solo faltaba una persona en subir. No era algo algo de lo que no estuvieran acostumbrados que Renato no llegue nunca a horaria. Lo extraño era que nunca lo hacia con tanta tardanza, como este dia.
-Che, ¿alguien sabe algo de Tatito? - preguntó un Gabriel preocupado, tratando de sonar lo mas tranquilo posible.
-Yo hable anoche con el y me dijo que iba a tratar de venir lo más temprano posible, o a horario por primera vez. - soltó divertido Gaston, apoyando la mano en el hombro de su amigo, para darle ánimo.
-Si Gabi tranqui, sabemos como es Tato. Seguro se quedo dormido, pero va a llegar en cualquier momento. - Stefi se sumo a la charla dandole la razón a su novio.
No era un secreto para nadie del elenco que algo entre Renato y Gabriel pasaba, que las miradas y besos habian pasado más alla de la ficción. Pero solo Gaston y Stefania sabían de las cientos de veces que ambos chicos se encontraron a escondidas, y de las cuales ellos habian sido complices.
Por aquella razón se los habia visto tan unidos durante los ensayos, la pareja que ya era conocida por todo el mundo, los habian ayudado haciendoles la segunda muchas veces en las que el rizado queria ver a Renato sin que su novia lo descubriera.
Gabriel suspiró profundamente. Ambos tenian razón, confiaba en que Renato llegaria en cualquier momento, iluminandoles el dia como el solo sabia hacerlo, especialmente a el.
-Acá estoy, aca estoy - gritó un Renato Quattordio agitado, subiendo velozmente con su mochila colgada al hombro. - perdón, ayer termine muerto de grabar y me re dormi . - explicó saludando a uno por uno, dejandolo para lo ultimo al mayor.
A Gabriel se le inflo el pecho de felicidad. Verlo le habia alegrado el dia por completo, lo extrañaba tanto y aunque sabian que seguramente no podrían recuperar todo el tiempo perdido ese dia, con solo tenerlo cerca le bastaba.
Aunque ambos tenian tantas cosas para decirle al otro, sabian que no era el momento, ni el lugar para hacerlo. Optaron por sentarse en diferentes lugares, pero acordando que terminada la función, hablarían.
Renato aprovechó una parada para grabar una historia para su intagram. Aunque se haya pasado los últimos dias rodeado por otro elenco, totalmente distinto a este, extrañaba el descontrol que solo el elenco de Simona causa cuando estan juntos. Se siente realmente el cuando esta con ellos.
Aunque todo el equipo de "El Mundo de Mateo" lo trataba muy bien, entre ellos no se encontraba el. No tenia idea como soportaria estar lejos de él cuando acabaran los shows, si con solo 2 semanas sin verlo su ausencia lo estaba matando, aunque sonara exagerado.
La función habia arrancado lo más bien. A comparación de su desempeño en el show anterior, este estaba marchando perfectamente. Los chicos volvían de su actuación en bye bye bye, para dirigirse a su camarin para prepararse para el siguiente tema.
-¿Salió bien no? Digo, esta vez el Conde le pego a los pasos por lo menos. - lo jodio Fausto mientras se terminaban de cambiar.
-No lo jodas che. Todos estabamos cansados ese dia. - saltó a defenderlo Renato colocandose la capa correspondiente al acto de "Sangre azul".
-Ay el ya salió a defender al compañero. - le remató Fausto que siempre los jodia, porque ademas de Stefi y Gaston, era el unico que sabia de lo que realmente pasaba entre los dos.
-Bueno ya esta, dejense de joder y terminen de prepararse. - los retó Agustin atandose las zapatillas y saliendo del camarin sin explicación alguna.
-¿Bueno los dejo solos o que? - les preguntó Fausto una vez que el cantante salió del lugar. La pareja en la ficción, y puede decirse que en la realidad también , cruzaron miradas, sin saber que responder. - no se preocupen, yo los cubro. Pero rápido en menos de 15 nos toca. - les advirtió saliendo rápidamente del camarin.
El silencio incomodo los invadió, realmente ninguno sabia, o no se animaba a decirle al otro algo.
-Te extrañe. - soltó sin más Gabriel, dejando un poco sorprendido a Renato. - no sabes lo difícil que fue para mi cada vez que rechazabas el vernos, pero lo entendia. Me alegra mucho que estes disfrutando de tu trabajo, y se que eso te cuesta mucho tiempo. Pero dejame decirte que me encanta que estes tan comprometido en el, de lo poco que vi se que va a estar buenisimo, y que te va hacer llegar lejos. Estoy muy orgulloso de vos. - dijo casi sin respirar, sancando todo lo que se venia guardando por dentro durante esas dos semanas.
Renato solo pudo sonreir a todas sus palabras, corriendo casi automáticamente hacia sus labios. Fue un beso tranquilo, pero profundo, cargado de toda la abstinencia acumulada desde la ultima vez que se vieron.
-Yo también te extrañe. - contestó entre beso y beso. - no sabes lo que me dolia decirte que no. Pero posta terminaba fusilado, y no queria que nos vieramos y yo no diera el 100% de mi. - comentó juntando sus frentes, mientras acariciaba su rostro.
-Esta bien. Lo entiendo, no te preocupes que con ese beso ya siento que esos 14 días ni pasaron. - el menor lo volvió a besar, pero esta vez más apasionadamente, dandole a sus lenguas el reencuentro que tanto anhelaban.
El más chico bajó sus labios hacia su cuello, dejando besos humedos sobre el. La respiración se volvió pesadamente, mientras su entrepierna comenzaba a molestarle.
-Ta...to... Dale. - suplicó cuando el menor lo atrajo hacia el, rozando sus erecciones, mientras besaba su mentón. - dale pendejo, que tenemos 10 minutos. - le explicó en medio de un gemido, debido al roze que estaba generando.
Renato soltó un risa, para acto seguido arrodillarse frente a el, bajando su pantalón. Se acercó al elástico del boxer que el otro llevaba puesto, y respetando la misma velocidad, los bajó con los dientes.
Esta vez, sin previo aviso, sabiendo del tiempo limitado que tenian, tomó todo su miembro con su boca. Comenzó dando un recorrido con su lengua por toda su extensión. Luego se concentró en la punta, intercalando succiones, con suaves besos sobre esta. Aunque Gabriel ya sentia el hormigueo de la anticipación en su vientre, necesitaba más.
-Maa..mass... Mas...Rrrapido. No tenemos mucho tiempo. - le explicó hundiendo sus dedos en su pelo, asi poder aumentar el ritmo.
Renato le hizo caso, empezando a subir y bajar más rápidamente, apretando de vez en cuando, logrando que el mayor se muerda su labio inferior, asi los inevitable gemidos no salieran de su boca. Unos cinco minutos después, ambos sabian que ya no aguantaria más. Aún asi Renato decidio no parar con lo que estaba haciendo, dejando que todo el orgasmo de Gabriel, terminara en su boca.
-¿Creo que llegamos justo no? - preguntó Renato incorporandose para observar la hora en su celular. - acomodate eso dale que en cualquier momento nos llaman. - al notar que el mayor aún no se recuperaba de lo sucedido, lo ayudo a vestirse.
-Te manchaste todas las rodillas - le mostró Gabriel ya recuperando el aliento.
-No importa, nadie se va a dar cuenta. A parte quiero que quede una marca de lo que acabo de hacer. - le susurro a centimetros de sus labios para luego dirigirse hacia donde estaban los demás.
El calor en el cuerpo de Gabriel lo volvió a invadir, provocando que la gran ereccion en la que habia trabajado Renato hace unos minutos, vuelva a crecer con tan solo haberlo tenido cerca.
Al terminar la función, con todo el elenco arriba del bus que los llevaria nuevamente a Buenos Aires, ya en marcha. Renato observaba por la ventana el poco paisaje que se podia apreciar, ya que la oscuridad de la noche lo impedia.
Suspiró recordando todo lo ocurrido durante la función, en especial del momento en el que ni el ni Gabriel lograron superar la abstinencia, y tuvieron su momento en medio del show. Giró su vista hacia el mayor, sonrió al verlo tan radiante sentado al lado de Gaston, sonriendo más ampliamante al pensar que talvez, su felicidad se debía a el.
Una sensación de felicidad lo invadió, junto con una loquisima idea que necesitaba realizar, y asi poder terminar el dia con broche de oro, y de paso dejar una marca en aquella bella ciudad.
-Paren, paren, paren. - detuvo Renato al chófer varios kilometros después de haber arrancado. El chofer obedeció detuviendo el gran vehiculo. Agarró su mochila y bajó del bus sin explicación.
-¿Qué hace? - preguntó Angela desorientada, al igual que el resto de sus compañeros.
-Ahora vengo. - le susurró Gabriel a la persona sentada junto a el.
-Vaya nomas Conde. - lo alentó Gaston dandole una palmadita en la espalda.
Al bajar Gabriel lo buscó con la mirada. Encontrandolo a unos metros de el, totalmente concentrado, haciendo algo que aunque le habia traído muchos problemas ya, sabia que nunca se cansaria de hacerlo.
-¿No te vas a cansar nunca no? - le preguntó curioso mientras se acercaba a el.
-Y la verdad que no. - contestó levantado la vista- Sabes lo mucho que me gusta hacerlo y queria dejar mi huella aca. - le explicó volviendo a prestarle atención al graffiti. - Listo - sonrió victorioso con el resultado.
-"Volver a jugar" - lo leyó con curiosidad, que terminó convirtiendose en confusión - ¿Que pasó te pinto la nostalgia? Pense que tu nuevo lema era el "No te duermas" - lo interrogó divertidamente.
-Bueno si. Pero lo empece a usar porque durante esos dias me sentia identificado con ella. Ahora esta volviendo a tener más significado en mi vida la de "Volver a jugar" - confesó medio avergonzado por el sonrojamiento que sabia se estaba formando en su cara.
-¿Y puedo saber por que ese cambio? ¿Por que ahora sentis que volves a jugar? - preguntó sin darse cuenta que ambos ahora se encontraban a centimetros del otro, y que el ya el espacio personal entre re ellos no existia, siempre les pasaba lo mismo.
Renato trago saliva, ni el sabía una explicación logica para ese cambio de sentimiento. Lo unico que sabía era de lo mucho que lo habia extrañado a el, estar con el. Siéndole imposible evitar recordar las miles de veces que el mayor le habia elogiado sus graffitis de "volver a jugar", causando asi que en este momento le saliera hacer uno con esa frase, después de todo lo que habia pasado.
-Yo... - las palabras no le salian. No solo porque no podia describir lo que en realidad le pasaba, sino que tener a Gabriel tan cerca siempre lo dejaba sin habla.
-¡CHICOS! Vamos que se nos hace tardisimo. - la voz de Florencia los sacó de su burbuja, y salvo al menor de ellos de confesar algo que ni el entendia.
-Para. - lo agarró Gabriel de la mano cuando el más alto volvia a dirigirse hacia el micro. - ¿algún dia me vas a decir bien que significan aquellas frases? - le pidió mirandolo directamente a los ojos.
Renato solo se limitó a acercarse a el y depositar un beso sobre su mejilla en forma de aprobación. El de rizado sonrió ante ese contacto, para acto siguido subirse atras de el al bus.
Volvieron a sentarse en lugares separados, sin dirigirse la palabra en todo el viaje. Pero nada de eso hacia falta, ambos ya habian dicho mucho en aquel camarin entre medio de la función, y con esa frase que habia dejado Renato en forma de graffiti en la autopista rosarina. Esos pqueños detalles eran una característica importante en su relación, y que solo ellos podian descifrar.
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