ENTRE ENSAYOS Y GASTADAS
El lunes maldito llegó, y junto a este la vuelta a la rutina. Para el elenco de Simona esto significa otra semana intensa ensayando. A pesar del desgasto fisico que conlleva, siempre estan divirtiéndose por alguna boludes o tienen charlas profundas sobre la vida, haciendo que el dia se vuelva más ameno.
Pero específicamente este lunes era la excepción para uno de ellos. Gabriel no estaba para nada de animos, si fuera por el ni hubiese ido a trabajar, pero el trabajo es el trabajo.
¿La razón de su mal humor? Respuesta simple para cualquiera que lo conozca: el equipo de fútbol el cual es hincha habia perdido el dia anterior contra el equipo que más disgusto le da.
Apenas llegó al ensayo trato de evitar a todo el mundo, no soportaria gastadas de parte de sus compañeros por el resultado de aquel partido que lo dejo tan malhumorado.
-Hey Gabi, ¿todo bien? - le preguntó delicadamente Stefi acercandosele cuando lo vio enlogando sobre una silla.
Ella junto con Gaston, eran los unicos que no lo boludeaban en esta situación, porque sabian que realmente le molestaba este tema, por eso se llevaban tan bien y habian formado un vinculo muy lindo.
-Si, si si, un poco molestó por lo de ayer. Pero con que nadie me joda, no va a a haber problema. - dejó el ejercicio que estaba haciendo para poder mirarla bien.
-De mi parte, no voy a decir nada y lo sabes. El tema es.. - no pudo terminar de nombrar a la persona en cuestión, porque su novio se unió a la charla.
-Hola Conde. No te voy a preguntar como estas porque es obvio. Pero arriba che, seguro que un par de caidas de Fausto en las coreos te suben el animo. - le dio una palmadita en la mejilla para luego retirarse a seguir saludando a los demas.
-¿Cualquier cosita habla conmigo si? Y por favor cuando llegue el no le des bola a lo que te diga. Sabes que lo hace po... - un gritó la interrumpió e hizo que ambos se giraran a ver a la persona que recien habia llegado.
-HOLA A TODO EL MUNDOOOOO - gritó un Renato Quattordio totalmente euforico a pesar de la temprana hora.
Comenzó a saludarlos uno por uno. Siempre con la buena onda que lo caracteriza. Hasta que llegó a la persona que tanto deseaba ver. Sabía que el mayor no estaba de buen humor, y no dudaria en aprovecharse de eso.
-Buenas buenas buenas. Hola Señorita Roitman, Hola señor Gallicchio - les hablo alegremente cuando los vio hablando. - ¿No creen que es un dia muy lindo hoy? - insistió cuando notó que su compañero no tenia intención de darse vuelta. - ¿Stef me dejas solo con el? Porfa - le pidió, odiaba que su amigo lo ignorara.
-Ehh yo....- a la rubia no le parecia buena idea lo que le estaba pidiendo. Giró a ver a Gabi para que le de una señal de que deberia hacer.
-Anda Stefi, no te preocupes. - la tranquilizó para asi convencerla de que se vaya.
-¿Me podes decir que te pasa? - le preguntó finalmente cuando ya estaban solos. Gabi lo miro confundido ante su pregunta. - ¿Me podes decir por que me ignoras? Entiendo que estes de mal humor porque el mejor equipo del mundo le gano al tuyo. Pero bueno no es mi culpa viejo.
- Ahi esta. Ya tenias que sacar el tema a la luz. Estamos grandes Renato. Sabes que odio que me jodan con este tema. ¿Que te cuesta no hacer ningun comentario al respecto? - la furia en su voz se hizo presente al instante.
-Ah claro. Yo soy el inmaduro porque hago comentarios sobre River ganandoles pero vos cada vez que traes algo de Boca no puedo decirte nada. ¿En que quedamos? - la gracia de hace unos minutos fue reemplazada por la indignación que le causaba la hipocresia de Gabriel.
-Es diferente. Aparte acordamos no decir nada sobre los superclasicos para evitar este tipo de conflictos. - trató de tranquilizarlo, para evitar un conflicto más grande.
-Bueno, bueno, esta bien. Dejemosla ahi. Prometo no decirte más nada sobre este tema - alzó las manos rendido y se dirigió con el resto de sus compañeros para comenzar el ensayo.
El ensayo comenzó normalmente. Las miradas entre Renato y Gabriel se hicieron presentes, al punto de desconcentrar al mayor, logrando que la directora de todo, Florencia le llame la atencion más de una vez.
-¿Que pasa hoy viejo? Gabriel siempre sos muy profesional vos. ¿Que onda? - le preguntó al de rulos, que debido a la vergüenza, no sabia que responder.
-Disculpalo, es que ayer perdió Boquita y no puede meter mas de dos goles... Digo pasos, porque no esta de humor. - respondió Tato con una sonrisa al saber que ese comentario habia desatado la furia en el mayor.
Luego de finalizar el ensayo, se dirigieron a los vestuarios del lugar, para bañarse y cambiarse asi poder volver a sus casas bien frescos. Renato siempre era el último en hacerlo, ya que era el más tardaba. Gabriel aprovechó que era el ultimo que quedaba en el lugar, y decidió que debía enfrentarlo.
Renato salió de la ducha con una toalla envuelta en la cintura, y se quedo paralizado al observar a su compañero que lo estaba esperando en la puerta. Trató de ignorar su presencia mientras buscaba la ropa en su bolso.
-¿No pensas decir nada? - le preguntó Gabriel acercandose a el.
-Ehh.. No. No se que queres que te diga. - le respondió nerviosamente sin siquiera mirarlo .
-Y no se, minimo unas disculpas por todo lo que dijiste. - Renato se digno a levantar la vista mirandolo seriamente.
-¿Ah si? Eso queres? - el mayor asintió -¿Y por que deberia hacerlo? Osea, no dije nada que no fuera verdad. - dijo, provocando que el mayor se enfureciera más.
-Dijiste que no pude hacer los pasos por el partido. - le contestó cruzandose de brazos y acercandose un toque más a el.
-¿Y que? ¿No es verdad acaso eso? - el de rizos nego. Renato abrió los ojos sorprendido y trago saliva. - ¿Y por que no pudiste hacerlos entonces?
-¿En serio no sabes la respuesta? - Renato negó con la cabeza. En serio no entendia cual era la razón de porque el mayor estaba tan desconcentrado últimamente.
En un movimiento rápido, Gabriel lo arrinconó contra la columna de una de las duchas. Sorprendiendo todavia más a Renato.
-No podia hacerlos porque no podia dejar de mirarte a vos. - le respondió finalmente a centimetros de sus labios.
-¿Ah si? ¿Y por que tendria que creerte? - preguntó con la voz entrecortada debido al nerviosismo que le causaba la situación.
-Espero que esto responda tu pregunta - respondió para finalmente besarlo apasionadamente. Siendo correspondido de la misma forma, para que sus bocas se descubran y sus lenguas recorran por completo la boca del otro.
Perdidos profundamente en el beso, ninguno se dio cuenta cuando ya se encontraban dentro de una de las duchas. Renato se encontraba ya sin la toalla sobre su cintura, y sus piernas rodeaban la cintura del más grande.
-Wow. Me parece que tendria que haber superclasicos más seguidos si te vas a poner asi cada vez que ganemos. - le comentó Renato al separarse por falta de aire.
-No te hagas el vivo y callate. - soltó el mayor en una risa para volver a unir sus labios.
Se dejaron llevar, bajo la tibia agua de la ducha. Despues de todas las gastadas por parte del menor, donde su objetivo era nada más molestarlo, logró mucho más de lo que esperaba.
Aunque tengan gustos totalmente diferentes, con respecto a muchas cosas, siempre iban a terminar asi. Porque a pesar de todo, nada más les importa más que ellos dos.
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