DE LA NOCHE A LA MADRUGADA
Para celebrar su 1er aniversario, Blas y Junior, junto con sus amigos más cercanos, habian decidido ir a un boliche, ya que segun la pareja ellos habian sido un gran soporte en su relación.
Al llegar al lugar, las chicas fueron directo a la pista de baile, mientras que sus respectivas parejas iban por bebidas para cada uno.
Bailaron un rato largo, en grupo y tambien cada quien con su pareja. El alcohol aumentaba a medida que la temperatura en los cuerpos de los jovenes también lo hacia. Comenzaron a distribuirse en parejas por todo el lugar, olvidándose por completo la razón por la que habian ido.
Blas y Junior se encontraban en un columna. Junior se encontraba con la espalda apoyada en esta mientras el bartender se encontraba en frente de el. Estaban chapando desaforadamente, metidos totalmente en su mundo. Asi eran siempre, en el momento que sus labios se unen, nada a su alrededor importa, se forma una burbuja con el mundo muy dificil de romper.
- ¿Sos lo mas lindo que tengo sabias? -le susurró el menor de los Guerrico al separarse del beso. - no puedo creer que ya sea un año de que estamos juntos.
-Bueno creelo porque es verdad. Me la hiciste dificil pendejo eh - el menor le dio un leve golpe en el hombro. - Es verdad che. Pero valio completamente la pena.
-Te amo mucho, mucho, mucho - contestó Junior esparciendole besitos por toda la cara.
-Yo te amo mucho, mucho mas. - respondió el mayor a los besos, para luego volver a unir sus bocas en un beso apasionado.
- ¿No les parece medio desubicado que hagan eso aca? - una voz desconocida para ellos les estaba gritando, cosa que ignoraron y siguieron con lo que estaban haciendo - eu les estoy hablando - les gritó esta vez agarrando al rizado del hombro y haciendolo girar bruscamente.
-¿Qué te pasa chabon? ¿Qué problema tenes? - le respondió Blas acercandose rápidamente. Si no fuera porque Junior lo tenia agarrado del brazo, ya le hubiese pegado una piña.
-No da que esten haciendo esto aca, si quieren vayanse con los que son igual a ustedes. Aca no los queremos. - Blas apretaba su puño fuertemente mientras intentaba zafarse del agarre de su novio.
-¿Qué problema tenes que este chapando con mi novio flaco? Yo si te veo chapar con una mina no te voy a joder. - no le entraba en la cabeza que suga habiendo gente retrogada en el mundo que siga pensando de esa forma.
-Pero es diferente. En este caso no se sabe quien es el hombre y quien es la mujer - le comentó el tipo acercandose al bartender para provocarlo.
Blas no aguanto más, cuando menos se dio cuenta su puño ya habia estrellado contra la cara del tipo que tenia en frente. El otro se la devolvió, logrando que el bartender cayera al piso. El rizado se levanto rápidamente para tirarsele encima y comenzar a golpearlo fuertemente.
-¡Blas! PARA BOLUDO LO VAS A MATAR. - Romeo llegó al rescate cuando notó el tumulto de gente observando la pelea, dandose cuenta de quien estaba involucrada en esta.
-Mi amor basta, por favor - le suplicaba Junior, al borde del llanto, tratando de acercandose para sacarlo de encima del otro. Odiaba toda esta situación.
Blas se levantó automáticamente de encima del pibe apenas vio a los de seguridad acercarse a ellos. Aunque sabia que esto arruinaba la noche que habian planeado, no podia dejarle pasarle por alto lo que le habia dicho.
-¿Quien arrancó la pelea? - preguntó el guardia, en el medio de ambos separandolos. El tipo todo ensangrentado, debido a los golpes que le habia dado Blas, señalo al bartender.
-¿Que decis pelotudo? Vos empezaste a bardearnos. - se defendió volviendo a acercarse con intenciones de volver a pegarle.
- Pero vos sos el calenton que me empezo a pegar. Ademas no dije nada que no sea cierto. Pero no te preocupes, que ya me retracte por lo que dije, porque ya me di cuenta quien en es la mujer de la relación - respondió señalando a un Junior abrazado a Dante llorando desconsoladamente, debido a los nervios que le causaba ver a Blas pelear.
Blas aprovechando la distracción que tuvieron todos al girarse a ver a Junior, se le tiró encima al pibe. Los guardias los separaron nuevamente, pero esta vez obligandolos a dejar el establecimiento.
-¿Estas bien? Tenes el labio medio roto boludo - soltó Romeo en una risa revisando a su cuñado, que aunque el otro habia quedado peor, también estaba lastimado.
-Si si si estoy bien, gracias. ¿Y Junior? - preguntó buscandolo con la mirada. Hasta que lo localizó caminando en dirección contraria al resto.
-¡MI AMOR PARA! - le gritó alejandose de sus amigos para ir tras el. - dale amor hablemos - insistió cuando logro alcanzarlo.
-No. Blas no quiero hablar con vos ahora. - siguió caminando sin girar a verlo. - Sabes que odio que te pelees con cada chabon que nos dice algo. Gente de mierda va a seguir habiendo, no les des el gusto.
-Perdón fui un boludo. Sabes lo impulsivo que soy y a veces no puedo controlarme. Por favor no dejemos que esto arruine nuestro festejo. - le pidió, agarrandolo del brazo para que se detenga.
-¿Que tenes planeado? - lo interrogó el menor con una sonrisa traviesa, olvidandose de todo el enojo, aceptando la disculpa del mayor.
-No se, no se. ¿Qué te gustaria que hagamos? - le preguntó agarrandolo esta vez de la cintura, para que sus cuerpos se unan.
- Vos sabes muy bien lo que quiero hacer. - le respondió rodeando el cuello del otro con sus brazos.
-Yo quiero lo mismo amor, pero me refiero a como podríamos terminar de festejar nuestro aniversario. De una manera especial. - lo miró fijamente a los ojos, con una sonrisa de oreja a oreja.
El menor estuvo pensativo por varios minutos. Hasta que una idea le vino a su cabeza, pidiendole ir hasta su auto para poder indicarle hacia donde ir.
Luego de largos minutos, lleno de preguntas de parte de Blas ya que Junior no le queria decir a donde iban, llegaron a su destino.
-No me jodas. - dijo Blas al bajar del auto, con la boca totalmente abierta . - No puedo creer que me hayas traido hasta aca. - le comentó totalmente sorprendido y con los ojitos brillando debido a la emocion. - Esta es...
-Nuestra plaza. - le respondió el menor posicionandose delante de el, mientras el otro observaba maravillado el lugar.
-La plaza donde nos conocimos. - soltó suspirando el de ojos claros, sin poder ocultar la felicidad que cargaba estar en aquel lleno de recuerdos. -No puedo creer que te acuerdes.
-¿Como no me voy a acordar? Me acuerdo perfectamente. Vos estabas con Dante jugando aca y con mi tio vinimos a buscarlo. Y aunque yo me queria quedar jugando, no me dejaban porque Dante tenia que ir a fútbol pero ... - agacho la cabeza recordandolo.
- yo le pregunte a mi mama si te podias quedar con nosotros para que puedas jugar - le terminó la frase enternecido ante la reacción del menor.
-Si... Siempre cuidandome vos. - levantó la cabeza para mirarlo fijamente a los ojos.
-Es que desde ese momento senti la necesidad de cuidarte. Obvio en ese entonces no sabia por qué era. - lo acercó rodeando con sus brazos su cintura.
-¿Y ahora lo sabes? - lentamente comenzó a acercarse a sus labios.
-Y no se, estamos festejando un año de novios. El primero de muchos, espero. ¿Vos que decis?
Junior le sonrió para finalmente besarlo apasionadamente, beso que fue totalmente correspondido. Luego de separarse por falta de aire, decidieron de ir a jugar en los juegos de aquella plaza, como en los viejos tiempos. Recordando no solo la primera vez que se vieron, sino también todas las tardes que pasaron juntos ahi después del que salian del colegio.
Entre juego y juego, entre beso y beso, amaneció. Siempre pasaba eso, cuando estan juntos pierden la noción total del tiempo. Asi como a veces les parece una eternidad, también sienten que pasa muy rápido todo. Pero eso era lo mas lindo de su relación, estando juntos no les importaba nada mas que ellos.
Y allí en el mismisimo lugar donde se conocieron, donde cruzaron miradas por primera vez, donde jugaron millones de veces juntos. Alli festejaron el primer aniversario de novios, convirtiendose asi en una tradición que duraria para toda la vida.
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