(•؎ •) ! 005

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A como pudo se bajo, Seokjin no acostumbraba pedidos tan grandes, una docena de tacos y una coca doble litro, Dios santo y su espalda.

Tocó la puerta dos veces y espero paciente con su mirada en el piso

— ¿Pedido de bandeja de tacos y...?

— ¿Jin? — el mayor le pidió a Jesucristo que ya le parara tanto sufrimiento pero claro que no Seokjin, cuando levantó la mirada ahí estaba

Deseo tanto que lo tragara la tierra, que se partiera el mundo en dos, algo, lo que fuera sería mejor que pasar esta vergüenza

— ¿Nam? — Murmuro apretando sus dedos en la caja que contenía la comida, el se veía feliz aunque confundido de verlo en ese sitio

Ay la vida, quien entiende estas cosas

— ¿Trabajas de repartidor? — Namjoon preguntó lo obvio aunque se sentía en una película, esa en donde los protagonistas podían encontrarse incluso en el mismo baño.

Seokjin guardo un silencio avergonzado antes de susurrar un "si" que esperaba que fuera seguido de burlas que llegarán a oídos de todos y tuvieran más motivos para hacerle la vida imposible

Se reía a menudo pensando que si llegaba a enamorarse de sus problemas estos se irían también, no era mala idea

Sus traumas, sus chistes

—... Eso esta bien, tiene sentido lo de la moto ahora — Namjoon trato de tomar la comida pasando las manos por encima de las suyas mientras la dejaba dentro de su hogar

— Que vergüenza — Seokjin se lamento entre sus manos, llevándolas a su cara para cubrirse.

— ¡No no no! Oye — Nam tomo sus muñecas para que lo mirara. — ¿A que hora terminas hoy? ¿No te quieres quedar?

— ¿Quedarme dónde?

— Aquí, a comer. Estaría bien para conocernos, ¿no? — Namjoon le entrego el dinero antes de continuar.

— Solo que tengo que ir a dejar el cambio y registrar mi salida...

Namjoon le sonrió, como si con eso todos sus problemas fueran a desaparecer

— Yo también tengo que salir ahorita a comprar una cosas, nos encontramos aquí mas tarde, ¿si? Voy por mi bicicleta

— ¿Bicicleta? — quiso reír pero Namjoon iba en serio tomo su bici y se subió en el sin perder los ánimos.

¿Qué más podía perder?

— Esta bien... regreso más tarde- aunque quiso dar media vuelta y arrancar la moto lo más rápido posible, Namjoon se había posicionado a su lado con la mano extendida

— Sígueme — Seokjin río antes de rodar los ojos por la insistencia, se le había vuelto un dolor de estómago los nervios pero acepto la mano que se le había brindado, como si no tuviera equilibrio para andar en su moto que tuvieron que avanzar juntos

Ambos se fueron en ese pequeño callejón de la mano sin dejar de conversar de todo y nada, los dos en su propio mundo donde existían ellos y nadie más hasta que sus caminos se separaron eventualmente.

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