Capítulo 42: Entre dudas.

-Supongo que querrás una explicación... - Me dirijo a Raven nada más subirnos al autobús.

- ¿Sabes? Tú sabrás por qué me has mentido. Seguro que tienes una buena razón, no hace falta que me la cuentes - sonríe.

No puedo creer que la hija del asesino de mi padre sea una persona tan comprensiva y alegre. Después de haberse arriesgado tanto por mí, aunque no puedo decirle que pertenezco a la Parca, le cuento lo de Acrap y lo mismo que sabe mi familia en general, a excepción de nuestro pasado oscuro del que su progenitor es culpable. Se merece algún tipo de explicación...

- No entiendo por qué dices que eres una mala hija... Eres increíble ­- responde.

Me encojo de hombros y le digo que me siento culpable igualmente. Cuando llegamos a su casa me despido y le prometo que nos volveremos a ver... muy pronto.

En cuanto se da la vuelta, tras mi promesa, me estremezco. Ella sin conocerme me ha hecho sin querer el favor más grande que nadie me ha hecho jamás. Y yo la voy a traicionar, le voy a quitar la vida que a mí me quitaron.

Sólo hay una cosa que quiero hacer ahora y no es derrumbarme. Necesito hablar con Jack.

****************

- ¡¿Estás loca?! - exclama mi tutor casi tirando una lámpara de su mesilla.

- No grites...

Le he contado todo. Absolutamente todo.

- ¿Sabes que si descubren que has ido a ver a tu familia estás más muerta que tu padre? - Parece preocupado.

- Pues voy a volver mañana - Me encojo de hombros.

- No te importa nada, ¿verdad? Ni siquiera tú misma. Llega un momento en el que ya no puedo salvarte - dice serio y con algo de rabia -. Eres una suicida.

Me levanto del colchón en el que estaba sentada y me acerco a él.

- Yo ya estoy muerta. Morí cuando murió mi padre, solo que aún no lo sabía. Nunca me has salvado y nunca lo harás, nadie puede hacerlo - balbuceo con tristeza. Doy media vuelta y me dispongo a irme.

- Lo siento - Oigo de repente.

- No es culpa tuya.

- No... Después de lo que me has contado debería haberte apoyado en vez de enfadarme - contesta con voz tierna.

- ¿Y qué hago con Raven? - Es lo que más me interesa ahora mismo.

- No puedes hacer nada. Dago la matará.

- Pero no tiene la culpa...

- Ni tú tampoco.

Reina el silencio durante un momento.

- Siento no ser el ninja para poder consolarte mejor - añade con un intento de tono sensual.

- Bah, me sirves... - vacilo.

Inmediatamente después me siento al lado suyo y le miro pícaramente. Jack se pone serio y por un momento parece asustado, sabe lo que voy a hacer.

- ¿Y quién decías que te gustaba? - mi vena maruja no ha podido resistirse.

- Te dije que era un secreto - responde tosco.

- Dímelo porfa - suplico -. ¡Yo te lo cuento todo! - Me acerco un poco más - ¿Quién es?

- Si no la conoces...

- Da igual, háblame de ella... ¿Dónde la conociste? ¿En el hospital?

- Más o menos... - Me parece detectar una tenue sonrisa en su rostro.

- ¿No me vas a contar nada más? - refunfuño.

- Cuando quiera contártelo, lo haré - prosigue con un aura misteriosa.

- Está bien - arqueo las cejas -. Es cosa tuya - añado un poco indignada.

Jack me responde con un guiño.

- Por cierto, ¿vas a contarles a tu familia la verdadera historia de tu padre?

Me quedo quieta. Cuando estaba con ellos no he tenido tiempo de pensar en eso... Mi padre no merece ser odiado por algo que no ha hecho, pero si se lo contase sólo abrirá la herida que me he esforzado tanto en cerrar.

Aunque las cicatrices... Las cicatrices duran para siempre.

- ¿Entrenamos un rato? - cambio de tema.

- De acuerdo.

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Yy siento llevar tanto tiempo sin publicar pero, como ya os conté a algunos, no tenía ordenador. Gracias a todos los que seguís leyendo esto a pesar de todo 💙💙

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