Capítulo 38: En las nubes.
Sabía que la Parca tenía mucho dinero, pero nunca imaginé que les sobrase tanto como para alquilar un avión entero. Dago ha planeado todo para que parezca que nos vamos a trabajar a Delia para un evento de ricachones organizado en el restaurante. Dentro del tren alquilado iban varios miembros, reclutas que estaban en Vilnuk y ahora deben volver a su base. Han diseñado un traje nuevo exclusivo para esta misión, que incluye una guadaña de plata. Parece que pesan bastante y son más grandes que las que he usado hasta ahora, pero si me acostumbro a manejar algo semejante seré prácticamente invencible: con un golpe de ese trasto se podría hacer volar a cualquiera.
No sé cómo me han convencido de que me pruebe mi nuevo disfraz ahora mismo... Estoy sola en una sección llena de asientos vacíos intentando embutirme en esta cosa. El aparato volador es un monstruo enorme dividido en varias partes separadas por puertas correderas. Pese a ser sumamente ajustado, está como blindado. También es sumamente cómodo y ligero aunque, por supuesto, la Parca no ha podido evitar dar su toque de película: es como un mono homogéneo que cubre hasta los pies donde han insertado una suela acolchada, sin capucha pero con cuello alto y mangas de tirantes de tal manera que sean unos guantes aterciopelados y a prueba de balas lo que me cubra los brazos hasta dejar una estrecha rejilla de piel al descubierto. Es un misterio con qué finalidad está libre ese hueco, ¿es por si a alguien le apetece cortarme el brazo...?
Bichín no para de gruñir y olisquearme el tobillo. Nadie ha mostrado objeciones a que me la trajera, así que eso he hecho.
— ¿Quieres que les diga que te hagan uno? — le pregunto.
De repente Jack irrumpe sin preguntar justo cuando termino. El diseño de su traje es exactamente igual que el mío, solo que yo estoy sexy y él está ridículo. Bichín se abalanza sobre mi tutor, quien se agacha para cogerla y acariciarla.
— Estoy ridículo — refunfuña.
— Eso estaba pensando — contesto.
Alguien más entra: es Celia.
— Pues es chulo — dice bastante alegre —. Ehhh... — cambia la expresión mientras analiza el aspecto de Jack.
— No lo digas — le interrumpe seco.
— No pensaba... — se excusa mi amiga.
Las puertas correderas se abren de nuevo, dando paso a un Dago serio e intimidante con un toque de ira extra que adorna su "encantadora" presencia. Está aún más ridículo que Jack. Pensaba que eso no era posible, pero el líder ha traspasado los límites...
— Murphy, acompáñame — dispara rígido —. Nos tienen que volver a tomar medidas.
— Menos mal... — suspira el otro sex symbol aliviado mientras suelta a Bichín, quien se escabulle entre los asientos.
Cuando ambas parcas jefe abandonan la estancia, mi amiga no puede evitar soltar una carcajada que me contagia al instante.
— ¿Por qué les han vestido así? — consigo decir entre risas.
— ¡Estaban horribles! — contesta Celia que casi está llorando.
— ¿Quieres probarlas? — cambio de tema mientras señalo con la cabeza las guadañas de plata, apoyadas en la pared.
— ¡Me muero de ganas! — exclama entusiasmada.
Como si nos hubiésemos puesto de acuerdo, nos lanzamos a por las armas. Hay dos un poco más cortas que son para nosotras, pues somos más bajitas.
— Pesa más de lo que parece — afirma Celia al coger la suya.
— No sé si voy a acostumbrarme a usar esto... — contesto.
De repente las dos nos callamos y un silencio sepulcral invade la estancia. Miro a mi amiga de reojo y puedo ver que está haciendo lo mismo, dejando entrever una sonrisa retadora. No puedo evitar imitarle y, como si lo hubiésemos acordado, nos lanzamos a la pelea.
¿Armas de mentira por si nos hacemos daño? ¡Ese no es el estilo de la Parca! ¿Que es peligroso...?
¿Y desde cuándo importa el peligro?
Entre gritos de guerra y el chocar de la plata destrozamos unos cuantos asientos. Sé que el avión no es nuestro y que luego me arrepentiré pero... ¡venga ya! Por una cosa con la que me la paso bien no voy a dejar que unas sillas desgarradas me lo estropeen. Nos subimos por encima, nos escondemos entre ellas... y ninguna aún hemos recibido ni un rasguño. La única malparada está siendo la tela de las sillas.
Veo que mi contrincante está visible y me lanzo a por ella. Total, sé que va a neutralizar mi golpe... Hace exactamente lo previsto, tirándome al suelo. Justo cuando va a contraatacar Jack vuelve, con el atuendo cambiado. Las dos nos paralizamos sin saber qué explicar...
— ¿Te iba a ganar la novata, novia cadáver? — se burla nuestro tutor.
— Ha sido suerte — respondo enfurruñada.
Jack me tiende la mano para ayudarme a levantarme pero la rechazo y lo hago apoyándome en un respaldo
— Si Dago ve esto a lo mejor os mata — dice Jack mientras agarra un trozo del mullido relleno.
— Lo sabemos — respondemos Celia y yo al unísono.
— Y no es una expresión, lo digo en serio — juguetea con él.
— Lo sabemos — volvemos a responder con tono de obviedad.
Jack no puede evitar sonreír.
— Cambiaros, anda — deja el algodón en su sitio y se va.
Cumplimos su mandato mientras hablamos.
— Oye, Sira.
— Dime.
— ¿Los ninjas están liados?
— ¡No! — respondo enfadada.
— ¿Seguro? ¿No has visto que están muy juntitos últimamente? — me mira y levanta las cejas.
— ¡Qué va! Te imaginas cosas tía... — insisto con el mismo tono.
— Vale, vale... No te pongas así... — se ríe.
Vacilo un poco antes de responder.
— Yo estoy liada con en ninja — me muerdo el labio incómoda, introduciendo mi respuesta como quien no quiere la cosa.
— ¡¿En serio?! ¡Qué fuerte! — me da un golpecito en el hombro — Quién lo diría, con lo seria que pareces...
— Ya ves — me encojo de hombros. Suspiro.
— ¿Por qué suspiras?
— No lo sé. Me ha salido solo...
¿Quién sabe cuánto tiempo pasará hasta que lo vuelva a ver al ninja? ¿Y si no vuelvo? Armin ni siquiera sabe por qué me he ido... ni ha preguntado. Aún me acuerdo de cuándo nos conocimos, lo mal que nos llevábamos, lo rápido que me entró y lo rápido que le rechacé. Ahora no me molesta en absoluto tenerle cerca... En fin, las cosas cambian.
Ley de vida, supongo.
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Bueno, ya sabéis que sigo con mi colección de reseñas... La gente normal colecciona chapas mientras yo hago que me critiquen jeje
En fin, ¡gracias @Leoshine5 por ofrecerte a hacerme una reseña!
Sobran las palabras. Hasta otra ;)
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