La ley del mas apto
Este parecía ser un día normal. Mathew se balanceaba entre los edificios con su telaraña, moviéndose con agilidad sobre la ciudad. En un momento, decidió detenerse en el barandal de un departamento, donde una mujer fumaba tranquilamente, ajena al mundo a su alrededor.
Mathew: Sabes que eso va a matarte, ¿no? —comentó con un tono desenfadado. La mujer lo miró de reojo, sin mostrar interés, y respondió con una larga pitada al cigarrillo, exhalando el humo lentamente— Solo decía... —murmuró, rascándose la cabeza con cierta incomodidad antes de desviar la vista nuevamente hacia las calles iluminadas de Nueva York— Bien, Nueva York, ¿qué tienes para mí? —susurró para sí mismo, como si estuviera listo para lo que el día pudiera traerle—
Radio: Aviso a todas las autoridades, tenemos un 13-4... necesitam... ~~
Mathew: ¿Qué? Eso no es normal... —murmuró con el ceño fruncido—
De inmediato, sacó su teléfono del traje y comenzó a revisarlo, intentando descubrir qué estaba interfiriendo con la señal. Al tratar de acceder a su aplicación, esta bloqueó el acceso, desplegando una burbuja con un mensaje que decía: "Llegas tarde, México. Métele chiles.".
Eso fue todo lo que necesitó para entender lo que estaba ocurriendo. Sin perder más tiempo, Mathew guardó el teléfono, se impulsó con sus telarañas hacia el cielo y se lanzó al vacío, balanceándose rápidamente entre los edificios con su telaraña.
-Apartamento de Soni. 8:30 AM-
Soni estaba terminando de vestirse con prisa. Se notaba bastante apurada, y no era para menos: ya iba tarde para su horario habitual. Mientras ajustaba los últimos detalles, su teléfono comenzó a sonar. Sin perder un segundo, lo tomó rápidamente, sosteniéndolo con una mano mientras con la otra se ataba las agujetas.
Soni: ¡México! ¿Cómo te va? ¿Ya viste mi mensaje? —preguntó con entusiasmo, aunque su tono denotaba un toque de urgencia—
Mathew: Sí, y no me gustó para nada. ¿Ahora también vas a restringirme el trabajo?
Soni: Número uno, tienes que aprender a manejar tu horario. Número dos, tú fuiste quien me metió en tu mundo de superhéroes, así que tendrás que aguantarte y trabajar bajo mis reglas también. Y número tres, ¿estás por la zona? Me vendría bien un aventón, la verdad.
Mathew: No es broma, quita el bloqueo de mi radio o lo haré yo mismo.
Soni: Haz lo que quieras, pero luego no quiero escucharte quejarte. Además... —hizo una pausa dramática— ya estoy en la azotea.
Mathew: ¡¿Es en serio...?! —suspiró— Voy para allá.
No pasó mucho tiempo para que Mathew llegara al apartamento de Soni. Sin decir una sola palabra, la tomó por la cintura y, sin previo aviso, se lanzó nuevamente al balanceo entre edificios. Soni, sorprendida por el repentino movimiento, dejó escapar un grito ahogado y se aferró con todas sus fuerzas a él. Por su parte, Mathew luchaba por mantener el equilibrio, ya que los bruscos movimientos de la joven complicaban su tarea.
En pocos minutos, aterrizaron en un callejón discreto, un lugar que Mathew solía usar para cambiarse. Sin mucha delicadeza, dejó a Soni en el suelo. Esta trató de estabilizarse, pero el vertiginoso viaje la había dejado completamente mareada.
Soni: Te han dicho que esa cosa es... algo peligrosa... ay, creo que voy a vomitar.
Mathew: Tú querías un aventón.
Soni: Vamos, no te pongas así, amigo. Te devolveré tu radio cuando terminemos de trabajar.
Mathew: ¿Y si ocurre algo como lo de Scorpion? ¿O peor? ¿Qué tal si—?
Antes de que pudiera seguir desvariando, Soni le dio un leve golpe en la cabeza para traerlo de vuelta a la realidad.
Soni: Para eso existen los policías. Además, si algo así volviera a ocurrir, nos enteraríamos pronto. Así que relájate.
Mathew no estaba del todo convencido, pero decidió no discutir. Mientras seguía a Soni hacia el edificio, recogió una mochila que había dejado pegada al muro y guardó rápidamente su equipo en ella. Sin decir más, se la echó al hombro y se dispuso a acompañarla.
-Oficina de Norman. 9:45 AM-
Norman desayunaba tranquilamente, rodeado por varios guardias y miembros de su equipo de seguridad. Frente a él, un grupo observaba con atención las imágenes proyectadas en las pantallas de seguridad. Estas mostraban un video del día de la excursión de los alumnos de Midtown. En medio de la reproducción, uno de los guardias se acercó a Norman, sosteniendo una tableta con una imagen de una araña, la misma que había desaparecido de los laboratorios de la empresa.
Norman: ¿Por qué estoy viendo esto? ¿No se supone que deberían haber recuperado a la araña?
Guardia: Ese es el problema, señor. Justo aquí... —detuvo el video en una imagen fija que mostraba a un joven agachándose para revisar su tobillo. Utilizando el teclado, hizo un zoom en la imagen, donde se podía distinguir claramente a la araña descendiendo del tobillo del joven—. Creemos que la araña logró morderlo antes de que él la tomara. —El guardia hizo una pausa breve antes de continuar— Pero eso no es todo. Tras investigar más, descubrimos que, semanas después de este incidente, apareció por primera vez el vigilante enmascarado. —Mientras hablaba, mostró otro video en la pantalla, esta vez del puente de Manhattan. En las imágenes, un joven apenas cubierto por una mascarilla improvisada se balanceaba entre los cables del puente—. Fue el primer avistamiento de la figura conocida como "la araña". Creemos que ambos eventos están conectados.
Norman: ¿Estás insinuando que él tiene a la araña?
El guardia asintió con cierto nerviosismo. Norman desvió su mirada hacia los monitores, permaneciendo en silencio por un instante, antes de volver a hablar con frialdad.
Norman: No podemos permitir que esto se haga público. Podríamos enfrentarnos a graves problemas. Llama a Prowler.
Guardia: ¿Qué mensaje le doy, señor?
Norman: Dile que traiga a nuestro amigo... y que lo lleve con Octavius. Que nadie sepa lo que pasó con Peter Parker.
-Algun lugar de New Jersey. 10:00 AM-
La habitación estaba destrozada, sumida en penumbras. Los cuerpos inertes de varias personas decoraban el lugar de forma macabra, un recordatorio de lo que allí había ocurrido. En medio del caos, un hombre permanecía de pie, su figura destacándose en la penumbra. Levantó el brazo y miró su brazalete, cuya pantalla mostraba una llamada entrante. Sin dudar, aceptó la comunicación mientras se acercaba al destrozado escritorio del lugar.
Prowler: ¿Osborn?
Guardia: Casi. El señor Osborn tiene un trabajo para ti.
Prowler: ¿De qué se trata?
Guardia: Un sujeto, Peter Parker. Tal vez hayas oído de él; Jameson lo llama Spiderman.
Prowler: ¿El vigilante?
Guardia: Vive en Queens. Necesitamos que lo lleves al laboratorio del Dr. Octavius. Además, hay algo que debes buscar en su hogar: una araña de Oscorp. No podemos permitir que siga libre. ¿Lo entiendes?
Prowler: Entendido.
Sin decir más, Prowler abrió uno de los cajones del escritorio y tomó una USB antes de salir por la ventana. Usando sus garras, comenzó a trepar ágilmente por el edificio. Al llegar a la cornisa, volvió a mirar la pantalla de su brazalete. Dos imágenes aparecieron en ella: una fotografía de Spiderman tomada por el Daily Bugle y otra de Peter Parker. Bajo la foto de Parker, se listaba su dirección y otros datos relevantes. Con un movimiento rápido, Prowler desapareció, dispuesto a cumplir su misión.
Mientras tanto, Mathew estaba inmerso en su trabajo. Aprovechando algunas ideas que había tenido mientras desarrollaba su nuevo lanzador de telarañas, había encontrado una solución para los problemas del motor del Vuelo Tech. En ese momento, junto a algunos miembros de su equipo, terminaba de instalar las últimas piezas necesarias para realizar una prueba. Su mente estaba centrada en los detalles técnicos. Soni observó con atención cómo Mathew maniobraba el aerodeslizador, chocando torpemente contra las paredes del laboratorio. Con un suspiro, se acercó a la mesa, tomó otro control idéntico al que Mathew utilizaba y, presionando un par de botones, logró detener el vehículo. El movimiento brusco lanzó a Mathew al suelo, causando que el equipo estallara en carcajadas mientras él se levantaba frotándose la cabeza. Soni se aproximó con calma y recogió ambos controles, dejándolos nuevamente sobre la mesa.
Mathew: —Vamos, Soni, al menos avísame antes de lanzarme por los aires —se quejó, aún sobándose la cabeza.—
Soni: Tranquilo, México, estoy segura de que no te dolió mucho —respondió Soni con una sonrisa burlona.—
Mientras tanto, Norman había entrado al laboratorio acompañado por Darren. Ambos se detuvieron en seco al ver el desastre que reinaba en la habitación. Herramientas y papeles estaban esparcidos por todas partes, y el aerodeslizador yacía en el suelo. Sin ocultar su descontento, bajaron rápidamente las escaleras con el ceño fruncido. Al llegar, Darren se dirigió directamente a Soni con un tono claramente molesto.
Darren: ¿Se puede saber qué está pasando aquí? —preguntó, cruzando los brazos.—
Soni: Em, bueno, pues... estábamos probando el motor y... las cosas se salieron un poco de las manos —respondió Soni, rascándose la nuca con nerviosismo.—
Mathew: Lo siento, señor. Fue mi culpa —intervino rápidamente—. No sé manejar del todo bien el aerodeslizador.
Norman: ¿Dijiste manejar? —preguntó Norman, alzando una ceja con un destello de curiosidad en medio de su molestia—
Mathew Sí. Bueno, los controles del vuelo tech son algo sensibles, así que tuve algunos problemas para nivelarlo... pero mire —dijo mientras se acercaba a la mesa y tomaba uno de los controles. Encendió el aerodeslizador nuevamente, haciéndolo flotar con movimientos más precisos—. Vuelo tech es completamente funcional a estas alturas. Es cuestión de ajustar un poco los controladores de vuelo y retocar el diseño para mejorar la aerodinámica... pero le aseguro que el primer vuelo tech funcional estará listo esta misma semana.
Mathew maniobraba el aerodeslizador con mayor cuidado, moviéndolo lentamente alrededor del laboratorio para evitar más accidentes. Norman observaba con atención, y poco a poco su expresión se suavizó.
Norman: Veo que no me equivoqué al invertir en usted, joven Reilly —dijo con un tono más calmado, colocando una mano en el hombro de Mathew, quien suspiró aliviado. Acto seguido, Norman se dirigió a las escaleras para abandonar el lugar—. También a ti, Darren. Tu equipo no me ha decepcionado en lo más mínimo. Llama a los de limpieza para que arreglen el laboratorio y envía a tu equipo a descansar hasta el almuerzo. Vuelo tech debe estar listo para la presentación dentro de unas semanas.
Darren: Sí, señor Osborn —respondió con firmeza—
Cuando Norman salió de la habitación, Darren soltó un largo suspiro de alivio antes de voltear hacia su equipo, dirigiendo una mirada firme a Mathew.
Darren: Tú tienes suerte, chico. Ya oyeron al jefe. Los quiero aquí después del almuerzo para una reunión improvisada.
El equipo asintió en silencio, mientras Mathew recogía los controles con una sonrisa nerviosa y Soni le lanzaba una mirada que decía: “Te lo dije”.
Los miembros del equipo salieron del laboratorio mientras Soni y Mathew se dirigían a la cafetería de siempre. Como de costumbre, se sentaron afuera y pidieron algunas bebidas para relajarse. O al menos, Soni intentaba hacerlo. Mathew, por otro lado, no dejaba de mirar su teléfono, un gesto que no pasó desapercibido para su compañera. Soni soltó un suspiro, apoyando los codos sobre la mesa y entrelazando las manos mientras fijaba su mirada en él.
Soni: ¿Qué es tan interesante hoy? —preguntó con un tono seco, logrando captar la atención del joven—
Mathew: ¿Eh? —levantó la vista, y al notar la expresión de Soni, bajó rápidamente su teléfono, colocándolo sobre la mesa mientras intentaba justificarse—. Ah... nada, solo estaba...
Soni: México... —dijo, interrumpiéndolo con un tono incrédulo—
Mathew soltó un suspiro, sabiendo que mentir no le serviría de nada, y volvió a sacar su teléfono, dejándolo a la vista.
Mathew: Bien, sí. Estoy viendo las noticias. Como no tengo mi radio, tengo que buscar las cosas manualmente.
Soni: Sabes que eso no va a funcionar —respondió Soni mientras daba un sorbo a su bebida con la pajilla—
Mathew: ¿Y qué se supone que haga? No me dejas escuchar nada —contestó Mathew, mirándola de manera pícara, lo que la descolocó un poco—. A menos que...
Soni: Ni lo sueñes —replicó Soni sin dudar, fijando su mirada en él—
Mathew: Vamos, Soni. Tenemos mucho tiempo antes de volver al laboratorio.
Soni: No.
Mathew: Pero...
Soni: Nein —dijo, esta vez en alemán—
Mathew: Solo...
Soni: Maya —respondió en somalí, sin siquiera pestañear—
Mathew: Si tan solo me dejaras...
Soni; ¿Qué otro idioma tengo que usar antes de que te des cuenta de que no te voy a dejar salir a esta hora?
Mathew: Vamos, Soni, solo una llamada. ¡Una! Y no te molesto el resto del día —dijo mientras se levantaba y se colocaba detrás de ella. Colocó sus manos sobre sus hombros y comenzó a masajearlos suavemente, intentando persuadirla—
Soni levantó una ceja, claramente desconfiada, pero no rechazó el gesto de inmediato.
Mathew: Si lo haces, prometo ir a buscarte y traerte del trabajo todos los días. Además, no haré ningún... ya sabes... "trabajo extra" durante los viernes de películas.
Soni: —se cruzó de brazos, claramente dudando de su propuesta— Hm... bien, pero yo elijo la película de este viernes.
Mathew: Hecho —respondió Mathew con una sonrisa triunfante, sabiendo que había ganado la pequeña negociación—
Mathew se encontraba balanceándose entre los edificios, luciendo su traje mientras escuchaba la radio policial. De pronto, una transmisión captó su atención: un caso de rehenes armados en un banco. Sin perder tiempo, ajustó su rumbo y se dirigió al lugar. Al llegar, divisó al Capitán Stacy con un megáfono en mano, negociando con los criminales desde un perímetro seguro.
Mathew: Capitán Stacy, se ve bien hoy —comentó Mathew al posarse en el techo del banco, con su característico tono desenfadado—
Stacy: ¿Araña? —respondió el capitán, levantando la mirada hacia él—
Mathew: Déjemelo a mí, esto será pan comido —dijo, antes de desaparecer por uno de los ductos del edificio. Stacy, aunque inicialmente dudoso, asintió y continuó negociando con los delincuentes—
Soni: Se ve que ya le caes bien —bromeó Soni a través del comunicador—
Mathew: Algo así —murmuró mientras avanzaba cuidadosamente por los conductos—. Creo que, al menos, ya no quiere encerrarme. ¿Qué tenemos hoy en el menú?
Soni: Te pedí unos camarones con arroz —respondió Soni con ironía—
Mathew: Ay no, esos no me gustan —replicó Mathew con fastidio, justo antes de salir silenciosamente del sistema de ventilación—
Aterrizó detrás de dos de los matones armados y, con movimientos rápidos, les arrebató las armas y las lanzó hacia el frente, golpeando accidentalmente a otro delincuente que quedó inconsciente.
Mathew: No había algo mejor, ¿qué sé yo? ¿espaguetis? —continuó Mathew con su humor ligero mientras noqueaba al segundo matón de un golpe—
Uno de los ladrones restantes, aún armado, abrió fuego en su dirección. Mathew esquivó los disparos con agilidad, le desarmó y, utilizando sus telarañas como una especie de resortera, se impulsó hacia él para derribarlo de una patada. Los otros criminales, al ver la llegada de los policías, levantaron las manos en señal de rendición.
Soni: Debiste pensarlo antes de salir tan apurado —comentó, su tono burlón resonando en el oído de Mathew mientras este salía del banco—
Mathew: Como sea... —respondió Mathew mientras cruzaba la entrada, donde el Capitán Stacy lo observaba de reojo sin decir una palabra. El capitán se limitó a ignorarlo mientras se encargaba de la situación—
Ya de vuelta en las alturas, Mathew retomó su balanceo por la ciudad.
Mathew: ¿Ya lo trajeron? —preguntó, refiriéndose a un encargo pendiente.
Soni: Aún no. Tienes tiempo de volver si quieres.
Mathew: Geni- ¡UGH! —antes de que pudiera terminar, recibió una patada que lo lanzó directamente a la azotea de un edificio. Se recompuso rápidamente, limpiándose el polvo de su traje y fijando su mirada en el agresor, quien ahora lo observaba en silencio desde la cornisa—. ¿Y este sujeto quién es? —susurró a Soni mientras levantaba los puños en posición defensiva—. Oye, ¿cómo te llamas? Ya sabes, quiero saber qué trasero voy a patear.
Soni: ¿Es en serio?
Mathew: No se me ocurrió nada mejor, ¿ok? —respondió en voz baja, encogiéndose de hombros mientras intentaba mantener la compostura frente a su nuevo adversario.
Antes de que Mathew pudiera continuar hablando, la pelea comenzó de manera explosiva. Prowler no perdió tiempo, lanzándose hacia él con movimientos rápidos y precisos. La diferencia en habilidades era evidente: la técnica y velocidad del atacante superaban la agilidad y fuerza bruta de la araña, dejándolo constantemente a la defensiva. Mathew intentó esquivar y contraatacar, pero Prowler lo anticipaba con facilidad. En cuestión de segundos, logró derribarlo, inmovilizándolo en el suelo. Los golpes comenzaron a caer sin tregua, dejando al joven luchador contra las cuerdas. Sin embargo, Mathew no era fácil de vencer. Aprovechando un momento de descuido, agarró con fuerza el brazo de su atacante y, utilizando toda su fuerza, lo impulsó hacia atrás con una patada, logrando liberarse. Se levantó rápidamente, jadeando por el esfuerzo, y lanzó varias telarañas en un intento de atar a su oponente y ganar algo de control en la batalla. Pero incluso eso parecía complicado con un rival tan experimentado.
Mathew: Llama al Capitán Stacy.
Soni: En eso estoy.
Prowler: Peter Parker...
El nombre resonó en la mente de Mathew, desconcertándolo por un instante. ¿Qué significaba? ¿Por qué lo mencionaba? Pero no tuvo tiempo para reflexionar. Prowler se liberó de las telarañas con facilidad y arremetió contra él de nuevo, llevándolos a ambos a cruzar de un edificio a otro. Este último estaba en construcción, completamente vacío, lo que les daba un terreno amplio para continuar su batalla. Dentro del lugar, los sonidos de golpes y el crujir del metal resonaban entre las vigas desnudas. Mathew, a pesar de la presión, logró conectar un puñetazo directo al rostro de Prowler, haciéndolo tambalearse por un momento. Aprovechando la oportunidad, lanzó una patada que lo mandó atravesando un muro de madera y paneles, creando una nube de polvo y escombros. Prowler se levantó con calma, aunque el enfado era evidente. Incluso con la máscara cubriendo su rostro, la intensidad de su mirada parecía atravesarla. Cruzó los brazos en forma de "X" frente a su pecho, y con un movimiento brusco, extendió sus garras, dejando que la luz tenue del lugar brillara en sus afilados bordes.
Mathew: —jadeando ligeramente— Bien... eso no se ve para nada bien.
Soni: Tonto, ¡no lo provoques más!
Pero Prowler ya había decidido continuar. La tensión en el aire era casi palpable mientras ambos se preparaban para la siguiente ronda.
Mathew: Dos pueden jugar a eso —respondió, con su postura defendida, mientras sacaba sus propias garras y las extendía hacia los costados, igualando la agresividad de Prowler con su propia determinación—
Stacy: ¿Araña? ¿Qué ocurre?
Mathew: Em... tengo un problema con un loco vestido de morado, tal vez lo conozca —respondió mientras esquivaba un golpe y se mantenía en movimiento, aunque su respiración se volvía más pesada con cada intercambio. Prowler se había vuelto más agresivo, su velocidad y poder comenzaban a hacer mella en la araña, quien, a pesar de su fuerza y habilidades, no podía mantener el ritmo—
Prowler logró agarrarlo del brazo, propinándole un golpe en el estómago que lo dejó sin aliento, y luego atravesó la pared de un golpe.
Mathew: Ugh... y me está dando una paliza peor que la de Scorpion.
Stacy: ¡Sal de ahí, ya!
Mathew: ¿Qué cree que intento?
Aunque visiblemente dolorido, Mathew se levantó rápidamente, solo para recibir otro golpe brutal que lo hizo caer de nuevo al suelo. Prowler no le dio tregua; lo levantó por la cabeza y, con un movimiento brutal, la estrelló contra el suelo, causando que ambos cayeran un piso más abajo. La araña, atónita por la rapidez de los golpes, se esforzó por salir de allí, pero Prowler lo interceptó de nuevo, dándole un fuerte golpe en el rostro que lo desorientó por unos segundos. Con esfuerzo, Mathew se agarró de la pierna de su atacante y, usando su otro brazo, se impulsó para lanzar una patada directa al rostro de Prowler. Luego, aprovechando la confusión, tomó la capa del atacante y lo arrojó contra una pared, haciendo que este la atravesara por completo. Sin esperar a que Prowler pudiera reaccionar, Mathew se apresuró a escapar, saliendo por una ventana cercana. Balanceándose con rapidez, se dirigió a la oficina del Capitán Stacy. Al llegar, entró por la ventana, y fue rápidamente recibido por Stacy, quien, al verlo entrar, lo ayudó a subir y lo hizo sentar sin perder tiempo. El Capitán, con un aire de urgencia, tomó un kit de primeros auxilios y comenzó a tratar las heridas de Mathew, aplicando presión para detener el sangrado mientras aseguraba que no fuera más grave de lo que ya estaba.
Stacy: ¿Me vas a decir con qué loco te encontraste ahora?
Mathew: —Soltó una leve risa mientras se recostaba en la silla, cruzando los brazos sobre el pecho— Usaba máscara.
Stacy: Suena a uno de los tuyos.
Mathew: —Enderezándose un poco, comenzó a describir al sujeto con precisión— Traje negro, capucha, diseños en morado, capa verde, garras de metal. Era rápido... mi sentido arácnido apenas pudo percibirlo.
Stacy: Prowler... —respondió con un destello de alarma en los ojos. Se levantó de inmediato, dirigiéndose a un cajón de archivos que abrió apresuradamente. Sacó una carpeta y la arrojó sobre la mesa frente a Mathew— Tiene que ser él.
Mathew: —Tomó la carpeta con curiosidad y comenzó a hojearla. Su expresión cambió al detenerse en una imagen del mismo sujeto con el que había luchado— ¿Quién es este sujeto?
Stacy: En el bajo mundo lo llaman The Prowler. Es un sicario a sueldo muy respaldado por los más altos en la esfera criminal. Nadie sabe nada de él. Su modus operandi siempre es directo y sin pistas. Sus objetivos simplemente desaparecen sin dejar rastro o mueren sin que quede una huella. Nunca ataca sin motivo.
Mathew: ¿Estás diciendo que el Big Man mandó a un sicario a matarme?
Stacy: Es posible. De otro modo, ¿por qué más te atacaría?
Mathew: —Frunció el ceño mientras trataba de recordar. Entonces, algo hizo eco en su memoria— Peter Parker.
Stacy: ¿Qué? ¿De dónde sacaste ese nombre?
Mathew: Así me llamó Prowler: Peter Parker. Tal vez yo no soy su objetivo. Tal vez quien lo contrató cree que este Parker y yo somos la misma persona.
Stacy: —El desconcierto lo invadió. Dio un paso adelante y lo sujetó de los hombros, mirándolo con seriedad— ¿Dices que Prowler está detrás de Parker?
Mathew: Sí... ¿Lo conoces?
Stacy: —Retiró las manos de sus hombros, ahora visiblemente nervioso— Es el compañero de colegio de mi hija. —Se giró rápidamente, acercándose al perchero para tomar su chaqueta—
Mathew: Eso sí es malo. ¿Están allí ahora?
Stacy: —Miró su reloj; las manecillas marcaban las 11:15 a.m.— Están saliendo hacia la estación. Hay que llegar con ellos rápido.
Mathew: ¿Dónde?
Mathew salió rápidamente por la ventana, balanceándose entre los edificios con movimientos ágiles y precisos. El viento golpeaba su rostro mientras avanzaba a toda velocidad hacia la escuela secundaria de Midtown, su sentido de urgencia evidente en cada salto y giro.
Detrás de él, dos patrullas encendieron sus sirenas, abriéndose paso entre el tráfico. Una tercera patrulla, conducida a gran velocidad por el capitán Stacy, lideraba la marcha. Stacy mantenía las manos firmes en el volante, su mirada fija en la carretera mientras esquivaba autos y peatones con habilidad. Su rostro reflejaba preocupación, consciente de que cada segundo contaba.
Soni: Escuchen, tengo una idea para manejar esto sin que se salga de control.
Stacy: ¿qué? ¿quién eres? ¿como entraste a este canal?
Mathew: —Su voz llegó entrecortada a través de la radio mientras se balanceaba hacia la escuela— Ehm... Capitan Stacy, ella es Soni, mi compañera. Soni, el Capitan Stacy.
Soni: deja eso para después. Prowler es calculador, ¿no? Si es así, no va a atacar si ve que todo esto es una trampa. Pero si la araña entra solo, puede hacerle creer que tiene ventaja. Eso lo obligaría a bajar la guardia.
Stacy: —Tomó la radio en sus manos, claramente molesto—. ¿Y qué pasa si decide no entrar en juego y simplemente desaparece? ¿O peor, si ataca a mi hija antes de que Spiderman pueda llegar a tiempo?
Soni: Por eso deben estar preparados. Ustedes rodean la zona, pero no se acercan. Déjenlo creer que está en control. Prowler es un planificador, pero si lo obligamos a improvisar, cometerá errores.
Mathew: —Desde la radio, su voz sonó firme— Estoy con Soni en esto. Confíen en mí, Capitán. Lo he enfrentado antes. A la primera señal de que algo anda mal, doy la señal y ustedes intervienen.
Stacy: —Permaneció en silencio por unos segundos, apretando los labios mientras su mirada se endurecía—. De acuerdo. Pero si algo le pasa a mi hija... —Dejó la amenaza implícita—
Soni: —Con una leve sonrisa, respondió con confianza— No se preocupe, Capitán. La araña sabe lo que hace... bueno, la mayoría del tiempo.
Mathew: —Con un toque de humor en su tono—. Gracias por el voto de confianza, Soni. Ya casi llego. Manténganse listos.
Stacy: —Suspiró mientras apagaba las luces de emergencia, disminuyendo la velocidad de las patrullas para quedarse a una distancia prudente— Más vale que esto funcione.
A regañadientes, Stacy aceptó el plan, y Mathew, confiado, se dirigió rápidamente hacia la escuela secundaria de Midtown. Saltó de edificio en edificio hasta llegar a la zona superior del instituto, donde se camufló en la sombra de un techo cercano. Desde allí, observó con atención, buscando cualquier signo de que Prowler estuviera cerca.
No pasó mucho tiempo antes de que localizara a Gwen y Peter, caminando juntos hacia la salida. Con cautela, Mathew comenzó a seguirlos a una distancia prudente, asegurándose de que no los perdiera de vista. Mientras lo hacía, vio a Peter detenerse de repente, revisando su bolso, probablemente buscando algo que había olvidado. Gwen se detuvo junto a él, esperando pacientemente mientras él hacía su búsqueda. Después de unos momentos, ambos volvieron a ingresar al instituto.
Fue entonces cuando Mathew vio una figura oscura deslizándose por una ventana: Prowler. Sin perder un segundo, Mathew avisó al capitán.
Con rapidez, Mathew se balanceó hacia una de las ventanas cercanas y, usando su habilidad, entró al edificio sin hacer ruido. Mientras avanzaba, los ecos de golpes y gritos de terror llegaron hasta sus oídos.
Corrió a toda velocidad por los pasillos del instituto, saltando obstáculos y esquivando puertas cerradas. Al llegar al laboratorio, encontró a Gwen tirada contra la pizarra, con el cuerpo en una posición dolorosa. Su respiración se detuvo por un momento al ver el caos: Prowler estaba cerca, observando a Peter, quien se encontraba atónito y confundido, mirando la escena de la joven caída.
Mathew actuó de inmediato. Lanzó una telaraña a la garra de Prowler, evitando que el villano continuara su ataque. La telaraña lo detuvo por un segundo, pero Prowler reaccionó rápidamente, cortando la cuerda con un movimiento preciso de su garra metálica.
Mathew: —Apenas pudo ordenarles a ambos jóvenes, su voz tensa y urgente— ¡Salgan de aquí!
Antes de que pudieran reaccionar, Prowler lo lanzó contra la pared con tal fuerza que el impacto resonó en todo el laboratorio. En un abrir y cerrar de ojos, el villano intentó cortarlo con sus garras afiladas. Sin embargo, Mathew reaccionó rápidamente, sujetando su brazo con fuerza. El choque de las garras contra su cuerpo resonó en el aire, pero la araña logró bloquear el golpe. Con un rápido movimiento, lanzó un golpe directo al estómago de Prowler, enviándolo volando hacia los pasillos. La pelea continuó, llena de furia y rapidez, mientras Peter y Gwen aprovechaban la oportunidad para salir corriendo hacia la salida. Prowler, sin embargo, no perdió tiempo. Se levantó con velocidad y arremetió de nuevo contra Mathew, lanzándolo contra los casilleros cercanos. El villano, en un abrir de ojos, lanzó lo que parecía un disco afilado hacia el techo. El objeto se pegó al material con un sonido metálico, y antes de que pudiera hacer nada, la explosión retumbó en el espacio, haciendo que el techo se desplomara frente a la salida, bloqueando el camino de Peter y Gwen.
Prowler avanzó con rapidez hacia los chicos, lanzando un golpe mortal hacia Peter que lo noqueó al instante. A la vez, una patada al estómago de Gwen la hizo caer de rodillas, incapaz de respirar. Prowler la agarró del cabello, preparándose para cortarle el cuello. Justo cuando el peligro era inminente, Mathew apareció a su lado, golpeando a Prowler con fuerza y haciendo que soltara a la chica. Gwen, aún aturdida, no perdió tiempo. Se levantó rápidamente y comenzó a arrastrar a Peter por el pasillo, buscando desesperadamente una salida.
Mathew y Prowler continuaron luchando, cada uno buscando un punto débil del otro. Pero por un breve momento, Mathew logró quitarse de encima al villano, y vio su oportunidad. Corrió hacia los chicos, los tomó rápidamente, levantó a Parker en sus brazos y montó a Gwen sobre su espalda.
Mathew: ¡Agárrate fuerte! —le gritó mientras comenzaba a trepar las escaleras con rapidez, el peso de Peter complicando un poco su ascenso—
Gwen, aún mareada, se aferró a Mathew, con los ojos llenos de miedo. Justo cuando pensaban que habían logrado escapar, escucharon el sonido de pasos y disparos cerca de ellos. Prowler los había alcanzado y comenzó a disparar hacia Mathew, quien continuó subiendo las escaleras a toda velocidad, buscando un punto seguro para hacer frente al villano.
El sonido de las balas resonaba en el aire mientras la araña escalaba, su respiración acelerada, sin margen para error.
Mathew: —Presionando el comunicador mientras continuaba trepando las escaleras— Capitán Stacy, Prowler bloqueó la salida principal. Los estoy subiendo al techo, pero nos sigue de cerca.
Gwen: —Abrió los ojos con sorpresa al escuchar el nombre—. ¿¡Capitán Stacy!? ¡¡¡¿Papá?!!!
Stacy: —Con un nudo en la garganta, respondió de inmediato—. ¡Hija! Aguanta, buscaré una forma de entrar.
Mathew: —Con la respiración agitada— Busque una forma de sacar a los chicos de aquí.
Soni: —Intervino por la radio, hablando con rapidez— Ya avisé a la estación de policía. Enviarán un helicóptero.
Stacy: —Frunciendo el ceño, claramente sorprendido— ¿Tan pronto?
Soni: —Con una sonrisa satisfecha— Les dije que trabajo con usted.
Mathew: —Con un toque de alivio en su voz— Perfecto, voy a... ¡AGH! —De repente, un destello de electricidad lo golpeó con fuerza. Prowler lo había alcanzado y, con un guante eléctrico, le propinó una descarga que lo hizo gritar de dolor y soltar a ambos chicos sobre el techo—
Gwen y Peter cayeron con un golpe seco sobre la superficie, aturdidos pero conscientes, mientras Mathew caía de rodillas, luchando por recuperarse.
Stacy: —Gritó desesperado por la radio— ¿¡Araña!? ¡ARAÑA! ¿¡ME ESCUCHAS!?
Mathew: —Apretó los dientes mientras intentaba incorporarse, su voz débil pero determinada— Lo... lo escucho, capitán. Prowler está aquí... no se detendrá...
Gwen: —Con miedo, ayudó a Peter a levantarse mientras miraba aterrada al villano, que avanzaba hacia ellos con paso firme— Papá, ¡tienes que llegar rápido! ¡Nos tiene atrapados!
Stacy: —Golpeó el volante de su patrulla mientras aceleraba hacia el edificio, su rostro una mezcla de preocupación y furia— ¡Aguanten, ya voy en camino!
Soni: —Por la radio, tratando de calmar la situación— El helicóptero está a pocos minutos. Araña, tienes que ganar tiempo.
Mathew: —Se puso de pie tambaleándose, mirando fijamente a Prowler— Eso... puedo hacerlo.
Mathew se levantó tambaleándose mientras veía a Prowler sujetar a Peter con fuerza y apuntar a Gwen con una pistola. Su sentido arácnido se activó al instante, y con un rápido disparo de telaraña desvió el tiro, arrancándole el arma de las manos. Sin perder tiempo, embistió al villano con toda su fuerza, envolviéndolo en un agarre y lanzándose junto con él y Peter desde el edificio. Durante la caída, Mathew logró soltarse del agarre de Prowler, sujetando a Peter con una telaraña y balanceándose de regreso al techo. Con un movimiento preciso, dejó a Parker en un lugar seguro, pero apenas lo bajó, fue recibido por una violenta patada de Prowler, quien había usado un gancho para volver a subir. La pelea continuó con ferocidad, golpes y esquivas llenando el espacio mientras Mathew intentaba mantener la ventaja. En ese momento, Stacy llegó al lugar con su patrulla. Sin pensarlo dos veces, bajó del auto y, con su pistola desenfundada, disparó un par de veces al aire para distraer a Prowler. La maniobra funcionó: Prowler titubeó lo suficiente para que Mathew le propinara una fuerte patada que lo mandó al suelo.
Mientras el villano se tambaleaba, Stacy corrió hacia Gwen, quien se había reunido con Peter. Sin poder contenerse, abrazó a su hija con fuerza, sus emociones desbordándose.
Stacy: —Con la voz quebrada y lágrimas cayendo por su rostro— Gracias... —Murmuró, volteando a ver a Mathew con una mezcla de gratitud y admiración— Gracias por salvarla.
Mathew: —Respirando agitado, levantó una mano mientras intentaba tranquilizarse— No hay por qué.
Sin embargo, el sentido arácnido de Mathew se activó nuevamente, esta vez con una intensidad que lo hizo girar bruscamente. Pero antes de que pudiera reaccionar, Prowler apareció de la nada, lanzándole una patada que lo envió volando hacia donde estaba Stacy. Ambos cayeron al suelo por el impacto.
Prowler no perdió el tiempo. Con un golpe brutal, lanzó a Gwen fuera del borde del edificio.
Stacy: —Gritó con desesperación, extendiendo la mano hacia su hija mientras veía cómo caía—. ¡¡¡NOOOO!!!
Mathew se incorporó y de un salto se lanzó tras ella, extendiendo una telaraña en un intento desesperado por atraparla. Mientras esto sucedía, Stacy, consumido por la furia, se levantó, desenfundó su arma y apuntó directamente al sicario.
Stacy: —Con el rostro lleno de rabia y las manos temblorosas—. ¡Quieto! quedas bajo arresto
Mathew logró lanzar una telaraña que se aferró a Gwen en el último instante. Con un fuerte tirón, la acercó hacia él y la atrapó en el aire, sujetándola con firmeza mientras se balanceaba por los alrededores del edificio. Finalmente, aterrizó frente a las patrullas estacionadas en la entrada. Con cuidado, dejó a la joven junto a los agentes que inmediatamente acudieron a asistirla. Sin perder tiempo, Mathew se lanzó de nuevo hacia el edificio, impulsándose para regresar al techo. Cuando llegó, escuchó un grito desgarrador que lo puso en alerta. Frente a él estaba el capitán Stacy, con el antebrazo roto y el hueso expuesto, mientras gritaba de dolor. Cerca, un helicóptero estaba aterrizando, y varios agentes desde su interior apuntaban sus armas hacia Prowler. Sin embargo, el villano no perdió el tiempo: agarró al capitán y lo lanzó con brutalidad contra Mathew. Ambos cayeron, y el impacto los hizo rodar hasta el borde del techo. Mathew, apenas recuperado, aseguró al capitán con telarañas y lo bajó al suelo rápidamente, entregándolo a los paramédicos que acababan de llegar. Sin tiempo que perder, volvió a subir al techo, pero para cuando llegó, la escena era un caos. Los agentes del helicóptero yacían muertos, sus armas desperdigadas, y Prowler ya había desaparecido, llevándose a Parker con él. No había rastro alguno del sicario, ni del joven, solo el eco de su fracaso resonando en su mente. Frustrado, Mathew regresó al suelo junto al capitán y las patrullas.
Gwen: —Con lágrimas en los ojos pero una sonrisa agradecida—. Gracias, Spiderman... Si no hubieras estado aquí, tal vez mi papá...
Mathew: —Levantó una mano para detenerla mientras cruzaba los brazos y fruncía el ceño—. Hey, no pasa nada. Eso es lo que hacemos, ¿no? Además... —soltó un suspiro exagerado— no es Spiderman. En serio, qué nombre tan poco original me puso Jameson.
Tanto Gwen como el capitán Stacy soltaron una ligera risa ante su comentario, aliviando un poco la tensión del momento.
Stacy: —Con una débil sonrisa, sujetándose el brazo herido—. Lamento lo de tu traje, por cierto.
Mathew: —Encogiéndose de hombros mientras miraba su traje rasgado y quemado—. No pasa nada, ya me acostumbré a repararlo casi a diario.
De repente, el sonido de una ambulancia acercándose captó su atención. Cuando volteó, un agente se le acercó apresuradamente.
Agente: —Con algo de nerviosismo—. Disculpa, Spiderm... —El agente se detuvo al recibir una mirada de advertencia de la araña, tragando saliva antes de corregirse—. Digo, disculpa, Araña, necesitamos hacerte unas preguntas.
Stacy: —Intervino con autoridad—. Frank, déjalo. Luego rellenaré ese papeleo yo mismo. Nuestro amigo ya tiene que irse.
Agente: —Asintiendo con respeto—. Sí, señor. Disculpe.
Mathew dio un último vistazo a la escena. Aunque frustrado por no haber podido detener a Prowler, sabía que su trabajo aún no había terminado. Sin decir más, lanzó una telaraña hacia el edificio más cercano y se perdió entre las sombras de la ciudad.
Mathew: Darren va a matarme...
Soni: Sí, qué tragedia no tener una compañera increíble que te saque del lío. Oh, espera, sí la tienes.
Mathew: ¿Soni?
Soni: Le dije a Darren que te llevé al hospital de emergencia. Mala caída por las escaleras. Deberías tener más cuidado al bajarlas.
Mathew: Te besaría si pudiera.
Soni: No te pases, trepa muros. Ahora ven por mí y vamos a mi depa.
Una vez en el departamento, tras pasar por algo de comida rápida, Mathew salió del baño dejando caer el traje destrozado sobre la mesa con un suspiro frustrado.
Soni: Bueno, seamos honestos, nunca fue un traje que vaya a ganar premios de diseño.
Mathew: No estás ayudando, Soni... Tal vez tenías razón. Debería dejar que los policías hagan su trabajo. —Agarró la máscara con fuerza, la rabia evidente en su rostro—. Por mi culpa, ese chico puede estar muerto. Y el capitán Stacy…
Soni: Basta ya. —Le quitó la máscara y lo miró directo a los ojos—. Tal vez no todo salió perfecto, pero gracias a ti el capitán no está llorando por su hija ahora mismo. ¿O qué, crees que alguien más habría detenido a Prowler?
Mathew: Pero, ¿y si todo esto es culpa mía? ¿Y si de verdad estoy empeorando las cosas?
Soni: Mira, sin "él", hoy habría sido un desastre mucho mayor. —Hizo énfasis en "él" mientras señalaba la máscara—. Y yo... me equivoqué. Sí eres necesario. "Él" lo es. Ese traje será un desastre estético —soltó una sonrisa burlona—, pero se ha convertido en algo importante para las personas.
Soni sacó su teléfono y le mostró capturas de publicaciones en redes sociales. Todas agradecían a Spiderman por sus acciones, contando historias de cómo las había salvado o ayudado.
Soni: ¿Ves esto? Esa gente necesita que sigas ahí. Me equivoqué al quitarte la radio. No debí detenerte.
Mathew: No... —dijo mientras le tomaba los brazos con suavidad—. Necesitaba escucharlo. Me enfoqué tanto en ser "él" que olvidé que detrás de la máscara hay una persona. Gracias.
Soni: —Recostándose sobre la mesa y lanzando la máscara sobre el traje—. Creo que ambos metimos la pata. Pero tengo algo para levantarte el ánimo.
Mathew la siguió intrigado hasta su computadora, donde en la pantalla había un programa de modelado 3D mostrando un modelo de su traje en T pose.
Soni: Vamos a deshacernos de esa... cosa marrón. Hagamos algo que sea mas... ¿emblematico?.
Mathew: ¿En serio? —Preguntó emocionado mientras sacaba un cuaderno lleno de bocetos y lo abría sobre la mesa—. Llevo mucho tiempo pensando en esto, pero nunca supe si alguno de estos era lo suficientemente bueno. ¿Qué opinas?
Soni: —Revisó los dibujos, divertida al verlo tan emocionado—. Primero, estos son un poco mejores que tu traje actual. Segundo, ¿has pensado en un nombre? Un buen nombre podría inspirar el diseño.
Mathew se quedó pensativo, mirando alrededor del departamento. Su mirada se detuvo en una estantería con DVD’s. Uno en particular le llamó la atención: "The black viper". Una sonrisa lenta se formó en su rostro.
-Varios días después-
Danika: ¡BUENOS DÍAS, NUEVA YORK! Danika Hart, su spider fanática favorita, está aquí de vuelta. Sobre lo ocurrido en el instituto Midtown, la policía no ha querido dar demasiados detalles, pero algunos vecinos aseguran haber visto a Spiderman enfrentándose a un nuevo villano. Así que, probablemente, estén cubriendo otro incidente de supervillano loco, como lo que pasó con Scorpion. Y en temas más recientes, algunos afirman que la araña ha estado desaparecida últimamente. No lo culpo; tantas peleas en tan poco tiempo deben haberlo agotado. Esperemos que regrese pronto.
Mathew: —balanceándose entre los edificios mientras escuchaba el programa— Tengo que admitir, esta chica no me cae tan mal.
Soni: —en su oído desde la radio— Más te vale apresurarte antes de que Darren piense que tienes problemas estomacales por estar media hora en el baño.
Mathew: Recibido, jefa.
Con un impulso más, Mathew dirigió su atención hacia una persecución policial que acababa de detectar. Se lanzó ágilmente sobre el vehículo en fuga y, con precisión, cortó las cubiertas de las ruedas delanteras usando sus garras. El automóvil derrapó descontrolado hasta detenerse por completo.
Los atracadores, sin intención de rendirse, salieron disparando sus armas contra él. Mathew esquivó con elegancia cada disparo, moviéndose como una sombra ágil entre las balas. Con un rápido movimiento de muñeca, desarmó a los criminales y los envolvió en capullos de telaraña que dejó colgando de un poste cercano.
Mathew: —mientras los observa balanceándose en sus telarañas— Buen día, chicos.
Justo en ese momento, las patrullas llegaron al lugar, sus luces reflejándose en el asfalto mojado.
Mathew: —terminando de colocar una tarjeta en el capullo que había dejado colgando— Frank, ¿cómo está el capitán?
Frank: —mirándolo mientras se aseguraba de que los atracadores estuvieran inmovilizados— Pues, se está recuperando. Lisa fue a visitarlo ayer. —Sus ojos se desviaron hacia el traje de Mathew, ahora un enterizo negro con líneas y diseños azules que se extendían por los brazos y piernas, culminando en las patas de una araña en su pecho— ¿Traje nuevo, Spiderman? Me gusta.
Mathew: Gracias, Frank. Y asegúrate de leer la tarjeta de presentación. —Dijo con tono divertido, señalando la tarjeta pegada en el capullo— Spiderman es un nombre tonto.
Con eso, Mathew se impulsó hacia los edificios, balanceándose entre las luces de la ciudad.
Frank, intrigado, se acercó al capullo, arrancó la tarjeta y leyó en voz alta: "Cortesía de su amigable vecino, Blackspider. ©". Frank no pudo evitar soltar una carcajada mientras guardaba la tarjeta en el bolsillo de su abrigo.
-Algún lugar de Nueva York-
Prowler arrastraba a Peter Parker por un pasillo oscuro y corroído, iluminado apenas por luces parpadeantes. Las paredes estaban cubiertas de tubos de distintos tamaños, goteando en algunos puntos. El ambiente húmedo y opresivo indicaba que se encontraban en lo profundo de algún lugar olvidado. Al llegar al final del corredor, Prowler se encontró con un hombre mayor, inclinado sobre una mesa llena de herramientas y dispositivos. Este se detuvo en seco cuando el mercenario dejó caer a Parker con un ruido sordo sobre la mesa.
Tinkerer: —alzando la vista, visiblemente molesto por la interrupción— ¿Es la araña? —Preguntó, mientras se quitaba los lentes y observaba al joven. Sin obtener respuesta, tomó una jeringa y la clavó en el brazo del chico, extrayendo algo de sangre— ¿No? ¿Entonces por qué está aquí?
Prowler: Osborn pagó por él, no por Spiderman.
Tinkerer: —arqueando una ceja— Creí que eran el mismo. —Dijo con un tono desinteresado mientras retiraba la jeringa— Bueno, da igual. El Master Planner estará complacido. Es un alterado, ¿verdad? —Prowler asintió en silencio—
Sin más palabras, Prowler volvió a levantar al inconsciente Peter y lo arrastró fuera del taller.
-Laboratorio oculto de Oscorp-
Prowler descendió por un ducto escondido que lo llevó al vasto laboratorio de Norman Osborn. Las luces brillaban intensamente sobre un tanque de cristal al centro de la sala, rodeado de equipo médico y científico. Sin mucha delicadeza, lanzó a Parker dentro del tanque.
Ock: —girándose abruptamente desde una mesa cercana— ¡Cuidado, Grandisimo tonto! —reprochó, con evidente irritación— Ese chico podría ser más importante de lo que piensas, y tú lo tratas como un costal de papas. —Se acercó para cerrar el tanque con precisión, mientras fulminaba a Prowler con la mirada.
Norman: —descendiendo lentamente por las escaleras del laboratorio— No importa cómo lo trajo, lo importante es que está vivo. —Se detuvo frente al mercenario, observándolo detenidamente— ¿Y la araña?
Prowler: —extendiendo la mano para entregarle una viuda negra en un pequeño recipiente de cristal— Era la única en la habitación del chico, escondida en el techo.
Norman: —mirando la araña con disgusto antes de arrojarla al suelo— Esto no es lo que buscábamos. Esa no es la araña de Oscorp —vio a Prowler encogerse de hombros mientras ajustaba su gancho— Tu dinero ya está en tu cuenta. Disfrútalo
Prowler: —Hizo una pausa antes de dirigirse al ducto por donde había llegado— Una cosa más: ese chico no es Spiderman. —Y sin esperar respuesta, desapareció entre las sombras—
Norman: —frunciendo el ceño mientras miraba a Octavius— ¿Prowler haciendo bromas?
Ock: —murmurando mientras extraía una muestra de sangre del tanque— Lo dudo. —Tras un análisis rápido, una sonrisa astuta se dibujó en su rostro— Pero este chico definitivamente fue mordido por la araña.
Norman: —entrecerrando los ojos— Octavius, ¿esto servirá para la globulina verde o no?
Ock: Definitivamente. Y es Doctor Octavius para ti, Osborn.
Norman: —con voz seca y firme— Yo pago, Octavius. Mientras sea así, te llamaré como me plazca. —Se giró hacia las escaleras— Termina el suero. Lo quiero listo para fin de mes.
-Oficina de Norman Osborn-
Norman entró a su oficina y se dirigió a su escritorio, donde una videollamada esperaba. En la pantalla, un nombre apareció: "Big Man". Sin pensarlo demasiado, aceptó la llamada.
Lincoln: —apareciendo en la pantalla con un semblante severo— Osborn, dime que tienes buenas noticias.
Norman: —inclinándose hacia la cámara— Hubo un error. Parker no es nuestro cliente en común.
Lincoln: —con frialdad— ¿Estás diciendo que el dinero que le di a tu mercenario fue un desperdicio?
Norman: No del todo. Octavius tiene al chico, y parece que fue mordido por la misma araña. Si logramos sintetizar su sangre, podríamos crear un ejército de superhumanos.
Lincoln: Un ejército al servicio del gobierno.
Norman: —esbozando una sonrisa cínica— No exactamente. Nunca es sabio depender de un solo cliente. —Hizo una pausa, cambiando de tema— ¿Cómo se llamaba tu hombre ruso?
Lincoln: Aleksei.
Norman: Perfecto. Envíalo mañana. Me encargaré de que tengas a alguien capaz de aplastar a la araña.
Lincoln: —advirtiendo con tono gélido— Esta es tu última oportunidad, Osborn. Si fallas, nuestros tratos se terminan.
Norman: Confía en mí, Lincoln. Esta vez, no fallaré.
La llamada terminó, y Norman se levantó de su silla. Caminó hacia un cuadro en la pared, presionando un botón oculto que reveló una caja metálica con tubos llenos de un líquido verdoso. Tomó uno y lo llevó a su escritorio, vertiéndolo en un vaso junto a una soda. Mezcló ambos líquidos antes de preparar un segundo vaso con té. Momentos después, la puerta se abrió, y Harry Osborn entró.
Harry: Papá, ¿qué ocurre? ¿Por qué me llamaste?
Norman: —con una sonrisa forzada— Pasa, hijo. Siéntate. Quería hablar contigo sobre lo que pasó con tu amigo Peter. Es una lástima lo que le ocurrió. —Le extendió el vaso con soda— ¿Cómo te sientes? Puedes contarme lo que sea.
Harry: —suspirando mientras tomaba el vaso— Estoy bien, papá... Solo... —Se detuvo al probar el líquido, frunciendo el ceño ligeramente— ¿Es una nueva marca?
Norman: Quizás hubo un error con la botella. Pero, volviendo al tema importante...
Ambos continuaron conversando mientras Harry bebía lentamente. Al terminar, Harry se despidió y salió de la oficina. Norman se sentó de nuevo frente a su computadora, revisando un documento titulado: "Globulina verde - Fase 2: Aumento de las reacciones cerebrales". Con una sonrisa calculadora, cerró el archivo y salió de la oficina, dejando el lugar en silencio.
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