Capítulo 4:

Entré al instituto con la mirada perdida. Tras pasarme la tarde viendo series, recordé que debía hacer los deberes para que pareciera que Jackson me había ayudado. Como me puse a hacerlos tarde, me fui a dormir casi a las dos de la mañana cuando mi despertador suena a las siete.
- Pareces un zombie - me saludó Alice.
- Los malditos deberes.
- Si no había muchos.
- Me puse casi a las doce.
- La falta de costumbre, amiga. Que sepas que el post sobre tus clases particulares ha tenido muchas visitas. Casi tantas como el de nuestros nuevos defensores.
- Que bien. Así Regina hoy no me dejará en paz.
Tal vez debí pensármelo dos veces antes de dejarla escribir ese artículo. Como hija del alcalde, Regina tenía muchos contactos y entre otros conocía a Jackson y a su padre. Recordé que Dave la mencionó el día de la biblioteca. Cuando entré a clase, me senté en mi sitio de siempre. Regina me siguió con la mirada y se acercó a mí. De cerca le seguía Natalie, una chica menuda que cargaba con el bolso de marca de Regina. Regina era alta, rubia y bastante guapa pero todo eso se estropeaba cuando abría la boca. Natalie a pesar de intentar igualar su aspecto y teñirse de rubia, no dejaba de ser una copia barata.
- No intentes nada con Jackson. Él está conmigo - me amenazó.
- ¿Y él lo sabe?
Alice contuvo una carcajada.
- Por supuesto que lo sabe y jamás saldría con una chica tan patética como tú.
- Ya veo que se conforma incluso con menos.
Oí algunas risas y Regina les fulminó con la mirada. Todos parecieron darse la vuelta y fingir no escuchar. Siempre se salía con la suya y la gente se había acostumbrado a obedecerla. Una tirana en versión instituto.
- Aléjate de él si no quieres lamentarlo - me amenazó antes de irse.
Vi que Alice guardaba su móvil.
- ¿Lo has grabado?
- Incluso antes de entrar a clase. No sabía cuando te asaltaría.
No pude evitar sonreír.
- Será divertido.
La profesora de historia entró y no pudo evitar mirarme. Hoy venía preparada.
- Recogeré ahora vuestros trabajos sobre la fundación de Blue Lake. Recordad que son importantes para vuestra nota.
Cuando pasó por mi lado, le entregué los papeles grapados.
- Veo que la idea de la directora va dando sus frutos - me dijo.
Le sonreí molesta. Fingí estar atenta en esta y las demás clases. Fingí. Cuando terminó el día, salí de clase con Alice.
- ¿Vamos a tu casa a hacer los deberes? - le pregunté.
- Dios mío, ¿qué has hecho con mi amiga? - bromeó.
- Prefiero hacerlos contigo. Así no serán tan aburridos.
- Ya sabes que mi madre te adora, así que adelante.
Cogimos juntas el bus y fuimos hasta su casa. No tardamos mucho en hacer todo y nos pusimos a leer los comentarios del vídeo de Regina.
- Hoy estrenan La Posesión y quieren que haga una crítica. Tengo dos entradas gratis. ¿Te vienes? - me preguntó enseñándome un correo que acababa de recibir.
- Ya sabes que las pelis de miedo me parecen malísimas pero si son gratis no puedo decir que no.
- La sesión es en una hora y media. Podemos pasar por tu casa para que dejes las cosas.
- Vamos - le dije recogiendo mi mochila.
Mi casa estaba bastante cerca por lo que fuimos andando. Vivíamos en la parte de arriba de la pastelería así que primero entramos y saludamos a mi madre que nos regaló una magdalena de coco de las nuevas a cada una. Aunque les habían ofrecido varias propuestas de abrir una franquicia, mis padres se habían negado por lo que el establecimiento siempre estaba llenísimo. Ellos mismos hacían todos los encargos y pasteles y no querían que se perdiera esa esencia.
- Voy al cine con Alice. ¿Puedes subirme la mochila? - le pregunté.
- Claro, cielo.
- Pasadlo bien - me dijo mi madre dándome un beso en la frente.
- Adiós - me despedí.
Nos comimos las magdalenas mientras esperábamos al bus.
- Si mi madre fuese pastelera seguramente estaría como una bola.
- Y le arruinarías el negocio.
Me reí imaginando la escena. Tras quince minutos en los que Alice me contó sus teorías sobre Black Raven y White Fangs, bajamos del bus en el centro comercial. Era un enorme edificio acristalado, lleno de tiendas, restaurante y con varias salas de cine. Compramos unas palomitas y bebidas antes de entrar.
- Vaya, mira quién está aquí - dijo una voz familiar junto a mí.
Seth.
- Hola - le saludé.
- ¿Qué has venido a ver?
- La Posesión.
- ¿Te gustan las pelis de miedo?
- No, pero a mi amiga le han regalado las entradas. ¿Tú que haces aquí?
- He venido con unos amigos a ver la peli también.
- Con suerte tendremos asientos cercanos.
- Hola - se inmiscuyó Alice -. Soy Alice.
- Seth - respondió él con una sonrisa.
- ¡Ah! Ese Seth.
Alcé las cejas mirando a mi amiga algo traicionada por ese comentario.
- Bueno, deberíamos entrar. Adiós - me despedí con una sonrisa.
Alice le siguió con la vista incluso después de darnos la vuelta.
- ¿Por qué yo no conozco a tíos así? - se quejó.
- ¿Tíos como?
- Como Jackson y Seth. Un modelo que esta para morirse y su enemigo el motero buenorro.
- Ya sabes que a Seth le conozco desde hace un par de años.
- Lo sé. Desde que le castigaron por la pelea y a tí por tirarle el borrador a la cara a la señorita Jenins.
Cuando ambos seguían en el instituto y estaban en el último curso, su enemistad ya era legendaria. Un día a la sálida, por motivos que desconozco, se pelearon. La pelea estaba grabada y Alice hasta tenía un artículo hablando de ello.
Una vez estuvimos sentadas, vi a Seth entrar. Al parecer sus butacas estaban bastante lejos de las mías. Mejor. Aunque estuvimos un año viendonos bastante hacía ya tiempo que no hablábamos y tampoco se me antojaba volver con él. Me había venido bien que me llevara a casa y me librara de Jackson pero ahí se quedaba la cosa. La peli, como era de esperar, fue bastante mala. De vez en cuando soltaba comentarios y Alice se reía. Nos quedamos durante los créditos mientras escribía la crítica. A diferencia de mí, ella sacó algunos puntos fuertes pero también dejo claro la falta de originalidad y el desastre de guión. Para cuando terminó, los créditos aún seguían pero la sala se había vaciado. Una vez fuera oí la voz de Regina y deseé que la tierra me tragara.
- Menos mal que estabas conmigo. ¡Que miedo he pasado! - mintió.
Entonces me fijé en su acompañante. Jackson. Intenté esconderme tras mi amiga pero igualmente me vio.
- Lena - me llamó.
Suspiré y me acerqué a él.
- ¿Qué? - pregunté molesta.
- Deberías ser más educada - me dijo Regina.
La miré e ignoré su comentario.
- Tengo que hablar contigo sobre las clases.
- Ahora yo también voy - dijo Regina agarrándose del brazo de Jackson.
Miré a Jackson pidiéndole explicaciones.
- Hablemos en privado - me dijo.
Le seguí y nos separamos unos metros de Regina y Alice. Ambas se pusieron con sus móviles y no intercambiaron palabra.
- Teníamos un trato. Yo no iba a ir - le dije molesta.
- Lo sé. Pero mi madre quiere que le dé clases a Regina también.
- Dile que no.
- Vino el alcalde a mi casa a pedirlo personalmente.
Como siempre, Regina se salía con la suya gracias a su padre.
- Pues nos das clase días distintos.
- No puedo. Tuve que mover mis clases de esgrima para poder hacer un hueco para ti.
- Perdona si tu vida es tan complicada - me mofé.
- Soy el primero al que no le apetece tener que dar las clases.
- ¿Sabes que va diciendo que estáis juntos?
- ¿Qué?
- Mi amiga Alice tiene un blog. En el último post de la sección del insti hay un vídeo.
Eso le jodería a Regina. Ella me había jodido y solo quería devolvérsela. Saqué mi móvil y antes de enseñarle el vídeo le mandé un mensaje a mi amiga para que estuviera preparada. Jackson volvió a donde estaba Regina y vi que Alice empezaba a grabar con su móvil.
- Regina, tú y yo no estanos juntos - le aclaró con tono casi comprensivo, muy a mi pesar.
- Pero qué dices, Jack - respondió ella intentando disimular con una sonrisa.
Jackson apartó su mano cuando intentó cogerle del brazo.
- Espero que no subas esto o te denunciaré - amenazó Regina a Alice.
Alice no se contuvo y enfocó a Jackson.
- ¿Confirmas entonces que no estáis saliendo? - le preguntó sin cortarse un pelo.
Jackson solo tapó la cámara con la mano.
- Eres una zorra - me gritó Regina.
- Ni tan mal. Los zorros son astutos, querida - le respondí.
- ¿Me has puesto el vídeo para humillarla? - preguntó Jackson decepcionado.
- Sí. ¿Aún quieres conocerme? - le pregunté antes de coger el brazo de mi amiga y arrastrarla lejos de allí.
- ¿A qué ha venido esa pregunta?
- Córtame del vídeo y te lo digo.
- Bien.
- Ayer se empeñó bastante en que le diera un oportunidad y que le conociera. Seguramente porque no beso el suelo que pisa.
- Seth y Jackson detrás tuyo. Esto puede darme juego en el futuro.
- No pienso ser la protagonista de tu blog así que centraté en Regina, ¿quieres?
- Está bien. Este vídeo es muy buen material.
- Puede que no consigamos hundirla con él, al fin y al cabo es Regina. Pero al menos la fastidiará.
- Y dudo que pueda denunciarme por ello. Como mucho por derechos de imagen y si solo pongo la parte de Jack no podrá hacer nada.
- Deberías ser abogada - me reí.
- Es mi segunda opción pero de momento me va bien lo de periodista.
Volvimos juntas en bus pero no pude dejar de pensar en la conversación con Jackson. Me iba a tocar ir todos los Martes a la universidad para dar unas estúpidas clases con él y con Regina. ¿Acaso podía ser peor? Además no podía evitarlo pero la decepción de Jackson me había picado un poco.

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