4. Tatuaje.
27 de Enero, 2015
Habían pasado los días metidos en un búnker, disponiendo de víveres y aseo, pasando el aburrimiento con los juegos que se inventaban, sin salir ni una sola vez a pesar de querer hacerlo. Desde dentro se podía escuchar la lluvia caer y el viento chocar con fuerza contra la puerta del búnker. Todos estaban asustados - unos más que otros -, quería saber cuando podrían juntarse con el otro grupo.
"Pues a mi me gustan los días de lluvia"
Estaban sentados en el suelo del pasillo, los tres miraron a Changkyun con una ceja levantada.
"¿Incluso si esta puede matarte?" le preguntó Jooheon.
"No me gustaría morir ahora pero es lo que nos espera...Es decir, algún día moriremos todos" se encogió de hombros.
"A mi me da miedo" el de hoyuelos apoyó su cabeza en el hombro del peli-morado. Se habían cogido mucha confianza en estos días. "Así que no salgas para bailar bajo la lluvia"
Ellos dos rieron. No se dieron cuenta de que en frente suya estaba Wonho abrazando a Hyungwon. Había pasado mala noche, como todas las anteriores. Las pesadillas eran recurrentes y cada que se despertaba, se abrazaba al mayor para conciliar el sueño. Pero lo que más le tenía en vela era el no entender a esa voz que le decía una y otra vez en sueños que no confiara en él. ¿En quién? Las personas que estaban con él eran buenas. ¿Qué daño podrían causarle?
"Hyungwonie, cuando pare la lluvia pare iremos a buscar al grupo. Ellos seguro que están bien" Jooheon se arrimó a él y le acarició la pierna. "Tienen a Hyunwoo" sonrió.
"No es eso, sé que están bien... son las pesadillas. Desde que estamos todos juntos...sueño con lo mismo" sin discreción buscó más el abrazo de Wonho. "Y siento como si alguien entrase aquí y nos observara..."
"¿Alguien aquí? Eso es imposible, ya estaría muertos. Y no pueden entrar a no ser que seáis tu hermano o tú" dijo Changkyun.
"Lo sé por eso estoy tan confundido" habló antes de bostezar.
"Te acompañaré a la cama" Se pronunció Wonho levantándose y cargando a Hyungwon en brazos, casi estaba dormido del todo.
"Prepararemos algo de comer mientras" los otros dos menores se levantaron después y entre bromas para quitar el ambiente sombrío y triste que les rodeaba.
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Wonho le quitó la chaqueta a Hyungwon dejándole con la camiseta negra y los pantalones del chándal y le tumbó en la cama hasta arroparle con la sábana. Hyungwon cerró los ojos cansado y suspiró.
"Gracias por todo lo que haces" susurró abriendo los ojos y mirando directo a los del mayor. "No tendrías porqué, ni eso ni aguantar mis noches."
"Eso no lo decides tú. Esta situación me preocupa, llevas días sin dormir bien..." le acarició el cabello.
"Tú tampoco, por mi culpa. No eres un búho, no puedes estar despierto todas las noches, sería muy egoísta de mi parte obligarte a quedarte conmigo" replicó.
Wonho no apartó su mano de él. Es cierto, no se conocían de nada, apenas y eran capaces de mantener una conversación razonable sin que alguno de los dos se pusiera nervioso. Pero había algo peculiar en el menor que hacia querer protegerlo. Sonrió cuando las mejillas de Hyungwon se pusieron rosas, era adorable.
"Dejame cuidarte, solo hasta que estemos con los demás. O hasta que tú quieras pero ahora no me digas que te deje solo. Si es cierto que alguien puede entrar en el búnker y hacernos daño, quiero estar a tu lado para impedirlo".
"Qué terco eres" rió desde la garganta. "Entonces quédate conmigo hasta que me duerma y después vete con los chicos..." Wonho asintió y se acercó a besar su frente. Hyungwon se sintió en una nube.
Al poco tiempo después y gracias a las caricias del mayor sobre su cabello, cayó rendido en el sueño. Y al fin pudo dormir bien sin pesadillas y sin voces que le advertían de un peligro inexistente para él.
ㅡ
Cuando Hyungwon se quedó profundamente dormido, Wonho salió de la habitación para reunirse con los chicos y poder comer. No era como cuando cocinaba en su casa que tenía todo tipo de alimentos y especias pero esas judías en lata eran mejor que nada. Se sentó con ellos y empezaron a comer.
"Wonho, ahora que él no está...¿qué piensas de todo esto?" le preguntó su amigo.
"Pienso que deberíamos irnos de aquí antes de que pase algo. ¿Y si es verdad que alguien entra por las noches? El padre de Hyungwon está ahí fuera puede que le esté buscando y con los desconocidos rondando cada puta zona..."
"Pero no deja de llover, es peligroso arriesgarnos" dijo Jooheon antes de beber de su refresco.
"En el baño hay trajes de centrales nucleares, podríamos usarlos" pensó. "Son llamativos pero iremos rápido, Hyungwon sabe otro camino de vuelta y tengo mi arma" sonrió dejando la cuchara a un lado.
"Estás loco"
"Es tu mejor amigo, preocúpate por él. Yo lo hago por todos. Llevamos ocho días sin dormir de un tirón y si realmente creé que nos espían será porque es así" se levantó de la silla cabreado.
"Wonho no te pongas así, haremos lo que dices pero damos un dia más. Debemos prepararnos y tú necesitas dormir al igual que Hyungwonie"
08 de Febrero, 2015
"Mira no podemos seguir esperando más"
"Te estoy diciendo que no está en las mejores condiciones para salir"
"Y no ha dejado de llover... Eso supone otro problema"
"¡Nos estamos quedando sin víveres! Esta bien, saldré yo solo"
Hyungwon apareció por la cocina un poco somnoliento por los gritos de sus tres compañeros. Hacia ya varias horas que dormía y se sentía pesado por no haber descansado lo suficiente. Las pesadillas continuaban. Noche tras noche. Y la presencia de que alguien estaba allí con ellos no desaparecía. Se sentía nervioso. Por alguna razón.
"¿Qué está pasando?" pregunto frotándose los ojos.
Los tres chicos sonrieron con incomodidad cuando le vieron.
"No pasa nada, vuelve a dormir" le dijo su mejor amigo, el de hoyuelos en un estado de casi furia por el tono rojo de sus orejas. Hyungwon le conocía muy bien.
"Honey, veo la vena de tu cuello, qué pasa. No dejáis de gritar".
"Tenemos que salir de aquí y buscar otro puto búnker".
"¡Daniel!"
El peli-morado se mordió la lengua cuando su mayor le gritó. Sabía que ese nombre solo saldría de la boca de Wonho cuando se pasara de la raya pudiendo herir a los demás.
"Hyungwon, la comida se acaba y debes llevarnos a otra zona segura del bosque. Hace unos días... Encontramos una forma de salir sin que la lluvia nos tocase pero yo no quería ponernos en peligro. Y menos a ti que no has podido recuperar del todo la energía". Explicó Wonho mirando a Hyungwon.
"¿Y por eso discutíais? Soy el primero que quiere salir de aquí porque no creo que estemos seguros. Changkyun, no te enfades... ¿Cual es el plan?"
"Hay varios trajes nucleares que podrían ayudarnos ahí fuera. El problema es que no sabemos cómo es la lluvia. Si es ácida y nosotros lentos. Corremos peligro. También están los desconocidos y tú."
"¿Yo? " se señaló Hyungwon a él mismo.
"Eres el único que ha memorizado el mapa y tu condición no es la mejor" Inquirió su amigo con media sonrisa. "Por eso hemos dejado el tiempo pasar hasta que pudieras recuperarte de esas noches".
"¡Pero estoy bien! ¡Hagamoslo!" Saltó con entusiasmo.
Todos se miraron y alzando la barbilla, Wonho día vía libre para preparar el poco equipaje y los trajes nucleares.
Cuando todo estuvo listo, subieron las escaleras hasta la puerta del búnker. Revisaron una vez más que los trajes no estaban rotos, las mochilas y miraron atrás donde habían pasado dos meses encerrados sin contacto con el exterior. Hyungwon puso la palma de su mano en la pantalla dactilar para desbloquear la puerta y en unos segundos esta se fue abriendo poco a poco. A fuera, todo seguía igual: la vegetación, la lluvia. No había ni un solo animal que pudiera seguirles. Era todo tan solitario.
"Hay que darse prisa." Salieron a la superficiae sin demorarse más.
Daba miedo. La lluvia caía sobre ellos con cada paso que daban por ese bosque. Hyungwon iba en cabeza, seguido por Wonho para supervisar que no le ocurría nada malo y atrás de ellos, Jooheon y Changkyun quienes se daban la mano de lo asustados y nerviosos que estaban.
"Vale, si no estoy equivocado a 20 minutos se encuentra un riachuelo que llega a la siguiente zona segura. Y 40 kilómetros, la ciudad. No estamos muy alejados pero, no sabemos qué nos encontraremos allí".
Hyungwon se detuvo y se dio la vuelta para mirar a los demás. Su mejor amigo se pegaba al otro como una lapa y Changkyun se aseguraba de no perder los nervios. Hacia ya rato que creía escuchar pisadas ajenas pero no quería alterar más a sus amigos.
"¿Hacia donde tiramos, Wonho?" Se acercó a él dubitativo.
"Comprobamos antes el búnker. Si hay comida nos la llevaremos. Pasamos una noche allí y mañana vamos a la ciudad. Así limpiaremos los trajes".
Todos asistieron por la confianza y respeto que emitía. Reanudaron el paso con mucho cuidado. El cielo estaba despejado pero no dejaba de diluviar. Era desesperante.
"Allí está. Ha tenido que pasar alguien porque las puertas están selladas. Y, fijaros". Hyungwon se apartó dando marcha atrás y señaló el suelo. "Han tenido que arrastra algo pesado".
"Hyungwon, desbloquea la puerta y poneros todos detrás de mi". Sacó la pistola de la mochila que cargaba Changkyun y la cargó.
Bajaron las escaleras en silencio, sin llamar demasiado la atención. Wonho mantenía el arma en alto listo para apuntar y disparar a quien fuera.
"No hay electricidad" comentó casi en susurros Jooheon.
"Odio la oscuridad, joder" gruñó Changkyun.
Siguieron revisando las habitaciones con la suerte de no encontrar a nadie. Con linternas, alumbraron la cocina y la habitación donde se almacenaba la comida y el agua. Apenas quedaba un poco de todo, pero recogieron todo lo que encontraron.
"Bien, nos quitaremos los trajes no sin antes secarlos con papel. No podemos tocar el agua de la lluvia. Tener mucho cuidado".
Hicieron exactamente eso que había ordenado Wonho. Se quitaron los trajes con cuidado y los colgaron en la puerta del baño para que no estorbasen durante la noche que pasarían allí. Hyungwon se quedó a solas con el mayor cuando los otros dos fueron a comer.
"Yo habré memorizado el mapa pero sin ti no hubiéramos llegado a ningún sitio" dijo con timidez.
"Los cuatro hemos hecho un gran trabajo. ¿Estás bien?" preguntó acercándose a Hyungwon.
"Solo estoy un poco cansado pero no es necesario que te preocupes tanto, de verdad. Intentaré dormir" se dio la vuelta pero la mano de Wonho impidió que se marchara.
"Dormiré contigo. He estado con escalofríos todo el camino y que no haya luz..." Con la linterna alumbró el camino que daban las escaleras. "Estaré más tranquilo si estás conmigo".
"¿Y los otros dos?" levantó una ceja "Wonho, solo te he metido pájaros en la cabeza pero nadie nos persigue".
Wonho apretó la mandíbula y en el mismo acto, la muñeca de Hyungwon quien ahogó un pequeño gemido por la fuerza.
"Creo que los tortolitos estarán bien sin mi pero tú no. No estoy diciendo que seas débil o que no sepas defenderte pero llevas semanas sin dormir, comes poco y...sí es posible que alguno de los desconocidos nos esté siguiendo. Así que cierra boca porque por mucho que no me quieras en tu cama, voy a quedarme ahí."
Hyungwon asintió perdido en la mira tan oscura que tenía el mayor. No tenía fuerzas para discutir y por muchas veces que se negara a que durmiera con él, no iba a conseguir nada. Además, para que mentirse a sí mismo. Estar al lado de Wonho le hacía sentir más seguro aunque sus pesadillas dijeran lo contrario.
Una vez en la habitación y habiéndose despedido de los chicos, se tumbaron en la cama. Todas eran iguales. Pequeñas y de colchón duro. No sabía si era mejor eso o dormir en el suelo.
"Buenas noches" Hyungwon sonrió mirando al mayor. Cerró los ojos y suspiró.
De pronto, sintió la mano calidad de Wonho sobre su mejilla. Con su pulgar le acariciaba con ternura. Estaba seguro de que notaria el calor de sus mejillas pero le daba igual. ¿Hasta dónde seguirían? ¿Por qué Wonho era tan bueno con él?
"Que tengas dulces sueños" le plantó un dulce beso en la mejilla que acariciaba hace tan sólo unos minutos.
A Hyungwon le empezó a picar todo el cuerpo. Pensaba que era por el cosquilleo que le habían producido las caricias de Wonho en su pálida piel o por tener sus manos entrelazadas mientras dormían en la misma cama. Lo dejó pasar, obviando el hecho de las finas líneas que empezaba a tatuarse en su cuerpo. No dolía, no sentía nada a parte de ese picor aguantable. Tal vez, por la mañana o cuando encontrasen un lugar con luz, se diera cuenta de lo que le estaba sucediendo.
Esa noche, Hyungwon no tuvo pesadillas.
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